VIGILIA DE NAVIDAD

LA "KALENDA" O ANUNCIO DE NAVIDAD

(1ª clase –  Ornamentos morados)
(Estación en Santa María la Mayor)

Ya no cabe la menor duda: El Señor está a la puerta y «mañana al amanecer veremos su gloria». Así nos lo repite hoy la Iglesia en su liturgia, en todos los tonos y de todas las maneras. Y añade: «Santifiquémonos, y estemos preparados». Y dentro de unas cuantas horas, hará este solemnísimo pregón: «Cristo ha nacido para nosotros, ¡venid adorémosle!» Que así sea, que para nosotros nazca esta noche y que para ninguno deje de ser un Nacimiento prenda de eterna ventura.

LA «KALENDA» O ANUNCIO DE NAVIDAD

En los Coros de las Catedrales y de los Monasterios, se canta hoy con pompa inusitada, en el Oficio de Prima, el anuncio oficial de la Navidad del Señor, que trae el Martirologio y que textualmente dice así:

«En el año 5199  de la Creación del mundo, cuando al principio creó Dios el cielo y la tierra; en el 2957 del diluvio; en el 2015 del nacimiento de Abrahán; en el 1510 de Moisés y de la salida del pueblo de Israel de Egipto; en el 1031 de la unción del rey David; en la semana 65 de la profecía de Daniel; en la Olimpíada 194; en el año 752 de la fundación de Roma; en el 42 del imperio de Octavio Augusto; estando todo el orbe en paz; en la sexta edad del mundo: Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar al mundo con su misericordiosísimo Advenimiento, concebido por el Espíritu Santo, y pasados nueve meses después de su concepción, nació, «hecho Hombre, de la Virgen María, en Belán de Judá«, (Se arrodillan todos los circunstantes, y prosigue el cantor en tono más agudo.: «Navidad de N. Señor Jesucristo según la carne».

Introito

INTROITUS Exodo, XVI – Hodie scietis, quia veniet Dominus, et salvabit nos: et mane videbitis gloriam ejus.- Ps. 23 Domini est terra, et plenitudo ejus: orbis terrarum, et univers qui habitant in eo.
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sæcula sæculórum. Amen.
Introito – Hoy sabréis que el Señor vendrá y nos salvará; y mañana veréis su gloria. – Ps. Del Señor es la tierra y su plenitud: la redondez de la tierra y todos sus habitantes. V. gloria al Padre.

Oración-Colecta

ORATIO Deus, qui nos redemptonis nostrae annua exspectatione laetificas: praesta, ur Unigenitum tuum, quem Redemptorem laeti suscipimus, venitem quoque  Judicemsecuri videamus, Dominum nostrum Christum Filium tuum: Qui tecum vivit. Oh Dios, que cada año nos alegras con la espera de nuestra redención: haz que, recibiendo ahora gozosos a tu Unigénito que viene a salvarnos, también te veamos tranquilos cuando venga como Juez Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos

Epístola

San Pablo se presenta a los romanos como heraldo de Jesucristo, el Hijo de David, según la carne, e Hijo verdadero de Dios, hecho hombre por los hombres.

EPISTOLA Lectio Epístolæ beáti Páuli Apóstoli ad Romanos. Rom.. 1, 1-6 

Paulus, servus Jesu Christi, vocatus Apostolus, segregatus in Evangelium Dei, quod ante promiserat per Prophetas suos in Scripturis sanctis de Filio suo, qui factus est ei ex semine David secundum carnem: qui praedestinatus est Filius Dei in virtute secundum spiritum santificationis ex resurrectione mortuorum Jesu Christi Domini nostri: per quem accepimus gratiam, et apostolatum ad obediendum fidei in omnibus gentibus pro nomine ejus, in quibus estis et vos vocati Jesu Christi, domini nostri.

 

Lección de la Epístola del Apóstol Pablo a los (Romanos 1, 1-6) : Pablo, siervo de Jesucristo, llamado Apóstol, escogido para el Evangelio de Dios, el cual había prometido antes por sus profetas en las Santas Escrituras acerca de su Hijo, que le fue hecho del linaje de David según la carne, el que ha sido predestinado como Hijo de Dios, con poder según el espíritu de santificación por su resurrección de entre los muertos: de Jesucristo, Señor nuestro, por el cual hemos recibido la gracia y el apostolado, para atraer a la fe a todas las gentes en su nombre, entre las que también vosotros sois llamados por Jesucristo, Señor nuestro.

No se dice Alleluya a menos que la vigilia caiga en domingo.

GRADUALE. Hodie sciétis, quia véniet Dóminus, et salvábit nos: et mane videbitis glóriam ejus. V. Ps. 79. Qui regis Israel, inténde: que dedúcis, velut ovem, Joseph: qui sedes super Chérubim, apare coram Ephraim, Benjamin, et Manásse. ALLELUIA, allelúja. V. Crastina die delebitur iniquitas terrae: et regnabit super nos Salvator mundi.. Allelúja. Hoy sabréis que el Señor vendrá, y nos salvará; y mañana veréis su gloria. V. Tú que gobiernas a Israel, atiende: Tú que guías a José como a una ovejuela: que está sentado sobre los Querubines, manifiéstate delante de Efraín, Benjamín y Manasés. Aleluya, aleluya. V. Mañana se borrará la iniquidad de la tierra: y reinará sobre nosotros el Salvador del mundo. Aleluya

Evangelio

Viendo San José que María estaba a punto de ser madre y no entendiendo todavía el misterio que allí se encerraba, se juzga indigno de ser su esposo. Meditaba la forma de apartarse discretamente, cuando Dios le explica todo por boca de un ángel y le manda tomarla como esposa.

U Sequéntia sancti Evangélii secúndum San Mateo. JI, 18-21 Cum est  desposata Mater Jesu Maria Joseph, antequam convenirent, inventa est in utero habens de Spiritu Sancto. Joseph autem vir ejus, cum esset justus, et nollet eam traducere, voluit occulte dimittere, eam. Haec nutem eo cogitante, ecce Angelus Domini apparuit in somnis ei dicens: Joseph, fili David, noli timere accipere Mariam conjugem tuam: quod enim in ea natum est, de Spiritu Sancto est. Pariet autem filium, et vocabis nomen ejus Jesum: ipse enim salvum faciet populum suum a peccatis eorum. 

No se dice Credo sino en Doming

U Continuación del Santo Evangelio según San Mateo – Estando desposada María, Madre de Jesús, con José, ya antes de estar juntos, se halló que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo. Y José, su esposo, como era justo y no quería delatarla, quiso dejarla secretamente. Y estando pensando en esto, he aquí que el Ángel del Señor se le apareció en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María por tu mujer, porque lo que en ella ha nacido es fruto del Espíritu Santo. Y dará a luz un hijo: y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.No se dice Credo sino en Domingo.
OFFERTORIUM Ps. 23 – Tollite portas, principes, vestras: et elevamini, portae aeternales, et introibit Rex gloriae.
Ofertorio Alzad, oh príncipes, vuestras puertas; y levantaos, vosotras, puertas eternas: y entrará el Rey de la gloria

Oración-Secreta

Da nobis quaesumus, omnipotens Deus; ut sicut adoranda Filii tui natalictia praevenimus sempiterna gaudentes: qui tecum vivit. Concédenos, oh Dios Omnipotente, que, así como preparamos con gozo la adorable Natividad de tu Hijo, así también recibamos con júbilo sus dones eternos. Que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio de los domingos ordinarios

Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes: Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:

Oración-Postcomunión

COMMUNIO Isaías, 40 – Revelabitur gloria Domini: Et videbit omnis caro salutare Dei nostri. Comunión.Aparecerá la gloria del Señor, y verá toda la humanidad la salvación de nuestro Dios.
Da nobis, quæsumus, omnipotens Domine: unigeniti Filii tui recensita nativitate respirare; cujus coelesti mysterio pascimur, et potamur. Per eundem Dominum nostrum Jesum Christum. tecum. Haz, oh Señor, que vivamos en el recuerdo del Nacimiento de tu Hijo Unigénito, cuyo celestial misterio nos sirve de alimento y de bebida. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.

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SAN DELFÍN,(*) Obispo y Mártir

24 de diciembre

Preparad el camino del Señor ,
enderezad sus sendas.
(San Lucas, 3, 4).

San Delfín, obispo de Burdeos, combatió el error de los priscilianistas con celo ardiente y extraordinaria ciencia, particularmente en el sínodo de Zaragoza, que condenó a estos herejes, en el año 380, y en el de Burdeos, en el año 385. Mantuvo correspondencia con San Ambrosio y sobre todo con San Paulino de Nola, a quien tuvo el honor de conducir a la fe y de bautizar. Murió en el año 404.

MEDITACIÓN
SOBRE
LAS VÍSPERAS DE NAVIDAD

I. María busca en Belén una casa donde guarecerse; llama a todas las puertas y nadie la recibe. ¿Cuánto tiempo hace ya que Jesús está a las puertas de tu corazón? Llama con golpes insistentes, y tú te haces el sordo. Es preciso que me purifique hoy de mis pecados mediante una santa confesión. ¿Qué es, en efecto, lo que aleja a Jesús y lo indispone contra mí, sino mi orgullo, mi cobardía, mi apego a los bienes de la tierra y a las comodidades de la vida? Quiero, pues, arrojar de mi alma a estos enemigos de mi amable Salvador

II. Hay cristianos que reciben a Jesús, pero para tratarlo tal como deseaba hacerlo Herodes. Mañana Jesucristo descenderá hasta ti, ¡ten cuidado de recibir a este Huésped benévolo de manera digna de Él! ¿No lo alojarás en un corazón manchado por el pecado? ¿No lo echarás de allí recayendo muy pronto en las mismas faltas? Reflexiona con cuidado:  Aquellos que entregan a Jesús a miembros manchados por el pecado no son menos culpables que los que lo entregaron en las manos criminales de los judíos. (San Agustín).

III. Vete a contemplar a Jesús en la Misa de medianoche; asiste a ella con devoción, humildad y fe semejantes a las de los pastores: verás en el altar al mismo Dios que ellos vieron en el pesebre. Piensa en los sentimientos de respeto, de amor y humildad que María y José tuvieron para con este adorable Niño; adóralo, humíllate ante Él, recíbelo con amor y ofrécele el presente de tu corazón.

La devoción a Jesucristo
Orad por los conciudadanos.

ORACIÓN

Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Delfín, Vuestro confesor pontífice, aumente en nosotros el espíritu de Piedad y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.

Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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SAN SÉRVULO,(*) Confesor

23 de diciembre

Alegraos en vuestra esperanza, sed sufridos
en la tribulación y perseverantes en la oración.
(Romanos, 12, 12).

San Sérvulo, como el Lázaro de la parábola de Cristo, era un hombre pobre y cubierto de llagas que yacía frente a la puerta de la casa de un rico. En efecto, nuestro santo estuvo paralítico desde niño, de suerte que no podía ponerse en pie, sentarse, llevarse la mano a la boca, ni cambiar de postura. Su madre y su hermano solían llevarle en brazos al atrio de la iglesia de San Clemente de Roma. Sérvulo vivía de las limosnas que le daban las gentes. Si le sobraba algo, lo repartía entre otros menesterosos. A pesar de su miseria, consiguió ahorrar lo suficiente para comprar algunos libros de la Sagrada Escritura. Como él no sabía leer, hacía que otros se los leyesen, y escuchaba con tanta atención, que llegó a aprenderlos de memoria. Pasaba gran parte de su tiempo cantando salmos de alabanza y agradecimiento a Dios, a pesar de lo mucho que sufría. Al cabo de varios años, sintiendo que se acercaba su fin, pidió a los pobres y peregrinos, a quienes tantas veces había socorrido, que entonasen himnos y salmos junto a su lecho de muerte. El cantó con ellos. Pero, súbita mente, se interrumpió y gritó: «¿Oís la hermosa música celestial ?» Murió al acabar de pronunciar esas palabras, y su alma fue transportada por los ángeles al paraíso. Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de San Clemente, ante la cual solía estar siempre. Su fiesta se celebra cada año, en esa iglesia de la Colina Coeli.
San Gregorio Magno concluye un sermón sobre San Sérvulo, diciendo que la conducta de ese pobre mendigo enfermo es una acusación contra aquellos que, gozando de salud y fortuna, no hacen ninguna obra buena ni soportan con paciencia la menor cruz. El santo habla de Sérvulo en un tono que revela que era muy conocido de él y de sus oyentes, y cuenta que uno de sus monjes, que asistió a la muerte del mendigo, solía referir que su cadáver despedía una suave fragancia. San Sérvulo fue un verdadero siervo de Dios, olvidado de sí mismo y solícito de la gloria del Señor, de suerte que consideraba como un premio el poder sufrir por Él. Con su constancia y fidelidad venció al mundo y superó las enfermedades corporales.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA
DE SAN SÉRVULO

I. San Sérvulo soportó, con heroica paciencia, una extrema pobreza y una cruel enfermedad. Jamás se le oyó una queja; en medio de sus sufrimientos, pedía sufrir más todavía. ¿Qué respondes tú a este  ilustre mendigo? Compara tus aflicciones con las suyas, tu paciencia con su paciencia, y cesa de quejarte de tu pobreza y del menosprecio de que se te hace objeto. ¡Avergüénzate! Jesucristo ha sido pobre, ha sido humilde. (San Pedro Crisólogo).

II .Este santo sobreabundaba de alegría en la tribulación: el gozo de su corazón resplandecía en su rostro y se reflejaba en sus palabras. No cesaba de rezar a Dios y de celebrar sus alabanzas. Todas las aflicciones, por grandes, por penosas que fueren, te serán agradables si pides a Dios que te dé la fuerza necesaria para soportarlas, y si piensas en las promesas que hace Jesús en el Evangelio, a los que se resignan. ¿De dónde proviene que tan a menudo te veas agobiado de violenta pena, sino de que no piensas en Dios que puede consolarte, ni en el paraíso que espera a los que sufren con amor?

III. La muerte de San Sérvulo es aun más dichosa que su vida: nada teme y espera todo; al morir sólo deja dolores y miserias, para tomar posesión del remo de los cielos. Pobres que estáis afligidos, consolaos: la muerte vendrá a trocar vuestros dolores en alegría. ¡En cuanto a vosotros, los felices de este mundo, la muerte vendrá a cambiar vuestros gozos en dolores! Ancianos, ella está a vuestra puerta; jóvenes, ella os tiende asechanzas por doquier. (Guerrico).

La paciencia
Rezad por los enfermos.

ORACIÓN

Oh Dios, que todos los años nos dais nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Sérvulo, vuestro confesor, haced, en vuestra bondad, que honrando la nueva vida que ha recibido en el cielo, imitemos la que vivió en la tierra. Por J. C. N. S. Amén.

Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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SAN ZENÓN,(*) Mártir

22 de diciembre

¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano,
y no ves la viga que tienes en el tuyo?
(San Lucas, 6, 41).

San Zenón, que era un simple soldado, reprendió intrépidamente al emperador Diocleciano porque sacrificaba en honor de la diosa Ceres; declaróle que había que sacrificar al Dios de los cristianos con corazón contrito y humillado y no a los ídolos que son tan insensibles y vanos como el mármol o el bronce de sus estatuas. El tirano lo hizo prender y mandó que se le rompiesen los maxilares, que se le arrancasen los dientes a pedradas y que se le diese muerte.

MEDITACIÓN
SOBRE LA CORRECCIÓN FRATERNA

I. Debemos estar llenos de gozo cuando se nos advierte de nuestros defectos porque, para corregirlos, primero hay que conocerlos. Enceguecidos por el amor propio, estimamos en nosotros lo que vituperamos en los demás. Sea tu amigo o tu enemigo quien te advierte tus defectos, siempre debes aprovecharte de ello; no te excuses, no acuses a quienes censuran tu conducta. ¿Cómo recibes tú las advertencias que se te hacen? ¿Cómo corriges los defectos que se te hace notar?

II. Cuando se te señala alguna falta, examínate; si lo que se te dice es verdad, corrígete. Si un enemigo o un hombre malo vitupera en ti algo laudable, alégrate: señal es de que comienzas a agradar al Señor. Porque desagradas a los malos. Es mejor ser vituperado sin causa que ser alabado sin motivo. Jesús, Salvador mío, no quiero agradaros sino sólo a Vos. Que los hombres hablen de mí como quieran, me importa poco: no son mis jueces.

III. No examines las faltas de tu prójimo con ojo curioso y espíritu maligno. No lo acuses, a no ser que tu Posición haga que ése sea tu deber; y si los demás censuran su conducta ante ti, excúsalo en la medida en que puedas. Examina tus defectos y no pensarás en criticar los de tu prójimo. Aquél que se examina no busca lo que es censurable en otro, sino lo que en él mismo es digno de lágrimas. (San Bernardo).

La caridad
Orad Por vuestros superiores.

ORACIÓN

Haced, os lo suplicamos, oh Dios omnipotente, que la intercesión del bienaventurado Zenón, vuestro mártir, cuyo nacimiento al cielo celebramos. libre nuestro cuerpo de toda adversidad y purifique nuestras almas de todo mal pensamiento. Por J. C. N. S. Amén.

Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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SANTO TOMÁS,(*) Apóstol

21 de diciembre

Tú has creído porque me has visto, Tomás: bienaventurados aquellos que sin haber visto han creído. (San Juan, 20, 28).

Santo Tomás, oscuro galileo, siguió a Jesús desde el primer año de su ministerio público; pero huyó en el momento de su Pasión. No quiso creer que Jesús hubiese resucitado antes de verlo con sus propios ojos. Así uno de los hombres que debían anunciar al Salvador al universo defeccionó primero y, en seguida, fue difícil de convencer: fue preciso que el Salvador le hiciese meter la mano en sus adorables llagas. Se dice que después se trasladó a la India a predicar el Evangelio y recibió allí la corona del martirio en edad muy avanzada.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SANTO TOMÁS

I. Primero Santo Tomás fue incrédulo: no quiso prestar fe a la resurrección a no ser viendo con sus propios ojos al Salvador. «Bienaventurados, le dijo Jesucristo, aquellos que sin haber visto han creído». ¿Soy yo uno de éstos? ¡Ah! si creyese firmemente que Jesús ha muerto por mí, que existe un infierno y un cielo, ¿acaso no viviría más santamente? ¡Desventurados aquellos que esperan los castigos de Dios para creer! (San Eusebio).

II. La fe de este santo Apóstol se despertó una vez que Jesús le hubo hablado y que tocó sus sagradas llagas. También tú en estas fuentes del Salvador debes, alma mía, refugiarte para reanimar tu fe, fortificar tu esperanza y aumentar tu caridad. ¿Estoy yo enteramente convencido de que Jesús ha sufrido por mí en todo su cuerpo? Si lo creo, ¿cómo puedo amar los placeres, sabiendo que Jesús no amó sino los sufrimientos?

III. Santo Tomás probó su fe mediante sus buenas obras. Llevó el Evangelio a los países más lejanos, y selló con su propia sangre la verdad de su enseñanza. En vano tus palabras dan fe de que crees en Jesucristo, si tus acciones desmienten a tu lenguaje. ¿Estás pronto a morir por confirmar tu fe? Tú, que pierdes el cielo y la gracia de Dios antes que privarte de un ligero placer, ¿eres cristiano? Si ni siquiera puedo en ti reconocer a un hombre razonable, ¿cómo habría de darte el nombre de cristiano? (San Juan Crisóstomo).

La fe
Orad por la India.

ORACIÓN

Señor, concedednos la gracia de celebrar con gozo la fiesta de vuestro apóstol Santo Tomás, a fin de que su protección nos ayude e imitemos su fe con una piedad digna de ella. Por J. C. N. S. Amén.

Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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SANTO DOMINGO DE SILOS,(*) Abad

20 de diciembre

Tribulación y angustias aguardan a todo hombre que obra mal. (Romanos, 2, 9).

Santo Domingo de Silos aprendió a servir a Dios cuidando las ovejas de su padre. Para santificarse mejor, tomó el hábito de San Benito en el monasterio de San Millán de la Cogolla. Elegido prior, resistió valientemente a Garcias, rey de Navarra, que quería apoderarse de las posesiones de la Iglesia. Este acto de valor hizo que lo confinasen en Castilla, donde llegó a ser abad de Silos. Reformó este monasterio e hizo de él uno de los más famosos de España. Murió en 1073, y un grupo de niños vio que su alma volaba al cielo.

MEDITACIÓN
SOBRE LAS TRES PENAS
DEL PECADO

I. El pecado es castigo del pecador, como la virtud es recompensa del justo. El pecador lleva siempre consigo su verdugo; el remordimiento siempre tortura a su alma y le arrebata el bien supremo del hombre, que es la paz de la conciencia. Sin esta paz no hay placer, con ella, no hay tristeza. Los pecadores no pueden escapar del castigo, aun aquí en la tierra; aunque no haya llegado el día de la justicia, el castigo comienza allí donde comienza el crimen. (San Cipriano).

II. La segunda pena del pecado es que deshonra al pecador a los ojos de todos los hombres virtuosos; por escapar de la vergüenza y del deshonor, el que obra mal aborrece la luz y busca las tinieblas. El pecador, además, es despreciado, por los malos mismos y por los cómplices de sus crímenes: ¡de tal modo el amor a la virtud y el aborrecimiento al vicio están hondamente enraizados en el corazón humano!

III. El tercer castigo del pecador proviene de Dios: Él castiga al pecado en este mundo mediante las enfermedades, la pobreza, la peste, la guerra. Todo lo que sufres es castigo o del primer pecado de Adán o de algún pecado que tú has cometido. Pero, ¡cuánto más espantosos aun son los suplicios de la otra vida! Aquí ni siquiera puedes concebirlo, no sea que tal vez los experimentes algún día. ¡Verás cuán amargo es haber abandonado al Señor tu Dios! (Jeremías)

La huida del pecado
Orad por los que están en pecado.

ORACIÓN

Señor, que la intercesi6n del bienaventurado Domingo, abad, nos haga agradables a vuestros ojos, a fin de que obtengamos por sus oraciones lo que no podemos esperar de nuestros méritos.  Por J. C. N. S. Amén.

Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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Santa Misa Dominical

CUARTO DOMINGO
DE ADVIENTO

ESTACIÓN EN LOS DOCE SANTOS APÓSTOLES
Semidoble de 2ª clase – Ornamentos morados

Y vino éste por toda la región del Jordán predicando el bautismo de penitencia.

En las tres primeras semanas de Adviento, diríase que la Iglesia nos ha dicho a sus hijos todo lo que tenía que decirnos sobre el Mesías esperado y sobre nuestras disposiciones para recibirlo. Por eso, en esta Misa hace una especie de recapìtulación de todas las precedentes, sin agregar nada nuevo,  y saca a escena a los tres personajes que han figurado en la Liturgia de esta temporada: a Isaías, que manda a los cielos nos envíen al Justo en suave rocío de bendición; a Juan Bautista, que nos exhorta a terminar de preparar el camino del Señor; y a María, llena Ella de gracia y llenas sus entrañas con la carga santísima de Jesús. Y puesto que nuestra Madre la Iglesia da hoy por casi terminada su misión de prepararnos para Navidad, ¡examínate, cristiano, si tú estás ya preparado para salir al encuentro del Salvador!

