Santa Misa Dominical

DOMINGO 19º DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Se trabó un gran combate en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el drag6n. (Apocalipsis, 12, 7)

Se trabó un gran combate en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el drag6n. (Apocalipsis, 12, 7)

SAN MIGUEL ARCÁNGEL

San Miguel es uno de los siete Arcángeles, y figura, junto a San Gabriel y San Rafael, entre los tres cuyos nombres aparecen en la Sagrada Escritura.

La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los Arcángeles y le llama Príncipe de la Milicia Celestial, por eso se lo representa con el traje de Guerrero.

En el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios, y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento.

La iconografía, como dijimos, lo representa como el Ángel guerrero, el vencedor de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.

Ya la Iglesia primitiva veneraba a San Miguel como el Arcángel que derrotó a Satanás y a sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego.

Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.

El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad; en efecto, significa ¿Quién como Dios?

Satanás tiembla al escuchar su nombre, pues le recuerda el grito de noble protesta que este Arcángel profirió cuando se rebelaron los ángeles.

San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el Cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia.

Su fortaleza inspiró valentía en los demás Ángeles, quienes se unieron a su grito de nobleza ¿Quién como Dios?

Desde ese momento se le conoce como el Capitán de la Milicia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás Ángeles obedecen.

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Fue inválida la renuncia de Benedicto XVI

No se puede coincidir en un todo con el autor, pero el siguiente artículo puede aportar algunos puntos interesantes para conocer.

Dos papas en Roma

Dos papas en Roma

EL CISMA PROFETIZADO, ¿ESTÁ CONSUMADO?

San Francisco de Asís: “Habrá un Papa electo no canónicamente que causará un gran cisma”.

Ana Catalina Emmerick, religiosa agustina: “Vi una fuerte oposición entre dos Papas, y vi cuan funestas serán las consecuencias de la falsa iglesia (…) Esto causará el cisma más grande que se haya visto en el mundo”.

La Santísima Virgen dijo explícitamente en la Salette: “Roma perderá la Fe y se convertirá en la sede del anticristo”.

El Papa Benedicto XVI dio a conocer a la Iglesia su renuncia el lunes 11 de febrero de 2013. Ese día leyó una Declaratio que surtió efecto, por deseo suyo, el 28 de febrero a las 8:00 de la tarde. Sin embargo, la decisión de renunciar la tomó con un mes y medio de antelación. Antes de las Navidades de 2012, y con motivo del expediente que le fue entregado el 17 de diciembre, llegó a la conclusión de que era mejor hacerse a un lado por el bien de la Iglesia. De esa decisión fueron testigos su hermano, el Padre George Ratzinger, y otros prelados cercanos al Papa, tal y como lo declaró el Cardenal de Barcelona Lluis Martínez Sistach.

El expediente que le llevó a renunciar fue elaborado por la comisión de tres cardenales que el Papa nombró para investigar el origen de la filtración de documentos confidenciales conocida como “Vatileaks”.

Pero es lógico que al Papa no le preocupaban tanto los documentos publicados en el libro “Sua Santità”, escrito por Gianluigi Nuzzi, sino uno específico filtrado directamente al periódico “Il Fatto Quotidiano”, y es el que le entregó personalmente el Cardenal Darío Castrillón, traducido al alemán, y que se refiere al conocimiento que tuvo el Cardenal de Palermo, Paolo Romeo, de que existía un complot para asesinar al Papa.

El expediente que le entregaron a Benedicto XVI los cardenales Herranz, Tomko y De Giorgi, con la investigación sobre el complot para asesinarlo, llevó al Papa a imaginar el terremoto que su muerte hubiera ocasionado a la Iglesia, desatando una pugna infernal de influencias y maniobras turbias derivadas de los antagonismos internos de la curia de cara a la sucesión. No por temor a la muerte, sino por el posible daño a la Iglesia, el Papa decidió que mejor era retirarse para desmontar las amenazas y adelantar una sucesión pacífica.

En un Informe que elaboró el sacerdote jesuita Arnaldo Zenteno, publicado el 9 de abril de 2013 en grupobasesfys.blogspot.mx, señala lo siguiente en el número 3):

“En el encuentro almuerzo con Benedicto XVI en Castel Gandolfo, este le confió al Papa Francisco que una de las causas que influyeron en su renuncia eran las amenazas que recibió y por temor a ser envenenado, pues ya se había tomado la decisión de matarlo, por lo que Benedicto XVI en una jugada para neutralizar ese atentado contra su vida, hace pública su renuncia con lo cual desarmó el intento de matarlo”.

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Oración por la paz

Por el Papa Pío XII

El Papa Pío XII

¡Oh Madre de misericordia! Intercede ante Dios y obtennos la gracia
de la reconciliación cristiana de los pueblos.
 Obtennos las gracias que en un instante puedan convertir los corazones humanos,
aquellas gracias que puedan preparar y asegurar la anhelada paz.
Reina de la Paz,
ruega por nosotros
y logra para el mundo
la paz en la verdad,
en la justicia,
en la caridad de Cristo.
Amen.
 
Tomado de: