De los Sacerdotes conservadores, líbranos Señor

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Hace unas semanas me encontraba en Misa, en una Iglesia de esas que la gente suele clasificar como “de corte tradicional”, llegada la predicación el Sacerdote nos sorprendió hablándonos de Lutero y de la unión de los cristianos. En concreto dijo que “Lutero fue un reformador pero quizás no supo hacerlo bien”. Me llamó la atención la imagen que intentó plasmar del que fue un hereje en la historia de la Iglesia, de repente parecía que nos estaba hablando de un mártir incomprendido en su época.

Intentar confundir a los fieles es algo muy grave, lo haga el párroco del barrio o el que se llama obispo de Roma elegido por la gracia de los Cardenales.

Que un Sacerdote hable positivamente de Lutero en una homilía nos muestra la falta de formación del clero, la deformación que han sufrido o lo pelotas que son. Este Lutero que hoy en día está siendo elevado a los altares, es el mismo que dijo “toda la Iglesia del papa es una Iglesia de putas y hermafroditas”“todos los actos pontificios están sellados con la mierda del diablo, y escritos con los pedos del asno-papa”. Espero que no les hayan perturbado estos términos tan soeces pero no los digo yo, los dijo el mayor hereje que hemos sufrido, no ha habido otro como él y resulta que los curas papólatras de turno, esos que se molestan si alguien hace una mínima insinuación en contra del Sumo Pontífice le levantan un altar al hereje de los herejes, al que más improperios escupió sobre la figura del Papa. ¡Que sensatos son nuestros párrocos!…Hay que decirlo, son Vds. unos cachondos mentales. Perdonen que no elija una expresión más elaborada, pero a estas alturas la sencillez y la claridad meridiana deben ser nuestra bandera, no nos andemos por las ramas, nuestra salvación está en juego, no esperen sutilezas cuando Vds. nos tratan como a borregos, como a estúpidos ignorantes.

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¿Quién reza por mamá?

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“Ved aquí el día feliz; hoy, con las numerosas comuniones y sufragios que los fieles han ofrecido al Señor, no sólo en ésta, sino en tantas otras iglesias, muchas de aquellas Almas, ayer tan afligidas y desgraciadas, han pasado a ser dichosos habitantes y príncipes felicísimos de la Corte celestial. Ya ven cara a cara la Hermosura y Majestad infinita; ya poseen a Dios, que contiene en sí cuánto hay de amable, de grande, delicioso y perfecto. Su entendimiento ya no puede experimentar ni más suavidad, ni más dicha. ¡Ay!” (De la novena en sufragio por las Benditas Almas)

“¿Vosotros os acordáis alguna vez de vuestros difuntos?” Preguntaba el Sacerdote en la homilía, no una vez, sino dos veces en un tono elevado que no dejaba indiferente, por si alguno de los presentes estaba despistado, cosa que suele suceder en los sermones cada vez más bajos de contenido, aunque debo decir que aquí no era el caso, uno salía literalmente “caliente”, ya que la gente en la puerta iba soltando su opinión sobre unas palabras que no les habían dejado indiferentes. Afortunadamente, aún hay Sacerdotes que nos hacen pensar en ello. Qué bueno que algunas veces uno salga del Templo diciendo, “¿Pero quién se cree que es este cura para decirnos que no nos acordamos de nuestros difuntos?”, si nos han dado en el alma con la flecha, bendito sea Dios, aún estamos a tiempo de pensar y cambiar nuestra conducta, el cielo bien vale una brecha en nuestro gélido corazón.