INTROITUS Isai. 45, 8 Roráte, cæli, désuper, et nubes pluant justum: aperiátur terra, et gérminet Salvatórem. Ps. 18, 2. Cæli enárrant glóriam Dei: et ópera mánuum ejus annúntiat firmaméntum. V. Glória Patri.  IntroitoCielos, enviad rocío desde arriba y lluevan las nubes al Justo: ábrase la tierra, brote al Salvador. Salmo: Los cielos cantan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la grandeza de las obras de sus manos. Gloria al Padre… Cielos, enviad rocío desde arriba y lluevan las nubes al Justo. ..

El Gloria in excelsis no se dice en el Tiempo de Adviento, salvo en las fiestas.

Oración-Colecta

ORATIO Excita, quæsumus, Dómine, poténtiam tuam, et veni: et magna nobis virtúte succúrre; ut per auxílium grátiæ tuæ, quod nostra peccáta præpédinut, indulgéntia tuæ propitiatiónis accéleret: Qui vivis. Despierta tu poder, Señor, y vén, te lo rogamos; y socórrenos con tu gran fuerza, de suerte que tu indulgencia, siempre propicia, nos conceda prontamente, por el auxilio de tu gracia, los biene que nuestros pecados alejan. Tú que vives y reinas en unidad del Espíritu Santo…

Epístola

La Iglesia ensalza, por boca de San Pablo, la dignidad sacerdotal, inculca a los ministros sagrados sus obligaciones y disuade a los fieles de juzgarlos con ligereza, remitiéndolo todo al juicio de Dios.

EPISTOLA Lectio Epístolæ beáti Páuli Apóstoli ad Corínthios. I Cor. 4, 1-5

Fratres: Sic nos exístimet homo ut minístros Christi, et dispensatóres mysteriórum Dei. Hic jam quæritur inter dispensatóres, ut fidélis quis inveniátur. Mihi autem pro mínimo est, ut a vobis júdicer, aut ab humáno die: sed neque meípsum júdico. Nihil enim mihi cónscius sum: sed non in hoc justificátus sum: qui autem júdicat me, Dóminus est. Itaque nolíte ante tempus judicáre, quoadúsque véniat Dóminus: qui et illuminábit abscóndita tenebrárum, et manifestábit concília córdium: et tunc laus erit unicuique a Deo.

 

 

 

Lección de la Epístola del Apóstol Pablo a los Corintios (IV, 1-5]): Hermanos: A nosotros, pues, nos ha de considerar el hombre como unos ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios. Esto supuesto, entre los dispensadores lo que se quiere es, que sean hallados fieles a su ministerio. Por lo que a mí toca, muy poco me da el ser juzgado por vosotros, o en Cualquier juicio humano; pues ni aún yo me atrevo a júzgame a mí mismo. Porque si bien no me remuerde la conciencia de cosa alguna, no por eso me tengo por justificado: pues el que me juzga es el Señor. Por tanto, no juzguéis antes de tiempo, suspended el juicio hasta tanto venga el Señor, el cual sacará a plena luz lo que está en los escondrijos de las tinieblas y descubrirá en aquel día las intenciones , de los corazones; y entonces cada cual será de Dios alabado según merezca.

Salmodia

GRADUALE Ps. 144, 18 et 21 – Prope est Dóminus ómnibus invocántibus eum: ómnibus qui ínvocant eum in veritáte. V. Laudem Dómini loquétur os meum: et benedícat omnis caro nomee sanctum ejus. ALLELUIA, allelúja. V. Veni, Dómine, et noli tardáre: reláxa facínora plebis tuæ Israël. Allelúja.
Gradual –  El Señor está cerca de todos los que le invocan; de todos los que le imploran de verdad. Cantará mi boca las alabanzas del Señor: :bendigan todos los mortales su santo nombre.Aleluya, aleluya. Venid, Señor, no tardéis más, perdonad las iniquidades de Israel, vuestro pueblo. Aleluya.

En las feria de Adviento, es decir, cuando en un día de semana se dice la misa del Domingo, se omite el Aleluya y el versillo.

Evangelio

El Precursor nos exhorta a preparar la venida del Señor, obrando con rectitud y con humildad y quitando del corazón todo obstáculo, el mayor y más tenaz de los cuales es el pecado.

U Anno quintodécimo impérii Tibérii Cæsaris, procuránte Póntio Piláto Judæam, tetrárcha autem Galilææ Heróde, Philíppo autem fratre ejus tetrárcha Iturææ, et Trachonítidis regiónis, et Lysánia Abilínæ tetrárcha, sub princípibus sacerdótum Anna et Cáipha: factum est verbum Dómini super Joánnem, Zacharíæ fílium, in desérto. Et venit in omnem regiónem Jordánis, prædicans baptísmum pœniténtiæ in remissiónem peccatórum, sicut scriptum est in libro sermónum Isaíæ prophétæ: Vox clamántis in desérto: Paráte viam Dómini: rectas fácite sémitas ejus: omnis vallis implébitur: et omnis mons, et collis humiliábitur: et erunt prava in dirécta, et áspera in vias planas: et vidébit omnis caro salutáre Dei.

Credo.

 

 

U Continuación del Santo Evangelio según San Lucas  (III, 1-61) – En aquel tiempo:  El año decimoquinto(1) del imperio de Tiberio César, gobernando Poncio Pilatos la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Filipo tetrarca de Judea y de la provincia de Traconítide, y Lisanías tetrarca de Abilina; hallándose de sumos sacerdotes Anás y Caifás, el Señor hizo entender su palabra a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto(2). El cual obedeciendo al instante vino por toda la ribera del Jordán, predicando un bautismo de penitencia para la remisión de los pecados: como está escrito en el libro de las palabras o vaticinios del profeta Isaías: Se oirá la voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas: todo va1le será terraplenado, todo monte y cerro, allanado, los caminos torcidos serán enderezados y los escabrosos igualados. Y verán todos los hombres al Salvador enviado de Dios.Credo.
OFFERTORIUM Luc. 1, 28  – Ave, María, grátia piena: Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui. OfertorioDios te salve, María, llena eres de gracia: el Señor es contigo. bendita tu eres entre todas las mujeres, y b endito es el fruto de tu vientre(3).

Oración-Secreta

Sacrifíciis præséntibus, quæsumus, Dómine, placátus inténde: ut et devotióni nostræ profíciant, et salúti. Per Dóminum. Os suplicamos, Señor, atendáis propicio a los presentes sacrificios, para que aprovechen a nuestra devoción y eterna salud. Por Nuestro Señor.. .

Prefacio de la Sma. Trinidad
(Durante la semana, Prefacio común)

 

Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes: Sanctus, sanctus, sanctus…

 

 

Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro: Santo, …
COMMUNIO Isai. 7, 14 – Ecce virgo concípiet, et páriet fílium: et vocábitur nomen ejus Emmánuel(4). Comunión.Sabed que una Virgen concebirá y dará a luz un Hijo, y su nombre será Emmanuel. .

Oración-Postcomunión

POSTCOMMUNIO –Sumptis munéribus, quæsumus, Dómine: ut cum frequentatióne mystérii, crescat nostræ salútis efféctus. Per Dóminum. Recibidnos estos dones, os suplicamos, Señor, que con el frecuente uso del santo Misterio, crezca en nosotros el fruto de nuestra redención. Por Nuestro Señor…

  • (1) El Cristianismo está muy lejos de ser una especulación teosófica, que brota de las necesidades íntimas de la conciencia y de las cuales el alma  no puede darse cuenta cabal; es una revelación de fe y un hecho histórico que se impone a la razón humana. Como hecho histórico, el cristianismo se presenta al mundo con todas las garantías exigidas por la crítica histórica más concienzuda: documentos auténticos y verídicos, milagros cuidadosamente verificados, doctrina divinamente superior a cualquiera otra sabiduría humana. He aquí la razón por la cual San Lucas comienza la narración de este Evangelio por la cronología de los Soberanos que regían a la sazón los destinos de Palestina. (Card. Schuster). (volver)
  • (2) En el desierto, es decir, en el silencio y recogimiento, no en el bullicio y agitación de los negocios y desvaríos del mundo es donde hace Dios oír su palabra. (volver)
  • (3) En este Ofertorio es donde se encuentra por primera vez la fórmula de la primera parte del «Ave María», tal como se usó en toda la Edad Media. La segunda parte: «Santa María», etc., brotó del corazón de los cristianos. (volver)
  • (4) Emmanuel significa: «Dios con nosotros», es decir, Dios viviendo entre los hombres. (volver)
  • Tomado de:

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    SAN NEMESIÓN,(*) Mártir

    19 de diciembre

    Estoy persuadido de que los sufrimientos de la vida
    presente no son de comparar con aquella gloria venidera,
    que se ha de manifestar en nosotros.
    (Romanos, 8, 18).

    San Nemesión o Nemesio, detenido como culpable de robo, probó su inocencia y ya estaba por ser puesto en libertad, pero fue inmediatamente acusado de nuevo como cristiano durante la persecución de Decio y confesó generosamente esta fe, de la que se le acusaba como de un crimen. Fue condenado a ser quemado con unos malhechores. Estimó una dicha terminar su vida como su divino Maestro en medio de facinerosos.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LOS SUFRIMIENTOS


    I. ¡Todos hemos ofendido a Dios y no queremos sufrir algo para apaciguar su cólera! Nuestros pecados nos han merecido el infierno, y cuando Dios, para evitarnos tormentos eternos, nos envía cortas y ligeras pruebas, nos derramamos en quejas y gemidos. ¿Qué condenado habría que no aceptase con placer el favor que con ello nos dispensa? Sufre, pues, con este pensamiento: Lo que yo sufro es poca cosa comparada con el infierno que he merecido.

    II. Los sufrimientos de esta vida son poca cosa en comparación con los consuelos que Dios nos envía, cuando sufrimos animosamente por amor suyo. Estos consuelos son tan grandes, que embotan el aguijón del dolor; si los santos lloran en la soledad, lo hacen de gozo; si se quejan en el patíbulo, a menudo es porque la abundancia de los consuelos les impide gustar la hiel y la amargura del dolor.

    III. ¡Cuán insignificantes son nuestros sufrimientos si los comparamos con la gloria que se nos promete en recompensa! Por un momento de dolor, una eternidad de dicha! Además, el dolor nunca es universal, siempre va templado con algún consuelo; el gozo, por el contrario, será universal y sin mezcla de dolor alguno. Cuán leves parecerán nuestros dolores si pensamos en estas tres verdades. Los sufrimientos de esta vida nada son comparados con las faltas que hemos cometido, nada en comparación con los consuelos que se nos prodigan y de la gloria que se nos promete. (San Bernardo).

    La paciencia
    Orad por los afligidos.

    ORACIÓN

    Haced, os lo suplicamos, oh Dios omnipotente, que la intercesión del bienaventurado Nemesión, vuestro mártir, cuyo nacimiento al cielo celebramos, nos fortifique en el amor de vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

    Tomado de:

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    SAN GACIANO,(*) Obispo

    18 de diciembre

    Si el grano de trigo, después de echado en la tierra,
    no muere, queda infecundo, pero si muere,
    produce mucho fruto.
    (San Juan, 12, 24).

    Según San Gregorio de Tours, San Gaciano fue enviado por el Papa Fabiano, desde Roma a Turena, para sembrar allí la palabra de Dios. Su vida angelical y sus milagros lo ayudaron a ello poderosamente; a la sola señal de la cruz, los demonios y las enfermedades le obedecían. No dejó Satanás de suscitar persecuciones contra él; entonces, congregaba el santo a su pequeño rebaño en subterráneos y celebraba en ellos los divinos misterios. Murió en el curso del siglo III después de un largo apostolado.

