Sermón Dominical

Del

SÉPTIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del 8 de julio de 2018

 

VII domingo después de Pentecostés
(Mt 7: 15-21)
«Frutos buenos y frutos malos»

Del Domingo de Ramos al Viernes Santo

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Fragmento de una homilía del 29 de marzo de 2015

Una homilía muy profunda que nos ayudará a adentrarnos en el misterio de la Semana Santa. No se la pierdan.

 

Tomado de:

https://adelantelafe.com/

 

La curación del leproso y la lepra del alma

Cristo se deja rodear y tocar por los pecadores, los enfermos, los miserables… Pero si baja hasta nuestra miseria, no es para dejarnos en ella, sino para levantarnos y sacarnos: “Vete y no peques más”, le intimó a la prostituta, “Quiero, queda limpio”, le dijo al leproso de hoy.

por Padre Luis E. Murri

 

Tomado de:
https://adelantelafe.com/

 

Sermón Dominical

Del

DOMINGO DE SEXAGÉSIMA

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del 19 de Febrero de 2017

Domingo de Sexagésima
Lc 8: 4-15

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)

“El sembrador, la semilla y el terreno en el que cae”

El mismo Señor quien nos da una explicación de esta parábola. En ella hemos de considerar tres elementos: el sembrador, la semilla y la tierra que recibe la semilla.

1.- El sembrador: En la actualidad, la predicación está muy frecuentemente inficionada de la herejía modernista. Una doctrina herética que ha calado en la Iglesia y en el pueblo hasta tal punto, que se pueden decir que han dejado de ser católicos. Gran parte de la enseñanza que hoy día se imparte es diferente a la enseñanza de Jesucristo y transmitida durante veinte siglos por la Iglesia. Pero todo lo que está ocurriendo hoy día ya fue anunciado en la Sagrada Escritura: “Llegarán días en los que no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán falsos maestros que les predicarán doctrinas agradables a sus oídos”.

2.- La semilla: La Palabra de Dios ha de ser predicada por los sucesores de los Apóstoles. Una Palabra de Dios que es de suyo “viva y eficaz como espada de doble filo”. Cuando lo que se predica no es la Palabra de Dios, uno se aburre; lo que escucha no le dice nada. En cambio, la Palabra de Dios siempre despierta y nos hace sangrar. Y al primero que hiere, como nos decía Bernanos en el “Diario de un cura rural” es al mismo predicador.

Recordad lo que nos decía San Pablo: “Ellos, como son del mundo, sólo hablan de las cosas del mundo…”. Y también en otro lugar: “Y si alguien os predica un evangelio distinto, sea anatema”.
3.- El terreno: La semilla de la Palabra de Dios cae en diferentes terrenos y sólo en aquellos que son aptos dará fruto. La Palabra de Dios produce fruto en un reducido número de almas ya que no hay mucha tierra buena. Sólo queda un resto fiel; una pequeña parte que es la verdadera Iglesia. Un resto que permanecerá fiel hasta el final; pues esa es la promesa de Cristo. Estos son los cristianos valientes que luchan por ser fieles a la fe recibida y a Cristo.

Y recordemos siempre que, en medio de este mundo que nos rodea lleno de injusticia y falsedad, permanece el mundo de las bienaventuranzas. Así pues, no perdamos la esperanza. Cristo llega. A veces tendremos que esperar treinta y ocho años como el paralítico de la piscina, pero al final llega. Y como nos dice la Escritura: “levantad vuestro ánimo, porque cuando veáis que todo esto sucede, es porque se acerca vuestra liberación”.

Sermón Dominical

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DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

HOMILÍA DEL 24 DE ENERO DE 2016

 

(Mt 20: 1-6)

«Los obreros enviados a la viña»

En esta parábola de los enviados a trabajar a la viña, vemos a un padre de familia que sale a diferentes horas del día a contratar jornaleros para trabajar en su viña. Con los primeros queda en pagarles un denario, y a los demás les dice que les pagará lo justo. Cuando acaba el día el administrador comienza a pagarles empezando por los que habían trabajado menos. A éstos les dio un denario. Cuando llegaron los que habían estado trabajando todo el día pensaron que recibirían más, pero recibieron también un denario, pues era lo contratado.

La parábola que leemos en el evangelio de hoy no puede por menos que causarnos algo de extrañeza, pues lo primero que pensamos es si no será injusto este padre de familia al haberle pagado lo mismo a aquellos que habían soportado todo el peso del día y del calor. Sabemos que el dueño había sido justo, pues les paga lo que habían acordado, pero no por ello nos produce algo de insatisfacción en el corazón. ¿No da impresión de actuar con una cierta arbitrariedad? Dios obra siempre de modo sabio, lo que ocurre es que a veces nosotros no entendemos sus designios. El problema no está en Dios sino en nosotros. Como nos dice San Pablo en la Carta a los Romanos: “¡Qué incomprensibles sus juicios e inescrutables sus caminos!”. Aunque no los entendemos, sabemos que Dios está obrando sabiamente, es bueno, nos ama, y los acontecimientos son puestos o consentidos por Dios para nuestro bien. Nuestro entendimiento es pequeño y limitado y por eso con frecuencia nos cuenta entender los caminos de Dios.

Cuando hablamos de que Dios es infinita bondad y misericordia, se nos olvida que en Dios todos esos atributos se identifican en un solo. Dios es misericordioso y justo al mismo tiempo. Separar la misericordia y la justicia en Dios es una blasfemia. Si Dios otorga a unos más que a otros siempre hay una razón. Los que habían soportado el peso del día y del calor habían sido más afortunados, pues habían participado de un modo más especial de la cruz de Cristo, y esto era un don. Pero quizá no lo entendemos porque pensamos como el mundo y no como Dios. Vemos la cruz como un castigo y no como un signo del amor de Dios. El destino del cristiano no es otro que el seguimiento de Cristo, compartiendo su vida y su muerte. No olvidemos lo que Cristo nos dijo: “El que quiera ser mi discípulo… que tome su cruz y me siga”. “El mensaje de la cruz es necedad para los que se pierden; pero para los que se salvan es la fuerza de Dios…”

El cristianismo es en realidad una cuestión de amor, hasta el punto de que quien no ama no ha entendido el cristianismo ni conoce a Dios. Por eso, estas enseñanzas sólo las entienden los que aman.

Hay también en esta parábola un segundo elemento que es totalmente contrario a la pastoral modernista que hoy día se aconseja desde las altas esferas de la jerarquía. La pastoral modernista al separar la misericordia y la justicia en Dios no se da cuenta que está poniendo a muchas personas de camino hacia el infierno.

Hay también en la parábola un inciso que puede pasar desapercibido. El padre de familia salió a diferentes horas para buscar obreros para que trabajaran en su viña. Si no hay enviados no hay predicación; y si no hay predicación no hay conversión. Hoy día se dice que no hay que evangelizar a los judíos ni a los musulmanes. Eso se opone directamente a las enseñanzas de Cristo. “¿Cómo invocarán a Aquél en quien no creyeron? ¿Y cómo creerán si nadie les evangeliza? ¿Y cómo se les evangelizará si no son enviados?” (Rom 10).

No os extrañéis pues, si Dios carga sobre vuestros hombros tareas que superan vuestras posibilidades. Recordad que Dios eligió a lo débil del mundo para confundir a los fuertes. Entonces es cuando nos llena la fuerza de Cristo.

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TERCER DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÉA

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

HOMILÍA DEL 25 DE ENERO DE 2015

Mt 8: 1-13: «La fe en la persona de Cristo»

Sermón Dominical

SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA

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Amados hermanos en Nuestro Señor Jesucristo:

En este segundo domingo después de Epifanía, cuyo tiempo litúrgico corresponde a los domingos después de Epifanía vemos en el Evangelio de hoy el primer milagro que hace Nuestro Señor Jesucristo en Caná. Primer milagro, con lo cual se descartan todos esos escritos apócrifos que hablan de los anteriores que Nuestro Señor Jesucristo hiciera desde pequeño. La Iglesia siempre ha desechado esos apócrifos de los cuales la literatura barata quiere hacer misterio y propaganda, aunque cuenten cosas que nos parezcan buenas; de todas formas al tener errores no son libros inspirados, luego no son la palabra de Dios, que es precisamente lo que nos interesa de las Escrituras, que son la palabra de Dios.

Y lo que nos dice este Evangelio de Dios, es que es el primer milagro que hace Nuestro Señor, que Él no quiere hacer, pues le da una respuesta a Nuestra Señora, que aparentemente puede ser áspera, como quien dice qué nos importa a ti y a mí, si no ha llegado mi hora, si no es lo mío, no me incumbe; sin embargo lo hace a instancias del pedido de Nuestra Señora que se aflige porque falta vino para los convidados en esas nupcias.

Que si nos atenemos a Santo Tomás eran las nupcias de San Juan Evangelista, familiar de Nuestro Señor y, por lo mismo, Nuestra Señora tomó a pecho esa carencia porque se trataba de sus familiares, por eso entonces Ella no dudó en invocar a su hijo para que hiciera el milagro que no estaba en los planes ordinarios de Nuestro Señor; de allí su respuesta: qué nos va a ti y a mí, mujer, si no ha llegado mi hora.

