
Sonia Vázquez 8 octubre, 2015
Dos noticias centraban esta semana mi atención, ambas con un nexo en común, “la palabra familia”. A una le llaman Sínodo y la otra, hace referencia a unos padres españoles que solicitan la muerte para su hija enferma. Después de leer los pronósticos sobre el sínodo y escuchar como unos progenitores quieren asesinar a su pequeña, lo tengo claro, la familia está llamada a desaparecer. El ser humano ha perdido su alma, la ha vendido o la ha regalado al diablo, no hay más opción. ¿Cómo podemos querer asesinar a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros abuelos? Y por otra parte y no menos escalofriante, también debemos preguntarnos ¿Qué lleva a los padres Sinodales a defender el “divorcio católico”, las uniones del mismo sexo, la liberalización del pecado mortal en vez de luchar por mantener vivo el espíritu de la Santa Familia de Nazaret? La respuesta a todo esto es sólo una, el demonio es el rey de nuestra sociedad y su puerta de entrada ha sido, justamente, a través de la destrucción de la familia.
Hace no tantos años, los padres eran capaces de buscar cualquier tratamiento con tal de no perder a un hijo. Cuántas madres daban voluntariamente su vida para que el bebé sobreviviera, “doctor, en caso de elegir, que se salve el niño” y ¿Saben que dicen ahora? “no podemos aguantar más esta situación”. Asi es, primera persona del plural, “no podemos”, nosotros. La pobre niña está indefensa ante esta situación, en manos de unos padres despiadados que solicitan la muerte para ella. Como lo leen. Hoy en día, los enfermos, son un estorbo. Yo no sé si estos señores son Católicos o no, digo de nombre, obviamente, lo que sí sé es que a esta pobre criatura la quieren aniquilar y hasta ahora, la salvaba la postura de los pediatras, que se habían opuesto categóricamente, pero la resolución del Juez en primera instancia, ha tirado por tierra cualquier atisbo de esperanza, desde este momento, los facultativos limitan sus cuidados y cesa su alimentación. Este es el primer paso, en unos meses, todo esto será natural y cotidiano, ya que estos señores cuentan con apoyo político y de asociaciones que promueven el “derecho a morir”. Se lleva tiempo haciendo con los ancianos y con los enfermos terminales y no decimos nada, cerramos boca, tragamos con todo, ¿Qué se creen Vds. qué es la sedacción? Suena muy bonito, a que te cantan una nana y te duermes. Infórmense con detenimiento antes de consentir y recuerden el quinto mandamiento: “no matarás”.
“Se entiende por sedación terminal la administración deliberada de fármacos para lograr el alivio, inalcanzable con otras medidas, de un sufrimiento físico y/o psicológico, mediante la disminución suficientemente profunda y previsiblemente irreversible de la conciencia en un paciente cuya muerte se prevé muy próxima y con su consentimiento explícito, implícito o delegado.” (Fuente: Unav.es) Sigue leyendo →
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