    MEDITACIÓN
    NUESTRA ALMA
    ES SEMEJANTE A UN CAMPO

    I. Hay que abrir las entrañas de la tierra para hacer entrar en ella el buen grano que la debe hacer fecunda. ¿Quieres tú producir frutos dignos del paraíso? Es preciso sufrir. El camino del cielo está totalmente erizado de espinas, las rosas se encontrarán en el paraíso. Valor, alma mía, no retrocedas ante ningún sacrificio. Los herederos del Crucificado no deben temer ni a los tormentos ni a la muerte. (San Cipriano).

    II. La tierra oculta en su seno la semilla que se le ha confiado; en ella muere, pero para resucitar muy pronto. Almas santas, ocultad los talentos y las gracias que Dios os ha concedido, de otro modo el demonio, esta ave de rapiña, pronto los habrá arrebatado. La vanidad os privará del fruto de vuestras buenas obras. Dios mío, estoy contento de ser desconocido de los hombres, siempre que Vos me guardéis un lugar en la gloria.

    III. Las espinas y la cizaña crecen a menudo entre el buen grano, en medio de las flores. Así, los buenos están mezclados con los malos en este mundo, hasta el día del juicio en el que Dios separará a éstos de entre aquellos. Sufre sus defectos, puesto que Dios los soporta, pero no los imites. ¿Serás tú reservado en el granero del Padre celestial, o bien serás arrojado al fuego con la cizaña ? En tus manos está elegir ahora. Haz buenas obras, ellas serán la semilla de una gloria eterna. Nuestras obras no se desvanecen como pudiera creerse, sino que las obras temporales son como semilla de eternidad. (San Bernardo).

    La paciencia 
    Orad por los que os persiguen.

    ORACIÓN

    Dios omnipotente, que esta augusta solemnidad de San Gaciano, vuestro confesor pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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    SAN LÁZARO,(*) Obispo

    17 de diciembre

    Las hermanas de Lázaro enviaron a decir a Jesús: Señor, aquél a quien amas está enfermo. (San Juan, II, 3).

    San Lázaro, de Betania, hermano de Marta y de María, tuvo la dicha de ser resucitado por Jesucristo, que mucho lo amaba. Lleno de gratitud para con su benefactor, predicó su divinidad con tanto celo, que los judíos -dice la leyenda- lo desterraron junto con sus dos hermanas. Puesto en una embarcación sin remos ni timón, habría abordado en Marsella y llegado a ser el primer obispo de esta ciudad.

    MEDITACIÓN
    MEDITACIÓN SOBRE
    LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO

    I. El ruego de las hermanas de Lázaro es admirable. Se dirigen a Jesucristo y le dicen: Señor, aquél a quien amas está enfermo.¿Quieres tú ser ayudado en tus necesidades? Preséntalas ante Jesucristo, él te ama y quiere ayudarte. No te desanimes, persevera en la oración; cuando todo parezca desesperado, hay que esperar todo de Dios. ¿No es verdad, acaso, que tú ordinariamente no te diriges a Dios sino después de haber reconocido la inutilidad de todo socorro humano? Es preciso invocar, en primer lugar, el Nombre de Dios Y, después de esto, buscar los medios convenientes para llevar a cabo tus propósitos.

    II. Jesús fue finalmente; derramó lágrimas en la tumba de Lázaro, agradeció a su Padre celestial y, después, llamó a su amigo en alta voz. Aprende de Jesús a agradecer a Dios las gracias que te concede, si quieres obtener otras nuevas. Alégrate, alma mía: tanto te ama Jesús cuanto amó a Lázaro. Señor, aquél a quien amáis está enfermo: basta que Vos conozcáis su mal, porque Vos no abandonáis a los que os aman. (San Agustín).

    III. Lázaro obedeció de inmediato a la voz de Jesús y salió de su tumba. Ya hace mucho tiempo, Señor, que me invitáis a salir del pecado en que estoy amortajado; pero estoy sordo a vuestras santas inspiraciones: ¡ya es tiempo de obedeceros! ¡Oh Vida que me dais la vida, Vos por quien vivo yo y sin el cual me muero!, ¿dónde os encontraré, a fin de morir a mí mismo y de vivir de Vos? (San Agustín).

    La confianza en Dios
    Orad por los enfermos.

    ORACIÓN

    Dios, que por vuestro Hijo unigénito, sacasteis de la tumba a Lázaro muerto desde hacía cuatro días, hacednos surgir de la tumba de nuestros pecados, a fin de que merezcamos ser admitidos en la sociedad de vuestros elegidos. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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    SAN EUSEBIO,(*) Obispo y Mártir

    16 de diciembre

    La voluntad de Dios es que seáis santos. (1 Tesalonicenses, 4, 3).

    San Eusebio, obispo de Verceil, fue exilado en Palestina por haber sostenido, en el Concilio de Milán, la fe de Nicea contra los obispos arrianos protegidos por el emperador Constancio. Las cartas que escribió a su pueblo desde el fondo de su confinamiento nos revelan la inaudita crueldad de los arrianos para con él y la admirable firmeza de su fe. Después de la muerte de Constancio, no quiso aprovecharse del permiso concedido a los obispos exilados para volver a sus diócesis, sino después de haber asistido al Concilio de Alejandría, y recorrido las provincias de Oriente inficionadas de arrianismo para hacer volver a los extraviados. Murió en Verceil hacia el año 370.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA IMITACIÓN
    DE LOS SANTOS

    I. Nunca entrarás en el cielo, si no imitas a los santos, y no los imitarás si la lectura de su vida no te enseña lo que hicieron. Consagra todos los días algunos instantes a esta lectura; y, si puedes, reúne a tus servidores para hacer esta lectura en común. ¡Tanto tiempo se pierde en conversar con los hombres, y no se encuentra ni siquiera un momento libre para platicar con los santos!

    II. Esfuérzate en imitar, en la medida en que lo puedas, las virtudes que notes en la vida de los santos. Considera, sobre todo, que ellos han estado unidos a Dios mediante la oración, que han sido austeros para consigo y caritativos para con el prójimo. Ningún santo encontrarás que no haya tenido estas tres cualidades. ¿Las posees tú ? Sin ellas no hay que esperar el paraíso. No basta, para ir al cielo, profesar la religión cristiana en cuyo seno vivieron ellos; es preciso también conformar nuestras costumbres a la santidad de nuestra fe ya los buenos ejemplos que nos dieron. De nada nos servirá que nuestra religión sea buena, si nuestra vida es mala. (Salviano).

    III. Elige como patrono a un santo que se haya encontrado en posición parecida a la tuya, y regula tu conducta con sus ejemplos. Imita también las virtudes del santo cuyo nombre tienes, y del que hayas elegido cada mes como protector especial tuyo. En todas tus necesidades temporales y espirituales, recurre a los santos. Examina tu vida: ¿a qué santos imitas? ¿Acaso no sigues un camino totalmente opuesto al que ellos recorrieron? ¡Ten cuidado! Aprende de uno la humildad, de otro la paciencia: que uno te enseñe el silencio, otro la dulzura. (San Jerónimo).

    La imitación de los santos
    Orad por las órdenes religiosas.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que cada año nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Eusebio, vuestro mártir pontífice, haced que honrando su nacimiento al cielo, experimentemos los efectos de su protección. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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    SAN MESMÍN,(*) Abad

    15 de diciembre

    Acuérdate de dónde has caído;
    haz penitencia y vuelve a tus primeras obras.
    (Apocalipsis, 2, 5).

    San Mesmín entró en el monasterio de Micy, cerca de Orléans, del que fue más tarde el segundo Abad. Con el correr del tiempo había de dejarle su nombre: hoy se llama San Mesmín. En muchedumbre iba la gente tras él para formarse en la perfección cristiana. Los señalados milagros que Dios obró por su intermedio aumentaron aun más su reputación de santidad. Murió recomendando la caridad a sus religiosos, el 15 de diciembre del año 520.

    MEDITACIÓN
    SOBRE TRES CLASES
    DE CONVERSIONES

    I. Hay algunos que se dan a Dios desde su tierna juventud, y que parece hubieran bebido la piedad con la leche. Dichoso aquél que lleva el yugo del Señor desde su adolescencia, porque el hábito de practicar la virtud trócase para él en una segunda naturaleza. Da a Dios las primicias de tu vida, desde muy temprano hazle el sacrificio de ti mismo; tu cruz te parecerá más ligera a medida que tengas más edad.

    II. Existen otras personas que dan al mundo la flor de su vida y que, después de haber experimentado la vanidad de sus placeres, se disgustan de ellos y se dan a Dios. Si estás entre éstos, llora con la amargura de tu alma los años que sacrificaste al mundo; con fervor debes suplir el poco tiempo que te queda. Si todavía no has comenzado a servir a Dios apúrate a hacerlo: comienza desde hoy, porqueDios ha pro metido el perdón al arrepentido, pero no ha prometido  el mañana al pecador que aplaza su penitencia. (San Agustín).

    III. En fin, hay personas que, al comienzo de su conversión, son todo fuego para los ejercicios de pie- dad pero poco a poco su celo se enfría y terminan por volver a sus antiguos placeres. Si por desgracia fueras tú uno de éstos, compara, por favor, las dulzuras y la tranquilidad de que gozabas en aquel entonces, con la turbación y los remordimientos que te inquietan ahora. Piensa en los motivos que te habían excitado al servicio de Dios: las mismas causas producirán los mismos efectos.

    La penitencia
    Orad por la conversión de los herejes.

    ORACIÓN

    Señor, que la intercesi6n del bienaventurado Mesmín, abad, nos haga agradables a vuestra Majestad, a fin de que obtengamos por sus oraciones lo que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. CN. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

    Tomado de:

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    SAN NICASIO,(*) Obispo y Mártir

    14 de diciembre

    Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí, (San Mateo, 15, 8).

    San Nicasio era arzobispo de Reims cuando esta ciudad fue pillada por los bárbaros, El santo se retiró a una iglesia con su hermana Eutropia, a fin de morir al pie de los altares como víctima de Jesucristo. Los soldados lo decapitaron en el momento en que pronunciaba estas palabras de David: Mi alma se adhirió al suelo, y cuando se le hubo separado la cabeza del tronco, terminó el versículo: Señor, vivifícame según tu palabra.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA ORACIÓN VOCAL

    I. Las oraciones vocales son muy agradables a Dios; Él mismo enseñó a sus apóstoles la oración dominical, y quiso que nosotros la recitáramos, La oración vocal es útil a los que comienzan a practicar la virtud, como a los que han avanzado ya en el camino de la perfección. ¿Qué oraciones vocales rezas tú? Ordena tus prácticas de devoción, y sé fiel y constante en lo que hayas determinado.

    II. Dios se quejaba por boca del profeta Isafás de que su pueblo lo honrase con los labios mientras su corazón estaba alejado de Él; ¿no podría quejarse de lo mismo respecto de ti? San Agustín lloraba de ternura oyendo cantar los salmos de David; y tú, ¿cómo asistes a los oficios divinos? Acuérdate que si quieres que Dios escuche tus plegarias, debes obedecer sus inspiraciones. ¿Con qué derecho nos quejamos de no ser escuchados por Dios, cuando nosotros no lo escuchamos a Él? (Salviano).

    III. Dios prefiere un Padrenuestro piadosamente recitado a largas oraciones rezadas a prisa y sin atención. Pesa cada una de las palabras de esta oración que Jesús mismo ha compuesto; haz lo mismo con todas aquéllas que recitas. ¡Qué honor me hacéis, Señor, permitiéndome que os hable en todo tiempo y en todo lugar! Pero,¡qué vergüenza para mí ver que lo hago con tan poco respeto! ¿Cómo estaría Dios contigo, si tú no estás contigo mismo? ¿Si tú no te oyes, cómo te oirá Dios?

