El rito de la Sagrada Comunión en tiempos de pandemia

Por Monseñor Schneider

Nadie puede obligarnos a recibir el cuerpo de  Cristo de una manera en que exista el riesgo de que se pierdan partículas o se menoscabe la reverencia, como sucede cuando se recibe la Comunión en la mano. Aunque es cierto que se puede recibir directamente con la boca sobre un paño blanco pequeño y limpio (un purificador o corporal de pequeñas dimensiones), no siempre es factible, e incluso hay sacerdotes que se niegan a hacerlo.

En tales casos, lo mejor es hacer una comunión espiritual, que colma el alma de gracias especiales. Durante épocas de persecución, muchos católicos no han podido recibir la Sagrada Comunión de modo sacramental por periodos muy prolongados, pero hacían comuniones espirituales que les reportaban muchos beneficios espirituales.

No es más higiénico comulgar en la mano que en la boca. La verdad es que puede agravar el riesgo de contagio. Desde el punto de vista de la higiene, la mano contiene ingentes cantidades de bacterias. Las manos transmiten numerosos gérmenes patógenos. Ya sea al estrecharle la mano a alguien, al tocar constantemente diversos objetos, como manijas o tiradores de puertas, o al asirse de la barra del bus o del metro, los microbios pasan con facilidad de mano en mano, y luego la gente se lleva con frecuencia esas manos y dedos sucios a la nariz o la boca. No sólo eso; a veces los microbios pueden sobrevivir durante días en la superficie de objetos que se han tocado. Según un estudio publicado en 2006 en el boletín BMC Infectious Diseases, los virus de la gripe y otros semejantes pueden sobrevivir durante varios días en superficies como puertas, barandillas o barras del transporte público.

Muchos fieles que van a la iglesia y reciben la Comunión en la mano han tocado antes manillas de puertas o se han asido de la barra en el transporte público o de la baranda en una escalera. Llevan virus sobre la palma de la mano y los dedos, y luego durante la Misa se llevan esas mismas manos a la nariz o la boca. Con esas manos y dedos contaminados tocan la Hostia consagrada, con lo que los virus pasan a su vez a la Sagrada Forma, y luego los virus juntamente con ella a la boca.

Sin duda alguna, comulgar en la boca es menos arriesgado y más higiénico que hacerlo con la mano. Es más, si no se lavan concienzudamente, la palma de la mano y los dedos acumulan muchos microbios.

Prohibir la Comunión en la boca resulta infundado en comparación con los graves riesgos para la salud que comporta hacerlo con la mano en épocas de pandemia. Tales prohibiciones constituyen un abuso de autoridad. No sólo eso; da la impresión de que algunas autoridades eclesiásticas se aprovechan de la epidemia como pretexto. Pareciera también que algunos se regocijan cínicamente en extender cada vez más el proceso de trivialización y desacralización del Santísimo Cuerpo de Cristo en el sacramento eucarístico, poniendo con ello en riesgo el Cuerpo del propio Señor de graves de falta de respeto (pérdida de partículas) y de sacrilegio (robo de formas consagradas).

Hay que tener en cuenta además que a lo largo de los 2000 años de historia de la Iglesia no ha habido ningún caso documentado de contagio por recibir la Sagrada Comunión. En la Iglesia Bizantina, el sacerdote da de comulgar a los fieles con una cucharilla, y se utiliza la misma para todos. Terminada la Comunión, el sacerdote o el diácono se bebe el agua o el vino con el que ha purificado la cuchara, la cual tocó la lengua de algunos feligreses mientras comulgaban. Muchos fieles de iglesias de rito oriental se escandalizan por la falta de fe de los obispos y sacerdotes de rito latino cuando prohíben comulgar en la boca; prohibición que, en el fondo, obedece a falta de fe en el carácter divino y sagrado del Cuerpo y la Sangre de Cristo-Eucaristía.

Si la Iglesia de nuestro tiempo no vuelve a esforzarse con el máximo empeño por estimular la fe, la reverencia y las medidas de protección para el Cuerpo de Cristo, toda medida de protección para los fieles será en vano. Si la Iglesia actual no se convierte y vuelve a Cristo, concediendo la primacía a Jesús, y en concreto a Jesús-Eucaristía, Dios demostrará la veracidad de sus palabras: «Si Yahvé no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. Si Yahvé no guarda la ciudad, el centinela se desvela en vano» (Sal.126, 1-2).