En este mes de Noviembre, dedicado a las Benditas ánimas, podemos decir sin miedo a equivocarnos que apenas ya nadie recuerda a sus difuntos, ya no digo a nuestros seres queridos que han muerto hace un año o dos, sino a nuestros antepasados, aquellos que son parte de nuestro árbol genealógico, aquellos que no sabemos ni que existieron pero que gracias a ellos, estamos aquí: “tú que miras mi lápida, algún día también mirarán la tuya, reza una oración por mi alma”, uno de los tantos epitafios que hay en nuestros cementerios. Todo esto ya no se estila, ahora te churruscan y para bajarte la temperatura, te tiran al mar, poéticamente le llaman: “esparcir las cenizas”. Si la gente apenas va al cementerio, ¿recordarán a aquellos de los que ya no queda ni una triste placa con su nombre?

En mi caso y hasta la fecha, nunca he recibido una herencia económica, pero puedo decir que algunos que recibieron grandes fortunas, a día de hoy, ya ni se acuerdan de la tía Engracia, con lo cual, cómo para mirar más atrás en el tiempo. Hablo de bienes terrenales porque los otros, parece que ya ni siquiera forman parte del ser humano. ¿Quién se acuerda de cuando la abuela nos enseñaba a poner las manos juntas y a rezar el Ave María, cuando nos decía que era pecado decir palabras feas, cuando nos enseñaban a guardar la pureza? Sólo por esos recuerdos, deberíamos estar todo el día de rodillas rezando tanto por los que recordamos y ya no están, como por los que nunca conocimos. Nuestros antepasados pueden estar reclamando nuestras oraciones.

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¿Saben cómo se llama su Párroco?

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Leía estos días con gran atención las noticias de la nueva realidad eclesial: Lutero vía los altares. Un Papa dispuesto a “pasarse por el forro” el Concilio de Trento y perdonen la expresión pero, buscar otra más suave, es engañarnos o suavizar algo que de por sí es tremendo y lamentable en la historia de la Iglesia. ¿Qué sucederá cuando lleguemos a la Iglesia y no encontremos imágenes de Nuestra Madre, de nuestros Santos y en su lugar, veamos lo mismo que hemos visto en el Vaticano, una imagen de Lutero? ¿Nos escandalizaremos, iremos a quejarnos al Párroco de turno, al Obispo pelotero que hace y dice lo que manda el Papa aunque sea la mayor herejía que se haya visto o escuchado? ¿Que harán Vds., bajar la cabeza y tragar con lo que nos echan o encabezar la batalla? Sigamos el mandato de San Bernardo de Caraval a los caballeros templarios, hagamos del salmo 113, nuestro himno y  nuestra tabla de salvación, lancémonos a las cruzadas, “Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam”

Quizás no nos hemos parado a pensar detenidamente en que lo que algunos consideramos un escándalo de dimensiones mayúsculas, no ha llegado de la mano del Papa Francisco, sino que se ha estado cociendo desde la llegada del misil Vaticano II. Los anteriores Papas han sido igualmente colaboradores de la venta de nuestra Iglesia al mejor postor. La Iglesia hace tiempo que ya no está gobernada por Nuestro Señor Jesucristo, no se le puede echar la culpa al Espíritu Santo de la elección de estos Sumos Pontífices. ¿Quieren pruebas que les demuestren que estamos en una Iglesia ocupada por el enemigo? ¿De verdad aún hay alguien que siga pensando que las Misas dominicales son Católicas?

Hace unas semanas leía un artículo en Internet, en el que un Sacerdote mostraba su disposición para permitir que en su parroquia se celebrase alguna de las misas dominicales “ad orientem”, ¿Saben que quiere decir? En lengua vernácula, pero llegado el ofertorio, el Sacerdote se pondrá mirando hacia el lugar en el que debería estar el Sagrario, “ad orientem” simplemente eso. Bien, pues para este tema tan sencillo, el blogger comentaba que llevaría esto al consejo parroquial, ¡Toma ya! si se descuida monta un sínodo diocesano como en mi Diócesis, para debatir si lee Mari Puri o Luis Miguel las lecturas. Esto es ser un párroco complaciente con la feligresía, Misa a la carta, ahora podemos opinar hasta como se Oficia, que lecturas se ponen, cualquier día el color del tiempo litúrgico…tómenselo a broma, pero yo ya he acudido a funerales que el Sacerdote sale de blanco por expreso deseo de la familia. Nunca los fieles fueron más ignorantes en temas litúrgicos y sin embargo, nunca opinaron tanto…que le pregunten a nuestros antepasados si el Cura les pedía opinión para algo. Hace poco me comentaba un amigo que en una reunión del consejo parroquial, tuvieron que ponerle freno a las predicaciones de D. Ruperto (nombre ficticio), porque se iba mucho del tiempo establecido. “Consejo parroquial” le llaman a esto…Como dice la canción, “dame veneno, que quiero morir”.