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DOMINGO DE INFRAOCTAVA DE NAVIDAD

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Domingo Infraoctavo de Navidad
(Lc 2: 33-40)
«Sermón para españoles sordos y no sordos»

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SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO 

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

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Las dudas del Bautista

Homilía dada por el P. Alfonso Gálvez el día 10 de diciembre de 2017

Homilía: La preciosísima Sangre de Cristo

El mes de julio es dedicado a la santísima y preciosísima Sangre de Cristo. Meditar sobre este misterio y adorar a la preciosísima Sangre son esenciales para tener una verdadera devoción a Jesús. Recuerden que solo una gota de su Sangre puede salvar al mundo de todo pecado. Este misterio muestra el infinito amor de Cristo y nos llama a considerar el horror del pecado. Cristo ha merecido todas las gracias, principalmente con el derramamiento de su Sangre. Y esta preciosísima Sangre siempre está presente en la santa iglesia.

 

Para escuchar el AUDIO dar un clic aquí

26/07/17 12:04 AM

 

PADRE MICHAEL RODRÍGUEZ

Sacerdote diocesano de la Diócesis de El Paso, Texas, U.S.A. Fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre, 1996. Desde septiembre de 2011, el P. Rodríguez ha ofrecido exclusivamente la Misa Tradicional en Latín. Debido a esto, su obispo rehúsa darle un cargo pastoral desde hace casi dos años. El P. Rodríguez está totalmente comprometido al apostolado de restaurar el culto y la doctrina de la Santa Madre Iglesia.

 

 

Tomado de:

adelantelafe.com

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TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del año 2015

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III Domingo después de Pentecostés
(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
Lc 15: 1-10

 

Sermón Dominical

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DOMINGO DE SEXAGÉSIMA

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Domingo de Sexagésima
Lc 8: 4-15

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)

«El sembrador, la semilla y el terreno en el que cae»

El mismo Señor quien nos da una explicación de esta parábola. En ella hemos de considerar tres elementos: el sembrador, la semilla y la tierra que recibe la semilla.

1.- El sembrador: En la actualidad, la predicación está muy frecuentemente inficionada de la herejía modernista. Una doctrina herética que ha calado en la Iglesia y en el pueblo hasta tal punto, que se pueden decir que han dejado de ser católicos. Gran parte de la enseñanza que hoy día se imparte es diferente a la enseñanza de Jesucristo y transmitida durante veinte siglos por la Iglesia. Pero todo lo que está ocurriendo hoy día ya fue anunciado en la Sagrada Escritura: “Llegarán días en los que no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán falsos maestros que les predicarán doctrinas agradables a sus oídos”.

2.- La semilla: La Palabra de Dios ha de ser predicada por los sucesores de los Apóstoles. Una Palabra de Dios que es de suyo “viva y eficaz como espada de doble filo”. Cuando lo que se predica no es la Palabra de Dios, uno se aburre; lo que escucha no le dice nada. En cambio, la Palabra de Dios siempre despierta y nos hace sangrar. Y al primero que hiere, como nos decía Bernanos en el “Diario de un cura rural” es al mismo predicador.

Recordad lo que nos decía San Pablo: “Ellos, como son del mundo, sólo hablan de las cosas del mundo…”. Y también en otro lugar: “Y si alguien os predica un evangelio distinto, sea anatema”.
3.- El terreno: La semilla de la Palabra de Dios cae en diferentes terrenos y sólo en aquellos que son aptos dará fruto. La Palabra de Dios produce fruto en un reducido número de almas ya que no hay mucha tierra buena. Sólo queda un resto fiel; una pequeña parte que es la verdadera Iglesia. Un resto que permanecerá fiel hasta el final; pues esa es la promesa de Cristo. Estos son los cristianos valientes que luchan por ser fieles a la fe recibida y a Cristo.

Y recordemos siempre que, en medio de este mundo que nos rodea lleno de injusticia y falsedad, permanece el mundo de las bienaventuranzas. Así pues, no perdamos la esperanza. Cristo llega. A veces tendremos que esperar treinta y ocho años como el paralítico de la piscina, pero al final llega. Y como nos dice la Escritura: “levantad vuestro ánimo, porque cuando veáis que todo esto sucede, es porque se acerca vuestra liberación”.

Sermón Dominical

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DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA

(PARA ADULTOS)

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del año 2015

Mt 20: 1-6

(PARA JÓVENES)

Sermón del año 2015

«El sacerdote es otro Cristo»

 

Sermón Dominical

Del

TERCER DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del año 2015

Mt 8: 1-13: «La fe en la persona de Cristo»

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Sermón Dominical

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SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA

(PARA ADULTOS)

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del año 2015

«No hay razón para que un cristiano esté confuso o abatido»

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(PARA JÓVENES)

Sermón del año 2015

«Soldados de Cristo en la lucha contra el mal»

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Sermón Dominical

De

LA SAGRADA FAMILIA

(PARA ADULTOS)

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del año 2015

Evangelio: Lc 2: 42-52

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(PARA JÓVENES)

Sermón del año 2015

El amor a la Eucaristía

Toda la charla es una exaltación de la Eucaristía y del amor que le hemos de tener y que Jesús nos manifiesta a través de este sacramento.

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Sermón Dominical

Del

DOMINGO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

sermon-del-domingo-01-de-enero-de-2017

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Homilía: El nombre de Jesús

Domingo de la Octava de Navidad

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Lc 2: 21)

En la Biblia el nombre equivale a la persona nombrada. La importancia de un nombre le viene por la importancia de la persona a quien representa.

El nombre de Jesús tiene una importancia trascendental, pues como nos dice San Pedro: “No hay otro nombre bajo el cielo por el que podamos ser salvados”.

Ante el nombre de Jesús toda rodilla se ha de doblar, como nos dice San Pablo en su carta a los Filipenses. En cambio, vemos en la actualidad, como consecuencia del modernismo que inficiona la Iglesia, que hay muchos que se niegan a doblar la rodilla ante Jesucristo; con ello están negando su divinidad. Hay muchos que se avergüenzan de ser cristianos; con ello, se ha producido una rendición vergonzosa ante los enemigos de nuestra fe. Y ya sabemos lo que el mismo Jesucristo dijo de los que se avergonzaran de Él: “Aquél que se avergüence de mí ante los hombres, también yo me avergonzaré de él ante mi Padre que está en los cielos”.

Pero frente a tantos apóstatas, también hay cristianos fieles: “Me he reservado 7000 varones que no han doblado su rodilla ante Baal” (1 Re 18).

Cuando yo era joven buscaba el sentido de mi vida y la auténtica amistad. Nada de lo que se me ofrecía me parecía adecuado para llenar mi vida y mi corazón. Los mayores me hablaban de la salud y del dinero; pero eso era totalmente incapaz de llenar mi corazón. Yo seguía buscando hasta que me encontré con Cristo.

Hubo muchas cosas en su vida y en sus enseñanzas que me llamaron la atención y me hicieron comprender que esas sí que podían realmente llenar las ansias de mi corazón. Cosas tales como:

Los hombres buscan sus intereses, en cambio Cristo era totalmente desinteresado y lo único que buscaba era nuestro bien. Cristo, por amor, carga con mis pecados para así librarme de ellos; y no sólo eso, sino que también dio su vida por mí. Yo comparaba el amor que me ofrecía Cristo con el que me ofrecían los hombres.

Cristo me enseñó el sentido de la libertad y de la verdad. Aprendí de Él a aborrecer la injusticia y la iniquidad. Cristo cambió por completo mi vida y mi existencia.

De Cristo aprendí que hay más alegría en dar que en recibir; lo cual es inaudito para el hombre de hoy.

Cuando me encontré con Cristo su persona y su mensaje me aturdieron. Me parecían grandiosos y nuevos. Él fue quien me enseñó el valor de perder la propia vida por amor. Él me enseñó también que son bienaventurados los pobres, frente al modo de pensar del mundo que sólo ama la riqueza. Pude comprobar en mi propia persona que se alcanza mucho más cuando no se tiene nada de dinero. Precisamente por eso he podido hacer ricos a muchos.

También me llamó la atención en Jesús la desapetencia que tenía del poder: “No he venido a ser servido, sino a servir y a dar mi vida en rescate por muchos”. También me sedujo de Cristo su obediencia hasta la muerte y muerte de cruz. ¿Acaso la obediencia es mala? La obediencia es fruto del amor; es el amor lo que da excelsitud a esta virtud. Jesús me enseñó también la verdadera amistad: “Ya no os llamo siervos sino amigos”. Su amistad escapa todo lo imaginable.