Recomendamos la siguiente oración para hacer comunión espiritual:

«Me postro a tus pies, Jesús mío, y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito, doblegado en su nada y ante tu sagrada presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, la inefable Eucaristía. Deseo recibirte en la humilde morada que te ofrece mi corazón. Mientras aguardo la dicha de la Comunión sacramental, anhelo poseerte espiritualmente. ¡Ven a mí, Jesús mío, pues por mi parte me dirijo a Ti! Tu amor abrace mi corazón en la vida y en la muerte. Creo en Ti, espero en Ti y te amo. Amén.»

+Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la diócesis de Santa María de Astaná

(Traducido por Bruno de la Inmaculada. Artículo original)

 

Tomado de:

adelantelafe.com

Original de:

RORATE CÆLI

 

A treinta años de las consagraciones de monseñor Lefebvre: evocación de lo sucedido en 1988

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Julio 1987-Febrero 1988

La conmoción se había iniciado en los palacios vaticanos a primeros de julio de 1987, cuando llegó la noticia de la homilía pronunciada por monseñor Lefebvre en la misa de las ordenaciones sacerdotales celebradas en Ecône el 29 de julio del mismo año. La primera alusión fue al encuentro de dirigentes religiosos que había tenido lugar en Asís hacía unos meses, hecho histórico que hasta el día de hoy tiene perplejos a los católicos tradicionalistas. Lefebvre declaró:

Jamás en la historia se ha visto que el Papa se convierta en una especie de guardián del panteón de todas las religiones, como he recordado, transformándose en el pontífice del liberalismo.

Díganme si alguna vez se ha dado semejante situación en la Iglesia. ¿Qué podemos hacer ante tal realidad? Ciertamente llorar. Cómo lamentamos, cómo se nos desgarra el corazón y nos embarga el dolor. Daríamos la vida, derramaríamos nuestra sangre para cambiar esta situación. Pero la situación es tal, la obra que nos encomendado nuestro Buen Señor, que ante las tinieblas que envuelven a Roma, la obstinación de las autoridades romanas en su error, su negativa a regresar a la Verdad y a la Tradición, me parece a mí que el Señor pide que la Iglesia continúe. Por lo tanto, es probable que antes de rendir al buen Dios cuenta de mi vida tenga que consagrar algunos obispos.

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Columnista invitado sobre la blasfema “MetGala”: qué bajo hemos caído

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Muchos lectores habrán visto el film de 1963 de Otto Preminger: “El Cardenal.” Consiguió cierto permiso de la novela epónima de Henry Morton Robinson, pero más allá de ser un film excelente, recrea perfectamente mucho de la belleza de la liturgia de la Iglesia Católica en la víspera de su, digámoslo, “renovación.” Una de las más antiguas y hermosas ceremonias de la liturgia tradicional es la de la consagración episcopal, y partes de ella son recreadas de una manera bellísima en la película de Preminger.

No sorprende que haya sido despedazada por las reformas post-conciliares. El papa Pablo VI, que no dejó nada intacto, tal como deseaba, comenzó el cambio de las ceremonias de consagración episcopal antes de la promulgación de su nueva misa en 1969. A los 00:28 segundos del video clip que acompaña la película, uno puede ver y oír esa parte de la ceremonia tradicional en la que la mitra es colocada sobre la cabeza del nuevo obispo consagrado. Aquí está la oración en latín y en español de la oración que se pronunciaba en ese momento. Está repleta de referencias bíblicas del Viejo Testamento, y alusiones al oficio del obispo encontradas en el Nuevo Testamento:

Imponimus, Domine, capiti hujus Antistitis et agonistae tui galeam munitionis et salutis, quatenus, decorata facie et armato capite, cornibus utriusque Testamenti terribilis appareat adversariis Veritatis; et, te ei largiente gratiam impugnator eorum robustus exsistat, qui Moysi famuli tui faciam ex tui sermonis consortio decoratam, lucidissimis tuae claritatis ac veritatis cornibus insignisti, et capiti Aaron pontificis tui thiaram imponi jussisti.

 

Colocamos, Señor, sobre la cabeza de este Obispo y atleta vuestro el yelmo de defensa y salvación, a fin de que por él, por el ornato de su faz y con la cabeza armada por la fuerza de los dos Testamentos, aparezca terrible a los enemigos de la verdad, y dándole Tú gracia, sea un fuerte impugnador de los mismos; Tú que adornaste la faz de Moisés por la gracia de tu conversación con los rayos resplandecientes de resplandor y verdad y ordenaste colocar la tiara sobre la cabeza de tu Pontífice Aarón.