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Decimos lo que otros callan

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5 noviembre, 2015

El otro día en una parroquia escuchaba como celebraban con gran algarabía el resultado del sínodo, era una Iglesia de corte progresista. Al día siguiente lo mismo en una de corte tradicional y esto me llevó a pensar, sin necesidad de ser Einstein, que todo el mundo está “feliz como una perdiz”. Independientemente de que nuestro párroco vista de camisa de cuadros o lo haga de clerygman, el Santo Padre posee un punto de vista sobrenatural para entusiasmar a todos por igual. Si tienen duda de lo que les digo, pueden ojear las distintas publicaciones digitales que se denominan “religiosas”. Salvo nuestra página, en las demás, si es que las leen, podrán Uds. constatar lo que les estoy diciendo, no es extraño encontrar titulares como el siguiente, “En el sínodo ha triunfado el magisterio de la Iglesia, la doctrina no ha cambiado”, cabe pensar o que no han leído jamás el catecismo o que reciben un sueldo extra por aleccionar en la mentira. No obstante, mi recomendación principal, es que si quieren la verdad y desean fervientemente continuar fieles a la Iglesia de Jesucristo, no se muevan de aquí, de nuestra página, como figura en nuestro encabezado, “decimos lo que otros callan”.

¿Saben cual ha sido el resultado del sínodo? Nuestro Señor 177 veces escupido por cada uno de los votantes, 177 veces, golpeado y azotado por cada mano que se levantó en el sínodo, 177 veces la chusma, que somos nosotros mismos, grita: “crucifícalo”, 177 veces el costado de Nuestro Señor es traspasado. 177 veces que nuestros Jerarcas miran para otro lado, y permiten que vuelvan a crucificar a Jesús… Y nosotros, que somos fieles a la Iglesia de Jesucristo ¿vamos a seguir guardando silencio como corderos degollados? No, no y mil veces no, estamos en las catacumbas, pero no muertos.

Este es el número de la felicidad: 177. El número mínimo de votos para que un texto fuera incluido en la relatio final….Mis queridos amigos, 177 veces que Uds. y yo decimos: “que asco”. ¿Y saben que va a pasar en breve, en apenas dos semanas? Qué ya nadie dirá nada, todos habremos transigido a la entrada del demonio, a la pulverización de nuestros Sacramentos, en menos de un mes todo se verá como normal y fruto de los tiempos que vivimos. En menos de dos meses, si es que esto no está sucediendo ya, la gente que vive en pecado mortal, serán ministros extraordinarios de la Comunión. Sigue leyendo

Terrorismo sinodal

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21 octubre, 2015

“Ya en los tiempos apostólicos hubo hombres perversos que, por interés y ambición, turbaban y corrompían en el pueblo la pureza de la fe con abominables errores. Se opusieron a ellos los apóstoles con la predicación, con los escritos y con las infalibles sentencias del primer concilio que celebraron en Jerusalén.

Desde entonces acá, no ha cesado el espíritu de las tinieblas en sus ponzoñosos ataques contra la Iglesia y las divinas verdades de que es depositaria indefectible; y suscitando constantemente nuevas herejías, ha ido atentando uno tras otro contra todos los dogmas de la religión cristiana.”(Catecismo de san Pío X).

