Santa Misa Dominical

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA
ESTACIÓN EN SANTA MARÍA «IN DOMINICA»
(Doble de 1ª clase – Ornamentos morados )

Este es mi Hijo muy amado… «cuchadle

Háblanos hoy el Breviario del patriarca Jacob, modelo que es de entera confianza en Dios, aun en medio de los mayores contratiempos.
Jacob, por la bendición de su padre Isaac, fue constituido como heredero de las divinas promesas hechas antes a Set, a Noé, a Abrahán y a Isaac, las cuales sólo tuvieron cabal cumplimiento en Jesucristo.

Toda la vida de Jacob es figurativa de Cristo y de su Iglesia en el misterio pascual. Dice S. Agustín Que el hecho de la bendición Que Isaac concedió a Jacob tenia un sentido simbólico, por cuanto las pieles del cabrito representaban los pecados, y Jacob revestido de esas mismas pieles era imagen de Aquél que, no teniendo pecados propios, cargó con los ajenos. (Mait.). Simbolismo Que todavía recuerda el Pontifical romano al obispo, cuando se pone los guantes para celebrar misa.
Jacob fué el suplantador de su hermano Esaú, pues le ganó su derecho de primogenitura. Jesús, a su vez, suplantó al demonio, príncipe como se llamaba de este mundo, arrebatándole su presa con un arte y astucia divinas: ars ut artemfalleret.


Jacob en su lucha con el Ángel salió al fin vencedor, y desde entonces le mandó Dios Que se llamase Israel, o sea, fuerte contra Dios. Pero más fuerte aún fue Cristo Jesús. el cual, con los dolores y luchas a brazo partido con el ángel malo, lo venció y, lo que es más, logró desarmar a Dios mismo, atándole las manos de su justicia para que no descargase sobre la tierra culpable los golpes merecidos de su ira.

Además, Jesucristo es nuestro hermano mayor y nuestro capitán.
Debemos escuchar sus palabras, porque Él nos ha elegido para ser su propio pueblo.  Claramente nos inculca todo esto la Epístola de hoy.
Jesús se aplica también a si mismo la aparición de la escala de Jacob, para demostrar que en medio de las persecuciones se ve continuamente protegido por la divinidad y por los Ángeles (Juan 1, 51). Dice también S. Hipólito que «así como Esaú urdía la muerte de su hermano, así el pueblo judío tramó la muerte de Cristo y de su Iglesia. Jacob hubo de huir muy lejos; y Cristo a su vez, rechazado por la incredulidad de los suyos, hubo de fugarse a Galilea, en donde le fue dada por esposa la Iglesia, proveniente de raza gentílica». Mas al fin de los tiempos estos dos pueblos, judío y gentil, llegarán a reconciliarse. También el Evangelio de hoy tiene un precursor en la visión de Jacob.

Él vio la gloria de Dios, y también los Apóstoles la vieron en la Transfiguración, y más tarde cuando se les apareció inundado en divinales efluvios después de resucitado.

Hagámonos dignos de contemplarle cuando la Iglesia y su liturgia nos le presenten radiante de gloria el santo día de Pascua, preludio de la Pascua eterna y de la visión beatifica que no tendrá fin, y que colmará plenamente las ansias más hondas y más nobles de nuestro ser.
El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.

Introito. S. 90, 15 y 16.

INTROITUS Eminíscere miseratiónum tuárum, Dómine, et misericórdiæ tuæ, quæ a sæculo sunt: ne umquam dominéntur nobis inimíci nostri: líbera nos, Deus Israël, ex ómnibus angústiis nostris. Ps. ibid., 1-2 Ad te, Dómine, levávi ánimam meam: Deus meus, in te confído, non erubéscam. Glória Patri. Introito – Acuérdate, Señor, de tus bondades y de tus eternas misericordias; a fin de que nunca nos dominen nuestros enemigos. Dios de Israel, líbranos de todas nuestras angustias. -Ps. A Ti, Señor, levanté mi alma; Dios mío, en Tí confío, no sea confundido. Gloria al Padre. V. Gloria al Padre.

El Gloria in excelsis no se dice en el Tiempo de Cuaresma, salvo en las fiestas.

Oración-Colecta

ORATIODeus, qui cónspicis omni nos virtúte destítui: intérius exteriúsque custódi; ut ab ómnibus adversitátibus muniámur in córpore, et a právis cogitatiónibus mundémur in mente. Per Dóminum.R. Amen Oh Dios, que nos ves privados de toda virtud; guárdanos interior y exteriormente, para que seamos fortalecidos contra toda adversidad en el cuerpo, y limpios de malos pensamientos en el alma. Por nuestro Señor Jesucristo. R. Amen.

Epístola

Exhortación a la castidad, virtud obligatoria para todos, con arreglo al propio estado, y necesaria para dignificar el cuerpo, el cual no nos lo ha dado Dios para entregarlo a la inmundicia, sino para que lo usemos para nuestra santificación.

EPISTOLALéctio Epístolæ besti Pauli Apóstoli ad Thessalonicénses. 1 Thess. 4, 1-7. Fratres: Rogámus vos, et obsecrámus in Dómino Jesu: ut, quemádmodum accepístis a nobis, quómodo opórteat vos ambuláre et placére Deo, sic et ambulétis, ut abundétis magis. Scitis enim quæ præcépta déderim vobis per Dóminum Jesum. Hæc est enim volúntas Dei, sanctificátio vestra: ut abstineátis vos a fornicatióne, ut sciat unusquísque vestrum vas suum possidére in sanctificatióne, et honóre; non in passióne desidérii, sicut et Gentes, quæ ignórant Deum: et ne quis supergrediátur, neque circumvéniat in negótio fratrem suum: quóniam vindex est Dóminus de his ómnibus, sicut prædíximus vobis, et testificáti sumus. Non enim vocávit nos Deus in immundítiam, sed in sanctificatiónem: in Christo Jesu Dómino nostro. Lección de la Epistola del Apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses: – Hermanos: Os rogamos y exhortamos en nuestro Señor Jesucristo, que así como habéis aprendido de nosotros de qué manera habéis de portaros y agradar a Dios, así también sigáis para ir adelantando. Porque ya sabéis qué preceptos os he dado en nombre de nuestro Señor Jesucristo. Ésta es la voluntad de Dios, a saber: vuestra santificación: que os abstengáis de la fornicación(1), y que sepa cada uno de vosotros que su propio cuerpo es un vaso de santificación y de honor, que no debe entregar a sus pasiones, como hacen los gentiles, que no conocen a Dios; y que nadie oprima, ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todas estas cosas, como ya antes os lo hemos dicho y protestado. Porque no nos llamó Dios a la inmundicia, sino a la santidad, en Jesucristo Señor nuestro.
Graduale Ps. 24, 17-18 Tribulatiónes cordis mei dilatátae sunt: de necessitátibus meis éripe me, Dómine. Vide humilitátem meam, et labórem meum: et dimítte ómnia peccáta mea.TractusPs. 105, 1-4Confitémini Dómino, quóniam bonus: quóniam in sæculum misericórdia ejus. V. Quis loquétur poténtias Dómini: audítas fáciet omnes laudes ejus? V. Beáti qui custódiunt judícium et fáciunt justítiam in omni témpore. V. Meménto nostri, Dómine, in beneplácito pópuli tui vísita nos in salutári tuo. Gradual – Las tribulaciones de mi corazón se han multiplicado; sácame de mis necesidades, Señor. Mira mi abatimiento y mi trabajo; y perdona todos mis pecados.Tracto – Alabad al Señor, porque es bueno y eterna su misericordia. V. ¿Quién podrá pregonar las maravillas del Señor y hacer oír todas sus alabanzas? V. Bienaventurados los que observan la ley y practican la justicia en todo tiempo. V. Acuérdate de nosotros, Señor, por el amor que tienes a tu pueblo; visítanos enviándonos tu Salvador.

Evangelio

Escena de la Transfiguración del Señor en el monte Tabor, donde los Apóstoles Pedro, Juan y Santiago, deslumbrados por los divinos resplandores de su Maestro, se asustan y caen por tierra.

USequéntia sancti Evangélii secúndum Matthǽum. Matth. 17, 1-9In illo témpore:Assúmpsit Jesus Petrum, et Jacóbum, et Joánnem fratrem ejus, et duxit illos in montem excélsum seórsum: et transfigurátus est ante eos. Et resplénduit fácies ejus sicut sol: vestiménta autem ejus facta sunt alba sicut nix. Et ecce, apparuérunt illis Móyses et Elías cum eo loquéntes. Respóndens autem Petrus, dixit ad Jesum: Dómine bonum est nos hic esse: si vis, faciámus hic tria tabernácula, tibi unum, Móysi unum et Elíæ unum. Adhuc eo loquénte, ecce, nubes lúcida obumbravit eos. Et ecce vox de nube, dicens: Hic est Fílius meus diléctus, in quo mihi bene complácui: ipsum audíte. Et audiéntes discípuli, cecidérunt in fáciem suam, et timuérunt valde. Et accéssit Jesus, et tétigit eos dixítque eis: Súrgite, et nolíte timére. Levántes autem óculos suos, néminem vidérunt nisi solum Jesum. Et descendéntibus illis de monte, præcépit eis Jesus, dicens: Némini dixéritis visiónem, donec Fílius hóminis a mórtuis resúrgat.Credo. U Continuación del Santo Evangelio según San Mateo. En aquel tiempo: Tomó Jesús consigo a Pedro y a Santiago y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; alli se transfiguró en su presencia, resplandeciendo su rostro como el sol, y quedando sus vestiduras blancas como la nieve. Y en esto se aparecieron Moisés y Elias, hablando con Él. Tomó entonces Pedro la palabra y dijo a Jesús: Señor, bueno es que permanezcamos aquí; si quieres, hagamos aqui tres tiendas, una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías. Estaba Pedro aún hablando, cuando vino una nube resplandeciente a cubrirlos. Y de pronto se oyó una voz desde la nube que decía: Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias.. escuchadle. Y al oír esta voz los discípulos cayeron sobre su rostro en tierra, y tuvieron grande miedo. Mas Jesús se acercó a ellos y los tocó y les dijo: Levantaos, y no temáis. Y alzando ellos sus ojos no vieron a nadie sino sólo a Jesús. Y al bajar ellos del monte, les mandó Jesús diciendo: No digáis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos.Credo
OFFERTORIUMPs. 118, 47 et 48Meditábor in mandátis tuis quae diléxi valde: et levábo manus meas ad mandáta tua, quae diléxi. OfertorioMeditaré en tus preceptos, que mucho amé; y alzaré mis manos que sólo ansían obrar según tus amables preceptos.

Oración-Secreta

Sacrifíciis præséntibus, Dómine, quæsumus, inténde placátus: ut et devotióni nostræ profíciant et salúti. Per Dóminum nostrum Jesum Christum Fílium tuum: Qui tecum vivit et regnat in unitáte. Rogámoste, Señor, atiendas propicio al Sacrificio presente; a fin de que nos aproveche para nuestra devoción y salvación. Por nuestro ;eñor Jesucristo., etc.

Prefacio de Cuaresma

Vere dignum et justum est aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui corporali jejunio vitia comprimis, mentem elevas, virtutem largiris et praemia: per Christum Dominum nostrum. Per quem majestatem tuam laudat Angeli, adorant Dominationes, tremunt Potestates. Coeli, coelorumque Virtutes, ac beata Seraphim, socia exsultatione concelebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admitti jubeas depercamur, supplici confessione dicentes: Sanctus, Sanctus, Sanctus, etc. Sanctus, Sanctus, Sanctus… Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Que con el ayuno corporal reprimes las pasiones, elevas el espíritu, nos enriqueces de virtudes y premios, por Jesucristo nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu Majestad, la adoran las Dominaciones y se sobrecogen de respeto las Potestades. Los Cielos y las Virtudes celestiales y los bienaventurados Serafines la ensalzan con el mismo júbilo. Por lo que te pedimos te dignes escuchar juntamente con las suyas nuestras voces, al prorrumpir en esta respetuosa alabanza: Santo, santo, santo, etc.
COMMUNIO Ps. 5, 2-4 – Intéllige clamórem meum: inténde voci oratiónis meae, Rex meus et Deus meus: quóniam ad te orábo, Dómine. Comunión.Escucha mi clamor: presta oidos a la voz de mi oración, Rey mío y Dios mío; porque a Ti, Señor, te invocaré.

Oración-Postcomunión

Súpplices te rogámus, omnípotens Deus : ut, quos tuis réficis sacramentis, tibi étiam plácitis móribus dignánter deservíre concédas. Per Dóminum nostrum. < Señor   oh Haz,   >Rogámoste humildemente, que pues nos alimentas con tus Sacramentos, nos concedas también servirte dignamente con las santas costumbres que te agradan. Por nuestro Señor Jesucristo.
  •  (1)La fornicación y todo género de impurezas y deshonestidad están vedados a todos, hombres y mujeres, sin excepción alguna, en virtud del sexto y noveno Mandamiento de la Ley de Dios. El cuerpo nos lo ha dado Dios para que lo usemos santamente para aquello a que Dios mismo lo ha destinado al crearlo. El hombre sensual, empero, no quiere frenar ni negar nada, nu aun lo más bajo y repugnante, a su cuerpo, so pretexto de que todo es natural, y hasta necesario para la salud. ¡Error, funesto error, que está ahogando a la humanidad en un mar de cieno, y convirtiendo al mundo en un inmenso hospital de enfermos de sida, sifilíticos, y toda clase de enfermedades graves y repugnantes.

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SAN ROMÁN Y SAN LUPICINO,* Abades

28 de febrero

Haced penitencia, porque está cerca el reino de los cielos , (San Mateo, 3,2).

San Román se había retirado, con su hermano Lupicino, al monte Jura, para hacer penitencia. Fue allí tan cruelmente tentado y atormentado por el demonio, que abandonó el yermo para volver al mundo; mientras lo hacía dio en el camino con una dama venerable que lo exhortó a la perseverancia. Volvió sobre sus pasos, y permaneció en esa soledad durante el resto de su vida, atrayendo a ella a muchos santos varones. Murió hacia el año 460. Sobrevivióle su hermano unos 20 años.

MEDITACIÓN
SOBRE LA PENITENCIA

I. Haz penitencia; ¿acaso no eres un pecador? y ¿qué más necesario para un pecador que la penitencia? ¿Por qué diferirla de hoy a mañana? El reino de los cielos está cerca; acaso mueras pronto, y si no pagaste tus deudas, ¿qué harás? ¿Qué mortificaciones hiciste? Te quieres convencer de que se ha de dejar la penitencia para los que se metieron en un convento; y yo te digo que las personas de mundo la necesitan más que los religiosos, porque más caen en pecado.

II. Pero, ¿cómo hacer Penitencia? Has abandonado a Dios para amar a las creaturas; desásete de las creaturas para amar sólo a Dios. Castiga tu cuerpo con austeridades, pues ofendió a Dios con el pecado. No te engañes en esto, la penitencia debe afligirte; debe arrancarte, si es posible, suspiros del corazón y lágrimas de tus ojos, por no decir sangre, de tus venas.

III. Persevera en este áspero ejercicio hasta el fin de tu vida. Estuvo San Román a punto de perder el fruto de sus trabajos por no haber tenido coraje para atacar desde un principio, y vencer, las dificultades que encontraba en la penitencia. ¡Cuán agradables te resultarán esos esfuerzos y sufrimientos si de tiempo en tiempo consideras las espantosas austeridades de tantos insignes ermitaños, si piensas en lo que Jesucristo sufrió por ti! Busquemos hasta el fin de nuestra vida aquello que nos procurará felicidad sin fin. (San Euquerio).