Al observar la última farsa en el Museo Metropolitano de Nueva York, la mitra y su parodia, tuvieron un lugar prominente como en el comentario sobre quien  el verdadero derecho a usarla. Todo fue un recordatorio del hecho de que la consagración episcopal fue ciertamente ‘desvestida’ de la oración anterior y de muchas otras oraciones significativas…. y estamos ahora ‘desnudos frente a nuestros enemigos.’

Monseñor X

Por RORATE CÆLI

(Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original)

Penitencia en aras del Cielo. Reflexiones para el Miércoles de Ceniza

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“Recuerda, hombre, que eres polvo, y al polvo regresarás.”

El día de hoy, Miércoles de Ceniza, marca el comienzo de la Cuaresma. La Iglesia, con la sabiduría del antiguo calendario litúrgico, nos dio los últimos domingos para prepararnos para este tiempo de ayuno, oración, y penitencia. La Cuaresma es el tiempo del año litúrgico en el que hacemos una pausa y reconocemos nuestra débil naturaleza humana, nuestra inclinación al pecado, y nuestra mortalidad. Algunos verán nuestros rigurosos sacrificios y nuestro ayuno como tonterías, considerando cómo nuestra sociedad tiene la costumbre de buscar la gratificación instantánea. ¿Qué es lo que motiva nuestras penitencias? Quizás el reflexionar sobre esta cuestión nos ayude a elegir penitencias que profundicen nuestras vidas espirituales y nuestro amor a Dios.

En la cuestión 12 de Prima Pars en Summa Theologiae, Santo Tomás de Aquino reflexiona sobre el conocimiento de Dios; es decir, ¿cómo hace el hombre para conocer a Dios, tanto en esta vida como en la próxima, en la que puede ver su esencia divina? En el artículo 6, Tomás se pregunta si algunos podrán ver la esencia divina más perfectamente que otros. Responde afirmativamente, diciendo que esto se basa en la capacidad intelectual, la cual que permite a algunos contemplar la visión de Dios más perfectamente. El objeto—la visión de Dios—es el mismo, dado que Dios no cambia, pero el intelecto que comparta más perfectamente la luz de la gloria, Lo verá más perfectamente. Tomás explica:

De ahí que el entendimiento que más participe de la luz de la gloria, más perfectamente verá a Dios. Y tanto más participará de la luz de la gloria cuanto más amor tenga, pues donde el amor es mayor, mayor es el deseo; y el deseo, de alguna manera, capacita y prepara al que desea para conseguir lo deseado. Por lo tanto, aquel que tenga más amor, más perfectamente verá a Dios y más feliz será (ST, I, C. 12, a. 6, corpus).

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Una visión de la Iglesia en 1 Timoteo, a través de Tomás de Aquino

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“Te escribo estas cosas con la esperanza de ir pronto a ti; pero si tardo para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.  Y sin duda alguna, grande en el misterio de la piedad: (1 Timoteo 3: 14-16).

Estos versículos de San Pablo, además de los pasajes anteriores, revelan muy sucintamente la naturaleza y el alma de la Iglesia. Primero, Pablo describe los diferentes roles dentro del Cuerpo de Cristo -hombres y mujeres, obispos y diáconos- y luego describe la fuente de la unidad de la Iglesia, a saber, la Palabra de Dios encarnada. Reflexionar sobre estos pasajes de Pablo, con la guía confiable de Santo Tomás de Aquino, arrojará luz sobre cómo debemos responder a la situación actual en nuestra Iglesia. La Iglesia hoy en día necesita un recordatorio de cómo debe actuar como la “casa de Dios”, dado cuán fácilmente caemos en el pecado, lo que divide a la Iglesia y le impide estar verdaderamente unificada como el Cuerpo de Cristo.

En esta carta, San Pablo primero habla de hombres y mujeres, o los laicos, en la Iglesia. San Pablo escribe: “Quiero pues que los hombres oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos piadosas, sin ira ni discusiones” (1 Tim 2: 8). Así, San Pablo desea que todos los hombres oren, y esta oración, según Tomás, está marcada por tres características: “que sea asidua, pura y quieta” (71). La oración mental puede ocurrir en cualquier lugar, razón por la cual a los hombres ya no se les exige rezar solo en Jerusalén. Además, la oración debe ser pura, lo que significa que mediante nuestros signos externos, estamos dando gloria a Dios.

