
"Y un gran prodigio apareció en el Cielo; una mujer vestida del sol y con la luna debajo de sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas". (Apocalipsis, XII, 1)
Preparémonos hoy mediante el ayuno y la oración a la fiesta culminante de nuestra Madre santísima del cielo, estimulándonos a volar tras ella a las regiones suprasensibles, mediante la práctica de las virtudes cristianas y fervientes deseos del cielo. Asistamos también a la santa Misa. Será el mejor medio de prepararnos a fiesta tan grande.
Offertorium
Beáta es, Virgo María, quae ómnium portásti creatórem: genuísti qui te fecit, et in aetérnum pérmanes Virgo.
Ofertorio
Bienaventurada eres, Virgen María, que llevaste al Creador de todos; engendraste al que te hizo, y eternamente permaneces Virgen.