La esperanza 
Orad por los peregrinos.

ORACIÓN

Haced, Señor, que la intercesión de los santos Román y Lupicino, abades, nos haga agradables a Vuestra Majestad, y que obtengamos por sus oraciones las gracias que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S. Amén.

*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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Los santos que reinan con Cristo

28 de Febrero

  • Santos Román y Lupicino, Abades
  • San Hilario, Papa
  • Mártires de la Peste de Alejandría
  • San Proterio, Patriarca de Alejandría, Mártir
  • Beata Vilana de Florencia, Matrona
  • Beata Eduviges de Polonia, Matrona
  • Beata Antonia de Florencia, Viuda
  • Beata Luisa Albertoni, Viuda

SAN LEANDRO, * Obispo y Confesor

27 de febrero

Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu coraz6n, y con toda tu alma, y con toda tu mente. (San Mateo, 22, 37).

De ordinario se representa a San Leandro teniendo en la mano un corazón envuelto en llamas, símbolo de su amor por Dios. Nombrado obispo de Sevilla, comunicó a su rebaño los ardores celestiales que consumían su alma, e ilustró a los arrianos con sus sabios escritos. Sus elocuentes predicaciones convirtieron a la fe a Recaredo, que fue el primer rey católico de España. Murió en el año 596.

MEDITACIÓN
SOBRE EL AMOR DE DIOS

I. Debes amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente; es decir, tus pensamientos, tus palabras, tus acciones deben ser para Él; has de pensar sólo en Él, vivir sólo por Él, desear lo sólo a Él. Si lo posees, posees todo; si lo pierdes, pierdes todo. ¿Qué has amado hasta este momento? No lo podrías pensar sin avergonzarte. ¡Oh Jesús! hazte conocer de los hombres y te amarán. Porque te conozco poco es que te amo poco. (San Agustín).

II. Ama a Dios más que a todas las cosas del mundo, pues Él excede infinitamente a todo lo que existe en el universo. Entra un poco en ti mismo; ¿tienes más amor por Dios que el que tienes por tus parientes, tus amigos, tus placeres, tus riquezas, tu felicidad? ¿Estás presto a perder todos esos bienes, y la vida misma antes que perder su amistad? Si note hallas en esta disposición, no amas a Dios; y aun que digas cien veces al día que lo amas de todo tu corazón, tus acciones desmentirían tus palabras. Ama al que es para ti todo la que existe de amable y de deseable. (San Bernardo).

III. ¿Quieres saber si amas a Dios? Mira si observas sus mandamientos. Jesucristo mismo nos dice: Aquél que conoce mis mandamientos y los observa, ése me ama. Quien obre de otro modo, injustamente se lisonjea de amar a Dios; ¡Jesucristo promete y da tan grandes recompensas a los que lo aman y obedecen, y uno ni siquiera se inquieta por ello!

El amor de Dios 
Orad por la paz
entre las naciones cristianas.

ORACIÓN

Oh Dios todopoderoso, haced que esta augusta solemnidad del bienaventurado Leandro, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S.  Amén

*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

Tiempo de Penitencia

Conviértenos, oh Dios Salvador nuestro; y para que nos aproveche el ayuno cuaresmal, alumbra nuestras almas con las enseñanzas celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.



Lunes de la 1ª semana de Cuaresma (Colecta)

SAN NÉSTOR,* Obispo y Mártir

26 de febrero

Si es preciso gloriarme de alguna cosa, me gloriaré de aquéllas que son propias de mi flaqueza. (2 Cor., 11, 30).

Como supiese San Néstor que se le buscaba para ser martirizado, dijo adiós a todos sus servidores y se presentó a los soldados que iban a prenderlo. Le prometieron hacerle sumo sacerdote de los ídolos, si quería renunciar a la fe. Mas prefirió el oprobio de la cruz a todos los honores de la gentilidad. Se le extendió en el potro y se le puso en una cruz; en todas partes alababa a Dios, e invitaba a los demás a que lo reconocieran y lo adoraran con él.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VERDADERA GLORIA

I. Cristiano, ¿en qué haces consistir la verdadera gloria? Si tienes el espíritu del mundo, me responderás: «La verdadera gloria consiste en las riquezas, en las dignidades, en los honores, en el saber». Para adquirir esta falsa reputación, expónense los bienes, la salud, la vida, el alma. ¿Para qué te servirá esta gloria después de la muerte? ¿Qué importa a los condenados que los alaben donde ya no están, si son torturados donde están? (San Agustín).

II. La verdadera gloria procede de Dios; servir a un tan grande Señor, es ya ser rey. ¡Qué dicha contar con la aprobación de Dios y de la corte celestial y esto por toda una eternidad! Además, ¿qué gloria humana puede compararse con la que los san tos reciben aquí abajo durante su vida y después de su muerte, y con la que gozan en el cielo? Ambicioso, he aquí algo con que contentarte: el mundo no tiene sino un falso esplendor, Jesucristo tiene para ti honores y recompensas sólidas y eternas; búscalos, si amas la gloria. Si nos seducen las riquezas y los honores, que sean las verdaderas riquezas y los verdaderos honores. (San Euquerio).

III. Para adquirir esta gloria, es preciso des preciar la del mundo, es menester hacer grandes cosas, y soportar grandes sufrimientos por Jesucristo. He ahí los tres grados por donde se ha de subir a la gloria. ¿Has despreciado tú la gloria del mundo? ¿Qué cosa grande has emprendido por Jesucristo? ¿Qué has sufrido? Comienza por las cosas pequeñas: no te faltarán ocasiones, no faltes tú mismo en las ocasiones.

La humildad
Ruega por el acrecentamiento
de esta virtud.

ORACIÓN

Dios todopoderoso, mirad nuestra flaqueza; ved cuán agobiados estamos bajo el peso de nuestros pe- cados, y fortificadnos por la intercesión del bienaventurado Néstor, vuestro mártir y pontífice. Os lo rogamos por J. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

El Beato Sebastián de Aparicio OFM, ha 400 años de haber fallecido

A los 98 años se le reventó una hernia y se sintió morir.   Pidió a los franciscanos que rezaran el credo y cuando decían:

«Creo en la resurrección de los muertos y en la vida eterna»

… se quedó muerto, el 25 de febrero de 1600.

La gente comenzó a publicar que en su tumba se verificaban extraordinarias curaciones.

Pío VI, el 17 de mayo de 1789, lo beatificó.

Su fiesta se celebra el 25 de febrero.

Sus restos, incorruptos, se conservan en San Francisco de Puebla, en donde son objeto de continuas piadosas romerías.

Muchísimos habitantes de Puebla asistieron a su entierro.

Dos veces fue desenterrado su cadáver, y las dos apareció incorrupto.

Al morir quedó su rostro hermoso y alegre, como si estuviera vivo.

Parece un hombre de 60 años. Murió en el 1600 a los 98 años.
Está en urna de cristal, en el convento franciscano de Puebla de los Angeles, México.

Información tomada de:

http://www.franciscanosenmexico.com/procesodecanonizacion.html

http://www.oremosjuntos.com/CuerposIncorruptos3.html

BEATO SEBASTIÁN APARICIO, Agricultor

25 de febrero

Sebastián Aparicio: recuérdales a los campesinos, a los comerciantes, a los transportadores y a los sencillos trabajadores, que con el trabajo humilde y sencillo de cada día se puede conseguir un altísimo puesto en el cielo, si se ofrece todo por amor a Dios. (1 Cor., 15, 49).

Sebastián de Aparicio nació en 1502 en Gudena, España, de padres pobres pero piadosos. Todos los días conducía el rebaño a pastar y aprovechaba los ratos libres para dedicarlos a la oración o a visitar iglesias o capillas. A los quince años de edad fue contratado por una señora rica como sirviente en Salamanca. Pero no pudo soportar el ambiente frívolo, y a pesar de la buena paga, prefirió renunciar al trabajo. Le agradaba la vida del campo, el contacto con la naturaleza que lo conducía al Creador. Durante ocho años trabajó al servicio de dos colonos y con el dinero ganado ayudó a sus padres ancianos y proporcionó la dote a sus hermanas.


A los 31 años, tras la muerte de sus padres y casadas sus hermanas, zarpó para América. Llegó a Puebla, en México y volvió al trabajo del campo. Para el incremento del comercio emprendió viajes para transportar mercaderías a Veracruz, Zacatecas y Ciudad de México. Abrió vías de comunicación por entre bosques impenetrables, hizo construir una gran vía entre Zacatecas y Ciudad de México. Las ganancias que obtenía de sus empresas eran patrimonio para los pobres. Daba con generosidad a los necesitados, transportaba gratis mercancías y personas, prestaba dinero sin exigir la devolución, se interesaba por librar a los prisioneros, dar libertad a los esclavos. Los indios lo respetaban y admiraban.


Absorto en esta vida dinámica, siempre sabía encontrar tiempo para la oración, la penitencia y los sacramentos y para la participación en la santa Misa. A menudo el demonio lo atacó con fuertes tentaciones, pero nunca logró vencerlo. En 1552 cedió a otros su empresa, cerca de la ciudad de México consiguió una granja y se dedicó a la agricultura y a la ganadería. Se casó y de común acuerdo con la mujer, hizo voto de castidad. Después de un año enviudó y decidió pasar a segundas nupcias con una virtuosa mujer, con la cual vivió en perfecta continencia. Poco después murió también la segunda mujer.


El 2 de junio de 1573, a los 71 años de edad, decidió realizar un viejo sueño. Pidió y obtuvo vestir el hábito de hermano Menor en el convento de ciudad de México. Vivió todavía 27 años dando ejemplo de religioso humilde, obediente, consagrado a la oración y a la penitencia. Dios glorificó su vida ejemplar. El 25 de febrero de 1600, a los 98 años de edad, descansó serenamente en el Señor. El pueblo lo veneró como santo y su sepulcro ha sido glorioso.
Fue beatificado por Pío VI el 17 de mayo de 1789.

Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

Iconoclastas

Icono de la Virgen de Vladimir (siglos XI-XII). Moscú, Galería Tretiakov.

La lucha contra el culto de las imágenes tuvo en Oriente dos fases. La primera fue promovida, y con bastante violencia, por el emperador León III el Isáurico, el año 725 con una serie de edictos que proscribían el culto y el uso de las imágenes de los santos y de los ángeles, de Cristo y de la Virgen; acabó esta fase con la muerte del emperador León IV, el año 780. A una fanática destrucción de todo un patrimonio artístico y religioso, expresión viva de la piedad popular, siguió una reacción no menos enérgica por parte de San Germán, patriarca de Constantinopla, depuesto por el emperador el año 730, y de San Juan Damasceno, los cuales, con sus escritos, no sólo refutaron la acusación de idolatría lanzada contra la Iglesia, sino que explicaron además la legitimidad y la naturaleza del culto a las imágenes; otros obispos orientales y el Papa Gregorio III condenaron el iconoclastismo. A la lucha contra las imágenes, siguió bien pronto la persecución que contó con no pocos mártires. Constantino V Coprónimo (741-775) continuó la obra de su padre; lo mismo hizo León IV (775-780), si bien este último estuvo mejor dispuesto a un restablecimiento de la paz, gracias a las instigaciones de su mujer Irene, la cual, una vez que se quedó viuda y emperatriz, convocó de acuerdo con el Papa Adriano I y con el patriarca de Constantinopla, San Tarasio, el II Concilio de Nicea (VII ecuménico), el año 787.

En este Concilio se definió la legitimidad del culto a las imágenes y se condenó el error iconoclasta en estos términos: «Decidimos restablecer, junto a la Cruz preciosa y vivífica de Cristo, las santas y venerables imágenes: o sea, las imágenes de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Salvador, la de Nuestra Señora Inmaculada, la santa Madre de Dios, la de los honorables ángeles y de todos los píos y santos personajes, puesto que más se pensará en ellos a través de las imágenes que los representan y más, aquellos que los contemplan, se sentirán excitados al recuerdo y al deseo de imitarlos; decidimos rendirle un homenaje y adoración de honor, no ese culto de latría que proviene y que compete sólo a Dios, sino de honor, ese honor y veneración que se presta a la Cruz preciosa, a los santos Evangelios y a los objetos sagrados; decidimos también encenderles incienso en su honor y encenderles velas, como era costumbre entre los antiguos cristianos. Puesto que el honor rendido a la imagen se traspasa al prototipo que representa y el que venera la imagen venera la persona que la imagen representa».

La segunda fase iconoclasta duró acerca de 30 años, desde 815 al 842 y fue promovida por León el Armenio (813-820) y continuada por Miguel el Balbuciente (820-821) y por Teófilo (829-842). Puso fin a esta fase la emperatriz Teodora, viuda de Teófilo, y así el primer domingo de cuaresma del año 843 fue solemnemente celebrada en Santa Sofía de Constantinopla la primera fiesta de las imágenes o fiesta de la Ortodoxia, que todavía dura hoy en la Iglesia oriental.


(s. VIII)se conoce bajo este nombre a la herejía y consiguiente persecución iniciada por el emperador León el Isáurico (717-741) contra el culto a las imágenes religiosas. Luego de impedir la caída de Constantinopla en manos de los musulmanes (lo que no pudo hacer con el exarcado de Ravena que cayo en poder de los lombardos), León promulgó en el año 726 una notable colección legal conocida con el nombre de ‘Eclega’, que entre sus disposiciones se encontraban aquellas que prohibían el culto a las imágenes y cuya total destrucción ordenó en el año 730. Algunos estudiosos vieron como fundamento de este accionar una clara influencia del carácter marcadamente iconoclasta de los musulmanes y de los judíos, quienes consideraban tal culto como un abominable acto de idolatría.

Cualquiera fuera el origen de la querella iconoclasta, lo cierto es que la misma provocó no sólo la división entre los fieles pertenecientes a la Iglesia de oriente, sino que marcó un hito en el alejamiento entre las dos Iglesias, la de occidente y de oriente, atento que, por un lado, el papado desde un principio se mostró inflexible en su rechazo a las pretensiones iconoclastas, y por el otro, su alianza con la dinastía carolingia en desmedro del emperador residente en Constantinopla, generó una fuerte controversia y desconfianza mutua. Sobre la cuestión del culto a las imágenes, cabe recordar que los primeros cristianos de occidente (excepto los de origen judío que se abstenían de toda veneración de las imágenes atento la prohibición dispuesta por la ley mosaica) no tuvieron mayores inconvenientes en adoptar su culto desde tempranas épocas, reproduciendo un sin fin de imágenes de Cristo, de los apóstoles y de mártires.

Ello además posibilitó el alumbramiento de un arte propiamente cristiano, a través del cual, se difundieron las verdades contenidas en las Sagradas Escrituras a los pueblos donde aún reinaba el paganismo y que para la Iglesia naciente, era aún tierra de misión. En el caso de los cristianos orientales, recién a mediados del siglo V su práctica fue adoptada. Sin embargo, al momento de estallar la querella iconoclasta, se encontraba suficientemente arraigada, lo que explica el rechazo popular a la política iconoclasta y el surgimiento de una gran cantidad de apologetas defensores de la veneración de imágenes, a los que se los denominó ‘iconódulos’. Estos fueron acusados de promover la idolatría y la magia por lo que se inició contra ellos una fuerte persecución. Esta situación continuó durante largos años hasta la llegada al trono imperial de Irene, viuda del emperador León IV (775-780), quien restauró el culto en consonancia con lo resuelto en el II Concilio ecuménico de Nicea (787) celebrado durante el pontificado de Adriano I (772-795).

