Biología, Filosofía y Teología frente a la barbarie del aborto

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Para combatir el drama del aborto con eficacia es fundamental la formación, que la sociedad tome conciencia de lo que es realmente el aborto: un vil asesinato de un ser humano indefenso en el seno materno. El gran pecado del aborto no se puede justificar NUNCA en ningún supuesto y desde ningún punto de vista.

El médico y sacerdote P. Álvaro Sánchez Rueda es autor de varios libros (Milagros Eucarísticos. El Dios del sagrario manifiesta su Amor; María, Madre de Dios; El maravilloso don divino de la vida humana; Adoremos al Cordero; Los nombres de la Virgen María etc). En esta ocasión analiza el aborto desde la ciencia y en consonancia con la Filosofía y la Teología.

Los abortistas argumentan, para justificar el aborto, que no están matando a una persona, sino simplemente eliminando un conjunto de células, ¿Por qué lo afirman?

Las razones por las cuales los abortistas afirman, contra la evidencia científica que dice que el embrión es un organismo diferente e independiente de la madre, que solo es “un grupo de células”, pueden ser varias: porque así pretenden acallar la propia conciencia; porque es la forma en la que mantienen en movimiento la industria del aborto; porque están sinceramente convencidos de ese error… En todo caso, lo que se debe considerar es que, por el motivo que sea, la afirmación es voluntarista, carente de todo rigor científico y contraria a la verdad del embrión humano.

¿Qué dice la Iglesia en relación al momento exacto en el que empieza la vida, en el que ya hay un nuevo ser humano? 

La Iglesia afirma que ya hay un nuevo ser humano desde el momento en que el alma se une al cuerpo. ¿Cuándo sucede esto? En el instante de la fecundación, puesto que allí el alma, creada por Dios, es unida al cuerpo, que en este estadio está formado solo por una célula. En la Declaración sobre “la práctica del aborto” De abortu procurato (n. 12), y también en Evangelium Vitae (n. 60), se afirma precisamente esto, que “la vida de la persona humana se inicia en el momento de la fecundación y este proceso inicia a su vez en el momento en el que el espermatozoide se adhiere al revestimiento extracelular del ovocito, la zona pelúcida”

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