Como Tomás explica: “Porque las genuflexiones y cosas por el estilo no son agradables a Dios en sí mismas, sino solo porque por ellas, como por signos de humildad, un hombre es humilde internamente” (72). Las acciones del hombre en la oración son un signo de su humildad y, por lo tanto, de su pureza ante Dios. Finalmente, la oración debe ser tranquila, o sin enojo, tanto hacia Dios como hacia el prójimo; así, la oración real es guiada por la caridad. Un hombre no puede realmente rezar a menos que posea profundamente la virtud de la caridad, que se expresa en el doble mandamiento del amor de Dios y el amor al prójimo. Por lo tanto, podemos ver desde el principio que, para Pablo, la oración está en el centro de la Iglesia. La Iglesia debe orar a Dios con humildad, rogando por su gracia y su misericordia para que trascienda nuestra débil naturaleza humana.

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Se cierra Abadía trapense de Mariawald. Summorum derrocado por actual Vaticano

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El monasterio trapense de Mariawald, al norte de Renania del Norte-Westfalia, Alemania, era uno de los pocos monasterios del mundo que aplicaba la disposición presente en el artículo 3 del motu proprio Summorum Pontificum permitiendo la dedicación completa del monasterio exclusivamente para el rito tradicional.

Nosotros cubrimos esta importante noticia en el año 2008 (ver nuestra publicación de 2012), y en 2015 publicamos la traducción de una gran entrevista otorgada por el abad responsable de la implementación de este cambio, Dom Josef Vollberg.

El retorno a lo tradicional en Mariawald fue demasiado para el actual régimen vengativo instalado en Roma, el cual expulsó al abad en 2016, tal como reportamos en aquel momento.

Ahora, ha llegado el resultado inevitable: tal como reporta GloriaTV , están cerrando y desmantelando completamente la vieja abadía. Lo que no pudieron destruir las dos guerras mundiales lo consiguió el Bergoglianismo:

Cierra Abadía Trapense Tradicionalista de Alemania

La abadía trapense de rito tradicionalista en Mariawald, Alemania, cerrará sus puertas. El Vaticano, la Orden Trapense, y la Diócesis en Aachen en cuyo territorio se encuentra la abadía, lo han anunciado en Mariawald.

El monasterio ha estado habitado por trapenses desde 1909. Todos los empleados perdieron sus empleos. Los monjes serán transferidos a otros monasterios.

Durante este año, el monasterio y todas sus posesiones pasarán a manos de la diócesis de Aachen. El monasterio y la iglesia de Mariawald quizás permanezcan cerrados para siempre.

En una carta del 21 de noviembre de 2008, Benedicto XVI le había otorgado a la abadía el privilegio de regresar a las antiguas costumbres de la Orden Trapense tanto en liturgia como en vida monástica. Esto representaba especialmente un regreso al venerable rito antiguo. El Papa consideraba este proyecto como una “renovación de la Iglesia en el espíritu de la tradición”. Ahora esta renovación se ha detenido, sin haber podido despegar.

Es verdad que si bien la Iglesia sobrevivirá a pesar de todos los obstáculos, las casas religiosas, catedrales, y abadías habrán sido cerradas y destruidas muchas veces. Sin embargo, mantenemos la esperanza de que, así como las abadías azotadas por los salvajes de la Reforma y de la tormenta post-conciliar no pudieron permanecer para siempre, el actual régimen en el Vaticano tampoco lo permanecerá para siempre.

Iam enim hiems transiit; imber abiit, et recessit. Flores apparuerunt in terra nostra; tempus putationis advenit:vox turturis audita est in terra nostra;
ficus protulit grossos suos; vineæ florentes dederunt odorem suum. Surge, amica mea, speciosa mea, et veni:
columba mea, in foraminibus petræ, in caverna maceriæ, ostende mihi faciem tuam, sonet vox tua in auribus meis: vox enim tua dulcis, et facies tua decora.

(Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original)

Tomado de:

https://adelantelafe.com/

Aldo Maria Valli entrevista al Papa Gregorio el Grande

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Buen día, Su Santidad.

Buen día para ti también.

¿Puedo molestar a su Santidad por un momento?

Por supuesto.

Usted es el Papa Gregorio, ¿verdad? Gregorio primero, llamado Gregorio Magno?

En persona.

Perdone mi audacia, pero me gustaría entrevistar a Su Santidad.

¿Entrevista?

Sí, solo le hago algunas preguntas.

Adelante, estaré encantado de responderles si puedo.

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Un Rey de oriente nos cuenta cómo fue el viaje a Belén

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Fue uno de los peores viajes de mi vida. La nieve, el frío, y luego la lluvia tan pronto como salimos de las montañas.  En un albergue nos robaron; en algunas ciudades la comida era incomible. Pero continuamos, de alguna manera no nos rendimos, porque seguía ahí, la estrella que habíamos visto por la noche muchas semanas atrás. Estudiamos nuestros mapas, consultamos con otros, y la estrella—nunca habíamos visto nada igual. Por eso salimos, salimos con una especie de fe, buscando algo, porque sin duda esa estrella significaba el anuncio de algo grandioso. Tampoco estábamos seguros de lo que buscábamos. Alguien dijo que un rey debía nacer en la tierra de los judíos. Eso era lo que había escuchado uno de mis compañeros, y es a ese rey a quien salimos a buscar. ¿No es así?

Debió haber sido más que eso. Pero el viaje, la travesía, como dije, fue duro, incluso amargo. Extrañaba la paz y el confort de mi hogar, y casi les digo a mis compañeros—¿por qué no regresamos? ¿No les parece que estamos buscando una aguja en un pajar? Podía notar que ellos también estaban cansados—¡pero esa estrella! ¿Cómo detenernos si esa estrella brillaba en el cielo con un resplandor que jamás había visto?

Cuando llegamos a la ciudad real estaba húmedo y frío. Nos vimos rodeados por los mendigos y les tiramos algunas monedas. Apareció el viento y comenzó a aclarar. Miramos hacia el cielo y un gemido salió de mis labios. Miré a mis dos compañeros y encontré angustia, enojo y un profundo cansancio. Porque no estaba la estrella. No estaba ahí. Pero habíamos llegado hasta acá. ¡Por favor! ¡Que no haya sido en vano! Y les dije a mis amigos: “¡Tenemos lenguas! ¡Somos hombres cultos! Averiguaremos si ese rey ha nacido.  –¡Hey, tu, niño! ¿Dónde está el palacio del rey?” Nos resultó fácil encontrarlo. Y el rey de ese palacio nos recibió con gran hospitalidad. No me gustó su rostro, pero fuimos tratados con el respeto que merecíamos. Nos dieron camas agradables, comidas exquisitas, y por la mañana antes de hablar con el rey, nos preguntamos si no debíamos quedarnos ahí a pasarlo bien y suspender el resto del viaje. Pero los magos y los astrólogos de la corte—al menos es eso lo que creo que eran—nos leyeron una profecía sobre este rey que debía nacer en un pequeño pueblo no muy lejos de allí. Eso aumentó nuestro interés y nuestras esperanzas, y decidimos darle una última oportunidad a todo esto. El rey nos pidió que, de encontrar a ese rey, nos detuviéramos a nuestro regreso para que él pudiera honrarlo.

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Entrevista a mons. Schneider sobre Profesión de verdades, y comunión divorciados vueltos a casar

IMPORTANTE: Rorate Caeli entrevista a monseñor Athanasius Schneider en relación con la Profesión de las verdades inmutables, y la comunión para los divorciados vueltos a casar

Monseñor Athanasius Schneider –obispo auxiliar de Astaná (Kazajistán) y uno de los tres firmantes originales de la Profesión de verdades inmutables aparecida esta semana en respuesta a Amoris Laetitia y a la aprobación oficial del papa Francisco de la administración de la Sagrada Comunión a algunos católicos «divorciados y vueltos a casar»– fue entrevistado por Rorate Caeli tras la publicación del documento.

En esta dirección pueden leer más sobre el documento original. Instamos a todos los medios y blogs católicos a reproducir la entrevista en su totalidad. Eso sí, les rogamos que citen como fuente a Rorate Caeli [y a Adelante la FE para la versión en castellano, N. del T].

RORATE CAELI (RC): Vuestra Excelencia lleva muchos años dando la cara en lo que se refiere a la restauración de la liturgia tradicional. Ahora, junto con los arzobispos Peta y Lenga ha dado la cara enérgicamente en defensa del matrimonio después de la publicación de  Amoris Laetitia. ¿Que les ha llevado a la conclusión de que ha llegado la hora de responder?

MONSEÑOR ATHANASIUS SCHNEIDER (MAS): Tras la publicación de Amoris Laetitia, varios prelados y conferencias episcopales comenzaron a publicar normas pastorales para los supuestos «divorciados vueltos a casar». Hay que afirmar que para el católico no existe el divorcio, porque un vínculo sacramental válido de matrimonio rato y consumado es totalmente indisoluble, e incluso el vínculo del matrimonio natural es de por sí igualmente indisoluble. Es más, para el católico sólo hay un matrimonio válido en tanto que viva su legítimo cónyuge. Por tanto, en este caso no se puede hablar de segundas nupcias.