Él me libró también del temor a la muerte; pues mi muerte se hace gloriosa cuando se une a la suya. Él también me ofreció vivir una vida totalmente nueva, la suya: “Quien coma mi carne vivirá por mí”…

Sermón Dominical

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PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO 

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

sermon-del-27-de-noviembre-de-2016

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Homilía: La alegoría de la caverna

I Domingo de Adviento

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Lc 21: 25-33)

A caballo entre los siglos V y IV antes de Cristo, el filósofo Platón trasladó a sus obras la alegoría o mito de las cavernas. En ella, unos hombres que estaban encadenados en una cueva veían pasar unas sombras por fuera de la misma, creyendo que toda la realidad exterior a la cueva se reducía a eso: sombras. Hoy días, hay muchos, tanto en la sociedad civil como en la religiosa que, engañados por falsos maestros y profetas, piensan que lo único que existe en la realidad son sombras.

La sociedad moderna vive en un mundo irreal y engañoso. La sociedad civil, mediante la manipulación de las masas, es engañada por las oligarquías corruptas. Oligarquías que han despojado a la sociedad de cualquier ética humana y ha convertido a sus miembros en robots para que sean fácilmente manipulables. Una sociedad que ha legitimado la inmundicia y el vicio y que persigue la verdad y la virtud. Ciudades que en otros tiempos fueron gloriosas, son ahora antros de corrupción gobernados por analfabetos corruptos.

En la sociedad moderna religiosa la situación no es muy distinta. Una Iglesia gobernada por una jerarquía que en su mayor parte ha apostatado. Al apostatar, ha dejado de alimentar a sus fieles con el alimento de la Palabra de Dios. El pueblo católico sigue practicando una religión (quien todavía practica) que ya no es la religión auténtica heredada de Jesucristo y transmitida fielmente por la Iglesia de siempre….
…………

Cuando Platón habla del final de este mito, dice que uno de los encadenados logró soltarse y salió fuera de la cárcel; pudiendo comprobar que la realidad era muy diferente a la que le habían enseñado. Entonces volvió dentro para enseñárselo así a los demás; pero éste no fue creído, sino que lo persiguieron para matarlo. Hoy día, el hombre ha caído en tal grado de servilismo, adoración y sumisión, que no es otra cosa que manifestación de estar diabólicamente poseído. Ya no se cree en el testimonio de los santos, sino en la palabra engañosa de los falsos profetas, que no son otra cosa sino enemigos de Dios.

Sermón: El juicio final

Sermón: Último domingo después de Pentecostés. (Epístola: Colosenses 1, 9-14; Evangelio: Mateo 24, 13-25).

Padre Jonathan Romanoski. FSSP. Templo de nuestra Señora del Pilar. Guadalajara, Jalisco, México. 20 de Noviembre del 2016.

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VIGÉSIMO SÉPTIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

   Último Domingo después de Pentecostés  

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

sermon-del-20-de-noviembre-de-2016

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Homilía: Las señales olvidadas del fin del mundo

XXIV Domingo después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Mt 24: 15-35)

Reconocer los signos del final de los tiempos: los falsos profetas, el anticristo, la abominación de la desolación, la gran apostasía. Muchos de estos signos ya están ocurriendo.
Sobre la fecha del final de los tiempos sólo el Padre lo sabe. Cristo como hombre no lo sabía; pero sí nos da unos indicios o señales a través de los cuales lo podamos colegir.

Nos han robado a Cristo pero no reaccionamos. La situación de la Iglesia en el mundo es caótica; pero aquellos que tendrían que hablar de ello no lo hacen. Asistimos ante el espectáculo de ver con nuestros propios ojos cómo van derribando nuestra propia “casa”. Estamos presenciando hoy día en la Iglesia algo que es realmente escandaloso: el silencio de los pastores. Decía Santa Catalina de Siena: “De casi todos los males que cometen los fieles tienen su culpa los malos pastores”, o también: “Aquellos que fueron puestos como columnas de la Iglesia se han transformado en su perseguidores”.

Frente a estas cosas el cristiano ha de mantener la esperanza y la fe en Cristo. ¡Tranquilos, fortaleced vuestro corazón porque Cristo está cerca! Y por supuesto, estad siempre preparados, porque el día llegará “como ladrón en la noche”. “He aquí que vengo pronto, y conmigo mi recompensa”.

Nota: Por razones de salud, y por prescripción médica, el P. Alfonso se ve obligado a interrumpir sus homilías dominicales por un tiempo indefinido. El Padre agradece cordialmente a seguidores y amigos la atención y cariño recibidos. Esta homilía fue publicada originalmente en 2014.

  Último Domingo después de Pentecostés    

«Las señales olvidadas del fin del mundo»

(Mt 24: 15-35)

2015

2014

2012

Sermón Dominical

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VIGÉSIMO SEXTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

   (VI Domingo después de Epifanía – Transferido)

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

sermon-del-13-de-noviembre-de-2016

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Homilía: Un grano de mostaza que ha dejado de crecer

VI Domingo después de Epifanía

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)

(Mt 13: 31-35)

El evangelio de hoy nos ofrece dos breves parábolas de idéntico significado: la parábola del grano de mostaza y la parábola de la levadura que fermenta toda la masa.

Tradicionalmente se han interpretado estas parábolas en el sentido de que la Iglesia, fundada por Jesucristo, crece y se entiende.
La Iglesia, como todo organismo vivo, nace, crece…, y muere. Por supuesto que la Iglesia que dejará de ser existir será la Iglesia peregrina, cuando todo este mundo se acabe. La Iglesia como tal no puede perecer, pues tenemos la promesa de Cristo. Cristo así lo manifiesta en multitud de ocasiones: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”; “buscad los bienes de arriba, no los de la tierra…”; “somos ciudadanos del cielo”. Todas estas enseñanzas las conocemos muy bien, aunque a veces muchos las olvidan. Todos estos textos nos recuerdan que nuestra existencia aquí en la tierra es fugaz, y que no tenemos aquí una ciudad permanente.

En el momento actual vemos que la Iglesia está desolada; hay una situación real de apostasía, resultando difícil encontrar la verdadera doctrina. Para aquellos que piensan que la situación actual no es tan grave yo les diría:

La misma Sagrada Escritura nos habla que llegará un momento en el que surgirá el falso profeta, el cual engañará a muchos.
También nos dice en el profeta Daniel: “Cuando veáis la abominación de la desolación sentarse en el lugar santo… sabed que el momento ha llegado”. Las profecías y señales acerca del fin del mundo siempre son oscuras, pero si las dijo Jesucristo fue para nosotros. No tendría sentido que nos ofreciera una serie de señales que nos hablaran del fin del mundo y luego nadie las pudiera interpretar ni conocer.

Y es el mismo profeta Daniel quien nos avisa que esta situación de desolación durará hasta el final (Dan 9).

El Santo Padre decía hace unos días que los comunistas piensan como los cristianos. Con todo el respeto, pero no hay compatibilidad alguna entre el comunismo y el cristianismo. Yo he sufrido en mi propia carne el comunismo, lo he estudiado profundamente, y sé lo que digo.

¿Qué podemos hacer los cristianos ante tanta desolación y apostasía? El mismo Señor nos da la respuesta: “Cuando veáis que todo esto sucede, levantad las cabezas, pues se acerca vuestra liberación”, o, “los tiempos finales serán acortados en favor de los elegidos”, o, “para los que aman a Dios, todo lo que les ocurre es para su bien”. Dios actuará en el momento oportuno. Recordad que, de Dios nadie se ríe. Dios siempre hará justicia. Así pues, ¿quién nos podrá separar del amor de Cristo? Hemos pues de confiar en su poder y en su amor. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. “Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Sea que vivamos, sea que muramos, del Señor somos”.

Si así hacemos, no tendremos confusión ni duda.

 

 

Sermón Dominical

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VIGÉSIMO QUINTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

   (V Domingo después de Epifanía – Transferido)

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

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Nota: Por razones de salud, y por prescripción médica, el P. Alfonso se ve obligado a interrumpir sus homilias dominicales por un tiempo indefinido. El Padre agradece cordialmente a seguidores y amigos la atención y cariño recibidos. Esta homilía fue publicada originalmente en 2013.

Homilía: Parábola del trigo y la cizaña

    V Domingo después de Epifanía – Transferido        

«Parábola del trigo y la cizaña»

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)

(Mt 13: 24-30)

V Domingo después de Epifanía – Transferido

«Parábola del trigo y la cizaña»

(Mt 13: 24-30)

2015

2013

2012

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VIGÉSIMO CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

sermon-del-domingo-30-de-octubre-de-2016

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Homilía: Cristo Rey

Fiesta de Cristo Rey

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)

(Jn 18: 33-37)

Hablar de esta fiesta tiene una doble dificultad; pues, por un lado, la Persona de Jesús ha sido difuminada e incluso quitada de en medio como consecuencia de la apostasía de la Iglesia y de la paganización de la sociedad civil, y por otro lado, hablar de la realeza y de la monarquía, resulta más difícil todavía; ya que los reyes modernos se han preocupado de desprestigiar sus propias personas, y con ello, la realeza y la monarquía.

El mundo actual vive una situación de cáos, disolución, disgregación y anarquía. Los valores humanos han sido anulados.

