Este artículo está basado en otro en inglés -publicado en The Remnant-, que pueden encontrar aquí y que lleva por título:
¿Abrirá San Juan Pablo II la puerta a los no-católicos?
Si todas las religiones pueden conducirnos a Dios y es posible que no haya almas en el infierno, ¿Se podría decir entonces que todos los fallecidos, hombres y mujeres, gozan ya de hecho de la eterna bienaventuranza? Si ése fuera el caso, entonces no habría necesidad alguna de las canonizaciones. ¿Qué es exactamente lo que la Iglesia post-conciliar entiende por salvación, santidad y canonización?
El tiempo pasa y nos acercamos cada día más a la fecha fijada para las canonizaciones del beato Juan XXIII y de Juan Pablo II. La mayoría de los católicos, inconscientes de la verdadera importancia de este acontecimiento, esperan con ilusión una celebración a nivel mundial de estos dos papas tan populares. Juan XXIII es recordado por las antiguas generaciones como el Papa Bondadoso, apodo que se le dio por su modo de ser afable y por abrir la Iglesia al mundo.
De igual forma, Juan Pablo II fue y sigue siendo muy popular por su carisma personal, múltiples viajes a todo el mundo e impresionantes Jornadas Mundiales de la Juventud. De este modo, un cierto culto a sus personas se ha forjado alrededor de estos dos hombres. En el caso del beato Juan Pablo II, el fervor para conseguir su canonización no ha disminuido desde su misma muerte en 2005.
Sin embargo, hemos de ir más allá de la popularidad mundial. Dada las acciones tan novedosas y sin precedentes de ambos papas, así como los innegables y desastrosos frutos de ambos pontificados, cabe preguntarse si estos hombres cumplen de verdad con los modelos tradicionales de beatificaciones y canonizaciones. Incluso el mismo Vaticano reconoce los aspectos problemáticos del Pontificado de Juan Pablo II. Tanto es así que el 1 de Abril de 2011, el Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, tuvo que aclarar las razones para la beatificación de Juan Pablo II, algo que antes nunca se había tenido que hacer:
Al Papa Juan Pablo II se le beatificará, no por su gran impacto en la Historia o en la Iglesia Católica, sino por la forma en que vivió las virtudes cristianas de la fe, esperanza y caridad.
El periódico Remnant (21 de marzo de 2011) resumió todas las posibles e inquietantes reservas sobre de la beatificación de Juan Pablo II en el artículo A Statement of Reservations Concerning the Impending Beatification of Pope John Paul II. Este documento recibió el apoyo de miles de firmas en menos de un mes y fue finalmente presentado a Angelo Cardinal Amato.