La expresión «divorciados que se han vuelto a casar» es, por consiguiente, equívoca y engañosa. Por ser un expresión conocida, sólo la escribimos entrecomillada o precedida de un adjetivo como supuesto o llamado. Las mencionadas normas pastorales para los supuestos divorciados vueltos a casar, enmascaradas en una retórica rayana en la sofística, consideran básicamente la admisión de los «divorciados recasados» a la Sagrada Comunión sin el requisito de la indispensable condición establecida por Dios de que no se viole el sagrado vínculo conyugal mediante una relación sexual habitual con alguien que no sea el legítimo cónyuge. Se ha llegado a un extremo  en este proceso de reconocimiento implícito del divorcio en la vida de la Iglesia con la reciente orden del papa Francisco de publicar en los Acta Apostolicae Sedis una carta en la que aprobaba normas semejantes a las promulgadas por los obispos de la región pastoral de Buenos Aires.

A este acto siguó una declaración de que dicha aprobación pontifica pertenecería al Magisterio auténtico de la Iglesia. Dado que tales normas pastorales contradicen la divina Revelación, que prohíbe tajantemente el divorcio, así como las enseñanzas y la práctica sacramental del magisterio ordinario infalible y universal de la Iglesia, nos vimos obligados en conciencia, como sucesores de los Apóstoles, a levantar la voz y reiterar la doctrina y la práctica inmutables de la Iglesia en relación con la indisolubilidad del matrimonio sacramental.

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El Vaticano de Bergoglio celebra la Revuelta Protestante con un sello

Esto es asqueroso. Ni siquiera fingen que sea una celebración verdadera de Lutero, tal y como deja claro la reproducción de la imagen hagiográfica de Lutero y Melanchton.

Es la misma jerarquía que expulsa de la catedral de Bruselas a unos pocos jóvenes por rezar el Santo Rosario delante de un pastor luterano, al considerarlo “agresiones” que “ofenden” a los herejes.

(Artículo original)

31/10/17 11:59 AM

Tomado de:

adelantelafe.com

Francisco vs. Sarah

Las respuestas y los comentarios – o la falta de ellos – de un Papa son rara vez accidentales. Cuando cuatro cardenales pidieron al papa Francisco que clarificara el lenguaje de Amoris Laetitia favoreciendo el divorcio, las preguntas fueron ignoradas durante tanto tiempo que desde entonces ya ha muerto la mitad de los cardenales. Los dos restantes siguen esperando una respuesta.

Sin embargo, cuando Francisco tiene una misión, cualquier cosa (o persona) que se interpone en su camino tendrá que vérselas con el Papa más humilde, caritativo y menos crítico de la historia de la Iglesia Católica Romana.

El ejemplo más reciente es el de Magnum Principium, su motu proprio para arrojar las traducciones del novus ordo en manos de las conferencias episcopales en lugar de bajo la autoridad de la Sede Apostólica. Aparentemente, “y con tu espíritu” es muy difícil de comprender para el católico promedio, y “para que la renovación de toda la vida litúrgica pueda continuar”, las traducciones del novus ordo variarán de país en país, sin preocuparse de que alguien del Vaticano pueda vetar “y con el tuyo” como traducción española de “et cum spiritu tuo“. El novus ordo retrocede a 1970.

El cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, realizó un comentario sobre el motu proprio, intentando interpretar la liberalización del Papa como una acción limitada, en la que la oficina del cardenal, de tendencia tradicionalista, mantendría en esencia el control de las traducciones litúrgicas. Pocos días después, el papa Francisco hizo saber que el poder del cardenal Sarah será usurpado, al punto de decirle a Sarah que ponga al corriente sobre la voluntad de Francisco a todo aquel con quien se había comunicado.

Ahora que el papa Francisco está muy interesado en la ley litúrgica, Rorate está a la espera de reprimendas a prelados que ignoraron directivas más serias sobre la misa. Mientras tanto, uno es libre de cumplir la obligación dominical a las 2:30 de un sábado en una catedral, o de vestir lo que uno desee para ofrecer lo que solía conocerse como misa pontificia, sin ningún miedo a ser reprendido.

Como muchas otras acciones de su pontificado, el Efecto Francisco continuará siendo beneficioso para el negocio de la parroquia local con misa tradicional.

(Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original)

25/10/17 12:04 AM

Tomado:

adelantelafe.com

10º aniversario Summorum Pontificum: nuestro agradecimiento especial a…

EN PRIM​ER LUGAR …​al papa Benedict​o​ XVI,​ al cardenal Castrill​ón Hoyos, ​al arzobispo​ Marcel Lefebvre, ​al obispo Castro Mayer: ​¡que perdure siempre su recuerdo !