Bien cabe aquí hacer notar, que la acusación recaída contra los iconódulos carecía de todo asidero puesto que en realidad lo que ellos defendían con la veneración de las imágenes, no era sino, resaltar la naturaleza humana de Cristo y el profundo vínculo establecido por Dios entre el tiempo y la eternidad, sin que ello implicara menoscabar el sentido trascendental y único de Aquél, y menos aún, pretender crear un vínculo substancial con la imagen, circunstancia que ha sido remarcada hasta nuestros días por la Iglesia Católica. Una segunda etapa de la querella iconoclasta se inició durante el reinado de León V, el armenio (813-820), que si bien fue menos violenta que la primera, no por ello dejó de producir serios trastornos entre los fieles quienes no menguaron en su reclamo de restitución del culto. Entre estos últimos se destacan los patriarcas Nicéforo y san Germán, san Juan Damasceno y el monje Teodoro Studita. Fue durante el administración del emperador Miguel II (820-829) en el que se produjeron un sinnúmero de revueltas populares contraria a su política iconoclasta, lo que originó la aplicación de una nueva política de persecución.

Toda esta situación de sublevación interna por parte de los súbditos del imperio y la obstinación de las autoridades en querer imponer una doctrina que les era ajena, no hizo sino debilitar su propio poder, lo que se vio prontamente reflejado en la incapacidad demostrada para impedir el arrollador avance musulmán quienes lograron conquistar, entre otros lugares, Sicilia y Creta. El final de los iconoclastas llegó cuando accedió al trono, como regente del emperador Miguel III (842-867), de la viuda de Teófilo (829-842), Teodora, quien al revocar todas las disposiciones legales de carácter iconoclasta (843) restauró definitivamente el culto a las imágenes. Este hecho originó la aún vigente fiesta conmemorativa que cada 11 de marzo celebran las Iglesias orientales.

Tomado de:

http://www.mercaba.org/Herejia/iconoclastas.htm

SAN TARASIO,* Obispo y Confesor

25 de febrero

Así como hemos llevado grabada la imagen del hombre terreno, llevemos también la imagen del hombre celestial. (1 Cor., 15, 49).

San Tarasio fue cónsul, secretario de Estado y, en seguida, arzobispo de Constantinopla. En este último cargo dio los más hermosos ejemplos de caridad y humildad. Con sus propias manos servía a los pobres, diciendo que quería imitar a Jesucristo, que había venido a la tierra para servir y no para ser servido. Fue el alma del Concilio segundo de Nicea que, en el año 786, anatematizó a los iconoclastas o destructores de imágenes. De inmediato hizo reponer las imágenes de los santos en toda la extensión de su patriarcado.

MEDITACIÓN
SOBRE LA IMAGEN DE DIOS

I. El hombre ha sido creado a imagen de Dios: ~ su memoria, su inteligencia y su voluntad son imagen l’ de un Dios en tres Personas. Debes, pues, hacer de suerte que estas tres facultades de tu alma se asemejen lo más posible a su modelo. Para esto, es preciso que la memoria continuamente se acuerde de la omnipotencia del Padre, que la inteligencia considere la sabiduría de Jesucristo, que se hizo hombre para salvar a los hombres, y que la voluntad se abrase toda con el fuego del Espíritu Santo. ¡Que Os ame, oh Dios, que sois la vida de mi alma! (San Agustín).

II. El pecado desfiguró enteramente esta imagen de Dios impresa en tu alma, y la recubrió con la vergonzosa imagen del demonio, pues el pecador es semejante al demonio y no tiene rasgo alguno de semejanza con Dios. ¿A quién te asemejas tú? ¿Tus acciones no llevan impreso el sello de algún vicio?

III. Has de devolver a tu alma su antigua belleza, Jesucristo es el modelo que debes tener continua mente ante tus ojos, a fin de hacerte semejante a Él. Para esto, es preciso tener la corona de espinas en la cabeza, la hiel y el vinagre en la boca, es preciso estar cargado de oprobios, sufrir todo, emprender todo por la gloria de Dios. Cada uno es el pintor de su propia vida: la voluntad dirige al pincel, las virtudes son los colores, y el modelo es Jesucristo.(San Gregorio Niceno).

La devoción a las santas imágenes 
por la conversión de los protestantes.

ORACIÓN

Oh Dios todopoderoso, haced que esta solemnidad del bienaventurado Tarasio, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

SAN MATÍAS, Apóstol*

24 de febrero

Cayó la suerte a Matías, con lo que fue agregado a los once Apóstoles. (Los Hechos de los Apóstoles, 1, 26).

San Matías fue elegido por los apóstoles después de la Ascensión del Salvador para reemplazar al pérfido Judas. Congregados, los fieles oraron al Espíritu Santo para que les diese a conocer la persona que Él había destinado para este ministerio; en seguida, echaron suertes, y cayó la suerte a Matías. El nuevo Apóstol predicó el Evangelio a los pueblos de la Judea y de la Etiopía; su celo le atrajo el odio de los judíos, que lo lapidaron y le cortaron la cabeza.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VOCACIÓN

I. Dios nos destina a cada uno un género de vida en el que quiere que nos salvemos. Es un gran Rey que quiere servidores de toda suerte de estados, condiciones y empleos. ¿Es Dios quien te ha hecho abrazar el estado de vida en que te encuentras alistado? ¿No es acaso la vanidad, el deseo de amontonar riquezas o de gozar de placeres? Si por desgracia es así, corrige la mala intención que has tenido, y promete a Dios buscar en adelante sólo su gloria y su voluntad. En cuanto a ti, que aun estás libre a este respecto, sigue el camino que el Señor te indique.

II. Pídele a Dios te haga conocer su santa voluntad a fin de escoger un género de vida en el que puedas trabajar para su gloria y tu salvación. No consultes ni la carne, ni el mundo, ni tus placeres, ni tus intereses; es a Dios a quien se debe pedir consejo. Las oraciones, las mortificaciones, las comuniones, los retiros te facilitarán esta importante elección. Observa la misma regla en tus acciones particulares de cierta importancia: pide consejo a Dios, Él te ilustrará con sus divinas luces.

III. Sigue las inspiraciones del Cielo, una vez que las hayas conocido bien. Si San Matías no hubiera querido someterse a su elección para el apostolado, hoy no se celebraría su fiesta. Si durante la vida menosprecias a Dios que te llama, Él se burlará de ti en la hora de tu muerte; es lo que declara en el libro de los Proverbios: Te llamé, y no has querido escucharme, me reiré de ti en tu último día, y te haré objeto de irrisión.

La obediencia a las inspiraciones de Dios
Orad por los justos perseguidos.

ORACIÓN

Oh Dios, que habéis puesto a San Matías en el número de vuestros Apóstoles, haced, por su intercesión, que sin cesar experimentemos los efectos de vuestra inagotable misericordia. Por J. C. N. S. Amén.

Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

SAN PEDRO DAMIÁN,* Obispo y Confesor

23 de febrero

Asegúrote de cierto que de allí no saldrás hasta que pagues el último maravedí- (San Mateo, 5, 26).

Pedro quedó huérfano desde muy joven y fue enviado a casa de uno de sus hermanos, ya casado, quien lo trató duramente y lo mandó a cuidar cerdos. Un día encontró una moneda de plata y la empleó en hacer celebrar una misa por el alma de su padre. Dios recompensó su piedad filial. Otro de sus hermanos, llamado Damián, lo recibió en su casa y lo hizo estudiar. Más tarde, Pedro se unió a los Ermitaños de la Santa Cruz, entre los cuales se distinguió por la austeridad de su vida. Esteban IX  lo nombró cardenal obispo de Ostia. Después de haber ilustra do su sede con sus eminentes virtudes, volvió a la soledad de Fuente Avellana. Murió en Faenza, en 1072, volviendo de Ravena, adonde el Papa lo había enviado a restablecer el orden y la obediencia a la autoridad pontificia.

MEDITACIÓN
SOBRE COMO ALIVIAR
A LAS ALMAS DEL PURGATORIO

I. Debes socorrer a las almas del purgatorio con tus oraciones y tus buenas obras. La caridad te obliga a ello con relación a todos los cristianos, que son hermanos tuyos. Lo exige la justicia con relación a tus amigos ya tus parientes: te dejaron sus bienes con la condición que socorrieras a su alma. Acaso esté ella en el purgatorio por amarte demasiado; en cambio no tienes compasión por ellos, te diviertes mientras ellos arden en las llamas. Ten piedad de mí, ten piedad de mí, tú por lo menos, que eres mi amigo, pues me ha tocado la mano de Dios. (Job).

II. Tú puedes aliviar a estas almas santas haciendo celebrar misas, comulgando, ganando indulgencias, ayunando, orando a Dios por ellas. Ellas no pueden sacarse a sí mismas de ese lugar de dolor; pero pueden obtenerte gracias del Cielo aun estando todavía en el purgatorio. Socórrelas e invócalas en tus necesidades, y experimentarás los efectos de su poder y de su agradecimiento.

III. Si haces esta caridad a los demás, Dios permitirá que los demás rueguen por ti después de tu muerte. No te fíes, sin embargo, en esto; haz tú mismo, durante esta vida, todo el bien que puedas hacer para expiar las penas que debes por tus pecados. Las limosnas, las penitencias, las buenas obras que hagas, mucho abreviarán tu purgatorio. No cuentes con tus herederos, acaso se olvidarán de ti una vez que ya gocen de tus bienes. Evita, cuanto puedas, los pecados veniales, puesto que son castigados tan rigurosamente en la otra vida. ¡Ay! ¡cuántos cometes cada día!

La devoción a las almas del purgatorio 
Orad por vuestros parientes difuntos.

ORACIÓN

Oh Dios todopoderoso, dignaos concedernos la gracia de seguir los consejos y ejemplos del bienaventurado Pedro, tu confesor pontífice, a fin de que por el desprecio de las cosas terrenales obtengamos los gozos eternos. Por I. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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FIESTA DE LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO EN ANTIOQUÍA

Oh Dios, que, al entregar las llaves del reino celestial a ti Apóstol San Pedro, le concediste la potestad pontificia de atar y desatar: haz que con con el auxilio de su intercesión, nos veamos libres de las ataduras de nuestros pecados (Oración de la Misa del día)

LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO EN ANTIOQUÍA *

22 de febrero

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella; y a ti te daré las llaves del reino de los cielos. (San Mateo 16, 18-19).

La Iglesia celebra en este día la toma de posesión, por San Pedro, del obispado de Antioquía. Bien merecido tenía esta ciudad de que su primer obispo fuese el Príncipe de los apóstoles y Vicario de Jesucristo, pues en ella los fieles hacíanse cada vez más numerosos, y allí, por vez primera, tomaron el bello nombre de cristianos que han conservado después. San Pedro trasladóse posteriormente a Roma y estableció en ella su sede episcopal definitiva.

MEDITACIÓN
SOBRE LA SANTA IGLESIA

I. Hay una sola Iglesia, porque hay un solo Dios, y tú tienes la dicha de estar en esta Iglesia. ¿Has agradecido a Dios esta merced ? Puesto que hay una sola Iglesia, es menester que los hijos de esta Iglesia tengan un solo corazón y una sola alma, a imitación de los primeros cristianos. ¿Qué haces tú para mantener la paz y la caridad con tu prójimo? En el amor al prójimo es donde se conocerá si eres discípulo de Jesucristo.

II. La Iglesia es santa, porque Jesucristo su cabeza es santo, porque sus primeros fundadores son santos, porque un gran número de sus miembros son santos, en fin, porque su doctrina, sus ceremonias, sus sacramentos son santos. He aquí una buena cantidad de medios y de motivos para que te hagas santo. ¿Eres digno hijo de esta Iglesia? Compara tu vida con la de los primeros cristianos que, perseveraban noche y día en oración, y entregaban sus bienes a los ap6stoles para que los distribuyesen a los pobres.

III. Se la llama católica, es decir, universal, por que está esparcida por toda la tierra y porque admite en su seno a toda clase de personas. Se la llamaapostólica, porque viene de los apóstoles que la establecieron en el mundo mediante su santidad, su doc trina y la efusión de su propia sangre. Si quieres ser digno hijo de la Iglesia católica, abre tu corazón, ama a todos en Jesucristo. Jamás hagas algo que deshonre el título que llevas. Recuerda de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. (San León).

El celo por la salvación de las almas 
Orad por toda la Iglesia.

ORACIÓN

Oh Dios, que al confiar a San Pedro, vuestro Apóstol, las llaves del reino de los cielos, le disteis el poder de atar y desatar, concedednos por su intercesión la gracia de ser librados de las cadenas que nos sujetan al pecado. Vos, que siendo Dios, vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Por J. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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Santa Misa Dominical

PRIMER DOMINGO  DE
CUARESMA

ESTACIÓN EN SAN JUAN DE LETRÁN ,

(Doble de 1ª clase – Ornamentos morados )

Y he aquí que los Ángeles se acercaron y le servían.

Por este Domingo empezaba en tiempos pasados la Cuaresma (Caput Quadragésima), y su importancia era grande, pues la Estación se celebraba en la basílica de San Juan de Letrán, centro religioso del mundo entero.

Toda la Liturgia de este domingo es una exhortación a la confianza plena en Dios. El introito, gradual, ofertorio y comunión, están inspirados en el Salmo de la confianza «Qui hábitat in adjutório Atlssimi» Salmo que cantado enteramente en el tracto de la Misa, inspirará los responsorios breves y versillos de toda la Cuaresma, dándonos alientos a sostener con valentía el buen combate. – Además ¿no es este combate mismo, la lucha de Jesús que se prolonga continuamente en nosotros? Esto sin duda alguna es lo que la Iglesia quiere darnos a entender, al mostramos en el Evangelio de hoy a Jesús luchando denodadamente con Satanás al prepararse para su vida de ministerio público. Es su misión peculiar derrotar al demonio, como nos dirá en el Evangelio del sábado de Pasión; y al mostramos la escena presente, quiere que veamos el fundamento en que se ha de basar nuestra confianza en medio de la lucha.

Cristo ha triunfado y la Iglesia nos enseña que también nosotros podemos vencer, porque en definitiva, en nosotros y en derredor nuestro, se libra el combate de Cristo, y por lo que se lucha es por la victoria misma de Cristo: nuestro valor es el suyo; nuestras fuerzas, las suyas; nuestro triunfo en el día de Pascua, el suyo; pero quiere que en esta obra de salvación todos colaboremos con Él. Emprendamos, pues, llenos de confianza, el buen combate cuyo programa nos traza el Apóstol en la Epístola. Animémonos con el pensamiento de que nuestro progreso en la vida cristiana, es la continuación de triunfo de Cristo en nosotros. El combate que sostenemos para ello, el mismo que Jesús inauguró al comienzo de su vida pública.

Verdad es que debiéramos ser siempre delante de Dios cual conviene lo seamos cn la fiesta de Pascua; mas como esa fortaleza es de pocos, ya que la flaqueza de la carne nos arrastra a que mitiguemos una observancia muy austera, y que las distintas ocupaciones de la vida dividen nuestra solicitud, de ahí que necesariamente el polvo mundanal manche aun a los corazones religiosos. Resulta, pues, utilísima para nuestra salvación esta divina institución (de la Cuaresma), a fin de que estos Ejercicios de cuarenta días nos ayuden a recobrar la pureza de nuestras almas, redimiendo por medio de piadosas obras y de ayunos las culpas cometidas en los otros tiempos del año. Mas para no dar a nadie el más leve motivo de descontento o de escándalo, procuremos que nuestro modo de obrar no esté en desacuerdo con nuestro ayuno, porque de nada aprovecha cercenar al cuerpo la comida, si es que el alma no se aparta del pecado (2º noct.).