Se termina el sínodo, apenas queda una semana, ¿saben cuál será el resultado final de todo esto? la Iglesia de Cristo pulverizada. El costado del Señor vuelve a ser traspasado por la lanza. ¿Qué haremos nosotros? “Domine, ad quem ibimus? Verba vital aeternae habes” “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”.

El magisterio de la Iglesia reventado por los cuatro costados, no queda nada por inventar, por escuchar y por ver. Desde estúpidas historias en las que, supuestamente y de manera sacrílega, utilizando la imagen de un niño, la hostia es tratada como algo simbólico, una herejía para coronar el sínodo, una burla a nuestro Dios aplaudida por toda una asamblea… ¿De qué? ¿de insensatos? No se me ocurre otro calificativo para esta gente si es que es cierto que eso ocurrió, como así parece ser. Y yo me pregunto ¿es que allí a nadie se le ocurre levantarse y marcharse? Se les supone una formación, aunque sea mínima. Hasta una humilde laica como yo, recuerdo que en una conferencia ‘pagolística?, llegado este mismo punto, en el que se cachondearon y se mofaron de la consagración, me levanté y me marché y me importó muy poco que me mirara mi párroco, el diácono, o el vecino del quinto, ¡Por favor! ¿es que tenemos el corazón de piedra y el alma helada? La verdad es que los católicos hoy en día, ni sentimos ni padecemos, maltratan a Jesús delante de nosotros y nos parece bien, no decimos absolutamente nada ¡Despertemos, seremos juzgados también por nuestra indiferencia!

Lo que está sucediendo en el Sínodo, es un atentado terrorista contra la Iglesia de Jesucristo, una célula vaticanista encabezada por nuestra jerarquía. Estamos en manos de obispos herejes, trastornados y que nos llevan a la condenación directa y absoluta, quizás no todos, pero sí en un alto porcentaje. ¿Están leyendo las noticias que a diario les colgamos en nuestra página? ¡Háganlo, infórmense! En estos momentos es más importante leer todo lo que está sucediendo, que preparar la cazuela para comer. Podríamos sobrevivir unos días a pan y agua, pero, sin embargo, el alma perecerá con todo lo que allí se está tramando. Piensen Uds. que todo esto de lo que se habla, ya ha sido trasladado al escenario público, escuchen las homilías o pregúntele a su párroco qué opina del Sínodo y tendrán una radiografía de su parroquia y sabrán si les conviene seguir allí o mantenerse fieles a la Iglesia de Jesucristo.

Nos están tomando el pelo, no lo duden, nos dicen que los padres de Teresita de Liseaux “encarnan lo que busca el sínodo” y, ¡agárrense” por otro lado leemos que “el Sínodo admite que la educación sexual es desastrosa”, sólo falta que nos digan que a partir de ahora al finalizar las misas nos van a dar cursos de sexología …si Louis Martín y Zélie Guerin  estuvieran allí presentes, sin duda, caerían muertos del espanto al escuchar semejante asquerosidad. ¿De qué nos están hablando?, ¿es una película porno, el sínodo? Seamos serios, hablemos de castidad, de la pureza de intención, de la santa familia de Nazaret, de los matrimonios verdaderamente católicos, como lo era el matrimonio Martín, de eso es de lo que queremos que nos hablen nuestros obispos y esto es lo que queremos que confirme el Santo Padre, la unión de los matrimonios en Cristo Jesús, no nos hablen de bajos instintos humanos, háblennos del alma y de su unión con Dios por medio de la pureza. Como parte de toda esta comedia surrealista, en la que nada pasa por casualidad, sale un sacerdote diciendo que está enamorado de un hombre, ¡Ven, Señor Jesús!