El Magisterio de la Iglesia ha sido eliminado. Los dogmas han caído en el historicismo. El Evangelio y el mismo Cristo han quedado reducidos a un invento de la comunidad primitiva. Los obispos, que siempre tuvieron gran prestigio en la Iglesia, son ahora ridiculizados…

En cuanto al Estado, el poder civil es ahora un antro de corrupción al servicio de los políticos.

Hace unos días, el Santo Padre hacía unas declaraciones con motivo del 500 aniversario de las tesis protestantes, a un diario sueco en el que decía textualmente: “La religión verdadera es el desarrollo que tiene la humanidad para trascenderse a sí misma hacia el absoluto”.

Ante todas estas realidades, ¿cómo podemos entonces hablar de Cristo como Rey de la Iglesia y del mundo entero? La respuesta la tenemos en Col 1 y Fil 2. La sociedad civil y la Iglesia podrán continuar por sus caminos, pero frente a eso, Cristo seguirá siendo el Rey de universo, y al final de los tiempos vendrá a juzgar a vivos y muertos.

Aclarado esto, hemos de decir también que en la Escritura hay algunas frases que parecen contradictorias con lo aquí dicho, pues el mismo Jesucristo dice “mi reino no es de este mundo”. Y en otro lugar también dice que el “reino de Dios no viene con espectáculo” y también “el reino de Dios está ya en medio de vosotros”.

Ahí es donde reside ahora el Reino de Dios, dentro de cada uno de los fieles a Cristo y a su mensaje. Son esos pocos cristianos que quedan fieles a Cristo en medio de la persecución y de los peligros.
La auténtica Iglesia reside ahora en las catacumbas.

El mismo Señor también nos dijo: “Ya no os llamaré siervos, sino amigos…” Mi Rey y mi Señor es ahora también mi Amigo. Y además, es un amigo que intercambia su vida con nosotros: “Quien beba mi sangre… vivirá en mí y yo en él”.

En el Cantar de los Cantares, la figura del Rey aparece también como Esposo, el cual se dirige al hombre y mantiene con él un diálogo amoroso..

Vivimos pues, en medio de un mundo que está sufriendo una gran confusión, paganización y apostasía; pero el amor de Cristo no ha cesado. Todavía existen almas enamoradas de Dios; es en ellos donde se hace verdad la promesa de permanencia de Cristo en su Iglesia hasta el final de los tiempos.

Sermón Dominical

Del

VIGÉSIMO TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

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Homilía: Curación de la hemorroísa

Domingo XXIII después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Mt 9: 18-26)

Cristo es nuestra vida y nuestra esperanza/Sentido de la muerte de Cristo y de la nuestra.

1) La curación de la hemorroisa: Cristo es la solución para nuestras angustias. Recordemos otros casos similares: el paralítico de la piscina de Siloé, el episodio de la mujer adúltera. Si Cristo se compadece así de ellos, ¿por qué no se va a compadecer de nosotros?

2)La resurrección de la hija de Jairo: posición de Jesús ante la muerte. Significado de la muerte cristiana: momento de consumación del amor del hombre a Cristo y de Cristo al hombre.

Nota: Por razones de salud, y por prescripción médica, el P. Alfonso se ve obligado a interrumpir sus homilías dominicales por un tiempo indefinido. El Padre agradece cordialmente a seguidores y amigos la atención y cariño recibidos. Esta homilía fue publicada originalmente en 2014.

 

Sermón Dominical

Del

VIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

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A Dios lo suyo y al César lo suyo

Domingo XXII después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Mt 22: 15-21)

El evangelio de hoy nos trae el episodio en el que Jesucristo delimita las funciones de las dos sociedades: la civil y la religiosa. En su frase “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” está resumida toda una profunda y clara enseñanza. En este mundo hay dos sociedades, la civil y la religiosa, que han de procurar cada una función su función propia.

La sociedad civil ha de buscar directamente el bien temporal de sus ciudadanos; e indirectamente, desde un punto de vista positivo, procurar que los ciudadanos puedan conseguir su fin último y desde el punto de vista negativo, evitar todos aquellos obstáculos que puedan separar al hombre de conseguir su salvación.

Por otro lado, la sociedad religiosa ha de buscar, como fin propio y directo, la salvación de sus fieles; y de modo indirecto, desde un punto de vista positivo, iluminar la sociedad civil con la luz que da el Evangelio, y desde un punto de vista negativo, denunciar al poder civil, cuánto éste se aparte de las enseñanzas del Evangelio, y por lo tanto, dificulte a los fieles la consecución de su fin último.

Ni la una sociedad ni la otra, pueden inmiscuirse en los ámbitos que le son propios a cada una.

Sobre el papel, esta enseñanza es fácil de entender; pero cuando pasamos a la práctica, es cuando descubrimos lo difícil es que haya un respeto mutuo y que cada una cumpla sus funciones que le son propias sin inmiscuirse en las tareas que no le pertenecen.

A lo largo de la historia vemos como ambos extremos se han dado. En algunas ocasiones hemos visto lo que se ha llamado “Cesarismo”, cuando el gobierno civil se ha inmiscuido en las labores propias de la Iglesia. Y lo contrario, también ha ocurrido.

A partir del Renacimiento, y más todavía con la Ilustración (s XVIII) la Iglesia se hace más débil por no ser fiel a Cristo, y la sociedad civil va tomando cada vez más fuerza y se va entremetiendo en las labores y decisiones que eran propias de la Iglesia. A pesar de todo, la Iglesia supo mantener sus principios y ser fiel a las enseñanzas de Cristo, de la Tradición y del Magisterio de siempre.

Pero con el Vaticano II la situación cambia rotundamente. La Iglesia se abre al mundo y como consecuencia deja de ser fiel a las enseñanzas de Cristo. La Iglesia piensa que es mejor seguir una ideología mundana y se rinde ante los criterios y principios del mundo. Se acabó denunciar los errores y condenar las herejías. Como dijo Juan XXIII en el discurso de apertura del concilio: “Hay que abrir las ventanas del Vaticano”. Y posteriormente, el papa Pablo VI reconocería que esta apertura de las ventanas había causado la entrada del “humo de Satanás en la Iglesia”.

Con el Vaticano II comenzó el gran desastre en la Iglesia. Como nos dice la Sagrada Escritura, la Iglesia no se puede abrir al mundo. El apóstol Santiago (Sant 4) nos dice: “¡Adúlteros! ¿No sabéis que la amistad con este mundo significa la enemistad con Dios? Quien quiere hacerse amigo de este mundo se hace enemigo de Dios”….

 

Sermón Dominical

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VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: Parábola del siervo despiadado

Nota: Por razones de salud, y por prescripción médica, el P. Alfonso se ve obligado a interrumpir sus homilías dominicales por un tiempo indefinido. El Padre agradece cordialmente a seguidores y amigos la atención y cariño recibidos. Esta homilía fue publicada originalmente en 2012.

DOMINGO XXI DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

08 OCTUBRE 2016.

XXI Domingo después de Pentecostés

«Parábola del siervo despiadado»

(Mt 18: 23-35)

2015

2014

2012

 

Sermón Dominical

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VIGÉSIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: La curación del hijo de un cortesano

Nota: Por razones de salud, y por prescripción médica, el P. Alfonso se ve obligado a interrumpir sus homilias dominicales por un tiempo indefinido. El Padre agradece cordialmente a seguidores y amigos la atención y cariño recibidos. Esta homilía fue publicada originalmente en 2012.

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Sermón Dominical

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DÉCIMO NOVENO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: No podemos jugar con la Palabra de Dios

Nota: Por razones de salud, y por prescripción médica, el P. Alfonso se ve obligado a interrumpir sus homilias dominicales por un tiempo indefinido. El Padre agradece cordialmente a seguidores y amigos la atención y cariño recibidos. Esta homilía fue publicada originalmente en 2014. Corresponde al domingo actual decinueve después de Pentecostés

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25 SEPTIEMBRE 2016.

XIX Domingo después de Pentecostés

«Los Bodas Reales» (Mt 22: 1-14)

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2015

2014

Homilía: No podemos jugar con la Palabra de Dios

2012

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DÉCIMO OCTAVO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Domingo XVIII después Pentecostés

 Evangelio: Mt 9: 1-8

HOMILÍA 22 DE SEPTIEMBRE DE 2013 (PARA ADULTOS)

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Domingo XVIII después Pentecostés

Evangelio: Mt 9: 1-8

HOMILÍA 22 DE SEPTIEMBRE DE 2013 (PARA JÓVENES)

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Sermón Dominical

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DÉCIMO SÉPTIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Domingo XVII después Pentecostés

 Evangelio: Mt 22: 34-46

HOMILÍA 15 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Sermón Dominical

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DÉCIMO SEXTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: Los Últimos Puestos

Domingo XVI después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Lc 14: 1-11)

El evangelio de hoy no pretende tanto enseñarnos cuál ha de ser nuestro comportamiento en las fiestas y banquetes sino una lección de humildad; y la prueba de ello es la moraleja final. El Señor nos anima a que busquemos los últimos puestos y los más humildes; aquellos en los que no se figura y uno no es reconocido.