    El amor a la oración
    Orad por el aumento de la devoción.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Nicasio, vuestro pontífice mártir, haced que al mismo tiempo que celebramos su nacimiento al cielo, experimentemos los efectos de su protección. Por J. CN. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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    Los santos que reinan con Cristo

    14 de Diciembre

    SANTA LUCÍA,(*) Virgen y Mártir

    13 de diciembre

    En esto se demostró la caridad de Dios hacia nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que por Él tengamos la vida. (1 San Juan, 4, 9).

    Santa Lucía, virgen de Siracusa, habiendo obtenido la curación de su madre orando sobre la tumba de Santa Ágata, de inmediato le pidió permiso para distribuir a los pobres la dote que le había destinado. Su pretendiente la denunció al juez como cristiana. El tirano la hizo prender y ordenó se la condujese a un infame lugar; pero no les fue posible moverla del lugar en que estaba. Empleóse el hierro y el fuego: ella pidió a Dios que prolongase su martirio para fortificar a los cristianos en la fe, predijo la tranquilidad de que gozaría la Iglesia después de la muerte de los emperadores Diocleciano y Maximino, y entregó su alma a Dios, hacia el año 304.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA DIGNIDAD
    DEL HOMBRE

    I. Preciso es que el hombre sea algo grande puesto que Dios creó para él el mundo y todas las cosas que encierra. Considera lo que existe de más bello en el firmamento y en toda la tierra, y después di: Cosa más grande soy que todas esas maravillas, porque ellas no han sido creadas sino para servirme. Oh Dios mío, Vos honráis demasiado a vuestros amigos; cuánto agradecimiento os debemos! Pero, ¡cuán desgraciados somos al hacernos esclavos de esas creaturas de las cuales somos soberanos!

    II. El fin para el cual hemos sido creados hace ver claramente la grandeza y la nobleza del hombre. Dios nos ha sacado de la nada para servirle y para poseerle un día: he aquí nuestro fin durante esta vida y durante la eternidad. Cristiano, levanta tu corazón; no estás en este mundo para gozar de él, sino para servir a Dios y para amarlo. ¿Por qué, pues, abandonar a Dios, fuente de todo bien? ¿Por qué buscar placeres imperfectos entre las creaturas? Elevemos nuestros ojos al cielo, a fin de que la tierra no nos seduzca con sus diversiones y placeres. (San Cipriano).

    III. El precio que Jesucristo ha pagado para rescatarnos es una prueba convincente de la estima que Dios hace del hombre, puesto que prefirió sacrificar a su Hijo antes que dejar perder a esta noble creatura. Vemos con ello lo que valemos y cuánto nos estima Dios. Recordemos, pues, que Jesucristo, después de haber dado tanto por nosotros, espera mucho de nosotros. Él sabe cuánto le hemos costado; no nos menospreciemos pues, nosotros que somos tan preciosos a los ojos de Dios. (San Eusebio).

    La pureza
    Orad por los vírgenes.

    ORACIÓN

    Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y que la fiesta de la bienaventurada Lucía, virgen y mártir, al mismo tiempo que regocija nuestra alma, la enriquezca con los sentimientos de una tierna devoción.  Por J. C. N. S. Amén.

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    Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América

    12 de diciembre

    Yo soy la siempre virgen Santa María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive.

    En diciembre de 1531, diez años después de tomada la ciudad de Méjico por Cortés, caminando el indito  Juan Diego por el rumbo del Tepeyac -colina que queda al norte de la metrópolii-, oyó  que le llamaban dulcemente.  Era una hermosísima Señora, que le habló con palabras de excepcional ternura y deli cadeza y que le dijo: «Yo soy la siempre virgen Santa María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive«, y le pidió que fuera al obispo (Zumárraga) para contarle cómo ella deseaba que allí se le alzara un templo. El obispo, con muy católica prudencia, le respondió que pidiera a la Señora alguna prueba de su mensaje. Obtúvola Juan Diego : unas rosas y otras flores que en pleno invierno y en la cumbre estéril cortó él por mandato de la Señora y recogió en su tilma o ayate -suerte de capa de tela burda que, atada al cuello, usaban los indios más humildes- ; y, al extender ante el obispo Zumárraga la tilma, cayeron las flores y apareció en ella pintada la imagen de la Virgen.

    Ese mismo ayate es el que se venera en nuestra basílica de Guadalupe. Sus dos piezas están unidas verticalmente al centro por una tosca costura; lo menos adecuado y elegible humanamente para pintar una efigie de tan benigna y encantadora suavidad, que  por cierto mal puede apreciarse en las múltiples copias que corren por el mundo. Lo mejor es, modernamente, la directa fotografía a colores. Técnicos en esta y otras novísimas especialidades afines han estudiado con asombro, en nuestros días, la pintura original, como antaño la estudiaron el célebre Miguel Cabrera o el cauteloso investigador Bartolache.

    Un contemporáneo de las apariciones, don Antonio Valeriano, indio de noble ascendencia y de relevante categoría intelectual y moral, alumno fundador del colegio franciscano de Tlalateloco hacia 1533, narra el milagro según lo conocemos. Su relato, en lengua náhuatl, desígnase -como las encíclicas- por las palabras conn que empieza: Nicam Mopohua. El manuscrito autógrafo perteneció a don Fernando de Alba Ixtlixóchitl, pasó luego a poder del sabio Sigüenza y Góngora -quien da memorable testimonio jurado de su autenticidad- y fue reproducido en letra de molde por Lasso de la Vega en 1649, incorporándolo en el volumen náhuatl que conocemos por sus primeras palabras: Huei Tlamahuizoltica. Este volumen fue traducido en su integridad al castellano en 1926 por don Primo Feliciano Velázquez y publicado a doble página -fotocopia de la edición azteca y versión española- por la Academia Mejicana de Santa María de Guadalupe.

    Hay nueva edición, de 1953, bajo el título de mi estudio Un radical problema guadalupano, donde se escudriña con rigor la autenticidad del Nican Mopohua, el más antiguo relato escrito de la «antigua, constante y universal » tradición mejicana.

    Esta, lejos de oscurecerse o arrumbarse al paso del tiempo, se ha robustecido con los modernos y exigentes estudios críticos, que, sobre todo a partir del cuarto centenario (1931), han desvanecido objeciones y confirmado la historicidad de lo que el pueblo mejicano viene proclamando, desde los orígenes hasta hoy, con un plebiscito impresionante.

    Porque el caso de nuestra Virgen de Guadalupe es singular. En otros países católicos hay diversas advocaciones de gran devoción -digamos las Vírgenes del Pilar, o de Covadonga, o de Montserrat en España-, pero que tienen mayor o menor ímpetu y arraigo según las zonas geográficas o las inclinaciones personales; mas ninguna de ellas concentra la totalidad de la nación en unidad indivisible, y ninguna de ellas -como tampoco la de Lourdes, en Francia, ppor ejemplo- viene a ser el símbolo indiscutido de la patria. Y en Méjico así es. A tal punto, que hasta un liberal tan notorio como don Ignacio Manuel Altamirano llegó a estampar: «El día en que no se venere a la Virgen del Tepeyac en esta tierra, es seguro que habrá desaparecido no sólo la nacionalidad mejicana, sino hasta el recuerdo de los moradores de la Méjico actual

    Tomado de:

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    Los santos que reinan con Cristo

    12 de Diciembre

     

    SAN DÁMASO,(*) Papa y Confesor

    11 de diciembre

    Cualquiera que mirare a una mujer con mal deseo ya adulteró en su coraz6n. (San Mateo, 5, 28).

    San Dámaso I, de origen español, siguió al Papa Liberio al exilio y le sucedió en el año 366. Su talento y su celo por la pureza de la doctrina y el esplendor del culto han hecho que el Concilio de Calcedonia lo llamase ornamento y gloria de Roma. Reunió cuatro concilios en esta ciudad y uno en Aquilea, para combatir las herejías. Edificó dos basílicas, una junto al teatro de Pompeyo, San Lorenzo in Dámaso; la otra en la vía Ardeatina, junto a las catacumbas. Adornó con epitafios en verso las tumbas de los mártires, introdujo la costumbre de añadir el Gloria Patri al final de los salmos y movió a San Jerónimo a corregir el Nuevo Testamento sobre el texto griego. Murió casi octogenario en el año 384, y fue enterrado con su madre y su hermana en la basílica de la vía Ardeatina.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LOS MALOS
    PENSAMIENTOS

    I. Hay tres clases de pensamientos que debemos rechazar, que hasta deberíamos prevenir. Los primeros son las distracciones en nuestra oración; nos arrebatan todo el fruto de nuestras plegarias, y, a menudo, nos hacen cometer nuevos pecados en el momento en que deberíamos obtener el perdón de nuestras faltas pasadas. Para ahuyentar estos pensamientos importunos, haz con frecuencia actos de fe; piensa que Dios te ve, que oye tus ruegos y que castigará tu negligencia al no desechar esas distracciones.

    II. Los pensamientos contra la castidad son mucho más peligrosos todavía: fácil es complacerse en ellos, detenerse en ellos voluntariamente y cometer en un instante grandísimos pecados. Así, vigila, rechaza esos pensamientos poniendo la atenci6n de tu espíritu en otra cosa, ocupándolo con pensamientos graves tales como los de la muerte, del infierno y del juicio. ¿Quieres verte libre de esta clase de tentaciones? Vigila tus sentidos: tus ojos y tus oídos son las puertas que les dan acceso a tu alma.

    III. El demonio te sugiere, a veces, dudas contra la fe: esas dudas son peligrosas, sobre todo en la hora de la muerte. Las vencerás con la humildad y la oraci6n; desconfía, pues, de tus propias fuerzas e implora el socorro del Cielo. La fe es un don de Dios: Aquél que te la dio te la conservará, siempre que recurras a Él. Si con todo esos pensamientos continuaran importunándote, haz actos de fe. Cuanto más te cueste penetrar las verdades de la salvación, más debes reverenciarlas y admirarlas. (San Eusebio).

    La modestia 
    Orad por el Sumo Pontífice.

    ORACIÓN

    Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño, y guardad lo con constante protección por vuestro bienaventurado Sumo Pontífice Dámaso, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

    Tomado de:

    http://misa_tridentina.t35.com/

    Los santos que reinan con Cristo

    11 de Diciembre

     

     

     

     

     

    SAN MELQUÍADES,(*) Papa y Mártir

    10 de diciembre

    32º. San Melquiades (2-7-311 / 2-1-314)

    Ahora habiendo quedado libres del pecado y hechos
    siervos de Dios, obtenéis por fruto vuestro
    la santificación, y por fin la vida eterna.
    (Romanos, 6, 22).

    San Melquíades, de origen africano, aprovechó la protección que el emperador Constantino acordaba a la Iglesia para extender el reino de Jesucristo. Reunió en Roma un concilio donde Donato fue convencido de cisma y condenado. Con todo, permitió a los obispos partidarios de él que conservaran sus sedes, con la condición de que volviesen a la unidad de la Iglesia. Murió el 11 de enero del año 314, después de dos años y medio de pontificado. Los tormentos que tuvo que sufrir antes del restablecimiento de la paz por Constantino le han merecido el titulo de mártir .

    MEDITACIÓN
    LA VIDA DEL HOMBRE
    ES SEMEJANTE A UN ARROYO

    I. El arroyo es el símbolo de tu vida y la imagen de tu muerte; corre hacia el mar como a su centro. Cristiano, Dios te ha creado, y debes volver a Él; es el único objetivo que te debes proponer. A Dios sólo es a quien debes mirar, a Él hacia quien debes tender. ¿Qué hay para mi en el cielo, qué he deseado en la tierra sino a Vos, oh Dios de mi corazón y mi herencia para la eternidad? (El Salmista) .