«En este tiempo favorable, en estos días de salud», purifiquémonos con la Iglesia (Or.) «por el ayuno, la castidad, la asiduidad en meditar y oir la divina palabra y por una sincera caridad » (Ep.).
El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.

Introito. S. 90, 15 y 16.

INTROITUS Invocabit me, et ego exáudiam eum: erípiam eum, et glorificábo eum: longitúdine diérum adimplébo eum.Ps. Qui hábitat in adjutório Altíssimi: in protectióne Dei creli commorábitur. Gloria Patri. Introito – Me invocará el justo y yo le oiré; le libraré y le glorificaré; le llenaré de dilatados días. – Ps. El que descansa bajo la guarda del Altísimo, estará bajo la protección del Dios del cielo. V. Gloria al Padre.

El Gloria in excelsis no se dice en el Tiempo de Cuaresma, salvo en las fiestas.

Oración-Colecta

ORATIODeus, quí Ecclésiam tuam ánnua quadragesimáli observatióne purificas: praesta famílire tuae; ut quod a te obtinére abstinéndo nítitur, hoc bonis opéribus exsequátur.R. Amen Oh Dios, que purificas tu Iglesia mediante la observancia anual de la Cuaresma; concede a tu familia la gracia de poder conseguir por las buenas obras lo que se empeña alcanzar de Ti observando la abstinencia. Por Jesucristo N. Señor. R. Amen.

Epístola

La Cuaresma es un tiempo propicio para la conversión y reforma de la vida, razón por la cual nos traza aquí hoy el Apóstol un vasto plan de reforma interior, con su parte negativa: pobreza, calumnias, persecuciones y penitencias, y su parte positiva: adquisición de las virtudes, alegría espiritual, liberalidad con los pobres, ejemplo edificante y posesión de todas las cosas en Dios. Así esta Epístola viene a ser un pregón cuaresmal, que nos propone lo que en este tiempo debemos procurar hacer para honrar nuestro nombre y condición de cristianos. ¡Ojalá que resuene y halle eco hasta en las playas y lugares veraniegos de campos y ciudades!

EPISTOLALéctio Epistolre B. Pauli Apóstoli ad Corínthios 2, 6 1-10. Fratres: Exhortámur vos, ne in vácuum grátiam Dei recipiátis. Ait enim: Témpote accépto exaudivi te, et in die salútis adjúvi te. Ecce nunc tempus acceptábile, ecce nunc dies salútis. Némini dantes ullam offensiónem, ut non vituperétur ministérium nostrum; sed in ómnibus. exhibeámus nosmetipsos sicut Dei ministros, in multa patiéntia, in tribulatiónibus, in
necssitátibus, in angústiis, in plagis, in carcéribus, in seditiónibus, in labóribus, in vigiliis, in jejúniis, in castitáte, in sciéntia, in longanimitáte, in suavitáte, in Spi ritu sancto, in caritáte non ficta. in verbo veri tátis, in virtúte Dei; per arma justítiae a dextris et a sinistris, per gló riam et ignobilitátem, per infámiam et bonam fa mam; ut seductóres, et veráces; sicut qui ignóti, et cógniti; quasi mo riéntes, et ecce vivimus; ut castigáti, et non mor tificáti; quasi tristes, sem per autem gaudéntes; sic ut egéntes, multos autem locupletántes; tamquam nihil habéntes, et ómnia possidéntes.
Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Corintios: – Hermanos: Os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios. Porque Él dice: Te oí en el tiempo oportuno, y en el día de la salvación te ayudé. Ha llegado ahora el tiempo favorable, ha llegado el día de la salvación. Nosotros, los sacerdotes, no demos a nadie ocasión de es cándalo, para que no sea vituperado nuestro ministerio. Antes en todo mostrémonos como ministros de Dios con mucha paciencia en las tribulaciones, en las necesidades, en las angustias, en los azotes en las cárceles, en las sediciones, trabajos, insomnios y ayunos; con castidad, con ciencia, y longanimidad; con suavidad, con unción del Espíritu Santo, con caridad sincera, con palabras de verdad, con fortaleza de Dios, con las armas de la justicia a la diestra y a la siniestra(1); en medio de honras y deshonras; en la infamia como en la buena fama; ya nos tengan por impostores siendo verídicos; por desconocidos, aunque muy conocidos; casi moribundos, cuando en realidad estamos vivos; como maltratados, aunque no muertos; como tristes, estando siempre alegres; como necesitados, aunque hemos enriquecido a muchos; como que nada tenemos, y todo lo poseemos.
GRADUALE (Ps. 90, 11-12) Angelis suis Deus man dávit de te, ut custódiant te in ómnibus viis tuis. V. In mánibus portábunt te, ne umquam offéndas ad lápidem pedem tuum.TACTUS ( Ps. 90, 1-7 et  11- 16) – Qui hábitat in ad jutório Altissimi, in pro tectióne Dei c¡eli com morábitur. V. Dicet Dó mino: Suscéptor meus es tu et refúgium meum; Deus meus, sperábo in eum. V. Quóniam ipse liberávit me de láqueo venántium, et a verbo áspero. V. Scápulis suis obumbrábit tibi, et sub pennis ejus sperábis. V. Scuto circúmdabit te véritas ejus: non timébis a timóre noctúrno. V. A sagítta volánte per diem, a negótio perambulánte in ténebris, a ruina et dremónio meridiáno. V. Cadent a látere tuo mille et decem míllia a dextris tuis, tibi autem non ap propinquábit. V. Quón iam Angelis suis man dávit de te, ut custó diant te in ómnibus viis tuis. V. In mánibus por tábunt te, ne umquam of féndas ad lápidem pedem tuum. V. Super áspidem et basilíscum ambulábis, et conculcábis leónem et dracónem. V. Quóniam  in me sperávit, liberábo eum: protegameum quoniam cognóvit nomen meum. 1′. lnvoCáblt me et ego! exáudiam eum, cum ipso sum in tribulatióne. V. Erípiam eum et glorificábo eum, longitúdine diérum adimplébo : eum et osténdam illi salutáre meum. iam cognóvit nomen me1 exáudiam eum, cum ipso SI eum et glorificábo eum, lc eum et osténdam illi salutare meum. Gradual – Dios mandó a sus » Ángeles, que te guarden en todos tus caminos. Te llevarán en sus manos, no sea que tropiece tu pie en alguna piedra.TractoEl que descansa bajo la guarda del Altísimo, morará seguro bajo la protección del Dios del cielo. V. Dirá al Señor: Tú eres mi defensa y mi refugio; mi Dios, en quien esperaré. V. Porque Él me ha librado del lazo del cazador, y de palabras ásperas. V. Con sus alas te hará sombra, y bajo sus plumas esperarás. V. Como un escudo te rodeará su verdad; no temerás espantos nocturnos. V. Ni a la saeta que vuela por el día, ni al ene migo que anda en tinieblas, ni a los asaltos del demonio en pleno día. V. Caerán mil a tu lado, y diez mil a tu diestra; mas a ti no se acercará. V. Porque mandó sus Ángeles cerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. V. Te llevarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en alguna piedra. V. Sobre el áspid y el basilisco andarás, y pisotearás al león y al dragón. V. Por haber esperado en Mi, le libraré; le protegeré porque ha reconocido mi nombre. V. Clamará a Mi y le escucharé, con él estoy en la tribulación. V. Le libraré y le glorificaré; le saciaré con una vida muy larga y le haré ver mi salvación.

Evangelio

Siendo la Cuaresma una época de mayores esfuerzos para la virtud, necesariamente ha de ser también de más recias tentaciones, sea del demonio, del mundo o de la carne; por eso la Iglesia nos presenta hoy a Jesús en el desierto, orando, ayunando y peleando contra Satanás. Desde luego que las tentaciones de Jesús son aparentes, pues no podía su santa humanidad consentir el mal; pero quiere sufrirlas Él para enseñarnos a nosotros a comportarnos valientemente en las nuestras, y para humillar la arrogancia del demonio.

USequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum (4, 1-11)In illo témpore:Ductus est Jesus in desértum a Spíritu ut tentarétur a diábolo. Et cum jejunásset quad ragínta diébus et quad ragínta nóctibus, póstea esúriit. Et accédens ten tátor dixit ei: Si Fílius Dei es, dic ut lápides isti panes fiant. Qui respón dens dixit: Scriptum est: Non in solo pane vivit homo, sed in omni verbo quod procédit de ore Dei. Tunc assúmpsit eum diá bolus in sanctam civitá tem et státuit eum super pinnáculum templi, et dixit ei: Si Fílius Dei es, mitte te deórsum. Scrip tum est enim: Quia An gelis suis mandávit de te et in mánibus tollent te, ne forte offéndas ad lá pidem pedem tuum. Ait illi Jesus: Rursum scrip tum est: Non tentábis Dóminum Deum tuum. Iterum assúmpsit eum diábolus in montem excélsum val de, et osténdit ei ómnia regna mundi et glóriameórum, et dixit ei: Haec ómnia tibi daba, si cadens adoráveris me. Tunc dicit ei Jesus: Vade. « Sátana; scriptum est e nim: Dóminum Deum tu um adorábis, et illi soli sévies; Tunc Relíquit eum diábolus; et ecce Angeli accessérunt et ministrábant ei.Credo. U Continuación del Santo Evangelio según San Mateo. En aquel tiempo: Fue llevado Jesús al desierto por el Espíritu Santo, para ser allí tentado del diablo(2). Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre. y llegándose a Él el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. Mas Jesús le respondió y dijo: Escrito está: No de solo pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces le transportó el diablo: a la santa ciudad, y púsole sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo, porque escrito está: Que mandó a sus Ángeles cerca de ti, y te tornarán en sus manos, para que no tropiece tu pie contra alguna piedra. Jesús le dijo: También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios. De nuevo le subió el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si prosternándote me adorares. Díjole entonces Jesús: ¡Vete de aquí, Satanás!(3) porque escrito está: Al Señor Dios adorarás, y a Él sólo servirás. Entonces le dejó el diablo; y he aquí que los Ángeles se acercaron y le servían. Credo
OFFERTORIUM( Ps. 90, 4-5) – Scápulis suis obum brábit tibi Dóminus, et sub pennis ejus sperábis; scuto circúmdabit te véritas ejus. OfertorioCon sus alas te cubrirá el Señor, y bajo sus plumas esperarás; como un escudo te cercará su verdad.

Oración-Secreta

Sacriffcium quadragesimális intii solémniter irnmolá mus, te, Dómine, depre cántes: ut cum epulárum restrictióne carnálium, a nóxiis quoque voluptá tibus temperémus. Per.. Te inmolamos solemnemente, oh Señor, el sacrificio del ayuno cuaresmal, suplicándote que, con la abstinencia de carnes, hagas nos abstengamos también de los placeres nocivos. Por nuestro ;eñor Jesucristo., etc.

Prefacio de Cuaresma

Vere dignum et justum est aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui corporali jejunio vitia comprimis, mentem elevas, virtutem largiris et praemia: per Christum Dominum nostrum. Per quem majestatem tuam laudat Angeli, adorant Dominationes, tremunt Potestates. Coeli, coelorumque Virtutes, ac beata Seraphim, socia exsultatione concelebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admitti jubeas depercamur, supplici confessione dicentes: Sanctus, Sanctus, Sanctus, etc. Sanctus, Sanctus, Sanctus… Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Que con el ayuno corporal reprimes las pasiones, elevas el espíritu, nos enriqueces de virtudes y premios, por Jesucristo nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu Majestad, la adoran las Dominaciones y se sobrecogen de respeto las Potestades. Los Cielos y las Virtudes celestiales y los bienaventurados Serafines la ensalzan con el mismo júbilo. Por lo que te pedimos te dignes escuchar juntamente con las suyas nuestras voces, al prorrumpir en esta respetuosa alabanza: Santo, santo, santo, etc.
COMMUNIO Ps. 90, 4-5. – Scápulis suis obum brábit tibi Dóminus, et sub pennis ejus sperábis; scuto circúmdabit te vérit Comunión.Con sus alas te cubrirá el Señor y bajo sus plumas esperarás; como un
escudo te cercará su verdad.

Oración-Postcomunión

Tui nos, Dómine, sacraménti libátio sancta restáuret: et a vetustáte purgátos, in mystérii salutáris fáciat transfre consórtium. Per Dóminum nostrum. < Señor   oh Haz,   >Restáurenos, Señor, la santa libación de tu Sacramento; y purificados de los antiguos vicios, nos haga participantes del misterio de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.
  •  (1)Los antiguos llevaban las armas defensivas en la mano izquierda y las ofensivas en la derecha. El Apóstol  se vale de esta figura, para indicarnos que debemos perseverar en el ejercicio de las virtudes crisstianas, siempre que venga a mano, tanto en la prosperidad como en la adversidad.

  •  (2)Intrigado Satanás por la vida admirable de Jesús, quería asegurarse si era o no Él el Mesías prometido, y por eso se pone a probar su virtud y poder.
  • (3)Obsérvese cómo a las dos primeras sugestiones del demonio le responde Jesús, en son de enseñanza, oponiendo texto a texto bíblico; y cómo en cambio, lo despide con enojo a la tercera, no pudiendo soportar la soberbia osadía de querer ser adorado como amo del mundo. ¡Todo lo sufre el Señor en el pecador, menos su redomada soberbia! A los humildes los acaricia con bondad; en cambio, a los orgullosos les opone tenaz resistencia. 

    Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/


BEATO PEPINO DE LANDEN *

21 de febrero

Atendemos a hacer el bien, no sólo delante de Dios,
sino también delante de los hombres.
(2 Cor., 8, 21).

Pepino, duque de Brabante, halló el medio para unir la piedad con las riquezas, la santidad y la humildad con las grandezas del mundo. Supo conciliar el favor del rey sin perder la amistad de Dios. Acercábase a menudo al tribunal de la penitencia, siempre con los pies desnudos y los ojos llenos de lágrimas. Sus principales consejeros fueron dos santos obispos. Gracias a sus consejos, vivió en el mundo sin dejarse seducir por sus falsas máximas ni corromperse con sus malos ejemplos. Murió en el año 646.

MANERA DE VIVIR
COMO HOMBRE DE MUNDO
y COMO BUEN CRISTIANO

I.- No debemos tener miedo de disgustar a los hombres, de atraernos su desprecio y de llegar a ser objeto de sus burlas, si ello es necesario para hacer que Dios nos ame y estime. Hemos de salvarnos, cueste lo que cueste. De lo dicho, sacamos dos conclusiones: nada debemos hacer contra Dios por temor a los hombres, y nada debemos omitir de lo que pueda contribuir a su gloria, con la mira puesta en atraernos su estima y su amistad. No trabajamos para los hombres: ellos no nos recompensarán ni nos castigarán después de esta vida; Dios sólo nos puede hacer felices durante la eternidad.

II. Se puede, sin embargo, vivir como hombre de mundo y como buen cristiano, pues las máximas del Evangelio están de acuerdo con la razón. Sé bueno y afable, haz bien a todo el mundo, aun a tus enemigos; ponte por debajo de todos los demás mediante una sincera humildad, nunca hables mal de nadie; de esta manera cumplirás con todos los deberes de un hombre de mundo y de un buen cristiano.

III. Ten cuidado, empero, de no dejarte llevar de la vanidad. No cumplas estos deberes de cortesía, no ejerzas esta caridad, no practiques esta humildad, con el fin de conquistar una alta reputación; ten sólo la intención de agradar a Dios, cuyos mandamientos cumples, cuya imagen consideras en tu prójimo. Si así te comportas, serás doblemente recompensado: los hombres te admirarán, y Dios te estimará. Por lo contrario, si trabajas para los hombres, te pagarán sólo con ingratitud y Dios no te recompensará; para facilitarte la práctica de esta virtud, ve siempre a Dios en la persona de tu prójimo. ¿Viste a tu prójimo? Has visto a Dios. Clemente de Alejandría).