Un verdadero cristiano, siguiendo las enseñanzas de Cristo, no debería buscar el destacar, sino el pasar desapercibido. En cambio tanto nuestra naturaleza como el mundo aspiran a todo lo contrario. Ya nos lo dijo S. Pablo: “No hay entre vosotros muchos sabios según el mundo, ni poderosos…”. O estas otras palabras: “Dios escogió la necedad del mundo para confundir a los sabios…”; “el que quiera ser el primero de todos que se haga el último de todos y el servidor de todos”.

Los criterios de actuación del mundo y del cristiano son totalmente opuestos. El Señor nos lo dice en multitud de ocasiones; pero nunca nos terminamos de convencer de ello. Es por ello que, en la medida que nos dejemos arrastrar por los criterios del mundo, nos alejamos de Dios.

Nos encontramos en un momento de confusión, de apostasía general y de desolación del cristiano y de la Iglesia. En estos momentos hemos de tener las ideas claras. Ideas que están expuestas y enseñadas en los evangelios. Esta situación de confusión no se va a arreglar, sino que según nos dicen las profecías de los últimos tiempos en el libro de Daniel, irá a peor: “El falso profeta tendrá un gran poder…, hará la guerra a los santos y los vencerá”. Los falsos profetas de la Iglesia actual no tienen enemigo; sólo Dios los puede contener… Algunos ingenuos buenistas ponen su esperanza en el “papa emérito”; no puede haber un “papa emérito”…

En medio de esta confusión, ¿qué pasará con nosotros? Esta confusión y oscuridad no es tal. Somos nosotros los que lo permitimos. Todo lo que está ocurriendo está en los planes de Dios y está ocurriendo para nuestro bien. Dios es el señor de la historia y nada ocurre que se escape a sus designios. Lo que está ocurriendo es providencial; en el sentido de que Dios lo permite para nuestro bien. No olvidemos estas palabras del Señor: “El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán”; “mis palabras son espíritu y vida”; “cuando suceda todo esto, levantad vuestras cabezas, pues se acerca vuestra liberación”; “para los que aman a Dios todo lo que les ocurre es para su bien”; “no temáis, mi pequeño rebaño, vuestro Padre celestial ha reservado el reino para vosotros”.

Se nos ha hecho pensar que ser cristiano es fácil, no tiene exigencias, cuando la realidad es totalmente diferente: “El que quiera ser mi discípulo que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga”. La existencia cristiana no es como el mundo la imagina, ni como muchos de nosotros pensamos. Ahora, puede que entendamos un poco mejor el consejo de Cristo de buscar los últimos puestos. Él mismo nos lo enseñó con su propia vida; de toda su vida, sólo tres fue “pública”, el resto de sus años pasó totalmente desapercibido. Nos empeñamos en vivir nuestra propia vida, y olvidamos que para un cristiano, Cristo es su vida.

La parábola de hoy es pues una exhortación a ser humildes y buscar los últimos puestos.

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Sermón Dominical

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DÉCIMO QUINTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: La Muerte y la Justicia

Domingo XV después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Lc 7: 11-16)

El evangelio de hoy nos presenta el relato de la resurrección del hijo de la viuda de Naim. Un episodio conmovedor en el que vemos a Jesús enfrentado con la muerte y el dolor de aquella mujer.

El hombre se enfrenta ante la muerte como ante un suceso que no puede evitar; en cambio Cristo se enfrenta ante ella como el señor de la vida y la muerte.

Cristo le dice a la mujer: “No llores”, pues para Él, el llanto de esta mujer no tiene sentido.

Para nosotros, la muerte puede llegar en cualquier momento, un momento que nunca esperamos ni sabemos. La muerte es el momento decisivo de la existencia humana, pues nos enfrentamos ante la verdad y ante la justicia; es el momento en el que se define el destino eterno de cada uno de nosotros.

La Justicia eterna e infinita de Dios ha de cumplirse; y es en el momento de la muerte cuando nos tenemos que enfrentar ante de ella.

En el momento actual en el que nos ha tocado vivir hay un clamor general, pues la Justicia ha sido pisoteada y burlada; en cambio la muerte es la que hace que esa justicia y esa verdad se cumplan. Clamor general de los millones de niños abortados, clamor general por una juventud que ha sido destruida e idiotizada, clamor general por el atentado a la dignidad del hombre y en especial de la mujer.

Clamor general porque se han destruido la familia, el matrimonio, los sacramentos, incluso el mismo sacerdocio. El mundo entero ha sido convertido en una manada de borregos dirigidos por un gobierno universal.

Y nos encontramos también con el hecho asombroso de la apostasía general de la misma Iglesia. Una jerarquía que está desprestigiada y que en gran parte ha renegado de su fe…

Lo que está ocurriendo ya en nuestro mundo es un castigo de Dios. La humanidad vive en estado de miedo y terror.

¡Mujer, no llores! El sentido de la muerte es totalmente diferente para uno que es cristiano que para uno que no tiene fe. Para el discípulo de Cristo, la muerte tiene un sentido glorioso. Nuestra muerte fue destruida por la muerte de Cristo, para que así vivamos una vida nueva. Para el cristiano, la muerte es la consumación de esta vida y el comienzo de una vida nueva.

La muerte para un cristiano es el final de otro sueño: la vida. Una vida humana que sueña con unirse a Cristo. Ese es el sentido real de la muerte para un cristiano.

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Sermón Dominical

Del

DÉCIMO CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: Catolicismo sin católicos

Domingo XIV después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
Mt 6: 24-33

El Señor nos dice en el evangelio de hoy que no podemos servir a Dios y a las riquezas. ¿De qué riquezas habla nuestro Señor? Es todo aquello que nos absorbe y nos preocupa demasiado, hasta el punto que nos hace olvidar a Dios. En este sentido, Dios y las riquezas son incompatibles.

Dios es nuestro último fin. Hemos nacido para amar y para ser amados. Dios es nuestro último fin. Si nos dejamos absorber por las cosas materiales, nos olvidamos de Dios.

Este es pues un principio cristiano que hemos olvidado. ¡Cuántas órdenes religiosas que se han corrompido por buscar las riquezas! Ellos creían que las riquezas les iban a ayudar a extender el mensaje de Cristo; pero la realidad ha sido muy diferente. De hecho, la enseñanza de Cristo es totalmente contraria: “Cuando vayáis a predicar, no llevéis ni oro ni alforja…” Si abrazamos las riquezas damos la espalda a Dios.

Por otro lado, el cristiano no puede ser amigo de este mundo. Como nos dice Santiago: “Adúlteros, ¿no sabéis que la amistad con este mundo es enemistad con Dios?” Hemos dejado las enseñanzas de Cristo para abrazar las de los falsos profetas que lo único que quieren es nuestra perdición.
Cristo nos habla de que no nos hemos de preocupar demasiado por las cosas de este mundo, aunque el problema hoy día no es preocuparnos demasiado sino habernos dejado absorber por las cosas de este mundo con el consiguiente rechazo de Dios.

Las consecuencias de este modo de proceder son inevitables y lógicas: la opción por las riquezas nos lleva al abandono de Dios. El abandono de Dios nos conduce a despreciarle; y el desprecio a la apostasía. Es decir, los cristianos ya no somos cristianos sino “anticristianos”.

La apostasía universal es ya un castigo de Dios. ¿Habrá castigo mayor que el haber renegado de Él? Millones de católicos ya no son católicos. Se han dejado engañar voluntariamente, y como consecuencia son culpables. Miles de cristianos van camino del infierno todos los días.

Al dar la espalda a Dios, nos quedamos sin Dios; y si nos quedamos sin Dios, nos quedamos sin el amor. El hombre necesita el amor más que el oxígeno para respirar. Así pues, en el castigo llevamos la penitencia.

El abandono de Dios está llevando a resultados extremos: invasión del Islam, el aborto. La amistad con el mundo siempre lleva a la enemistad con Dios.

Los tiempos actuales son de persecución muy dura; más que la de los primeros siglos. Pero los tiempos de persecución son también tiempos de santos, tiempos de esperanza. “Cuando veáis que sucede todo esto, levantad vuestras cabezas, pues se acerca vuestra liberación”.

Cuando contemplo este ambiente de persecución, confusión y traición, yo me siento más animado por el amor de Cristo y por el deseo de encontrarme con Él en el cielo.

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Sermón Dominical

Del

DÉCIMO TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: El agradecimiento

Domingo XIII después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Lc 17: 11-19)

En este pasaje vemos cómo Jesús curó a diez leprosos y sólo uno de ellos volvió para darle gracias.

1.- Les dice que vayan a presentarse a los sacerdotes para cumplir lo que estaba prescrito en la ley. El Señor deja claro la necesidad de atenerse al cumplimiento de la ley. En muchos pasajes de los evangelios está reflejada la voluntad de Jesús de cumplir con las leyes (caso de la mujer adúltera, el tributo al César, el tributo al templo…). Ello se debe al hecho de que las leyes humanas (positivas) tienen como base las leyes naturales, y estas a su vez, las leyes divinas. Cuando el hombre prescinde del cumplimiento de las leyes divinas, luego también prescinde de las humanas y al final, incluso de las mismas leyes dadas por el hombre, acabando todo en el caos y la tiranía.