    II. El arroyo no es detenido ni por las piedras ni por las espinas que encuentra; no se para en los canales de metal y de mármol donde se le encierra; no se deja desviar por la hierba y las flores que adornan sus orillas: corre siempre hacia el mar. Como él, no te dejes desviar del camino que conduce a Dios, ni por la adversidad ni por la prosperidad; para esto hay que despreciar las dulzuras de la vida, y vencer los obstáculos que se encuentran en la práctica de las virtudes.

    III. El arroyo siempre está en movimiento: parece que murmura y se queja de estar tan alejado del mar. Vayas a donde fueres, aunque gustes todos los placeres del mundo, nada hay fuera de Dios que pueda llenar tu corazón. Serás feliz en este mundo amando a Dios, y a nada más que a Él; pero tu corazón estará siempre inquieto, hasta que pueda perderse en el seno de Dios. Nos hiciste para Vos, Señor, nuestro corazón siempre estará inquieto, hasta que descanse en Vos. (San Agustín).

    El conocimiento de uno mismo 
    Orad por la Iglesia.

    ORACIÓN

    Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño y guardad lo con protección constante, por vuestro bienaventurado mártir y Soberano Pontífice Melquíades, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

    Tomado de:

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    Los santos que reinan con Cristo

    10 de Diciembre

     

     

     

     

     

    SANTA LEOCADIA,(*) Virgen y Mártir

    9 de diciembre

    Cristo padeció por nosotros, dándonos ejemplo, a fin de que sigáis sus huellas. (1 San Pedro, 2,21).

    Santa Leocadia, hija de una de las casas más ilustres de Toledo, fue condenada por el gobernador Daciano, en el reinado de Diocleciano, a ser azotada porque era cristiana. Después de ello se la arrojó en una prisión para todo el resto de sus días. Entró en ella diciendo que ese lugar le sería más agradable que los palacios más bellos del mundo. Habiendo sabido que la persecución duraba siempre, pidió a Dios morir. Su oración fue escuchada: murió besando la cruz que había trazado en los muros de su prisión, hacia el año 304.

    MEDITACIÓN
    SOBRE EL AMOR DE JESUCRISTO

    I. Para prepararte a la Natividad de Jesús, debes pensar de vez en cuando en el amor que tuvo Él para nosotros. Su amor, según dicho de San Bernardo, ha sido tierno, fuerte y sabio. Nos ha amado tiernamente, se han conmovido sus entrañas a la vista de nuestras miserias; ¿le pagas tú con la misma moneda? ¡Ah! ¡soy insensible para con Vos, Salvador mío; os veo transido de frío en el pesebre, y mi corazón no se conmueve!

    II. El amor de Jesús ha sido fuerte. Para hacerme bien, soportó los suplicios más crueles, sufrió la muerte misma. Y yo, mi Divino Jesús, yo os amo cuando nada hay que sufrir, pero ante la menor dificultad ¡me niego! y sin embargo, ¿qué cosa hay más fácil que amaros? No todo el mundo puede ayunar, velar o hacer limosna; pero todo el mundo puede amar a Dios. Para esto no hay necesidad de ser sabio, de tener salud ni ingenio: basta tener corazón. ¿Qué cosa más dulce que amar a un objeto infinitamente amable?

    III. Jesús nos ha amado sabiamente, mostrándonos el camino del paraíso. Nos ha amado para la eternidad; así, no se apena por procurarte las comodidades de esta vida. ¿Amas tú de este modo? Es odiarse amar los placeres; es amar santa y sabiamente al cuerpo y al alma, rehusarles los placeres criminales que deben hacerlos desgraciados para siempre. Amas a tus riquezas, a tus padres, a tus amigos;amas todo lo que posees ¡Y no sabes amarte a ti mismo! Sé tú más querido para ti mismo que tus bienes. (San Euquerio).

    El amor de Jesús
    Orad por vuestros amigos.

    ORACIÓN

    Señor, que la bienaventurada Leocadia virgen y mártir, implore por nosotros vuestra misericordia, ella que siempre os fue agradable por el mérito de su castidad Y por su valor en confesar vuestro Nombre. Por J C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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    LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA(*)

    8 de diciembre

    Salve, llena eres de gracia; el Señor es contigo. (San Lucas, 1, 28).

    La Virgen María, por un privilegio único en vista de su destino divino, fue concebida sin pecado. Nunca el demonio tuvo poder alguno sobre Ella, porque estuvo exenta de pecado original. Debes honrar muy especialmente esta prerrogativa de la Madre de Dios, porque es el comienzo de su santificación y de su gloria. Regocíjate con Ella por la dicha que tuvo de ser librada del pecado de Adán, y recibir más gracias, en ese momento feliz de su Concepción, que la que nunca poseyeron los hombres y los ángeles juntos.

    MEDITACIÓN SOBRE
    LA INMACULADA CONCEPCIÓN

    I. María fue concebida sin pecado; es éste un favor que Dios pudo hacerle, porque nada es imposible para su omnipotencia. Reina de los Ángeles, Madre de mi Salvador, estoy lleno de alegría cuando considero que el pecado nunca entró en vuestra alma, y habéis estado plena de gracias desde vuestra concepción. Lo creo, Virgen Santísima, y por todas partes sostendré el honor de vuestra Inmaculada Concepción.

    II. Dios ha debido por una cierta conveniencia, preservar a María del pecado original. Padre eterno, ¿hubierais podido acaso permitir que vuestra queridísima Hija, la Madre de vuestro Hijo, fuese, aunque sea por un instante, esclava del demonio? ¿Podíais Vos, Espíritu Santo, dejar que penetrara vuestro enemigo en el corazón de vuestra Esposa muy amada? y Vos, Verbo eterno, ¿Podíais dejar que se profanase el templo donde debíais habitar? ¡Oh, no! sería injuriar a vuestro amor filial sólo pensarlo. Creemos, pues, con la Iglesia católica que la Bienaventurada Virgen María ha sido, por privilegio único de Dios, enteramente preservada de la mancha original desde el primer instante de su Concepción. (Pío IX).

    III. Cuando, después de haber puesto nuestros ojos en la Virgen Inmaculada, los bajamos a nosotros mismos, ¡cuán diferentes nos encontramos a nuestra Madre! ¡Nacemos pecadores, vivimos en el crimen y estamos expuestos a morir en el pecado! Pero Vos, Virgen Santa, vendréis en nuestra ayuda: no dejaréis perecer a vuestros hijos. El que recurre a María no puede perecer: es el fundamento de toda esperanza. (San Bernardo).

    La devoción a la Inmaculada Concepción.
    Orad por las Congregaciones de la Santísima Virgen.

    ORACIÓN

    Oh Dios que, por la Inmaculada Concepción de la Virgen, habéis preparado un santuario digno para vuestro Hijo, dignaos, después de haberlo preservado de toda mancha en previsión de la muerte de este mismo Hijo, concedernos a nosotros, por su intercesión, la gracia de llegar hasta Vos, purificados de toda mancha. Por J. C. N. S. Amén.

    AD DIEM ILLUM LAETISSIMUN,Encíclica de San Pío X, anunciando al Orbe Cristiano el Jubileo extraordinario a propósito del aniversario del Dogma de la Inmaculada Concepción, la devoción a la Sma. Virgen, 2/2/1904


    FULGENS CORONA, Encíclica de Pío XII, con motivo del primer centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen, 8/9/1953.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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    SAN AMBROSIO,(*) Obispo, Confesor y Doctor

     

    7 de diciembre

    Considera bien el ministerio que has recibido en nombre del Señor, a fin de cumplir todos sus deberes. (Colosenses, 4,17).

    A la muerte de Aujencio, obispo herético de Milán, católicos y arrianos estaban a punto de llegar a las manos en la iglesia con motivo de su sucesor, cuando Ambrosio, gobernador de la ciudad, se trasladó a ella para apaciguar los ánimos. Un niño exclamó entonces por tres veces: ¡Ambrosio obispo! y toda la concurrencia súbitamente lo aclamó. Nacido en las Galias hacia el año 340, Ambrosio tenía entonces 34 años y sólo era catecúmeno. Ilustre por su nacimiento, llegó a serlo mucho más por sus virtudes, su ciencia y su caridad. Contribuyó poderosamente a la conversión de San Agustín. Después de la masacre de Tesalónica, negó al emperador Teodosio la entrada a la iglesia, hasta que hubo hecho penitencia. Murió en el año 397.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA VIDA DE SAN AMBROSIO

    I. San Ambrosio, en su cargo de gobernador de Milán, defendió los intereses del César, pero supo al mismo tiempo dar a Dios lo que era de Dios. Imita la prudencia de San Ambrosio en tus asuntos temporales: hay que contentar a los hombres, cuando ello es posible sin ofender a Dios. Se puede y se debe ser hombre de honor y buen cristiano a la vez. La honestidad es el fundamento de la virtud cristiana.

    II. Elegido obispo de Milán por inspiración divina, huyó San Ambrosio a Pavía, pero Dios extravió sus pasos y se encontró al día siguiente por la mañana a las puertas de Milán; comprendió entonces el llamado de Dios. Huye de los honores a imitación de este Santo, pero no te opongas a los designios de Dios sobre ti; haz, por el contrario, lo que esté en tu poder para cooperar con ellos.

    III. Este gran santo decía al morir: «No he vivido entre vosotros de modo que tenga aprensión de permanecer durante más tiempo con vosotros; pero tampoco temo morir, porque debo comparecer ante un Juez lleno de bondad». ¿Podrías tú hablar con esta santa confianza? ¿Nada deberían reprender los hombres en tu conducta ? ¿Nada tendría que repro charte Dios? ¿Qué te dice tu conciencia? La conciencia es un juez insobornable; cuando se levanta contra los hombres, grita en alta voz, acusa y escribe, por decirlo así, ante los ojos de los pecadores, la magnitud de sus ofensas. (San Crisóstomo).

    La dulzura
    Orad por vuestro obispo.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que habéis instruido a vuestro pueblo acerca de la salvación eterna por ministerio del bienaventurado Ambrosio, dignaos hacer que, después de haberlo tenido en la tierra como doctor y guía, lo tengamos como intercesor en el cielo. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

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    SAN NICOLÁS DE BARI,(*) Obispo y Confesor

    (siglo IV)

    Dejad a los niños, y no les impidáis venir a Mí; porque de los que son como ellos es el reino de los cielos. (San Mateo, 19, 14).

    San Nicolás, noble de Licia, en Asia Menor, fue modelo de escolares antes de llegar a ser su santo patrono. Después de la muerte de sus padres, empleó todos sus bienes en obras pías. Un día, sabiendo que la virtud de tres jovencitas caídas en la miseria corría peligro, les deslizó durante la noche, por las hendijas de su ventana, con qué poder establecerse honestamente. Sanaba a todos los enfermos que a él acudían y resucitó a un muerto mientras iba a los Santos Lugares. Elegido obispo de Mira, fue torturado, puesto en prisión bajo Diocleciano, salió de ella bajo el reinado de Constantino, a quien se le apareció para la liberación de tres comisarios imperiales, víctimas de la calumnia y condenados a la pena capital. Distinguióse, después, en el Concilio de Nicea. En sus últimos momentos vio que los ángeles salían a su encuentro.

    MEDITACIÓN
    SOBRE SAN NICOLÁS,
    PATRONO DE LA JUVENTUD

    I. El joven que quiere vivir santamente, nada mejor puede hacer que imitar la conducta de San Nicolás. Joven aún, lo veían retirarse con frecuencia a las iglesias para orar y excitar en su corazón el fuego del amor divino. Los ayunos, las vigilias y el cilicio, eran los guardianes de su virginidad. Velaba sobre sus miradas y evitaba, en cuanto podía, la conversación con mujeres. ¿Practicas tú las mismas virtudes? ¿Qué precauciones tomas para conservar tu pureza y tu inocencia? ¿Cómo te conduces con relación a Dios y a ti mismo?