¿Qué debemos de hacer los católicos fieles a Jesucristo?, ¿tenemos que comulgar de manos de laicos que viven en pecado mortal público?, ¿debemos  consentir que un homosexual, que consiente esa vida como buena, salga a leer las lecturas?, ¿tenemos que decir que todo eso nos parece bien y que la misericordia de Dios es infinita?, ¿hay que aguantar que nuestras misas sean tratadas como fiestas infantiles, amenizadas por curas “ocurrentes”?, ¿tenemos que bajar la cabeza mientras predica un diácono permanente y los sacerdotes permanecen sentados, pensando en el crucigrama que acaban de terminar?, ¿podemos confesarnos directamente con Dios porque no hay sacerdotes en los confesonarios?, ¿debemos permitir que a nuestros hijos les hablen de sexo en el catecismo? El Concilio Vaticano II abrió la brecha mortal en la Iglesia y el Sínodo, al que Vds. pueden denominar sin miedo a equivocarse, ‘Concilio Vaticano III’, ha asestado la puñalada final; ¿saben cuál es el resultado? cada diócesis tendrá autonomía propia… miren a sus obispos, lean lo que sigue, un fragmento del discurso del Santo Padre donde habla de una conversión del papado y cada uno saque sus propias conclusiones.

”Estoy convencido de que, en una Iglesia sinodal, también el ejercicio del primado petrino recibirá mayor luz. El Papa no está, por sí mismo, por encima de la Iglesia; sino dentro de ella como bautizado entre los bautizados y dentro del colegio episcopal como obispo entre los obispos, llamado a la vez, como sucesor del apóstol Pedro a guiar a la Iglesia de Roma, que preside en el amor a todas las iglesias… Mientras reitero la necesidad y la urgencia de pensar en ”una conversión del papado”… estoy convencido de tener al respecto una responsabilidad particular, sobre todo, al constatar la aspiración ecuménica de la mayor parte de las comunidades cristianas y al escuchar la petición que se me dirige de encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva”. (Papa Francisco-El Sínodo es caminar juntos 19-10-15).

¿Qué consecuencias va a traer todo esto? Es muy simple. Voy a hacer un vaticinio de cómo será la situación dentro de un tiempo, algo que se podrá corroborar en breve, como muy tarde, a dos años vista. Nos encontraremos dos Iglesias claramente diferenciadas. Los que permanezcamos fieles al Señor y los que ya no creen en nada y obedecen órdenes de lo alto, pero no del Altísimo, obviamente. Nosotros dispondremos de nuestras propias capillas u oratorios en los que nuestros santos sacerdotes oficiarán la santa misa, utilizaremos el latín para rezar, tendremos los sacramentos como Dios manda, los moribundos recibirán la extremaunción en su casa y no en ceremonias rocambolescas en sus parroquias, dispondremos de directores espirituales que nos formen y nos conduzcan por la senda correcta, podremos confesar nuestros pecados de manera individual y habitual, porque los presbíteros estarán disponibles para las almas y recibiremos al Señor como lo hacen los que lo aman de verdad y creen en Él, de rodillas y en la boca. En las predicaciones nos hablarán del amor de Dios, de los mandamientos, de la pureza y la castidad en todos los estados de la vida cristiana, de la condenación, del cielo, del purgatorio y del infierno y veremos en nuestros sacerdotes al Buen Pastor. Esa será nuestra Iglesia, la Iglesia de Jesucristo, no tendremos los templos, porque estos, ya habrán sido copados por el grupo uno, los herejes y fariseos, pero tendremos lo más importante, nuestra fe, la misma que nos transmitieron nuestros padres en la infancia y si sabemos crecer en santidad y perseverar como hicieron los apóstoles, llegaremos a tener nuestros propios seminarios, donde se puedan formar verdaderos sacerdotes en el magisterio y en la tradición. ¿Les cuesta creer esto? “Deus vult”, como se gritó en las cruzadas.  Tiempo al tiempo. Aquí y ahora, tenemos una importante herramienta, nuestra parroquia virtual, adelantelafe.com, que como comentaba nuestro director esta semana, ya ha cumplido un año, ¡fíjense! un año trabajando por el reino de Dios, porque Uds. quieren escuchar la verdad, desean fervientemente mantenerse firmes en la fe y aquí han encontrado el reposo para su alma. Todos sabemos que nada ha cambiado, sólo queremos que nos lo recuerden, los mandamientos son invariables y la ley de Dios es la misma, ayer, hoy y siempre.