Y no hablemos también del ámbito eclesiástico. Se ha ridiculizado y eliminado el magisterio anterior al Vaticano II; y en cuanto al magisterio posterior al Vaticano II, nada tengo que decir, pues también vosotros lo conocéis. Los dogmas, sacramentos, las leyes litúrgicas… han sido eliminados.Frente a ello, el Señor insiste en la necesidad de observar la ley; es más, Él es el primero en cumplirlas.

2.- De los diez leprosos que fueron curados, sólo uno volvió para darle gracias. El agradecimiento es una actitud de amor ante aquél que nos ha hecho un bien. Tenemos que ser agradecidos con Dios por todo lo que ha hecho por nosotros: Nos sacó del abismo y nos transformó en sus hijos; restituyó nuestra dignidad; nos enseñó a ser hombres e hijos de Dios; dió sentido a nuestra vida; nos enseñó a ser honrados, dignos, veraces, libres. Yo sólo conocí el amor cuando conocí a Cristo. Me enseñó el valor del trabajo…

Dejemos de ser meros espectadores de este mundo y comprometámonos con Cristo. Él lo ha hecho todo por mí; y en cambio, yo ¿qué he hecho por Él? Tenemos que ser agradecidos.
El mundo entero se está descomponiendo y hundiendo a nuestro alrededor. Frente a todo esto queda nuestra confianza en Él y en sus palabras. ¡He aquí que vengo pronto y conmigo mi recompensa!

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Sermón Dominical

Del

DUODÉCIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: La Misericordia

Domingo XII después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Lc 10: 23-37)

Como sacerdote anciano, vivo con profundos sentimientos, unos de esperanza y de deseo del cielo; y otros de pena profunda porque este mundo y esta Iglesia que han apostatado de Dios.

¿Cómo es posible que tantos cristianos hayan apostatado de su fe para seguir una religión diferente propugnada por falsos profetas? ¿Acaso estos falsos profetas tienen más autoridad que Dios? No se entiende esta actitud, sino por la existencia de Satanás y la debilidad del hombre.

Hay otros que han sido atrapados por las cosas del mundo, en especial por el sexo y por el dinero. Vivimos en un mundo pansexualizado que ha degradado el verdadero amor y al verdadero hombre. Las almas se han vaciado de contenido y viven angustiadas, entonces acuden al sexo buscando alegría. ¿Acaso el sexo es capaz de llenar el vacío que produce la pérdida del auténtico amor?

También nos encontramos a cristianos, o no, que han decidido por un acto de la voluntad propia, que Dios no existe. Hay muchas pruebas de la existencia de Dios; pero no hay prueba alguna para demostrar que Dios no existe. Cuando un hombre decide por sí mismo que Dios no existe, nunca es un acto de la razón, sino de la voluntad. Esto es una prueba de hasta dónde puede llegar la voluntad humana cuando no está guiada por la razón.

¡Cuántas veces le he pedido yo perdón al Señor por mis pecados y Él me ha respondido: tus pecados ya fueron perdonados, ahora hablemos mejor del amor! La misericordia de Dios se vuelca sobre nosotros para hacernos el bien; pero para poder ser misericordioso tiene que ver en nosotros arrepentimiento y amor. La misericordia siempre tiene como telón de fondo el amor. Es imposible que Dios ejercite su misericordia si previamente no hay amor recíproco, de Dios al hombre y del hombre a Dios; y para que el hombre pueda manifestar a Dios su amor, tiene primero que arrepentirse. Si no hay arrepentimiento, no puede haber amor; y si no hay amor, tampoco puede haber misericordia.

El hombre moderno está vacío, pero él piensa que está en un momento bello de la historia, la famosa primavera de la Iglesia. Cuando presencio el fracaso absoluto de la juventud moderna, que cree haber encontrado la felicidad en el sexo, en la droga o en los congresos de las juventudes católicas (y todos sabemos lo que es eso). Estos jóvenes no tienen horizontes y además desconocen el sentido de la existencia. Esta juventud fracasada y hundida no está con el papa, sino con el sexo y la droga. Sólo el auténtico Cristo es quien puede revolucionar y a desafiar a los jóvenes. Sólo Cristo puede llenar nuestro corazón.

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Sermón Dominical

Del

UNDÉCIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: De mudos y de sordos

Domingo XI después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
Mc 7: 31-37

El evangelio de hoy nos habla de sordos y de mudos, lo cual nos viene muy bien para hablar de la situación actual en la que vivimos. Un mundo, tanto a nivel civil como eclesiástico, que es mudo y es sordo. Es un mundo de mudos porque nadie dice nada, y si dice algo, es mentira. Y es un mundo de sordos porque se ha tomado la opción de no oír nada, como el avestruz.

Tanto el mundo como la Iglesias están paganizados. Estamos ante una Iglesia nueva que nada tiene que ver con la Iglesia fundada por Jesucristo.

Suena curioso, que en un mundo caracterizado por la comunicación global, nos hayamos vueltos sordos y mudos….

Pongamos un ejemplo: La problemática actual que tiene Europa con el Islam. Sabemos que el Islam se ha adueñado de Europa; y también sabemos que el Islam se impone por la fuerza, pues así lo dice el Corán. Eso sí, como nos dice la jerarquía, no estamos ante una guerra de religiones; a pesar que los propios terroristas digan que sí es una guerra de religiones…

¿Por qué tanto mutismo, tanto a nivel civil como eclesiástico? Tanto mutismo sólo tiene una posible explicación, que haya alguien por detrás que esté interesado en que el pueblo musulmán acabe con Europa y sus raíces cristianas; con la esperanza de poder acabar luego con el Islam y así introducir la globalización universal dirigida por el Sistema….

El cardenal Sarah se quejaba días atrás de la inacción de los gobiernos ante los últimos atentados terroristas en Europa. Y yo le preguntaría al cardenal Sarah: ¿Cuántas profanaciones, burlas al cristianismo y persecución contra los cristianos habrá que soportar para que la Jerarquía levante su voz?

Y no hablemos de la última puñalada dada contra la vida contemplativa…

Nos encontramos pues con el silencio tanto civil como eclesiástico….

Todo esto nos hace pensar en la cercanía de la segunda venida de Jesús…

Y frente a todo esto, la esperanza. Como dice San Pablo en la Carta a los Romanos: “¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo…?”

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DÉCIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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HOMILÍA 28 DE JULIO DE 2013

Domingo X después de Pentecostés\

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)

Evangelio: Lc 18: 9-14

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NOVENO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Homilía: Los verdaderos enemigos

IX Domingo después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Lc 19: 41-47)

Jesús, mirando a Jerusalén, lloró y se lamentó. Fue entonces cuando hizo las profecías de la destrucción de Jerusalén y también del fin del mundo. El evangelio de hoy también trae el episodio de la expulsión de los vendedores del templo. Ambos episodios están íntimamente conectados: la corrupción.

Jerusalén es una ciudad emblemática para toda la historia de la humanidad. Como sabemos, la profecía de su destrucción ocurrió en el año 70 de nuestra era. Destrucción comenzada por Vespasiano y concluida por su hijo Tito…

Podríamos encontrar un paralelismo, pues existe, entre la destrucción de Jerusalén y los sucesos del fin del mundo. Sobre el fin del mundo, Cristo nos dejó señales para poderlo reconocer.

La situación actual del mundo, y también de la Iglesia, es de caos total. Especialmente de la Iglesia y de Europa. Ello nos induce a buscar una explicación. Europa está en ruinas y en descomposición. La invasión musulmana de Europa es una realidad… Europa se ha quedado sin defensas…

Pero en el fondo el Islam no es sino un instrumento útil al servicio de otros poderes superiores y ocultos; poderes, que como el Islam, quieren acabar con el cristianismo, pues es el único enemigo real que tienen para poder establecer su Orden Mundial.

Pero hay algo que estos “señores del nuevo orden mundial” no tienen en cuenta, Dios es el Señor de la historia. En realidad, todo lo que está ocurriendo es para bien de los elegidos; como el mismo Jesucristo nos dice.

“Cuanto todo esto ocurra, levantad vuestras cabezas, pues se acerca vuestra liberación”.

Así pues, tengamos los ojos abiertos, no nos dejemos engañar. Confiemos en Dios. La Iglesia, según promesa de su Fundador, no podrá ser destruida; ahora bien, quedará reducida a un “resto fiel”.

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Sermón Dominical

Del

SÉPTIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

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Sermón del 03 de julio de 2016

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Homilía: Pueblo que se avergüenza de su fe, pueblo humillado y con miedo

Domingo VII después de Pentecostés

(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
Rom 6: 19-23

San Pablo en la primera lectura de este domingo escribe en su Carta a los Romanos: “Antes, estregasteis vuestro cuerpo al desorden y al pecado; antes erais esclavos del pecado y desconocíais la justicia. ¿Qué cosas conseguisteis de esas cosas, de las que ahora os avergonzáis? Ahora, sois libres del pecado y tenéis por fin la santificación y la vida eterna.