La piedad
Orad por vuestros parientes.

ORACIÓN

Oh Dios, que cada año nos proporcionáis un nuevo motivo de júbilo en la solemnidad del bienaventurado Pepino, vuestro confesor, haced que honrando la nueva vida que ha recibido en el cielo, imitemos la que vivió en la tierra. Por J. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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Los santos que reinan con Cristo

21 de Febrero

SAN EUQUERIO, *Obispo y Confesor

20 de febrero

Todos los que quieren vivir virtuosamente
sus según Jesucristo, han de Padecer persecución.
(2 Tun., 3, 12).

San Euquerio es movido Por la gracia y abandona el mundo; pero es sacado de su retiro y es nombrado obispo de Orleáns. Demasiado amaba la gloria de Dios, como para que pudiera vivir en paz con el mundo, que es el enemigo de Jesucristo. Por su justicia fue pronto perseguido y desterrado a Colonia, más tarde a Lieja. Obtuvo el permiso de retirarse al monasterio de San Trond, donde murió en el año 743. Obró gran número de milagros sobre su tumba.

MEDITACIÓN
SOBRE LAS PERSECUCIONES

I. La virtud es perseguida en el mundo; no es su centro, ni el lugar de su reposo. Prepárate a sufrir los insultos de los hombres, si quieres vivir como servidor de Jesucristo. El discípulo no es más que su maestro. ¡Qué dicha para mí, dulce Jesús mío, ser maltratado como Vos, y Por amor Vuestro! ¡Oh mundo infiel, cuán agradables me resultan tus persecuciones, Pues me hacen amigo de Dios! ¡Oh siglo, qué culpable que eres! ¡Para hacer felices a tus amigos, los haces enemigos de Dios! (San Bernardo).

II. No te inquietes por lo que el mundo diga de ti; el mundo es un insensato que no juzga sino Por pasión. Trata de contentar a Dios y a tu conciencia, y deja que hable el mundo y sus adoradores. Empero, combate con tus palabras sus falsas máximas, y con la santidad de tu vida sus malos ejemplos; prepárate a sufrir afrentas, burlas y calumnias, que son la copa que prepara para los discípulos de Cristo, y di con San Pablo: Si yo agradase a los hombres, no sería servidor de Jesucristo.

III. Persevera constantemente en la práctica de la virtud, sin mirar nunca atrás; resiste todos los ataques del mundo, es el modo de vengarte noblemente de este enemigo de tu virtud; dejará de atacarte cuando reconozca que eres invencible. Ruega a Dios por aquellos que te proporcionan la ocasión de practicar la paciencia. Tus oraciones y tus buenos ejemplos harán, con harta frecuencia, que tus perseguidores te admiren y te imiten.

El desprecio del mundo
Orad por las congregaciones religiosas.

ORACIÓN

Dios todopoderoso, haced que la augusta solemnidad del bienaventurado Euquerio, Vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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SAN GABINO,* Mártir

19 de febrero

No me avergüenzo del Evangelio.
(Romanos, 1, 16).

San Gabino, después de la muerte de su esposa, fue ordenado sacerdote. Fue de gran ayuda para el gobierno de la Iglesia, al lado de San Cayo, su hermano, que Sucedió al Papa Eutiquio. Recorría los bosques, penetraba en las cavernas, donde la persecución obligaba a refugiarse a los cristianos; con frecuencia pasaba las noches en el hueco de las rocas, y, para fortificar a esos generosos atletas, allí ofrecía el Sacrificio divino. Su celo le mereció la palma del martirio.

MEDITACIÓN
SOBRE EL EVANGELIO

I. Un cristiano debe creer todo lo que se dice en el Evangelio; debe escuchar cada una de sus palabras como si Jesucristo mismo le hablase, dice San Agustín. ¿Crees verdaderamente en todas las Verdades del Evangelio? ¿Crees que Jesucristo ha muerto por ti, que existe un infierno para los pecadores y un paraíso para los justos? ¡Ah! si tuvieses fe viva, si creyeses firmemente en estas verdades, ¿qué no harías para ganar ese paraíso y para evitar ese infierno?

II. No basta creer lo que nos enseña el Evangelio, es preciso que nuestra fe vaya acompañada de buenas obras, que mostremos con nuestros actos que creemos en el Evangelio. Crees por el testimonio del Evangelio que los pobres y los afligidos son bienaventurados, y rehúyes la pobreza y las aflicciones. ¡Veneras la cruz en los altares, y sientes horror por ella en tu corazón! ¿Hasta cuándo tus acciones desmentirán tu creencia? Toma el Evangelio, examina sus principales máximas: verás en este espejo el miserable estado de tu alma, y confesarás, con San Jerónimo, que nada es más fácil que parecer cristiano y nada más difícil que serlo en realidad. Lo que es grande, es ser cristiano, no el parecerlo. (San Jerónimo).

III. No hay que avergonzarse de tomar la defensa del Evangelio contra los infieles, los herejes, los impíos y los malos cristianos. Debes estar pronto para derramar toda tu sangre por el Evangelio, y temes a menudo decir una palabra, exponerte a una burla por defenderlo contra un libertino. No me avergüenzo del Evangelio. (San Pablo).

La fe 
Orad por los que sufren persecución.

ORACIÓN

Dios todopoderoso, haced, os suplicamos, que celebrando el nacimiento al cielo del bienaventurado Gabino, vuestro mártir, seamos fortificados por sus oraciones en el amor de vuestro Nombre. Por J. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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SAN SIMEÓN* Obispo y Mártir

18 de febrero

La cruz de Jesucristo es la puerta del paraíso. (San Juan Crisóstomo).

Este santo, que era pariente de Jesucristo según la carne, y que tuvo el honor de morir en una cruz como Él, nos enseña que las cruces son favores conque Jesús honra a los que ama. Sucedió el santo a Santiago como obispo de Jerusalén, y después de haber dado admirables pruebas de su celo por la salvación de las almas, rubricó su paciencia padeciendo el suplicio de la cruz.

MEDITACIÓN
SOBRE LAS TRES
CLASES DE CRUCES

I. Nos atraemos cruces y aflicciones por nuestra imprudencia o por nuestros pecados; debemos soportar con paciencia esas aflicciones, puesto que nosotros somos su causa. Entra en ti mismo cuando estés afligido: pregúntale a tu alma por qué está triste, y a menudo encontrarás que tus cruces no son sino castigo de tu orgullo y de tu avaricia, o de algún otro pecado. Acúsate entonces a ti mismo por tus sufrimientos; cesa de ser pecador, y cesarás de ser desgraciado. En todas tus penas pregúntale a tu alma; interrógala: ¿No te sucede esto sino porque has abandonado al Señor tu Dios? (San Jerónimo).

II. A veces soportamos cruces que no hemos merecido; nos asemejamos entonces al santo varón Job. Si tus enemigos te calumnian, si tus amigos te, traicionan, si la pobreza, la enfermedad o la deshonra te hacen gemir y pasar la vida en la tristeza, agradece a Dios de que te haya hecho partícipe de sus sufrimientos y de su cruz. ¿De qué te quejas, si te trata como trató a sus mejores amigos, como su Padre Eterno lo trató a El mismo? Sufre con Jesús y como Jesús.

III. Los santos no esperan los sufrimientos; los piden y los buscan, corren a ellos como el avaro a su tesoro; ¡Y tú, por lo contrario, los huyes! No te engañes, nunca entrarás en el cielo sin la cruz; porque la cruz de Jesucristo es la puerta del paraíso. (San Juan Crisóstomo).

El amor a la cruz
Orad por los afligidos.

ORACIÓN

Dios todopoderoso, mirad nuestra debilidad, ved cuán agobiados estamos bajo el peso de nuestros pe cados, y fortificadnos por la intercesión de San Simeón, vuestro pontífice mártir. Por J. C. N. S. Amén.

*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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Los santos que reinan con Cristo

18 de Febrero

SAN SILVINO, * Obispo y Confesor

17 de febrero

¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo,
si es a costa suya, y perdiéndose a sí mismo
?
(San Lucas, 9, 25).

San Silvino, apóstol de Flandes, había trabajado en su propia santificación antes de trabajar en la de los demás. Sólo de hierbas se alimentaba y de raíces; e acostaba en la tierra desnuda y ataba sus miembros con una cadena de hierro. He aquí las armas de que se sirvió para atacar al demonio en un país en el que era adorado; ¿Podemos asombrarnos de que, predicando así con sus ejemplos más aun que con sus palabras, haya ganado tantas almas para Jesucristo?

MEDITACIÓN
SOBRE LA SALVACIÓN

I. Las palabras del santo Evangelio, que hemos citado al comienzo, bastan por sí solas, según San Francisco Javier, para hacer que mejore su vida el alma que las medite. Piensa, pues, en ello: es preciso que te salves, he aquí tu única preocupación; para ello estás en este mundo, y no para adquirir riquezas, honores, o procurarte los gozos de la vida. Sin embargo, no pensamos en eso y, día y noche, pensamos en amontonar bienes perecederos.

II. Es menester trabajar en nuestra salvación .de manera seria y eficaz. ¿Qué haces para esto? ¡Desdichado! sacrificas tu salud para adquirir ciencia, honores, riquezas, y apenas si piensas en santificar te! Dime, por favor: ¿para qué servirán, en la hora de la muerte, esas riquezas, esa alta reputación, esa ciencia? Has perdido todo si pierdes tu alma. Allí donde se pierde el alma, no hay ganancia posible. (San Cipriano).

III. Es menester que sin tardar trabajes en tu salvación, pues el que difiere su conversión para el día de mañana corre gran riesgo de perderse. Distribuye tu tiempo de modo que el mundo no absorba toda tu vida. Comienza desde ahora a determinar lo que debes dar a Dios, llora el tiempo que sacrificaste a tus placeres, prepárate a dar cuenta de él. Demos a Dios algunos instantes de nuestra vida, no sea que la vanidad y las inquietudes miserables la consuman enteramente. (San Pedro Crisólogo).

El cuidado de nuestra salvación 
Orad por los que tienen cura de almas.

ORACIÓN

Haced, oh Dios omnipotente, que la piadosa solemnidad de San Silvino, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

Los santos que reinan con Cristo

17 de Febrero

SANTA JULIANA, *Virgen y Mártir

16 de febrero

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. (San Lucas, 21, 33).

Santa Juliana, considerando el orden admirable c del universo, reconoció que era la obra de un Dios único y soberanamente poderoso, y abrazó la religión cristiana. Evilacio, prefecto de Nicomedia, pidió su mano, pero Juliana le respondió que no quería por esposo a un adorador de los falsos dioses. Evilacio, pasando entonces del amor al odio, la hizo azotar, cargar de cadenas y encerrar en una prisión. Mientras estaba en oración en su calabozo, el espíritu de las tinieblas se le apareció transformado en ángel de luz para persuadirla a renegar de su fe. Juliana deshizo el artificio haciendo la señal de la cruz, y para burlarse del demonio, lo cargó con sus propias cadenas.

La condenaron a ser quemada viva, pero como las llamas no obraban con suficiente actividad, le cortaron la cabeza.

MEDITACIÓN
EL MUNDO
ES UN GRAN LIBRO

I. El mundo es un gran libro en el cual San Antonio aprendió a amar a Dios y Santa Juliana a conocerlo. En este libro hay creaturas que nos representan la bondad de Dios. El sol y la luna nos alumbran, la tierra nos da frutos y flores para nuestro alimento y nuestro recreo. Consideremos estas creaturas, y demos gracias a Dios que nos las dio como otras tantas prendas de su amor. ¡Ah! si la tierra nos ofrece a la vista tantas cosas admirables, ¿qué delicias no nos reservará el cielo? Si el destierro es tan hermoso, ¿cuánto no la será la patria? (SanAgustín),

II. Al lado de esas creaturas tan admirables, hay otras, en el mundo, que nos molestan y nos incomodan. Si en ocasiones ponen a prueba tu paciencia, agradece a Dios que te recuerda, por este medio, que estás en un lugar de destierro y no en tu patria. Sufre con paciencia, diciéndote a ti mismo: Si tanto hay que sufrir en este mundo, ¡cuáles no serán los tormentos de los condenados en el infierno!

III. Considera que en la tierra todo es pasajero, que en el cielo todo es eterno. Los hombres mueren, cambian las estaciones, sucédense los imperios, el mundo pasa, y tú también como él: tu vida y tus placeres huyen, lo que ves no es sino belleza fugitiva omejor dicho, un ligero rayo de la belleza permanente y eterna de Dios. (Tertuliano).

La consideración de las obras de Dios
Orad por la conversión de los infieles.

ORACIÓN

Que la bienaventurada Juliana, virgen y mártir, implore por nosotros vuestra misericordia, Señor, ella que siempre os fue agradable por el mérito de su castidad y por su valor en confesar vuestro Santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.

*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

Los santos que reinan con Cristo

16 de Febrero

  • Sta. Juliana, Virgen y Mártir
  • Beato Jordán de Sajonia, Confesor
  • San Onésimo, Mártir
  • Santos Elías, Jeremías y Compañeros, Mártires
  • Santa Viridiana, Virgen
  • Beata Felipa Mareri, Virgen
  • Beata Eustoquio de Messina, Virgen
  • Beato Bernardo Scammacca
  • Próximo 17 de febrero de 2010

    MIÉRCOLES DE CENIZA

    Acuérdate, hombre, que eres polvo,
    y en polvo has de convertirte

    Concédenos, señor, la gracia de comenzar, con los santos ayunos, la carrera de la milicia cristiana: a fin de que, luchando contra la perversidad de los espíritus malignos, seamos protegidos por las armas de la continencia.

    Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

    BEATO CLAUDIO DE LA COLOMBIÈRE, * Confesor

    15 de febrero

    Amaos recíprocamente con ternura y caridad fraternal. (Rom., 12, 10).

    Nacido cerca de Lyon en 1641, Claudio de la Collombière entró en la Compañía de Jesús. Después de algunos años consagrados a la enseñanza, fue nombrado, a la edad de 33 años, superior en Paray-le-Monial. Encontró allí a Santa Margarita María de Alacoque, a la que estaba destinado por Dios para asistir en la propagación de la devoción al Sagrado Corazón y para dirigirla en las angustias espirituales que por entonces atravesaba. En seguida fue enviado a Londres, como predicador de la duquesa de York, que era católica. Fue puesto en prisión por los protestantes y condenado a muerte. Pena ésta que le fue conmutada por la de destierro. Murió en 1682.

    MEDITACIÓN
    SOBRE EL AMOR AL PRÓJIMO

    I. Debes amar a tu prójimo como a ti mismo, porque has sido creado a imagen de Dios, y Jesucristo, que ha muerto por él, así te lo ha mandado. ¿Cómo observas este precepto? ¿Dónde está tu compasión por los pobres y miserables? ¡Ah! muy lejos de amar a tus hermanos, tu corazón está lleno de envidia, de cólera, de odio contra ellos. Jesucristo te tratará como hayas tratado a los demás.

    II. Debes amar a todos los hombres, porque Jesucristo ha muerto por todos y todos son tus hermanos en Jesucristo. Pero, hay infieles, herejes, pecadores… ¿Qué importa? ¿Te ha revelado Él acaso que no dejarán su infidelidad o el camino del vicio? Tal vez un día sean más grandes que tú en el cielo. Dios te amó cuando eras pecador, a fin de hacerte pasar del estado de pecado al de gracia. ( San Agustín).