“Cuando salía victoriosa de la guerra exterior del paganismo y vencía la prueba de feroces persecuciones, la Iglesia de Jesucristo, salteada por enemigos interiores, entraba en la guerra intestina, mucho más terrible. Guerra prolija y dolorosa, que empeñada y atizada por malos cristianos, hijos suyos degenerados, no ha llegado aún a su término, pero de la cual saldrá la Iglesia triunfadora, conforme a la palabra infalible de su divino Fundador a su primer vicario en la tierra, el apóstol San Pedro”.(Catecismo de san Pío X).

Sonia Vázquez

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com

Familia Asesina

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8 octubre, 2015

Dos noticias centraban esta semana mi atención, ambas con un nexo en común, “la palabra familia”. A una le llaman Sínodo y la otra, hace referencia a unos padres españoles que solicitan la muerte para su hija enferma. Después de leer los pronósticos sobre el sínodo y escuchar como unos progenitores quieren asesinar a su pequeña, lo tengo claro, la familia está llamada a desaparecer. El ser humano ha perdido su alma, la ha vendido o la ha regalado al diablo, no hay más opción. ¿Cómo podemos querer asesinar a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros abuelos? Y por otra parte y no menos escalofriante, también debemos preguntarnos ¿Qué lleva a los padres Sinodales a defender el “divorcio católico”, las uniones del mismo sexo, la liberalización del pecado mortal en vez de luchar por mantener vivo el espíritu de la Santa Familia de Nazaret? La respuesta a todo esto es sólo una, el demonio es el rey de nuestra sociedad y su puerta de entrada ha sido, justamente, a través de la destrucción de la familia.

Hace no tantos años, los padres eran capaces de buscar cualquier tratamiento con tal de no perder a un hijo. Cuántas madres daban voluntariamente su vida para que el bebé sobreviviera, “doctor, en caso de elegir, que se salve el niño” y ¿Saben que dicen ahora? “no podemos aguantar más esta situación”. Asi es, primera persona del plural, “no podemos”, nosotros. La pobre niña está indefensa ante esta situación, en manos de unos padres despiadados que solicitan la muerte para ella. Como lo leen. Hoy en día, los enfermos, son un estorbo. Yo no sé si estos señores son Católicos o no, digo de nombre, obviamente, lo que sí sé es que a esta pobre criatura la quieren aniquilar y hasta ahora, la salvaba la postura de los pediatras, que se habían opuesto categóricamente, pero la resolución del Juez en primera instancia, ha tirado por tierra cualquier atisbo de esperanza, desde este momento, los facultativos limitan sus cuidados y cesa su alimentación. Este es el primer paso, en unos meses, todo esto será natural y cotidiano, ya que estos señores cuentan con apoyo político y de asociaciones que promueven el “derecho a morir”. Se lleva tiempo haciendo con los ancianos y con los enfermos terminales y no decimos nada, cerramos boca, tragamos con todo, ¿Qué se creen Vds. qué es la sedacción? Suena muy bonito, a que te cantan una nana y te duermes. Infórmense con detenimiento antes de consentir y recuerden el quinto mandamiento: “no matarás”.

“Se entiende por sedación terminal la administración deliberada de fármacos para lograr el alivio, inalcanzable con otras medidas, de un sufrimiento físico y/o psicológico, mediante la disminución suficientemente profunda y previsiblemente irreversible de la conciencia en un paciente cuya muerte se prevé muy próxima y con su consentimiento explícito, implícito o delegado.” (Fuente: Unav.es) Sigue leyendo