Leyendo este texto, tenía sentimientos encontrados, pues a muchos que todavía se llaman cristianos les ocurre precisamente lo opuesto; ahora se avergüenzan de la fe y se vanaglorian en sus bajezas. Estamos en un momento de apostasía universal. Gran parte de la Iglesia ha dejado de ser divina para hacerse meramente humana. Esa misma Iglesia ha pasado de dar culto a Dios a dar culto al hombre. Los cristianos han pasado de creer en Cristo a creer en el mundo.

Y si alguno duda de lo que estoy diciendo no tiene más que revisar los periódicos y comprobar las manifestaciones de ayer mismo en Madrid. Se traicionan los principios cristianos y se hace campaña contra todos los valores de nuestra fe. Ayer mismo, la líder socialista madrileña decía: los blancos, los delgados y los católicos constituyen el perfil de los homófobos (enemigos de los homosexuales). Afirmación llena de miedo y cobardía, pues todos sabemos que los realmente homófobos son los musulmanes. Yo no he visto a homosexuales colgados de una grua por un católico, en cambio esa imagen es bastante común para el mundo musulmán. Pero claro, de eso no se puede hablar, pues todos sabemos que la invasión de los musulmanes en Europa es cuestión de tiempo.

Todas estas cosas no son sino la manifestación de la decadencia en la que vive la sociedad actual por haber renunciado a su fe y a sus principios.

Una prueba más de la decadencia y de la esclavitud de la sociedad actual es por ejemplo la situación española. Toda España depende de cuatro señores a los cuales les importa poco el bien común de los ciudadanos. Sólo la catadura de estos cuatro señores me indica la degradación moral y humana a la que ha llegado España…

Por otro lado, la gente está empecinada en la mentira…

El cristianismo actual está fraccionado. Por un lado están los modernistas, que son la gran mayoría…, por otro los neocatólicos, que se esfuerzan en demostrar lo indemostrable…; por otro los “rebeldes sedevacantistas”; y por último, “el resto fiel”…

Sabemos, pues es promesa de Jesucristo, que los tiempos finales serán acortados en favor de ese resto fiel (los elegidos). Ser cristiano siempre fue difícil; pero ahora es más difícil todavía. A este resto le queda rezar y confiar en Dios. Sabemos que habrá un cielo nuevo y una tierra nueva donde florecerá la justicia. Así pues, no nos sintamos malhumorados ni hundidos; estamos participando de la cruz de Cristo; sabiendo que, si participamos en su cruz, también participaremos de su Gloria.

La Santa Misa, misterio de Fe

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Charla 1

Esta es la primera charla de una Misión dada por el Rev. P. Michael Rodríguez en noviembre 2015. La Misión es una introducción a la Misa Tradicional en Latín, y presenta principios teológicos básicos de la Santa Misa que son esenciales para entender bien lo que es la Santa Misa y como participar conscientemente y activamente en ella.

Conferencias de una Misión dada en Nicaragua
Tema: La Misa Tradicional es un Gran Misterio de Fey y el vínculo principal para fielmente transmitir a la Fe.

Explicación: Esta misión fue dirigida a aquellos feligreses que no están familiarizados con la Misa Tradicional, ya que la parroquia donde el Padre habló no tenía ninguna Misa Tradicional. La mayoría de las personas que asistieron a la Misa estaban asistiendo a la Misa Tradicional por primera vez. Sin embargo, estas pláticas pueden servir como una gran catequesis y fortalecimiento de la fe para aquellos que ya han ido a la Misa Tradicional por muchos años.

Testimonio: “Yo tengo diez años yendo a la Misa Tradicional y voy a la Misa entre semana. Mi participación en la Misa ha sido mucho más orante y fructífera esta semana debido a lo que escuché en está misión.”

Sinopsis: Temas que se tratan en esta misión incluyen:
[1] La ley de oración es la ley de lo que se cree.
[2] En la Santa Misa, los signos visibles de religión y piedad nos llevan a la contemplación de las altísimas realidades que están ocultas en el Sacrificio.
[3] En la Santa Misa, estamos en la presencia del poder, grandeza, santidad, inmensidad, bondad, y amor de Dios.
[4] La Santa Misa es el Sacrificio de Cristo.
[5] En el Sacrificio de la Misa y en el Sacrificio de la Cruz, el Sacrificio y el Sacerdote principal que sacrifica son idénticos; únicamente la forma del ofrecimiento es diferente.
[6] El Cuerpo y la Sangre de Cristo junto con Su Alma y Su Divinidad están verdaderamente presentes en la Eucaristía.

 

PADRE MICHAEL RODRÍGUEZ

Sacerdote diocesano de la Diócesis de El Paso, Texas, U.S.A. Fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre, 1996. Desde septiembre de 2011, el P. Rodríguez ha ofrecido exclusivamente la Misa Tradicional en Latín. Debido a esto, su obispo rehúsa darle un cargo pastoral desde hace casi dos años. El P. Rodríguez está totalmente comprometido al apostolado de restaurar el culto y la doctrina de la Santa Madre Iglesia.

 

Tomado de:

JMJ  HF  PRODUCTIONS

Sermón Dominical

Del

SEXTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del 26 de junio de 2016

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Homilía: Esclavitud y verdadera libertad

VI Domingo después de Pentecostés
(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
Rom 6: 3-11

San Pablo nos habla en la primera lectura correspondiente a este domingo de unas verdades que hoy día son desconocidas por la gran mayoría de cristianos.

Hemos sido bautizados para participar en la muerte de Cristo. Es esta participación nuestra en la muerte de Cristo lo que ha determinar nuestro modo de vida.

Y sigue San Pablo diciéndonos: Así como Cristo resucitó, también nosotros resucitaremos a una vida nueva. Si queremos participar en la resurrección de Cristo, tenemos que ahora participar en una muerte como la suya. Hemos de morir con Cristo para quedar libres de la esclavitud del pecado.

Estas verdades ya no se predican, o sencillamente, se niegan. Estamos viviendo en tiempos de apostasía universal. Todas estas desgracias, según el mismo Cristo profetizó, ocurrirán en los tiempos cercanos a los momentos finales de la historia.

El origen y la causa de todo el mal que hay hoy día en la sociedad no es el cambio climático.., sino el pecado. Sólo si escuchamos las palabras de Cristo es cuando seremos libres: “Si escucháis mis palabras, conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

Hoy día los gobiernos hablan de libertad y de democracia, cuando en realidad su mensaje es falso. Es imposible que exista una democracia (que por cierto nadie sabe lo que es) cuando es el mismo gobierno (el sistema) quien controla el modo de pensar (el voto) del pueblo. El único modo de conocer la verdad es conociendo a Cristo, pues Él es la verdad. Y sólo si le conocemos a Él es cuando seremos libres.

Pero la vida cristiana no se reduce a estar muertos al pecado, sino que además hemos de vivir una vida nueva; esa vida es Él, y la que Él nos ofrece: “El que me coma vivirá por mí”. Cristo nos hace participar de su vida. Como nos dice San Pablo en los Gálatas: “”Todos los que fuisteis bautizados habéis sido revestidos de Cristo”.

Vivir la vida de Cristo es pensar, amar… como Él. Y sólo se puede pensar y amar como Él cuando se recibe el Espíritu (Rom 5), en el bautismo por primera vez.

El amor será lo único que quedará al final de nuestras vidas. Como nos dice San Juan de la Cruz: “A la caída de la tarde seremos juzgados del amor”. Así pues, ¿qué sentido tiene la vida si no amamos a Cristo?

Sermón Dominical

Del

QUINTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del 19 de junio de 2016

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Homilía: La campaña contra la familia cristiana

Domingo V después de Pentecostés
(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Mt 5: 20-24)

Desde hace muchos años las fuerzas del mal están desarrollando una feroz campaña contra la familia; primero de todo, porque la familia es la primera escuela donde se aprenden todas las virtudes cristianas. Y ésta a su vez es la columna de la sociedad cristiana. Destruida la familia, se destruyen las bases de la sociedad cristiana.

Se empezó con la admisión del divorcio hace ya bastantes años. En la legitimación del divorcio civil cooperó la misma Iglesia. Y posteriormente ha sido la misma Iglesia la que ha facilitado la destrucción del matrimonio como sacramento aprobando la “nulidad del vínculo matrimonial”, que no es sino otro modo de nombrar la realidad del “divorcio eclesiástico”.

Posteriormente le sucedió la legitimación del asesinato de los no nacidos. Crimen que ya está dejando secuelas gravísimas en la humanidad. Y de ahí a la aprobación civil de los matrimonios aberrantes.

Todas estas campañas bien estructuradas de la destrucción de la familia han estado perfectamente orquestadas, habiendo conseguido una degradación de la raza humana y una desintegración de la sociedad.