    III. ¿Quieres saber si tu amor para con el prójimo es puro, sincero y según Dios? Mira si haces a los demás lo que quisieras que te hagan a ti. Si eres pobre, si estás afligido o enfermo. ¿no te gustaría ser socorrido y aliviado? ¿Te resultaría agradable ser maltratado, ser objeto de burla, calumniado, en una palabra, tratado como tratas a los demás? Aplícate esta regla. y descubrirás las faltas que cometes contra el prójimo. Según la medida con que midieres, serás medido, ha dicho Nuestro Señor Jesucristo.

    La caridad para con el prójimo
    Orad por el acrecentamiento
    de la caridad fraternal.

    ORACIÓN

    Señor Jesucristo, que os habéis dignado hacer del bienaventurado Claudio el servidor fiel y el amigo de vuestro Sagrado Corazón, acordadnos por su intercesión, que seamos revestidos con las virtudes e inflamados con los sentimientos de vuestro Corazón. Amén.

    *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

    Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

    Los santos que reinan con Cristo

    15 de Febrero

    Santa Misa Dominical

    DOMINGO DE QUINCUAGÉSIMA

    Y díjole Jesús: Ve; tu fe te ha salvado

    Estación en San Pedro
    (Semidoble de 2ª clase  – Ornamentos morados)

    INTROITUS Ps. 30, 3-4Esto mihi in Deum protectórem, et in locum refúgii, ut salvum me fácias: quóniam firmaméntum meum, et refúgium meum es tu: et propter nomen tuum dux mihi eris, et enútries me. Ps. ibid., 2. In te, Dómine, sperávi, non confúndar in ætérnum: in justítia tua líbera me, et éripe me. V. Glória Patri. Introito –  Sé para mí un Dios protector y un lugar de re fugio, para salvarme; porque Tú eres mi fortaleza y mi asilo; y por Tu Nombre me guiarás y me sustentaré. Ps.: Oh Señor, en Ti tengo puesta mi esperanza: no que de yo para siempre confundido: sálvame, pues eres jus to, y líbrame. Gloria al Padre… Sé para mí…

    Oración-Colecta

    ORATIOPreces nostras, quæsumus, Dómine, cleménter exáudi: atque a peccatórum vínculis absolútos, ab omni nos adversitáte custódi. Per Dóminum. Escucha, te rogamos, Señor, nuestras súplicas según tu misericordia, y, libres de los lazos de nuestros pecados, presérvanos de toda adversidad. Por Nuestro Señor Jesucristo. ..
    Léctio Epístolæ besti Pauli Apóstoli ad Corínthios. 1 Cor. 13, 1-13 –Fratres: Si linguis hóminum loquar, et Angelórum, caritátem autem non hábeam, factus sum velut æs sonans, aut cymbalum tínniens. Et si habúero prophetíam, et nóverim mysteria ómnia, et omnem sciéntiam: et si habúero omnem fidem, ita ut montes tránsferam, caritátem autem non habúero, nihil sum. Et si distribúero in cibos páuperum omnes facultátes meas, et si tradidero corpus meum, ita ut árdeam, caritátem autem non habúero, nihil mihi prodest. Cáritas pátiens est, benigna est: Cáritas non æmulátur, non agit pérperam, non inflátur, non est ambitiósa, non quærit quæ sua sunt, non irritátur, non cógitat malum, non gaudet super iniquitáte, congáudet autem veritáti: ómnia suffert, ómnia credit, ómnia sperat, ómnia sústinet. Cáritas numquam éxcidit: sive prophetíæ evacuabúntur, sive linguæ cessábunt, sive sciéntia destruétur. Ex parte enim cognóscimus, et ex parte prophetámus. Cum autem vénerit quod perféctum est, evacuábitur quod ex parte est. Cum essem párvulus, loquébar ut párvulus, sapiébam ut párvulus, cogitábam ut párvulus. Quando autem factus sum vir, evacuávi quæ erant párvuli. Vidémus nunc per spéculum in ænígmate: tunc autem fácie ad fáciem. Nunc cognósco ex parte: tunc autem cognóscam sicut et cógnitus sum. Nunc autem manent fides, spes, cáritas, tria hæc: major autem horum est cáritas. Epístola. (Tomada de la I» Carta de San Pablo a los Corintios(XllI, 1-13) Hermanos: Si yo hablara todas las len guas de los hombres y de los ángeles, y no tuviere caridad, sería como bronce que suena o campana que retañe. Y si tuviera el don de profecía, y conociese todos los misterios, y todas las ciencias, y tuviese toda la fe que trasladase los montes de una parte a otra, con todo, no tuviese caridad, nada sería. Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a los pobres, y entregase mi cuerpo a las llamas, mas no tuviese caridad, nada me aprovecharía. La caridad es paciente es benigna: la caridad no es envidiosa, no obra inconsideradamente, no se ensoberbese, no es ambiciosa, no busca sus provechos, no se irita, no piensa mal no se goza en la iniquidad, sino que se complace en la ver dad; todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, to do lo soporta. La caridad nunca fenece: aunque termine el don de profecías, y cese el don de lenguas, y se acabe el don de ciencia. Porque ahora sólo conocemos parcialmente, sólo profetizamos parcialmente. Mas cuando llegue lo que es perfecto, desaparecerá lo imperfecto. Cuando yo era niño, hablaba como niño, jugaba como niño, discurría como niño. Mas cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. Ahora vemos a Dios como a través de un espejo y en el misterio; mas luego le veremos cara a cara. Ahora le conozco imperfectamente: mas luego le conoceré como soy yo conocido por Él. Ahora existen la fe, la esperanza y la caridad, pero de las tres la mayor es la caridad.

     

     

    Salmodia

     

    GRADUALE Ps. 76,15 et 16 – Tu es Deus qui facis mirabília solus: notam fecísti in géntibus virtútem tuam. V. Liberásti in bráchio tuo pópulum tuum, fílios Israël, et Joseph.TRACTUS Ps. 99, 1-2 – Jubiláte Deo, omnis terra: servíte Dómino in lætítia. V. Intráte in conspéctu ejus in exsultatióne: scitóte, quod Dóminus ipse est Deus. V. Ipse fecit nos, et non ipsi nos: nos autem pópulus ejus, et oves páscuæ ejus. Gradual – Tú eres el Dios que obra prodigios; hiciste co nocer a los pueblos tu poder. Con tu brazo libraste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y José.Tracto. Moradores todos de la tierra, canten con júbilo las alabanzas de Dios: sirvan al Señor con alegría. Ven gan llenos de alborozo a presentarse ante su acatamiento. Tengan entendido que el Señor es el único Dios. Él es el que nos hizo, y no nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su aprisco. 

     

    Evangelio

     

    USequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam. Luc. 18, 31-43 – In illo témpore: Assúmpsit Jesus duódecim, et ait illis: Ecce ascéndimus Jerosólymam, et consummabúntur ómnia, quæ scripta sunt per prophétas de Filio hóminis. Tradétur enim Géntibus, et illudétur, et flagellábitur, et conspuétur: et postquam flagelláverint, occídent eum, et tértia die resúrget. Et ipsi nihil horum intellexérunt, et erat verbum istud abscónditum ab eis, et non intelligébant quæ dicebántur. Factum est autem, cum appropinquáret Jéricho, cæcus quidam sedébat secus viam, mendícans. Et cum audíret turbam prætereúntem, interrogábat quid hoc esset. Dixérunt autem ei, quod Jesus Nazarénus transíret. Et clamávit, dicens: Jesu, fili David, miserére mei. Et qui præíbant, increpábant eum ut tacéret. Ipse vero multo magis clamábat: Fili David, miserére mei. Stans autem Jesus, jussit illum addúci ad se. Et cum appropinquásset, interrogávit illum, dicens: Quid tibi vis fáciam? At ille dixit: Dómine, ut vídeam. Et Jesus dixit illi: Réspice, fides tua te salvum fecit. Et conféstim vidit, et sequebátur illum, magníficans Deum. Et omnis plebs ut vidit, dedit laudem Deo. Credo. U (Continuación del Santo Evangelio según San Lucas (XVllI, 31-43])En aquel tiempo: Tomando Jesús consigo a los Doce, les dijo: «He aquí que subimos a Jerusalén, y todo lo que ha sido escrito por los profetas sobre el Hijo del hombre se va a cumplir. Porque  será entregado a los gentiles, se burlarán de Él, lo ultrajarán, escupirán sobre Él, y después de haberlo azotado, lo matarán, y al tercer día resucitará. Pero ellos no entendieron ninguna de estas cosas; este asunto estaba escondido para ellos, y no comprendieron de qué hablaba. Cuando iba aproximándose a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del cami no, y mendigaba. Oyendo que pasaba mucha gente, pre guntó qué era eso. Le dijeron: «Jesús, el Nazareno pasa». y clamó diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, apiádate de mí!» Los que iban delante, la reprendían para que se callase, pero él gritaba todavía mucho más: «¡Hijo de David, apiádate de mí!» Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajesen; y cuando él se hubo acercado, le preguntó: «¿Qué deseas que te haga?» Dijo: «¡Señor, que vea!» y Jesús le dijo: «Vé; tu fe te ha salvado». Y al instante  vio, y le seguía glorificando a Dios. y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.Credo.
    OFFERTORIUM Ps. 118, 12-13Benedíctus es, Dómine, doce me justificatiónes tuas: in lábiis meis pronuntiávi ómnia judícia oris tui. OfertorioBendito eres Tú, Señor; enséñame tus preceptos. Con mis labios he pronunciado todos los oráculos que  han salido de tu boca.

     

    Oración-Secreta

     

    SECRETAHæc hóstia, Dómine, quæsumus, emúndet nostra delícta: et ad sacrifícium celebrándum, subditórum tibi córpora, mentésque sanctíficet. Per Dóminum. Haz, Señor, que esta Hostia borre nuestros pecados, y santifique los cuerpos y espíritus de tus servidores para celebrar dignamente este sacrificio. Por Nues tro Señor Jesucristo

     

    Prefacio de la Santísima Trinidad

     

    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes: Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:
    COMMUNIO Ps. 77, 29-30 Manducavérunt, et saturáti sunt nimis, et desidérium eórum áttulit eis Dóminus: non sunt fraudáti a desidério suo. Comunión.Comieron y se hartaron; les concedió el Se ñor su deseo; no quedaron frustrados sus anhelos.

    Oración-Postcomunión

     

    POSTCOMMUNIO – Quæsumus, omnípotens Deus: ut, qui cæléstia aliménta percépimus, per hæc contra ómnia advérsa muniámur. Per Dóminum. Te rogamos, Dios Todopoderoso, hagas que, habiendo recibido el alimento celestial, éste nos for tifique contra toda adversidad. Por Nuestro Señor Jesu cristo. ..

    Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

    SAN VALENTÍN,* Mártir

    14 de febrero

    Yo soy la luz del mundo: quien me sigue, no anda en tinieblas sino que tendrá a luz de la vida. (San Juan, 8, 12).

    San Valentín, en su prisión, rogaba a Jesús que iluminase a los gentiles con los rayos de su divina luz. Asterio, lugarteniente del prefecto de Roma, oyó su plegaria, y le prometió creer que Jesús es la luz del mundo, si devolvía la vista a su hija. Púsose el santo en oración, y restituyó la vista a la ciega con lo que, Asterio, con toda su familia, se convirtió. Algunos días después, Valentín fue azotado y, finalmente, se le cortó la cabeza.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA GRACIA

    I. La gracia de Dios se parece a la luz, en que, aquélla como ésta, se da a todos. A nadie la rehúsa Dios, y es suficiente para salvarnos si la queremos aprovechar. ¡Cuánto reconocimiento debemos a Dios, especialmente nosotros los cristianos, que hemos sido colmados de gracias! ¿Cuántas has recibido? ¿No han sido inútiles? Aprovecha las que Dios te acuerda; trabaja mientras te alumbra la luz. Agradece a Dios por sus mercedes, no sea que ciegues la fuente con tu ingratitud.

    II. Tu inteligencia a menudo es iluminada por medio de estas gracias, que San Agustín llama rayos de la luz eterna. ¡Qué de veces Dios te ha hecho conocer claramente la vanidad del mundo y la solidez de los bienes del cielo! Alimenta esta luz celestial meditando con frecuencia las grandes verdades que la fe nos enseña.

    III. Sería inútil esta luz si, después de haber iluminado la inteligencia, no excitase la voluntad a la práctica de las virtudes difíciles. Lo propio de la gracia es hacer obrar, enfervorizar el corazón del que la recibe, y disminuir las dificultades que suscita la virtud. ¿No es verdad que a veces te sientes atraído por Dios tan dulcemente que el sacrificio de ti mismo te parece fácil? Aprovecha los preciosos momentos de la gracia; son semejantes a una semillita que en cierra un gran árbol: la eternidad depende de ese momento. (San Bernardo).

    El deseo de los sufrimientos 
    Orad por la conversi6n de los pecadores.

    ORACIÓN

    Haced, os suplicamos, Dios omnipotente, que celebrando el nacimiento al cielo de vuestro bienaventurado mártir Valentín, obtengamos por sus oraciones ser librados de todos los males que nos amenazan. Por J. C. N. S. Amén.

    Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

    Los santos que reinan con Cristo

    14 de Febrero

    SAN MARTINIANO, * Confesor

    13 de febrero

    Peligros en poblado, peligros en despoblado, peligros en el mar. (2 Cor. 11, 26).

    San Martiniano se retiró al desierto a la edad de 18 años. Llegóse allí el demonio a tentarlo. Estaba a punto de sucumbir y abandonar su celda, cuando fue detenido por este pensamiento: ¡Desdichado, Dios te ve! Rechazó la tentación y volvió a emprender, con mayor ardor, sus ejercicios de piedad. Redobló el demonio sus esfuerzos para arrancarlo de la soledad y arrojarlo al mundo, donde esperaba hacerlo abandonar el servicio de Dios: pero San Martiniano triunfó de sus ataques por medio del ayuno, la mortificación y la oración.

    MEDITACIÓN
    SOBRE
    LAS TENTACIONES

    I. Estarás expuesto a las tentaciones durante todo el curso de tu vida; las encontrarás en todas partes, tengas la edad que tengas y cualquiera sea tu condición; deberás siempre luchar contra los de seos de la carne. Humíllate, pues, viéndote sujeto a tantas flaquezas; teme, y vela sobre ti incesantemente; evita las ocasiones peligrosas, si puedes, o por lo menos prevélas y apercíbete, para no ser sorprendido cuando te veas en ellas.

    III. ¿Quieres resistir valientemente a todas las tentaciones? Anda en la presencia de Dios. Este pensamiento: Dios me ve, impidió a San Martiniano sucumbir; producirá en ti el mismo efecto. ¡Dios me ve! Dios, que me castigará si lo ofendo, que me re compensará si salgo victorioso de esta prueba. Jesucristo, que ha derramado toda su sangre para salvarme, tiene puestos los ojos sobre mí, ¿y vacilaré yo en privarme de un placer, por Él? Si meditas cualquiera de estos pensamientos, no hay tentación que no puedas superar.

    III. Imita al Apóstol San Pablo: castiga tu cuerpo, redúcelo a servidumbre, y las tentaciones de la carne se disiparán. Dite a ti mismo, a ejemplo de San Martiniano: Quieres cometer un pecado que te condenará, considera si podrás soportar el fuego del infierno, los azotes y el hambre. Es preciso que el pensamiento del infierno trueque en amargura todos los placeres criminales del mundo. Todo la que sonríe en el siglo presente, debe hacerse amargo mediante la consideración del fuego eterno. (San Gregorio).