​Hermosas palabras de aquel gran héroe francés de la Misa Tradicional, Jean Madiran (1920-2013​;​ ​¡​ ​descanse en paz !), ​que vivió para ver el milagro, ​evocando los nombres de algunos que dieron su vida en el campo de batalla :

«​ A lo largo de treinta y siete años,​una generación entera de católicos activos, tanto religiosos como seglares, miembros ​de la Iglesia militante (​un​a genera​c​i​ó​n ​cuya edad oscila entre los 7 ​y los 97​ años) ​padeció, oponiéndose abiertamente y sin ceder, la prohibición arbitraria que pendía sobre ​la Misa Tradicional.​ Evocamos a los que ya fallecieron: ​el cardenal Ottaviani,​ el padre Calmel, ​el padre Raymond Dulac,​ monseñor Renato Pozzi,​ monseñor Lefebvre,​ el padre Guérard.​..​ ​Y entre los laicos, a Cristina Campo, Luce Quenette, Louis Salleron, Eric de Saventhem. ​La buena voluntad pontificia para con ellos es una suave bocanada de aire fresco que trae sosiego a sus sepulcros.​ Donde quiera que estén, ya no lo necesitan. ​Pero lo que se serena y dignifica es su recuerdo entre nosotros».​

​Y también el padre GamberMichael DaviesTito Casini ​y tantísimos otros(​sacerdotes y seglares, ¡Dios conoce sus nombres!),​cada uno de los cuales aportó su ladrillo,​por pequeño que fuera,​al dique que durante décadas se levantó para contener las tumultuosas mareas de las postrimerías del siglo XX. ​¡Gracias, de todo corazón, mil gracias!​El acaloramiento ​de la batalla fue causa de mucho desgaste personal, exageraciones y malentendidos…​Pero,​en justicia, no podemos negar nuestra gratitud a los que no vivieron para ver en este mundo ​la gloriosa fecha del 7 de julio de ​2007.

(Artículo original. Traducido por J.E.F)

Tomado de:

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Recordatorio: Asociación por las Almas del Purgatorio

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Este es nuestro recordatorio mensual sobre la Asociación por las Almas del purgatorio. Recordamos que ya no se publican listados y todas las almas enviadas quedan inscritas automáticamente.

La iniciativa de la Asociación por las Almas del Purgatorio (Purgatorial Society) es una iniciativa de Rorate Caeli que lleva ya algunos años en marcha. Tiene un triple destino, por una parte los sacerdotes pueden inscribirse para comprometerse a ofrecer una Misa Tradicional al mes o a la semana por las almas asociadas, por otra los fieles inscriben a las almas de sus seres queridos para que las Misas y oraciones se ofrezcan por ellas, por otro lado los propios fieles rezan también por todas las Almas de la Asociación. Este mes hemos añadido tres nuevos sacerdotes a la Asociación -incluyendo otro Dominico-. En la actualidad hay 76 sacerdotes ofreciendo Misa Tradicional por las almas asociadas, y miles inscritas. Las inscripciones son siempre gratuitas, no hay ningún tipo de finalidad económica -ni siquiera en forma de donativo- en la Asociación.

En el Purgatorio se ama, se ama sin limites, y se arrepiente el alma de tanta ceguera vivida en la vida terrenal. Ellas esperan el consuelo de María y de San Miguel, de los ángeles que acuden en su apoyo, recordándoles que después del sufrimiento tendrán la gloria de llegar al gozo infinito. Allí se pide oración: cuando ellos reciben el amor de los que aun estamos aquí hecho alabanza a Dios, no sólo se consuelan sino que acortan su sufrimiento. Y lo devuelven cuando llegan al Cielo, intercediendo por quienes los supieron ayudar a disminuir sus sufrimientos.

¿Quieres hacer un buen negocio, el mejor de todos?. Une tu alma a las de las almas purgantes, ora por ellas, siente que estás unido a su dolor y las consuelas, mientras ellas adquieren la luminosidad que les permita subir a la Gloria. Verás entonces que los dolores de aquí adquieren un significado distinto, son un trampolín para el crecimiento del alma, te hacen sentirte unido a Dios, trabajando para El. Pocas obras son tan agradables a Jesús y María como la oración de quienes se unen espiritualmente a las almas purgantes. Es un ida y vuelta, un fluir de alabanzas que sube y baja, y que ayuda tanto a unos como a otros.

