
PRIMER DOMINGO
DE ADVIENTO
ESTACIÓN EN SANTA MARÍA LA MAYOR
Doble de 1ª clase – Ornamentos morados
¡Cosa extraña! En este primer día y domingo del Año eclesiástico y primera evocación, podría decirse de la Creación, la Iglesia nos pone en contacto con el último día del mundo y de las cosas. Antes de llevarnos al pesebre de Belén, nos lleva al tribunal del Juicio final, para encarecernos de antemano, con el pensamiento de la cuenta, la correspondencia de la gracia soberana de la Redención, que ese Niño Divino, cuya silueta se dibuja ya en lontananza, viene a realizar. Es una fuerte sacudida que la Iglesia da a nuestra conciencia de cristianos, para despertarnos, o del letargo del pecado, si desgraciadamente estuviésemos sumidos en él, o de la modorra de la indiferencia y de la tibieza espiritual. Es decirnos: Si no estás limpio para presentarte ante el Divino Juez, tampoco lo estás para salir al encuentro de tu Salvador, que es tu mismo y único Dios y Señor; «despójate, por tanto, de las obras de las tinieblas y revístete de las armas de la Luz». |