    .La perseverancia
    Orad por los que son tentados.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que cada año nos proporcionáis un nuevo motivo de júbilo en la fiesta del bienaventurado Martiniano, vuestro confesor, haced, benignamente, que honrando la nueva vida que ha recibido en el cielo, imitemos la que vivió en la tierra. Por J. C. N. S.  Amén.

    *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)


    Los santos que reinan con Cristo

    13 de Febrero

    SANTA EULALIA,* Virgen y Mártir

    12 de febrero

    Nosotros no ponemos la mira en las cosas visibles, sino en las invisibles. Porque las que se ven, son transitorias; mas las que no se ven, son eternas. (2 Cor. 4, 18).

    Santa Eulalia, cuando apenas contaba 14 años, fue sometida al tormento del potro, a los azotes, a las uñas de hierro, al fuego, a la cal viva y al plomo derretido. Ella sufre impávida los tormentos: «Dios, dice, está conmigo». No considera a los verdugos que la atormentan, sino a Jesucristo que la consuela; no presta atención a los suplicios que soporta, sino a la recompensa que espera de Dios que es el espectador de su martirio. Expira invocando a Jesucristo, y su alma emprende vuelo hacia lo alto en forma de paloma.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA PRESENCIA DE DIOS

    I. Almas justas, Dios os ve cuando sufrís; ve vuestros combates y vuestras victorias; ¡qué consuelo en vuestras aflicciones! ¿Qué soldado no se expondría a la muerte bajo la mirada de su rey? Cuando gimo, cuando me impaciento, Dios me ve; ¿me atrevería a cometer esta cobardía en presencia de un hombre honrado? No basta que Dios me vea, es preciso que esté siempre presente a mi espíritu.

    II. No solamente ve Dios nuestras aflicciones, sino que es Él quien nos las envía o quien permite que las tengamos. No te irrites, pues, contra la mano de tu perseguidor, ni te impacientes en tus enfermedades: Dios quiere que ellas te aflijan. En adelante recibe con entera resignaci6n todos los males que te envíe, y dile a Dios con Jesús: ¡Padre mío, que se haga vuestra voluntad, y no la mía!

    III. Dios recompensará estos sufrimientos; si es su espectador lo es solamente para ser, Él mismo, la recompensa. «Yo seré, dice Él, vuestra recompensa». Él será quien enjugue tus lágrimas; invócalo en la aflicción. Él consoló a Santa Eulalia y a tantos otros mártires en sus suplicios; Él colmaba de gozo a Job en su estercolero. Ten presente en tu espíritu, en tus sufrimientos, este pensamiento: Dios ve mis sufrimientos, Dios los recompensará; y tus dolores se disiparán, crecerá en ti el valor. Tienes a los ángeles y al Señor de los ángeles como espectadores en las luchas que sostienes contra el demonio.(San Efrén) .

    El recogimiento 
    Orad por los muertos.

    ORACIÓN

    Que la bienaventurada Eulalia, virgen y mártir,  implore por nosotros vuestra misericordia, Señor, ella que siempre os fue agradable por el mérito de la castidad y por su valor en confesar vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S.  Amén.

    *FUENTE: Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

    Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

    Santa Bernardita Soubirous después de 130 años de fallecida

    Cuando ya le faltaba poco para morir, llegó un obispo a visitarla y le dijo que iba camino de Roma, que le escribiera una carta al Santo Padre para que le enviara una bendición, y que él la llevaría personalmente. Bernardita, con mano temblorosa, escribe: «Santo Padre, qué atrevimiento, que yo una pobre hermanita le escriba al Sumo Pontífice. Pero el Sr. Obispo me ha mandado que lo haga. Le pido una bendición especial para esta pobre enferma». A vuelta del viaje el Sr. Obispo le trajo una bendición especialísima del Papa y un crucifijo de plata que le enviaba de regalo el Santo Padre.

    El 16 de abril de 1879, exclamó emocionada: «Yo vi la Virgen. Sí, la vi, la vi ¡Que hermosa era!» Y después de unos momentos de silencio exclamó emocionada: «Ruega Señora por esta pobre pecadora», y apretando el crucifijo sobre su corazón se quedó muerta. Tenía apenas 35 años.

    A los funerales de Bernardita asistió una muchedumbre inmensa. Y ella empezó a conseguir milagros de Dios en favor de los que le pedían su ayuda. Y el 8 de diciembre de 1933, el Santo Padre Pío Once la declaró santa.

    Santa Bernardette todavía se puede observar incorrupta en la capilla de su convento en Nevers, Francia, dentro de un féretro de cristal  donde parece estar dormida; su rostro muestra dulzura y paz.



    Detalle de su excepcional incorruptibilidad es esta fotografía, en la cual se puede observar ese rostro dulce lleno de paz.

    Bernardita: tú que tuviste la dicha de ver a la Sma. Virgen aquí en la tierra, haz que nosotros tengamos la dicha de verla y acompañarla para siempre en el cielo.

    Para leer más sobre la vida de esta Gran Santa dar clic aquí

    Para leer más sobre la historia de la Santísima Virgen de Lourdes clic aquí

    Tomado de:

    http://www.ewtn.com/spanish/index.asp

    http://lagatayelbuho.110mb.com/MORIAR/CUERPOS/moriar-incorruptos01.html



    LA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA EN LOURDES*

    Visitaste la tierra y la regaste, colmándola de riquezas. (Salmo 64, 10)

    El 11 DE febrero de 1858, tres niñas: Bernadette Soubirous, de catorce años, su hermana Marie-Toinette, de once y su amiga Jeanne Abadie, de doce, salieron de su casa en Lourdes para recoger leña.  Para llegar lugar a orillas del río Gave, donde les habían dicho que encontrarían secas en abundancia, tenían que pasar ante una gruta natural abierta peñascos de Massabielle que bordeaban el cauce del río, después de cruzar el arroyo, cuya corriente movía la rueda de un molino.

    Las dos niñas más pequeñas vadearon el arroyo dando chillidos, porque el agua estaba muy fría. Bernardette, que a diferencia de sus compañeras, usaba medias en razón de su delicada —sufría de asma—, no se atrevía a imitarlas. Sin embargo, cuando las otras dos se negaron a ayudarla a pasar, comenzó a quitarse las medias.  En eso estaba, cuando oyó a su lado el ruido de un murmullo, como el que produce una ráfaga de viento.

    Levantó la cabeza y comprobó que los Otilios de la otra orilla estaban quietos; sólo que le pareció advertir un leve movimiento en las malezas que crecían ante la gruta, muy cerca de ella, al lado del arroyo. Se desentendió del asunto, acabó de quitarse las medias y, ya iba a meter un pie en el agua, cuando el susurro se repitió.

    Aquella vez se quedó mirando fijamente hacia la gruta y vio agitarse con fuerza las ramas de las zarzas, pero además, en un nicho dentro de la cueva, detrás y encima de las ramas, estaba la figura de «una joven vestida de blanco, no más alta que yo, saludándome con ligeras inclinaciones de la cabeza», como dijo más tarde Bernadette.  La aparición era muy hermosa: la joven vestía túnica blanca, ceñida por una banda azul y llevaba un largo rosario colgado del brazo. Al verla, le pareció que hacía signos como invitándola a orar; Bernadette se arrodilló, extrajo de la bolsa su rosario y comenzó a recitarlo; entonces, la aparición tomó también el rosario en sus manos y empezó a pasar las cuentas, rezando, pero sin mover los labios.

    No se hablaron, pero al terminar los cinco misterios, la figura sonrió y, retrocediendo hacia las sombras de la gruta, desapareció. Las otras dos niñas regresaron de recoger la leña y se echaron a reír al ver de rodillas a Bernadette. Jeanne le reprochó que no las hubiese ayudado a recoger ramas secas y luego se encaramó a las rocas, corriendo hacia el otro lado de la gruta; pero Marie-Toinette se acercó a su hermana: «Tú estás como asustada, le dijo. ¿Viste algo que te dio miedo?».

    Bernadette se lo contó todo, mediante la promesa de que no lo repetiría a nadie; sin embargo. Toinette se lo dijo a su madre tan pronto como regresaron a casa. La señora Soubirous interrogó a Bernadette.

    —Te engañaste, chiquilla, le dijo. Debes haber visto una piedra.

    —No, repuso la niña; era una jovencita y tenía un rostro muy bello.

    La madre llegó a la conclusión de que tal vez sería un alma del purgatorio y prohibió a su hija que volviese a la gruta. Los dos días siguientes Bernadette se quedó en casa, pero numerosos chiquillos de la vecindad que se habían enterado del suceso, la importunaron para que regresara al lugar.

    La señora Soubirous, exasperada, mandó a su hija a que pidiera consejo al padre Pomia quien no le hizo caso; entonces, la señora recomendó a Bernadette que hablara con su padre y éste, después de algunas vacilaciones, la autorizó a que fuera. Varias niñas emprendieron el camino de la gruta, llevando una botella con agua bendita y, al llegar, todas se arrodillaron a rezar el Rosario.

    Cuando iban en tercer misterio, «la misma joven blanca se hizo presente en el mismo lugar de antes», para decirlo con las propias palabras de Bernadette: «¡Ahí está! le dije a la que estaba más cerca de mí y le puse el brazo sobre los hombros señalando a la joven blanca, pero ella no vio nada».

    Otra niña, llamada Marie Hillot, le dio el agua bendita y, levantándose, arrojó algunas gotas hacia visión; la figura sonrió e hizo la señal de la cruz. Bernadette le habló: «Si vienes de parte de Dios, acércate». La figura avanzó un paso.

    En aquel momento Jeanne Abadie con otras niñas trepó a las peñas de la gruta y lanzó una piedra que fue a caer a los pies de Bernadette. La visión desapareció. Pero Bernardette volvió a arrodillarse y permaneció inmóvil, como en un trance, con ojos fijos en la gruta. Sus compañeras no pudieron moverla. Con dificultad, el molinero Nicolás y su mujer, levantaron en vilo a la chiquilla, y la llevaron por la pendiente hasta el molino, donde repentinamente volvió en sí y se echó a llorar amargamente.

    Pronto se reunieron ahí muchas gentes y la madre de Bernadette comenzó a regañar a su hija, con lo cual todos se retiraron discretamente y regresaron a Lourdes. Ninguno de cuantos conocían a Bemadette ni siquiera las monjas que le enseñaban el catecismo, creyeron lo que algunos opinaron que lo que había visto era un ánima del purgatorio.

    La tercera aparición tuvo lugar el 18 de febrero, cuando una dama llamada Millet y su hija, que era de la Congregación de las Hijas de María, se llevaron a Bernadette hasta la gruta, una mañana muy temprano. Traían consigo una vela bendita, pluma y tinta.

    Las tres se arrodillaron a rezar y, cuando Bernardette murmuró que ahí estaba la figura, la hija de madame Millet le entregó pluma, papel y tinta.

    —Si vienes de parte de Dios, por favor dime lo que quieres; si no, vete, dijo Bernadette.  Como la Señora se limitó a sonreír, la niña, agregó alargando el papel y la pluma: por favor ten a bien escribir tu nombre y lo que quieres.

    Entonces, la aparición habló por primera vez utilizando el «patois» (dialecto) de Lourdes:

    —No hay necesidad de que escriba lo que tengo que decir. ¿Quieres tener la amabilidad de venir aquí todos los días durante una quincena?

    Después de una pausa añadió: —No prometo hacerte feliz en esta vida, pero sí en la otra— y elevándose hacia el techo de la gruta, desapareció.

    El domingo 21 de febrero, gran número de personas la acompañó a la gruta, incluyendo el Dr. Dozous, un médico escéptico que tomó el pulso y examinó la respiración de la niña durante el trance. La aparición habló de nuevo: «Oraras a Dios por los pecadores», recomendó.

    Después de la misa mayor, Bernadette fue a visitar al procurador imperial]. V. Dutour quien la interrogó detenidamente para llegar a la conclusión que la chiquilla era sincera, pero estaba obsesionada.

    Después de las vísperas, el comisario de policía, Dominic Jacomet, mandó a buscarla y la sometió un interrogatorio muy severo, y la despidió más tarde con la advertencia de que debía mantenerse lejos de la gruta o atenerse a las consecuencias.

    Aquellos funcionarios consideraban que la conducta de la chiquilla perturbaba el orden público y además, habían observado que los terrenos donde estaba situada gruta, ofrecían muy pocas seguridades a las grandes muchedumbres que iba a reunirse ahí.

    El día 22, Bernadette fue a la gruta, a pesar de la prohibición. Había ahí un pequeño grupo de ciudadanos y dos gendarmes; pero la aparición no se produjo. El mismo día, el P. Pomian, confesor de Bernadette, declaró que si el procurador Dutour, máxima autoridad en el lugar, no había prohibido a la joven que se acercara a la gruta, ésta podía ir cuando quisiera.

    A las seis de la mañana del día 23, Bernadette llegó al lugar y ya se encontraba ahí una multitud de doscientas personas. Aquella vez vio de nuevo la aparición y cayó en un trance que duró casi una hora, Al otro día, la multitud había aumentado a cuatrocientas o quinientas personas y, de nuevo Bernardette tuvo una hora de éxtasis cuando la aparición se manifestó.

    Pero se negó a revelar cualquier cosa que la Señora hubiese dicho. El jueves 25, después de rezar un misterio del Rosario, Bernadette comenzó a avanzar de rodillas por la pendiente que ascendía a la cueva, apartando suavemente el follaje.

    Al llegar al fondo de la gruta, dio media vuelta sin levantarse y avanzó en sentido contrario; después se detuvo a mirar inquisitivamente hacia el nicho, se puso en pie y caminó hacia el lado izquierdo de la cavidad.*

    Lo que la propia Bernadette relata es esto:

    «Ve a beber en la fuente y lávate en sus aguas, le dijo la Señora.» Como Bernardette no sabía que hubiese una fuente en las peñas de la cueva, se volvió para acercarse al río. Pero entonces, la Señora volvió a hablar para explicarle.

    «Ella misma señaló con el dedo, dijo la joven, para mostrarme dónde estaba la fuente; caminé hacia allí; pero sólo pude hallar un charquito de agua sucia; metí las manos, pero no pude recoger agua suficiente para beber.

    Comencé a escarbar y salió agua, pero turbia. Por tres veces la saqué con las manos y la arrojé fuera; después ya podía beberse».

    Las gentes vieron que la niña se inclinaba y, al erguirse, tenía la cara sucia con lodo. De nuevo se inclinó y se diría que estaba mordisqueando las dos hojas de una planta. Instantes después, se enderezó y comenzó a andar hacia Lourdes.

    Al principio, la gente se mostró despectiva y hasta burlona, pero algo más tarde, aquel mismo día, todos quedaron asombrados al ver que había brotado un manantial de agua turbia en la gruta y su corriente desembocaba en el Gave. Antes de una semana, el manantial estaba produciendo 27,000 galones – (102.200 litros) diarios, como sigue haciéndolo hasta hoy.

    El 26 de febrero, ochocientos testigos vieron a Bernadette, en trance, arrastrándose por la pendiente de la gruta, inclinándose con frecuencia para besar el suelo y haciende señas, como si invitara a los demás a imitarla. La aparición había aconsejado que se hiciera penitencia.*

    Las visiones del 27 y el 28 siguieron el curso de costumbre, aunque la muchedumbre creció. Bernadette se inclinó repetidas veces para besar el suele y las gentes la imitaron.

    Por la tarde del 28, la llevaron ante un magistrado quien le hizo las mismas advertencias. Para el 1º de marzo, el número de espectadores había aumentado a 1,000 y, por primera vez, un sacerdote estaba presente.