    II. Este santo escolar profesaba un admirable respeto a sus maestros, recibía sus órdenes como salidas de la boca de Jesucristo, frecuentaba sus condiscípulos más piadosos y evitaba con esmero a los libertinos. ¿Así te portas tú con tu prójimo? ¿Qué compañías frecuentas? ¿Qué respeto tienes a tus superiores? ¿Cómo les obedeces?

    III. Estudiaba el santo con asidua dedicación, para llegar a ser un día capaz de servir a Dios y excitar a los demás en su amor. Dios, por órgano de tus padres, te ordena que trabajes; trabaja, pues, pero que sea únicamente en lo que Dios quiere, como Dios quiere, y para cumplir su santa voluntad. Finalmente, aprende de San Bernardo esta sentencia que comprende casi todos los deberes de un joven: Es menester que un joven tema a Dios, respete a sus padres y conserve su pureza.

    El temor de Dios 
    Orad por los escolares.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que al bienaventurado Nicolás pontífice hiciste ilustre por un gran número de milagros, concedednos por sus méritos e intercesión, la gracia de librarnos de las llamas eternas. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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    Santa Misa Dominical

    SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
    ESTACIÓN EN SANTA CRUZ DE JERUSALÉN
    Semidoble de 2ª clase – Ornamentos morados

    Estamos ya en pleno adviento, o por mejor decir, en franca  expectativa de la venida del Salvador del mundo. La Iglesia quiere hoy elevarnos, para que alcancemos a ver al que avanza hacia nosotros con dulce y suave majestad. La ausencia de pecado y un deseo cada vez más ardiente de llegar a Belén, acompañando a José y a María que viajan escoltados de ángeles hacia Jerusalén, será nuestra mejor disposición para este domingo y para la semana que con él empezamos.

    Introito. S. 79, 2

    INTROITUS – Pópulus Sion, ecce Dóminus véniet ad salvándas gentes: et audítam fáciet Dóminus glóriam vocis suæ in lætítia cordis vestri. Ps. 79, 2. Qui regis Israël, inténde: qui dedúcis, velut ovem, Joseph. V. Glória Patri. Pueblo de Sion, he aquí al Señor que vendrá a salvar a las naciones: y el Señor hará resonar la gloria de su voz, para alegría de vuestro corazón. Ps 79: Pastor de Israel, prestad vuestro oído, vos que conducís a José como una oveja. Gloria al Padre. ..Pueblos de Sión.

    El Gloria in excelsis no se dice en el Tiempo de Adviento, salvo en las fiestas.

    Oración-Colecta

    ORATIOExcita, Dómine, corda nostra ad præparándas Unigéniti tui vias: ut, per ejus advéntum, purificátis tibi mentibus servíre mereámur: Qui tecum vivit R. Amen

     

    Moved, oh Señor, nuestros corazones a preparar los caminos de vuestro Unigénito Hijo; a fin de que merezcamos serviros con un corazón puro, mediante la venida de Aquel que con Vos vive y reina en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos… R. Amen.

    No se dice ninguna otra oración.

    Epístola

    Jesús viene a destruir el muro de división entre la raza de Abrahán, según la carne, y el resto de la humanidad, para formar de ambas una sola familia, que es la Iglesia, de la que Él es el monarca universal.

    Lectio Epístolæ beáti Páuli Apóstoli ad Romános. Rom. 15, 4-13 – Fratres: Quæcúmque scripta sunt, ad nostram doctrinam scripta sunt: ut per patiéntiam, et consolatiónem Scripturárum, spem habeámus. Deus autem patiéntiæ, et solátii, det vobis idípsum sápere in altérutrum secúndum Jesum Christum: ut unánimes, uno ore honorificétis Deum et Patrem Dómini nostri Jesu Christi. Propter quod suscípite invicem, sicut et Christus suscépit vos in honórem Dei. Dico enim Christum Jesum minístrum fuísse circumcisiónis propter veritátem Dei, ad confirmándas promissiónes patrum: gentes autem super misericórdia honoráre Deum, sicut scriptum est: Proptérea confitébor tibi in géntibus, Dómine, et nómini tuo cantábo. Et íterum dicit: Lætámini, gentes, cum plebe ejus. Et íterum: Laudáte, omnes gentes, Dóminum: et magnificáte eum, omnes pópuli. Et rursus Isaías ait: Erit radix Jesse, et qui exsúrget régere gentes, in eum gentes sperábunt. Deus autem spei répleat vos omni gáudio, et pace in credéndo; ut abundétis in spe, et virtúte Spíritus Sancti..   Excita, Dómine, corda nostra ad præparándas Unigéniti tui vias: ut, per ejus advéntum, purificátis tibi mentibus servíre mereámur: Qui tecum vivit

     

    Lección de la Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos (XV, 4- 13 J) Hermanos: Todas las cosas que han sido escritas en los Libros Santos para nuestra enseñanza se han escrito, a fin de que mediante la paciencia y el consuelo que se sacan de las Escrituras, mantengamos firme la esperanza. Quiera el Dios de la paciencia y de la consolación haceros la gracia de estar siempre unidos mutuamente : en sentimientos y afectos según el espíritu de Jesucristo, a fin de que con un solo corazón y una sola : boca glorifiquéis a Dios, el Padre de Nuestro Señor  Jesucristo. Por tanto, soportaos recíprocamente, así como Cristo os ha soportado y acogido con amor a vosotros para gloria de Dios. Digo, pues, que Jesucristo fue ministro primero para con los judíos circuncisos, a fin de que fuese reconocida la veracidad de Dios, en el cumplimiento de las promesas que él había hecho a sus padres. Mas los gentiles deben alabar a Dios por su misericordia, según está escrito: Por eso publicaré oh Señor! entre . las naciones tus alabanzas, y cantaré salmos a tu nombre y en otro lugar: Alegraos, naciones, con los judíos que son su pueblo. y en otra parte: Alabad todas las gentes al Señor, y ensalzadle los pueblos todos. Asimismo dice Isaías: De la estirpe de Jesé nacerá Aquel que ha de gobernar las naciones, y las naciones esperarán en él. El Dios de la esperanza nuestra os colme de toda suerte de gozo y de paz en vuestra creencia, para que crezca vuestra esperanza siempre más y más, por la virtud del Espíritu Santo.

    Salmodia

    GRADUALE (Ps. 49) Ex Sion spécies decóris ejus: Deus maniféste véniet. V. Congregáte illi sanctos ejus, qui ordinavérunt testaméntum ejus super sacrifícia ALLELUIA, alleluia. V. (Ps. 121, 1). Lætátus sum in tris, quae dieta sunt mihi: in domum Dómini íbimus. Allelúja. Gradual.  – De Sion viene el esplendor de su belleza: Dios viene visiblemente. Congregad ante Él a sus  Santos, los que concertaron con El alianza en sus sacrificios. Aleluya, aleluya. Gran contento tuve n cuando se me dijo: Iremos a la casa del Señor. Ale-
    luya.

    En las feria de Adviento, es decir, cuando en un día de semana se dice la misa del Domingo, se omite el Aleluya y el versillo.

    Evangelio

    Juan Bautista envía algunos de sus discípulos a entrevistarse con Jesús, para cerciorarse por sí mismos de si Él es el Mesías prometido. Jesús les demuestra su divina misión más que con palabras con obras, realizando en su presencia numerosos milagros. Despedidos ellos, hace a los presentes el panegírico de San Juan, para inculcarles la austeridad cristiana.

     

    U Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthæum. Matth. 11, 2-10In íllo témpore: Cum audísset Joánnes in vínculis ópera Christi, mittens duos de discípulis suis, set illi: Tu es, qui ventúrus es, an álium exspectámus? Et respóndens Jesus, ait illis: Eúntes renuntiáte Joánni, quæ audístis, et vidístis. Cæci vident, claudi ámbulant, leprósi mundántur, surdi áudiunt, mórtui resúrgunt, páuperes evangelizántur: et beátus est, qui non fúerit scandalizátus in me. Illis autem abeúntibus, cœpit Jesus dícere ad turbas de Joánne: Quid exístis in desértum vidére? arúndinem vento agitátam? Sed quid exístis vidére? hóminem móllibus vestítum? Ecce qui móllibus vestinutur, in dómibus regum sunt. Sed quid exístis vidére? prophétam? Etiam dico vobis, et plus quam prophétam. Hic est enim, de quo scriptum est: Ecce ego mitto Angelum meum ante fáciem tuam, qui præparábit viam tuam ante te.

    Credo

     

    U Continuación del Santo Evangelio según San Mateo (XI, 2-10) – En aquel tiempo: Habiendo oído Juan en la prisión de las obras maravillosas de Cristo, envió dos de sus discípulos a preguntarle: ¿Eres tú el Mesías que ha de venir, o debemos esperar a otro? A lo que Jesús les respondió: Id y contad a Juan lo que habéis oído y visto(1). Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia el evangelio a los pobres; y bienaventurado aquel que no tomare de Mí ocasión de escándalo. Luego que se fueron éstos, empezó Jesús a hablar de Juan, y dijo al pueblo: ¿Qué es lo que salisteis a ver en el desierto? ¿alguna caña que a todo viento se mueve? Decidme sino ¿qué salisteis a ver? , ¿a un hombre vestido con ropas delicadas? Ya sabéis que los que visten así, están en palacios de los reyes. En fin, ¿qué salisteis a ver? , ¿a algún profeta? Eso sí, yo os lo aseguro, y aún mucho más que profeta. Pues él es de quien está escrito: Mira que yo envío mi ángel ante su presencia, el cual irá delante de ti disponiéndote el camino(2). Credo.
    OFFERTORIUM. – Deus, tu convérsus vivificábis nos, et plebs tua lætábitur in te: osténde nobis, Dómine, misericórdiam tuam, et salutáre tuum da nobis. Ofertorio. – Devolvednos, oh Dios, la vida, y vuestro pueblo se regocijará en Vos. Mostradnos vuestra misericordia, Señor, y dadnos vuestra salud.

    Oración-Secreta

    Placáre, quæsumus, Dómine, humilitátis nostræ précibus et hóstiis: et ubi nulla súppetunt suffrágia meritórun, tuis nobis succúrre præsídiis. Per Dóminum. Os rogamos, Señor, os aplaquéis con las oraciones y hostias de nuestra humildad: y no pudiendo alegar mérito alguno, socorrednos con vuestros auxilios. Por Nuestro Señor Jesucristo.

    Prefacio de la Sma. Trinidad
    (Durante la semana, Prefacio común)

    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes: Sanctus, Sanctus, Sanctus…

     

    Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:
    COMMUNIO. Jerúsalem, surge, et sta in excélso, et vide jucunditátem, quæ véniet tibi a Deo tuo Comunión. Levántate, Jerusalén, colócate en lo alto, y mira las alegrías que te vendrán de tu Dios. . .

    Oración-Postcomunión

    POSTCOMMUNIO – Repléti cibo spirituális alimóniæ, súpplices te, Dómine, deprecámur: ut, hújus participatióne mystérii, dóceas nos terréna despícere et amáre cæléstia. Per Dóminum.. Saciados con este alimento espiritual, os rogamos, oh Señor, humildemente, que por la participación de este misterio nos enseñéis a despreciar las cosas terrenas y a amar únicamente las celestiales. Por Nuestro Señor Jesucristo.. . .

     

    • (1) Se omite para poderlo cantar con mayor regosijo la noche de Navidad (volver)
    • (2) Es decir: imitad los ejemplos de Jesucristo y revestíos de sus méritos y de su espíritu, para que viva en vosotros sin interrupción. (volver)

      Tomado de:

      http://misa_tridentina.t35.com/

    SAN SABAS,(*) Abad

    5 de diciembre

    Bien sé de quién me he fiado, y estoy cierto de que es poderoso para conservar mi depósito hasta aquel día. (2 Timoteo, 1, 12).

