18 de mayo
San Venancio, Mártir
San Félix de Cantalicio, Confesor
Beata Rafaela María del Sagrado Corazón, Virgen
Beato Guillermo de Toulouse, Duque de Aquitania
San Erico de Suecia, Mártir
San Tecusa, Mártir
San Teódoto, Mártir
18 de mayo
San Venancio, Mártir
San Félix de Cantalicio, Confesor
Beata Rafaela María del Sagrado Corazón, Virgen
Beato Guillermo de Toulouse, Duque de Aquitania
San Erico de Suecia, Mártir
San Tecusa, Mártir
San Teódoto, Mártir
13 de mayo
Nuestra Señora de Fátima
San Juan Silenciario, Obispo y Confesor
San Roberto Belarmino, Obispo y Confesor
San Pedro Regalado, Confesor
Beata Juliana de Norwich, Virgen
San Andrés Huberto Fournet
San Servacio de Tongres
San Juan El Silencioso
San Mucio
San Eutimio, Abad
Santa Gliceria, Mártir
Beata Imelda
12 de mayo
Santos Nereo, Aquileo, Domitila y Pancracio, Mártires
Santo Domingo de la Calzada, Confesor
San Germán de Constantinopla, Obispo y Confesor
San Epifanio de Salamis
Santa Rictrudis
San Madoaldo de Treveris
Beato Francisco Patrizzi
Beata Gema de Solmona
Beata Juana de Portugal
11 de mayo
San Majelo o Máyolo, Abad
San Francisco de Jerónimo, Jesuita
San Mamerto, Obispo
San Ignacio de Laconi, Fraile
Beato Luis Rabata, Sacerdote
Beato Vivaldo, Ermitaño
Beato Mateo Le Van Gam, Mártir
Beato Alberto de Bérgamo, Dominico de la Tercera Orden
San Ansfrido de Utrech
San Gandulfo
Beato Ladislao de Gielniow
10 de mayo
San Antonino o Antolín, Obispo y Confesor
Santos Gordiano y Epímaco, Mártires
Beato Juan de Avila, Confesor
San Alfio, Mártir
San Filadelfo, Mártir
San Cirino, Mártir
San Onésimo, Mártir
Santa Benedicta, Mártir
San Calepodio, Mártir
San Epímaco, Mártir
San Gordiano, Mártir
8 de mayo
Nuestra Señora de Luján
Aparición del Arcángel San Miguel
San Pedro de Tarantasia, Obispo y Confesor
San Agacio o Agato, Centurión y Mártir
San Benedicto II, Papa
San Bonifacio IV, Papa
San Deseado o Desiderato de Bourges
San Víctor Mauro, Mártir
7 de mayo
San Estanislao, Obispo y Mártir
San Juan Beverley, Obispo de York
Beata Rosa Venerini, Laica
San Domiciano de Maestricht
San Sereno
6 de mayo
San Juan Frente a la Puerta Latina
San Eldberto de Lindisfarne, Obispo
San Evodio de Antioquía, Obispo y Mártir
San Petronax de Monte Cassino, Obispo
5 de mayo
San Pío V, Papa y Confesor
San Ángel, Mártir
San Hilario de Arles, Obispo
San Nancto, Abad
San Avertino
San Eulogio de Edesa, Obispo
San Mauruncio, Abad
4 de mayo
Santa Mónica, Viuda
San Gotardo o Godofredo de Hildesheim, Obispo
San Florián, Mártir
San Ciriaco o Judas Ciriaco,
San Gregorio de Verucchio
San Venero de Milán
Beata Catalina de Parc-Aux-Dames
Beato Juan Martín Moyé
3 de mayo
Invención o hallazgo de la Santa Cruz
San Alejandro, Papa y Mártir
Santos Evencio y Teódulo, mártires
San Juvenal, Obispo y Confesor
San Felipe de Zell, Ermitaño
Santa Maura, Mártir
San Timoteo, Mártir
2 de mayo
San Atanasio, Obispo y Doctor
Santa Zoe, Mártir
Santa Mafalda o Matilde, Monja
Beato Conrado de Seldemburem
San Exuperio, Mártir
San Waldeberto, Abad
1 de mayo
San José Artesano
Santos Felipe y Santiago el Menor, Apóstoles
San Jeremías, Profeta
San Amador de Auxerre, Obispo
San Segismundo de Borgoña, Rey
San Peregrino Laziosi, Sacerdote
San Teodardo de Narbona
San Teodulfo, Abad
1 de Mayo
A vosotros os he llamado amigos; porque os he hecho
saber cuanto oí de mi Padre.
(Juan, 15, 15).
Tanto San Felipe cuanto Santiago tuvieron el honor de ser apóstoles de Jesucristo, de predicar su Evangelio y de morir por la fe. Felipe fue quien llevó a Natanael a Jesucristo. Después de la Ascensión trasladóse a Escitia, donde fue crucificado después de haber convertido a gran número de bárbaros.
Santiago, primo del Señor, fue tan venerado entre los judíos, que se tenían éstos por dichosos con sólo tocar el borde de su manto. Fue precipitado desde lo alto del templo de Jerusalén porque predicaba a Jesucristo.
MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA
DE LOS
APÓSTOLES FELIPE y SANTIAGO
I. Estos santos tuvieron el honor de ser llama dos al apostolado, de predicar el Evangelio y derramar su sangre por Jesucristo. Obedecieron al llamado de Dios, correspondieron a sus gracias e imitaron los padecimientos de su Maestro. Dios te llama a ti desde hace tiempo, oyes su voz y, sin embargo, no le obedeces. Muchas ocasiones te proporciona de trabajar y de sufrir por Él, ¿cómo las aprovechas? Si los bienaventurados pudiesen en el cielo tener algún pesar, provendría de haber perdido muchas ocasiones de acrecentar su corona sufriendo por Jesucristo.
II. Apenas convertido San Felipe, ya quiso hacer participar a Natanael de su dicha llevándole a Jesús. ¿Puedes de algún modo trabajar tú en la salvación a el prójimo? Hazlo. Comparte con tus amigos, tus parientes y domésticos, los buenos sentimientos que Dios te inspira. ¿No es acaso lo contrario de lo que haces? ¿No escandalizas a tu prójimo con tus palabras y tu mala vida?
III. Santiago era tenido por santo aun por aquellos mismos que lo mataron; sus oraciones, su austeridad, su modestia, y tantas otras virtudes le valieron el sobrenombre de Justo. ¿De qué estima gozas tú ante los hombres? ¿Qué se dice de ti? Pregúntalo a tus amigos; oye aun lo que te reprochan tus enemigos, para corregirte. Mas, antes que nada, considera cuál es tu situación al respecto frente a Dios. Si los hombres no te condenan, tal vez lo hace tu con ciencia, porque nadie puede huir de sí mismo. (San Bernardo).
El deseo de la santidad
Orad por la propagación
de la fe.
ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo en la festividad de San Felipe y Santiago, vuestros Apóstoles, haced, os lo suplicamos, que al mismo tiempo que nos regocijamos con sus méritos aprovechemos sus ejemplos. Por J. C. N. S. Amén.