FIESTA de las SAGRADAS RELIQUIAS

5 de noviembre

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Después de haber celebrado el día de todos los Santos, o sea, la fiesta de todas las almas que han entrado en el cielo, la Iglesia honra hoy las santas reliquias de sus cuerpos, que en la tierra quedan, esperando la resurrección gloriosa, de que son prenda segura.

Desde los primeros tiempos de la Iglesia se celebraban en las catacumbas los santos misterios sobre las tumbas de los mártires, para unir su sacrificio al del Salvador. Más tarde, en Roma, se erigieron basílicas en su honor; vastos relicarios que albergaban el sepulcro de los mártires más célebres. Los restos de quienes habían confesado su fe por el martirio se depositaban bajo el altar mayor, o confesión de las basílicas que se les consagraban; de ahí procede la costumbre de la traslación de las reliquias de los mártires, parte esencial de la ceremonia de la dedicación de una iglesia, así como también la de colocar reliquias de los santos mártires en todos los altares, en el hueco de una pequeña cavidad del ara, llamada tumba. La misa de las santas reliquias se halla compuesta en gran parte de pasajes entresacados de la liturgia de los mártires.

Tomado de:

http://misa_tridentina.t35.com/

Especial de San Juan Bosco

"Propagad buenos libros --decía Don Bosco-- sólo en el cielo sabréis el gran bien que produce una buena lectura"

«Propagad buenos libros –decía Don Bosco– sólo en el cielo sabréis el gran bien que produce una buena lectura»

SAN JUAN BOSCO,* Confesor

SAN JUAN BOSCO

San Juan Bosco, gran constructor de iglesias

San Juan Bosco, su muerte

San Juan Bosco después de 122 años de fallecido

El sueño más famoso de San Juan Bosco

La frase que representa el sentir como educador de San Juan Bosco

Reliquias de San Antonio de Padua

Reliquias de San Antonio de Padua

Lugar donde se encuentra:  Basilica de San Antonio, Padua. Cuando el ataúd de san Antonio fue abierto treinta años después de su enterramiento, se encontró que gran parte de su cuerpo había retornado al polvo, pero su lengua permanecía fresca e intacta, lo cual se interpretó como un signo de la dedicación del santo a la plegaria y a la oración.