    San Sabas, nacido en Capadocia en el año 439, a los ocho años de edad entró a un monasterio cerca de Cesárea y, después, atraído por los Santos Lugares, se fue a habitar una gruta junto al torrente del Cedrón, donde no había, en la Cuaresma, otro alimento fuera de la Santa Eucaristía, y donde muy pronto tuvo numerosos discípulos. Un día, un león le dejó su caverna. Fue a combatir a los eutiquianos en Constantinopla, y fue llevado, no obstante su pobre vestimenta, ante Anastasio II. Más tarde, el emperador Justiniano, habiendo ido a verlo, fue abandonado por él no bien San Sabas oyó llamar para el oficio divino. Murió en el año 532.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA ESPERANZA

    I. Espera en Dios, pero témelo: la esperanza sin el temor conduce a la pereza espiritual, el temor sin la esperanza conduce a la desesperación. Dios es bueno, quiere salvarnos: ¡cuán consolador es este pensamiento! Dios es justo, puede condenarnos: ¡cuán terrible es este pensamiento! Dios mío, temo vuestra justicia, pero tengo confianza en vuestra bondad; emplead conmigo, no los rigores de vuestra justicia, sino las dulzuras de vuestra misericordia.

    II. Espero de vuestra bondad vuestra gracia en este mundo y vuestra gloria en el otro. No es de mi ingenio ni de mi trabajo ni de mis amigos de quienes espero mi felicidad; de Vos es, oh Dios, que sois el único apoyo de mi esperanza. Tampoco son riquezas, placeres y honores lo que espero de vuestra liberalidad; yo espero, deseo, pido solamente vuestra santa gracia; dadme vuestro santo amor, quitadme todos los bienes de la tierra, y estaré demasiado contento y demasiado rico. Al ver nuestro desinterés en los bienes celestiales y nuestro apego a los bienes de este mundo, diríase que no tenemos ni fe ni esperanza. Pecamos contra la fe y la esperanza; parece que no creemos sino en la vanidad y en la mentira. (San Cipriano).

    III. Mi esperanza no está fundada en mis trabajos sino en los méritos de mi Salvador Jesucristo. Si considero mi flaqueza, no me queda sino esperar el infierno; pero si dirijo mis miradas a Jesús crucificado por mi, debo esperar el paraíso. ¡Que se levanten contra mí mis enemigos, no seré confundido, porque es en Vos en quien espero y no en mí, Señor! (San Agustín).

    La esperanza en Dios
    Orad por vuestros
    superiores eclesiásticos.

    ORACIÓN

    Haced, os suplicamos, Señor, que la intercesión del santo abad Sabas nos haga agradables ante vuestra Majestad, y que obtengamos por sus ruegos lo que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982).

    Tomado de:

    http://misa_tridentina.t35.com/

    SAN PEDRO CRISÓLOGO,(*) Obispo y Doctor

    4 de diciembre

    Nosotros somos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva; el edificio de Dios. (1 Corintios, 3, 9).

    San Pedro, apodado Crisólogo (de palabra de oro), nacido en Imola y arzobispo de Ravena, en aquel entonces residencia imperial, cultivó con valor infatigable la porción de la herencia del Señor que el soberano pontífice Sixto III, por orden del Apóstol San Pedro, que se le apareció, había confiado a su celo. Trató de extirpar en ella los vicios, los abusos y los restos de idolatría, y de hacer florecer la fe y las virtudes cristianas. Predicó con tanto ardor que muchas veces llegó hasta perder la voz. Él fue quien, hablando contra los desórdenes de las fiestas populares, pronunció esta frase que se ha hecho célebre: El que se divierte con Satanás no podrá gozarse con Cristo. Murió hacia el año 450.

    MEDITACIÓN – EL CRISTIANO SE PARECE
    A UN CAMPO, A UNA VIÑA, A UN EDIFICIO

    I. Somos un campo que Jesucristo ha cultivado, que ha regado con sus sudores, con sus lágrimas y con su sangre, y que el Espíritu Santo, con sus inspiraciones y el rocío celestial de la gracia, trata de hacerlo fértil. ¿Cómo respondemos nosotros a tantos cuidados? ¿qué frutos producimos? Dios espera que demos las rosas de la caridad, y el lirio de la pureza; ¡Y nuestra alma, como una tierra ingrata, sólo produce espinas para coronar a Jesucristo!

    II. Nuestro Salvador compara a los justos con una viña. Almas justas, vosotras sois la viña del Señor; si se os hace llorar Y gemir, señal es de que Jesucristo os destina a dar buenos frutos. En cuanto a vosotros, perversos, árboles infructuosos, crecéis a vuestro antojo Y sin sufrir nunca; mas, tiempo llegará en que seréis cortados Y arrojados al fuego; la funesta prosperidad en la cual vivís, es el triste presagio de los males que os asaltarán al salir de esta vida. ¿Cuál es, entre los sabios, aquél a quien no cambia la prosperidad? ¿Cuál, cuyos vicios no se agrandan con la prosperidad? (Salviano).

    III. Cada uno de nosotros debe construir un edificio espiritual con sus buenas acciones. La base de este edificio, es la fe; la esperanza, su sostén, Y la caridad, el coronamiento: porque la caridad es el coronamiento de toda virtud. ¡Ah! ¡levantamos soberbios palacios en el mundo, como si para siempre debiéramos permanecer en él, Y descuidamos nuestro edificio espiritual! ¡No estamos seguros del mañana, y edificamos como si debiésemos vivir eternamente! (San Jerónimo).

    La vigilancia
    Orad por los predicadores.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que habéis designado milagrosamente al ilustre pontífice Pedro Crisólogo para gobernar e instruir a vuestra Iglesia, haced, os lo rogamos, que después de haberlo tenido aquí en la tierra como doctor y guía, merezcamos tenerlo como intercesor en el cielo. Por J. C. N. S.  Amén.

    Tomado de:

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    Los santos que reinan con Cristo

    4 de Diciembre

    SAN FRANCISCO JAVIER,(*) Confesor

    3 de diciembre

    Híceme flaco con los flacos, para ganar a los flacos. Híceme todo para todos, para salvarlos a todos. (I Corintios, 9, 22).

    San Francisco Javier, nacido en Navarra en 1506, fue convertido en París por San Ignacio de Loyola y, en 1541, partió para las Indias y después llevó, era la primera vez que se lo hacía, al Japón la luz de la fe. Convirtió decenas de millares de almas, sanó inmenso número de enfermos, resucitó muertos y calmó tempestades. Su amor por los sufrimientos le hacía rehusar los consuelos del Cielo y desear las fatigas. En medio de las delicias con que el Señor inundaba su alma, exclamaba: ¡Basta! y en sus sufrimientos: ¡Señor, dadme más! Murió en 1552, en la isla de Sancián, frente a la China en la que tanto había deseado predicar el Evangelio.

    MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA
    DE SAN FRANCISCO JAVIER

    I. El amor de Dios, que San Francisco Javier había bebido en los Ejercicios espirituales de San Ignacio, de tal modo abrasaba su corazón, que su único deseo era trabajar en la extensión de su gloria. Amor divino, abierto está mi corazón, consumido con los ardores que abrasan el alma del gran Javier. En cuanto a vosotros, placeres de la tierra, desde ahora os dejo; hasta aquí me he consagrado al mundo, a sus vanos honores y a sus placeres falaces. Muy justo es amar sobre todas las cosas a Aquél en quien puedo encontrar el cumplimiento de mis deseos. (San Euquerio)

    II. El amor al prójimo le hizo emprender largos y penosos viajes para la conversión de las almas. Este amor lo condujo a los hospitales donde, para vencerse a sí mismo y aliviar a los enfermos, llevó el heroísmo hasta succionar el pus de sus úlceras. ¿Estoy yo animado del mismo celo y del mismo amor por el prójimo? ¿Qué hago para aliviar sus necesidades temporales y espirituales?

    III. El amor a los sufrimientos le hizo desear quedar prisionero en China por el resto de sus días y padecer allí el martirio. Se privó de todos los placeres aun más inocentes, y ejerció en su cuerpo muy grandes austeridades, en expiación de sus pecados y de los del prójimo. ¡Qué cobarde que soy yo! en los sufrimientos digo siempre: ¡Basta! y San Francisco Javier exclamaba: «¡Todavía más, Señor, más todavía!» Dios mío, no tengáis en cuenta mi repugnancia; aumentad mis sufrimientos, pero aumentad al mismo tiempo mi paciencia y mi amor.

    El celo por las almas
    Orad por la Compañía de Jesús.

    ORACIÓN

    Oh Dios, que habéis querido unir a vuestra Iglesia los pueblos de la India mediante la predicaci6n y los milagros del bienaventurado Francisco, concedednos, en vuestra misericordia, que imitemos las virtudes de aquél de quien hoy honramos los gloriosos méritos. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

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    SANTA BIBIANA,(*) Virgen y Mártir

    El mundo está crucificado para mí,
    y yo estoy crucificado para el mundo.
    (Gálatas, 6, 14).


    Bibiana y su hermana Demetria heredaron las virtudes de sus padres Santa Flaviana y San Dafrosio, martirizados por la fe. Apronio, gobernador de Roma, después de haber confiscado sus bienes y tratado en vano de quebrantar su constancia mediante el calabozo y los horrores de la miseria, las hizo comparecer ante él. Demetria confesó generosamente su fe y cayó muerta a sus pies. Bibiana, después de haber resistido a los artificios y, después, a las implacables violencias de una mujer relajada, llamada Rufina, fue, por fin, atada a un pilar y azotada hasta que expiró.

    MEDITACIÓN
    SOBRE EL DESPRECIO DEL MUNDO

    I. No ames al mundo, no te dejes prender por sus caricias falaces; halaga a sus partidarios sólo para perderlos. Les presenta miel en copa de oro, pero esta miel está envenenada. El amor de Jesús, por el contrario, comienza por la amargura y termina en la dulcedumbre. Cristiano, has sido creado para el cielo, no olvides tu glorioso destino. ¿Qué haces en el siglo, hermano mío, tú que eres más grande que el mundo? (San Jerónimo).

    II. No temas al mundo. El temor tanto como el amor al mundo, desvía del servicio de Dios. El mundo es un insensato, un enemigo de Jesucristo; es imposible darle contento, hagas lo que hicieres. Si tienes un poco de valor, será impotente contra ti; triunfa sólo de los cobardes. Yo no quiero temeros sino a Vos, oh Dios mío; que hable el mundo como quiera, yo temeré tus juicios y no los suyos. No es el mundo, no son sus partidarios los que un día me juzgarán. Vos seréis, Señor, y Vos me juzgaréis no según las máximas del mundo, sino según los preceptos del Evangelio.

    III. Hay que despreciar al mundo, pisotearlo; para lograrlo, basta considerar la vanidad de sus promesas y la manera cómo trata, todos los días, a sus más caros favoritos. ¿Qué les da en cambio de los sacrificios que se han impuesto, sino amargas decepciones? El mundo nos grita que nada puede hacer por nosotros; Vos, Señor, prometéis socorrernos; ¡Y he aquí que nosotros dejamos a quien nos sostiene para correr tras quien nos abandona! (San Agustín) .

    El desprecio del mundo
    Orad por la paz
    entre las naciones cristianas.

    ORACIÓN

    Oh Dios, dispensador de todo bien, que habéis reunido en vuestra sierva Bibiana la flor de la virginidad con la palma del martirio, dignaos, por su intercesión, unir nuestros corazones a Vos con los vínculos de la caridad, a fin de que, libres de todo peligro, obtengamos las recompensas eternas. Por J. C. N. S. Amén.

    Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)


    Tomado de:

    http://misa_tridentina.t35.com/