Hemos llegado a un punto en el que la misma Jerarquía pone en duda la validez de “la gran mayoría” de los matrimonios eclesiásticos; mientras que al mismo tiempo convalida los matrimonios que no se celebran sacramentalmente.

El demonio está convencido de que el tiempo que le queda es muy corto, por lo que está intensificando sus ataques para conquistar el mundo.

Y todo esto está ocurriendo porque el hombre ha decidido prescindir de Dios, y como consecuencia, renunciar al amor. La misma Iglesia ya ha dejado de creer en el amor.

Sermón Dominical

Del

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

Sermón del 12 de junio de 2016

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Homilía: Pescador de hombres

IV Domingo después de Pentecostés
(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
(Lc 5: 1-11)

En el evangelio de hoy nos encontramos con un conmovedor episodio. Cristo se subió a una barca para poder dirigirse a las muchedumbres. Acabado su discurso le dijo al dueño de la misa, que era Pedro, “rema mar adentro y echa las redes”. Entonces Pedro, con todo respeto le responde: “Maestro, hemos estado pescando toda la noche, pero no hemos conseguido nada, mas porque tú lo dices…”

También puede que nosotros hayamos estado pensando toda la noche y no hayamos conseguido nada. Después de tantas fatigas ¿qué es lo que hemos conseguido? Podríamos desalentarnos al ver el poco fruto obtenido.

No sería malo echar de vez en cuando la vista atrás y comprobáramos si nuestra vida había dado fruto, o por el contrario habíamos desperdiciado nuestros años. Ante ese espectáculo, muchas personas podrían desalentarse.

El hombre fue creado por Dios para amar y sentirse amado. Dotado de un corazón insaciable para el amor: “Nos hiciste Señor para ti…” como decía San Agustín. Sólo nos sentiremos satisfechos si “descansamos” en Él.

¡Cuántas personas viven su vida en una noche que aparentemente parece perpetua y además vacía! Existen muchos hombres que ponen su confianza sólo en las cosas de este mundo: en el poder, en el dinero, en el sexo… Viven con un corazón vacío e inquieto. Con un corazón duro para amar como Cristo nos enseña.

“La noche ya está avanzada y el día ya se acerca”. Vivimos en una Iglesia desolada, desierta y apóstata. Nuestra misma patria está al borde del abismo.

Esta mañana mismo veía un video promocional de la JMJ y no sabía si reírme o llorar. Se supone que es la canción oficial española para “tal evento”. Yo nunca he entendido cómo se sigue haciendo ese tipo de concentraciones al ver el escaso fruto de las mismas. Cualquier empresa revisa los resultados de sus negocios, y si algo no funciona lo cambia; en cambio la Iglesia sigue repitiendo lo mismo…

“No hemos pescado nada, mas porque tú lo dices”. Cuando parece que no hay solución, entonces aparece Cristo. Es verdad que la tiniebla nos envuelve, pero Cristo es la luz…

Sin Cristo no podemos hacer nada. Si al sacerdote le quitamos Cristo, ¿qué puede hacer?

Sermón en el 60 Aniversario de Ordenación Sacerdotal

60º Aniversario de Ordenación Sacerdotal del P. Alfonso
“En el 60 Aniversario”

Sermón del 10 de junio de 2016

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Esta mañana acababa mi último libro: “Sermones de un mundo en ocaso”. En el último capítulo del mismo se trata del “Misterio del Sacerdocio”; y a modo de epílogo del capítulo y también del libro: “Excursión programada al campo de la mística” o “Última etapa de la mística del sacerdocio”.

Para hablar de ello, tendremos que retrotraernos a la época cuando el sacerdocio era considerado como un hombre entresacado de los hombres y destinado para las cosas que miran a Dios. Hoy día, esta dimensión se ha perdido.

Por ser el sacerdote un hombre entresacado de entre los hombres, hace que sea diferente a ellos y además que viva la soledad de un modo especial; pero al mismo tiempo hemos de considerar que el hombre es un ser social. Por lo que la situación del sacerdote es en cierto modo paradójica: por un lado ha de vivir en soledad y por otro unido a los suyos a quienes ha sido destinado. Si el sacerdote se dedica a ser “mundano” y pierde su dimensión “sobrenatural” en cuanto que es entresacado de los hombres, entonces su misión no dará fruto.
Al sacerdote sólo le es lícito mantener con los hombres una amistad “sobrenatural”; lo cual no anula la amistad, sino que le da una especial accesibilidad al alma y a los problemas de sus hermanos.

El sacerdote nunca dejará de ser el “hombre de Dios” al que se le mirará con amor u odio, según el caso, pero siempre como un hombre diferente.

El sacerdote es el hombre enamorado por excelencia, y el objeto de su amor es Cristo. ¿Dónde pues está la soledad del sacerdote? Es imposible sentirse solo si uno está enamorado de Cristo. Otra cosa diferente es vivir en la “ausencia mística de Cristo”, la cual no produce en él sentimientos de soledad, sino de nostalgia….

Sermón Dominical

Del

TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Por el Reverendo padre Alfonso Gálvez Morillas

¡IMPERDIBLE!

 

Sermón del 05 de junio de 2016

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Homilía: Parábola del Rebaño Descarriado

III Domingo después de Pentecostés
(Misa Tridentina o Misa de San Pío V)
Lc 15: 1-10

Esta parábola, junto con la del hijo pródigo, son quizás las dos parábolas más consoladoras del Evangelio; pues después de habernos apartado de Dios, Él nos busca para traernos de nuevo al redil. Ante el amor ofrecido por Dios, sólo falta una cosa, que nosotros lo aceptemos.

Creo que todos nosotros, en algún momento de nuestra vida nos podemos haber sentido “perdidos”. Y creo también que muchos de nosotros nos hemos sentido arrepentidos por las ofensas cometidas. Pero también puede ocurrir, como se ve ahora de un modo bastante generalizado, que nuestro corazón se haya endurecido y no sintamos nada por el hecho de habernos separado de Él.

Hoy día, hablar de la parábola de la oveja perdida no tiene mucho sentido; más bien habría que hablar del rebaño perdido, pues son muchos los que andan extraviados como ovejas sin pastor. Y rebaño que se encuentra perdido y confuso, y es “conducido” por falsos y malos pastores. Esta es la Iglesia que ha caído en la apostasía. Un rebaño que está extraviado por su propia culpa y también por culpa de los malos pastores.
Para entender la situación actual es muy importante ahondar en el discurso pronunciado por Jesús en la Última Cena. Este discurso es una acusación al mundo y también a la Iglesia actual.

Comienza el discurso diciendo que ha venido al mundo para ofrecerle su amor a los hombres (habiendo amado a los suyos los amó hasta el fin); pero a pesar de ello, los “suyos no le recibieron”. Los hombres prefirieron las tinieblas a la luz. Hace pues, en la primera parte de este discurso, una explicación de porqué vino al mundo, pero también manifiesta el rechazo que el mundo le hizo. En la segunda parte de este discurso les hace ver a sus discípulos que, del mismo modo que le persiguieron a Él, también sus discípulos serán perseguidos. En esta segunda parte también habla de la apostasía general y de la rebelión del mundo; pero Él mandará a su Espíritu, el cual acusará al mundo de pecado, de justicia y de juicio…. Y el Señor añade: “Cuando veáis que todo esto ocurre, levantad vuestras cabezas porque se acerca vuestra liberación”.

Para un anciano como yo, la situación de la Iglesia actual provoca mucho cansancio y muchos sufrimientos. Cuando veo la situación de desmoronamiento y de apostasía de la Iglesia actual, siento como Jesucristo cuando estaba junto al pozo de Jacob. El evangelio nos dice: “Y cansado del camino…”, pues así me siento yo. ¿Cómo no me voy a sentir cansado ante el mutismo y la cobardía de la jerarquía actual?

Y esta situación de ruina en la que se encuentra la Iglesia, es aún peor en la sociedad civil. Una sociedad que está sumergida en la más profunda y hedionda de las letrinas. Una situación que no es sino el castigo de Dios que ya ha empezado como consecuencia de sus pecados.

Y la tercera parte de este discurso es la más impactante: “Padre, te pido por los que tú me diste. No te pido por el mundo. Ellos están en el mundo. Te pido que los libres del mundo”. En cambio la Iglesia actual se preocupa de abrirse al mundo y de ser aceptada por el mundo. Cualquier pastor que diga que hay que abrirse al mundo está en contra del Fundador de la Iglesia.

El aparente triunfo actual de Satanás y fracaso de Cristo, ya había sido predicha por Él. En realidad es la expresión de la victoria de Dios y de la derrota de Satanás. El triunfo de Dios está precisamente en la Cruz, fue allí donde acabó con el Reino del Mal.

Este discurso es pues una acusación y una manifestación de la victoria de Cristo y de nuestra fe. “Y yo os daré una alegría que nadie os podrá quitar”.

Yo, al final de mis días, me siento cansado y con deseos de llegar a casa. Lo único que siento es no haber amado bastante.