    El señor cura de Lourdes y los cuatro párrocos, habían declarado que ellos no tenían nada que ver con la gruta de Massabielle, pero el abad Dézirat procedía de distritos lejanos y no estaba bajo la jurisdicción de Lourdes Este sacerdote se mostró muy impresionado. Aquel día tuvo lugar una curación en el manantial, pero no se dio la noticia hasta meses después.  El 2 o marzo, a las 7 de la mañana, estaban presentes 1,700 personas cuando Bernardette vio la aparición por décima tercera vez.

    En aquella oportunidad, la Señor: le rogó que hiciera saber a los clérigos su deseo de que se construyera una capilla y se realizara una procesión. Bernadette fue a ver al señor cura, quien la recibió fríamente, la despidió con palabras bruscas y dio a entender a los funcionarios civiles que él personalmente desaprobaba toda la cuestión de las apariciones.

    El 3 de marzo fue un día de grandes desilusiones y desprecios para Bernardette. A las 4,000 personas que habían acudido, tuvo que confesarles su fracaso, porque la Señora no había aparecido; pero aquel mismo día, cuando la mayoría de los espectadores habían partido, volvió a la gruta, vio a la aparición y entró en trance durante corto tiempo.

    El 4 de marzo, ante miles de espectadores, volvió a tener la visión, entró en trance, pero no hubo novedades. Habían transcurrido catorce días y la Señora no volvió a aparecer; pero el 25 marzo —día de la Virgen— Bernadette visitó la gruta entre las cuatro y las cinco de la madrugada, la Señora apareció y le dijo que se acercara. Bernadette le pidió entonces:

    «‘¿Quieres tener la bondad de decirme quién eres?» La aparición sonrió sin responder nada. La niña repitió la pregunta dos veces más y entonces la Señora juntó las manos, levantó la vista al cielo y respondió en «patois»: «Que soy era Inmaculado Conceptiou», «Yo soy la Inmacula Concepción».

    Después siguió hablando: «Deseo que se me construya aquí una capilla! Bernadette replicó: «Ya les he dicho lo que tú quieres, pero ellos piden milagros como prueba de tu deseo». La Señora volvió a sonreír y, sin agregar una palabra, se desvaneció a la vista de Bernadette.

    La penúltima de las apariciones tuvo lugar el 7 de abril; una muchedumbre de 1.200 a 1,300 personas vio a Bernadette en trance durante tres cuartos de hora. El Dr. Dozous estaba a su lado y constató que la niña alzaba las manos con los dedos entrelazados y las ponía sobre la llama de la vela que ardía frente a ella.

    Observó que la llama acariciaba sus dedos y se filtraba entre ellos, sin que la niña pareciera darse cuenta. No sólo era insensible al dolor, sino que los tejidos de su piel no fueron afectados por el fuego, ni le quedó cicatriz alguna.

    Cuando volvió en sí del trance, el doctor acercó la vela encendida a la mano izquierda de la niña y ésta la retiró de prisa, exclamando: «¡Me quema!» Debe admitirse, sin embargo que el padre Cross en su «Histoire de Notre-Dame de Lourdes» (i, 494-499) da razones que desacreditan esta declaración.

    De todas maneras, la comisión episcopal que examinó e informó las pruebas de las apariciones, no la tomó muy en cuenta. La décima octava y última aparición, ocurrió el 16 de julio, fiesta de Nuestra Señora del Carmen.

    Ya para entonces, la gruta estaba cercada para que el público no se aproximara y Bernadette no podía ver más que la parte superior del nicho por encima de las bardas y desde la orilla opuesta del río Gave; sin embargo, la figura no parecía más alejada que las otras veces.

    Después de aquella fecha, Bernadette Soubirous nunca volvió a tener visiones de la Santísima Virgen durante los veintiún años que aún vivió. A nadie más que a ella se le otorgó el privilegio de esas visiones.

    Conviene agregar unas palabras, a manera de comentario, sobre dos puntos relacionados con las apariciones de la Santísima Virgen en Lourdes: algunos críticos hostiles* trataron de hacer creer que las manifestaciones sobrenaturales habían sido organizadas por el clero, desde Roma, con el propósito de que se confirmara y se popularizara el Dogma de la Inmaculada Concepción que, apenas cuatro años antes, había sido definido por el Papa Pío IX.

    Puede comprobarse lo erróneo de esas críticas, recordando que fueron los informes de los testigos, recogidos por las autoridades locales y sometidos a la atención de la Prefectura del Departamento de Lourdes y al Ministerio del Interior de Francia, los que dieron pie a la historia, sin que el clero o la Iglesia se mezclara para nada en las supuestas apariciones, hasta que la fe las arraigó profundamente en el pueblo y ocurrió la extraña coincidencia del nacimiento de un manantial en la gruta y las gentes comenzaron a llegar ahí por miles, desde todos los alrededores.

    Tampoco es posible que nadie llegue a creer sinceramente que las autoridades de la Iglesia, trataron de popularizar (como se afirmó) un Dogma aprobado por el Vaticano, «recurriendo a la imaginación y a la superstición de las masas» y para colmo, organizaran el fraude en una remota aldea perdida en los Pirineos, a cien kilómetros de la línea férrea más próxima. Además, todos los actos en la vida subsecuente de Bernadette, la pequeña impostora que habría servido de instrumento a algún astuto eclesiástico, desmienten categóricamente tal hipótesis.

    La muchacha no volvió a tener visiones; nunca se le ocurrió adornar con nuevos detalles el relato que hizo desde un principio; jamás demostró sentirse complacida o halagada por la atención que se le dispensaba y nunca obtuvo alguna ganancia pecuniaria por ello.

    Rehuyendo el cebo de la fama y la popularidad y conservando la sencillez de una niña, Bernadette ingresó a una orden religiosa de hermanas enfermeras, en 1886, a la edad de veintidós años. Hizo el noviciado en Nevers.  Lejos de Lourdes, y ahí se quedó doce años, hasta su muerte; no tomó parte en ninguna de las grandes obras de construcción en torno a la gruta, ni en las ceremonias de la consagración de la basílica.

    En segundo lugar, es necesario llamar la atención hacia un hecho muy notable que confirma el carácter único y sobrenatural de las visiones de Bernardette. Durante sus prolongadas visitas a la gruta, mientras permanecía en trance, con los ojos fijos en la aparición que ella veía tan claramente, diciéndole cosas que hacían llorar de emoción a los campesinos que la observaban, nadie pretendió nunca haber visto lo que ella contemplaba.

    No hubo una alucinación colectiva, ni escenas de desorden, ni extravagancias, gritos, contorsione; o cualquiera otra muestra de exaltación. En cambio, cuando la serie de visiones de Bernadette había concluido, comenzaron a aparecer por todas parte; falsas visionarias que hacían demostraciones repugnantes.

    Los informes que envió el comisario de la policía a la prefectura sobre este particular, son muy claros. Algunas de las visionarias eran jóvenes realmente piadosas y de buena conducta, sobre todo María Courrech, criada del alcalde, reconocida por todos como una joven buena.

    Marie tuvo visiones desde abril hasta diciembre del mismo año y mucha gente le creyó, pero la diferencia entre sus arrobamiento; y los de Bernadette era muy marcada. El P. Cross publicó el testimonio de un testigo intachable sobre las extravagancias de Marie.

    Si llegaron a producirse semejantes aberraciones en mujeres de buena disposición y preparación, ya puede imaginarse el lector lo que harían otras muchachas indiferentes e ignorantes, así como los chiquillos que, para imitar a sus mayores, comenzaron también a tener visiones.

    Los piadosos ciudadanos de Lourdes y los campesinos de las aldeas vecinas, enteramente convencidos de que las primeras apariciones en la gruta fueron auténticas, estaban dispuestos a ofrecer a cualquiera de sus vástagos como receptáculos de inspiración divina. No hay duda de que, a veces, esos niños quedaron en estado de arrobamiento y hasta hubo algunos que verdaderamente tuvieron alucinaciones.

    En cuanto a los «visionarios» adultos, aparte de los mencionados, sólo se puede decir que casi todos hicieron exhibiciones de fenómenos extraños y repulsivos, convulsiones histéricas, gestos, contorsiones, etc., y, por supuesto, en todos esos casos había razones para sospechar que se trataba de una impostura deliberada.

    Entre los muchos libros que se han escrito sobre Lourdes, vale la pena consultar para el aspecto histórico, el del padre L. J. M. Cross, Histoire de Notre-Dame de Lourdes (1901), 3 vols., por ser el mejor documentado y el más completo.

    Una obra reciente, Histoire exact des apparitions de N. D. de Lourdes, de P. H. Petitot (1935), es buena. Cf. la nota sobre Santa Bernadette, el 16 de abril, en la obra de B. G. Sandhurst We saw her, publicada en 1953, para encontrar catalogadas las pruebas sobre las visiones, con notas críticas.
    ____________________________________

    • * Fuente: Vida de los Santos de Butler, Tomo I.
    • (1) Hay dos nichos en la gruta; uno a mayor altura que el otro (en aquel se encuentra actualmente la imagen de Nuestra Señora) y una especie de túnel entre los dos. La figura apareció en distintos lugares; el 25 de febrero y el 25 de marzo, las dos ocasiones más impotantes, la aparición estaba en la abertura inferior del túnel, al nivel del suelo, según afirma el P. Martindale.
    • (2) Aquel día del año 1858, fecha en que se reconoció como manantial la fuente que había surgido de la gruta, era el segundo viernes de Cuaresma y el Evangelio de la misa se refería a una piscina de aguas curativas que se hallaba frente a la Puerta de las Ovejas, en Jerusalén. (Juan V, 1-15).
    • (3)* Ver sobre todo, el British Medical Journal del 18 de junio de 1910, que está dedicado a las curaciones milagrosas de Lourdes. Un artículo de Sir Henry Morris, habla largamente del asunto.
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    Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/

    NUESTRA SEÑORA DE LOURDES *

    11 de febrero

    En cuanto a mí de nada me gloriaré, sino de mis flaquezas. (2 Cor. 12, 5).

    El 11 de febrero de 1858, la Santísima Virgen dignóse mostrarse por primera vez a Santa Bernardita Soubirous; la última aparición tuvo lugar el 16 de julio de ese mismo año. Desde entonces, las peregrinaciones se han sucedido procedentes de todas las partes del mundo, y, en multitud, los enfermos han acudido a implorar a María Inmaculada. Muchos han obtenido una milagrosa curación, muchos otros han recibido la gracia de soportar sus padecimientos con espíritu de fe, y de ofrecerlos a Díos.

    MEDITACIÓN
    COMO ES PRECISO
    SOPORTAR LAS ENFERMEDADES

    I. La enfermedad es un presente de Dios, que, a menudo, nos es más útil que la salud. Dios tiene sus designios cuando nos envía una enfermedad: quiere castigarnos por nuestros pecados, o apartar nos de ellos, o bien ejercitar nuestra paciencia y dar nos ocasión de adquirir méritos. Si seriamente buscases la razón de tus sufrimientos, encontrarías que Dios quiere acosarte para que renuncies a tus vicios y lleves una vida más santa. No nos quejemos de nuestras enfermedades, ellas pueden ser para nosotros fuente de grandes virtudes. (Salviano).

    II. Sufre pacientemente los dolores de tu enfermedad, súfrelos de buena gana y por el amor de Dios. Mas, como Dios te impone el deber de velar por tu salud, recurre a los medios humanos. Sigue las prescripciones del médico y obedece a los que te cuidan. El que sufre tiene muchas ocasiones de practicar la virtud: aprovecha diligentemente estas ocasiones.

    III. No murmures, no te impacientes; persuádete de que estás en tu lecho como en una cruz, y mira con qué paciencia sufrió Jesús en la suya. Para imitarlo, piensa en todos los pobres enfermos abandonados y en los suplicios de las almas del purgatorio; y recuerda que en las adversidades y en los sufrimientos es donde se reconoce al hombre virtuoso. En la adversidad, el pecador se queja, y su impaciencia se derrama en blasfemias; el justo sufre con paciencia. (San Cipriano).

    La paciencia
    Orad por los enfermos.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, habéis preparado un digno santuario a vuestro Hijo, concedednos os suplicamos, que, cele brando la Aparición de María Santísima, obtengamos la salud del alma y del cuerpo. Por J. C. N. S. Amén. Por J. C. N. S. Amén.

    * FUENTE: Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

    Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com

    SANTA ESCOLÁSTICA,* Virgen

    10 de febrero

    Pedid y se os dará,. buscad y hallaréis,. llamad y se os abrirá. (San Lucas 11, 9).

    Santa Escolástica iba cada año a visitar a su ilustre hermano San Benito. Éste, no tolerando que una mujer entrase en su monasterio, la recibía en una casa cercana al Monte Cassino. En su última visita, rogó a su hermano prolongase hasta el día siguiente su piadosa conversación. Habiéndole respondido el santo que no podía pasar la noche fuera de su claustro, apoyó Escolástica su cabeza en la mesa, prorrumpiendo en lágrimas, y de inmediato Dios envió una violenta tempestad, para impedir a Benito el regreso a su monasterio. Tres días después, vio el santo el alma de su hermana subir al cielo en forma de paloma.

    MEDITACIÓN
    SOBRE SAN BENITO
    y SANTA ESCOLÁSTICA

    I. ¡Oh, cuán hermosa es la fraternidad fundada sobre el amor de Dios más aun que sobre la comunidad de la sangre! ¡Cuán bueno, cuán agradable es habitar en común, cuando la amistad está sellada con la misma fe, las mismas esperanzas y el mismo amor! ¡Cuán dulces son las conversaciones que tienen como tema a Dios! Hagamos reinar entre los nuestros esta amistad santa, tan provechosa para el alma. Que las alegrías del cielo, y no las vanidades de la tierra, sean la materia de nuestras conversaciones, y contribuiremos a hacernos unos a otros, mutuamente, dichosos en este mundo y en el otro.

    II. San Benito se queja a su hermana de impedirle el regreso a su monasterio. «Que Dios te perdone, le dice; ¿qué has hecho, hermana mía?» «Te pedí una gracia, le responde ella, y me la rehusaste; me dirigí a Dios y Él me ha escuchado». Por buenos que sean nuestros parientes, Dios es mucho mejor aun. Cuando vuestra madre os olvidare, nos dice Él mismo, Yo no os olvidaré. Pedid y recibiréis, nos dice Jesucristo. Todo lo que pidiereis a mi Padre en mi nombre, Él os lo concederá. Reanimemos, pues, nuestra confianza; si nada obtenemos, es porque nos falta confianza.

    III. Dios no sólo oye las oraciones de los que lo aman, sino aun los deseos de sus corazones. Santa Escolástica ni una palabra pronuncia; esconde su cara entre las manos para llorar; y, cuando levanta su frente, ha sido ya escuchado su deseo. Si queremos que nuestros anhelos sean acogidos por Dios, no ten gamos, como nuestra santa, sino deseos puros. Si desea ella tener consigo a su hermano por más tiempo, es para hablar con él de las cosas del cielo. Oh Señor, poned en nuestros labios oraciones dignas de un cristiano, y dad a nuestros corazones deseos que podáis satisfacer.

    La caridad en nuestras
    relaciones con el prójimo
    Orad por vuestra familia.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que para mostrar la inocencia de Escolástica, vuestra virgen, hicisteis subir su alma al cielo en forma de paloma, concedednos por sus méritos y oraciones que vivamos una vida tan pura, que merezcamos llegar a las alegrías eternas. Por J. C. N. S. Amén.

    * FUENTE: Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

    Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/