Oremos por las almas purgantes, porque serán ellas las que intercederán por nosotros cuando tengamos que purificar nuestra alma. Y serán entonces ellas las que nos darán la bienvenida al Cielo, cuando Dios en Su Infinita Misericordia nos conceda esa Gracia.

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El Obispo Athanasius Schneider, en defensa de los cuatro cardenales

EXCLUSIVO:

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N.B.: El siguiente artículo fue enviado hoy a Rorate Caeli por Su Excelencia el Obispo Athanasius Schneider. No sólo permitimos sino que animamos a todos los medios de comunicación y blogs tradicionales a publicar este artículo y llevar su mensaje crítico a todo el mundo. También: sabemos que es un hecho que otros prelados poseen tanto la verdadera fe como agallas. Ustedes, cardenales y obispos, también pueden aprovechar nuestro alcance global publicando en Rorate en defensa de los cuatro cardenales. Instamos a que lo hagan.

Por el obispo Athanasius Schneider

Especial para Rorate Caeli
23 de noviembre de 2016

“Nada podemos contra la verdad, sino a favor de la verdad” (2 Cor. 13: 8)

La Voz Profética de Cuatro Cardenales de la Santa Iglesia Católica Romana

Debido a “una profunda preocupación pastoral,” el 14 de noviembre de 2016, cuatro cardenales de la Santa Iglesia Católica Romana, Su Eminencia Joachim Meisner, Arzobispo emérito de Colonia (Alemania), Su Eminencia Carlo Caffarra, Arzobispo emérito de Bolonia (Italia), Su Eminencia Raymond Leo Burke, Patrón de la Soberana Orden Militar de Malta, y Su Eminencia Walter Brandmüller, Presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas, publicaron un texto con cinco preguntas, llamadas dubia (“dudas” en latín), que habían enviado previamente, el 19 de septiembre de 2016, al Santo Padre y al cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, junto con una carta. Los cardenales solicitaron al papa Francisco que aclare la “grave desorientación y gran confusión” respecto a la interpretación y aplicación práctica de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, particularmente el capítulo VIII y los fragmentos relacionados a la admisión a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar, así como la enseñanza moral de la Iglesia.

En su declaración con título “Buscando Claridad: Una Súplica para Deshacer los Nudos de Amoris Laetitia,” los cardenales dicen que “para muchos – obispos, sacerdotes, y fieles, – estos párrafos aluden o inclusive enseñan explícitamente un cambio en la disciplina de la Iglesia respecto a los divorciados que viven en una nueva unión.” Al decir esto, los cardenales sólo manifestaron hechos reales de la vida de la Iglesia. Estos hechos son demostrados en orientaciones pastorales de varias diócesis y por declaraciones públicas de algunos obispos y cardenales que afirman que en algunos casos los católicos divorciados vueltos a casar pueden ser admitidos a la sagrada comunión  aunque continúen haciendo uso de los derechos reservados por ley Divina a parejas válidamente casadas.

Al publicar un pedido de claridad en un asunto que concierne simultáneamente a la verdad y a la santidad de tres sacramentos, el matrimonio, la penitencia y la eucaristía, los cuatro cardenales sólo cumplieron con el deber básico como obispos y cardenales, que consiste en contribuir activamente para que la revelación transmitida por los apóstoles pueda ser preservada sagradamente e interpretada fielmente. Fue especialmente el Concilio Vaticano Segundo que recordó a todos los miembros del colegio de obispos como legítimos sucesores de los apóstoles, su obligación según la cual “en virtud de la institución y precepto de Cristo [69], están obligados a tener por la Iglesia universal aquella solicitud que, aunque no se ejerza por acto de jurisdicción, contribuye, sin embargo, en gran manera al desarrollo de la Iglesia universal. Deben, pues, todos los Obispos promover y defender la unidad de la fe y la disciplina común de toda la Iglesia” (Lumen gentium, 23; cf. también Christus Dominus, 5-6).

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La Carta Apostólica Misericordia et Misera se limita a extender la facultad de confesiones de la FSSPX

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De la Carta Apostólica Misericordia et Misera (12), exactamente como predijimos ayer:

En el Año del Jubileo había concedido a los fieles, que por diversos motivos frecuentan las iglesias donde celebran los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X, la posibilidad de recibir válida y lícitamente la absolución sacramental de sus pecados[15]. Por el bien pastoral de estos fieles, y confiando en la buena voluntad de sus sacerdotes, para que se pueda recuperar con la ayuda de Dios, la plena comunión con la Iglesia Católica, establezco por decisión personal que esta facultad se extienda más allá del período jubilar, hasta nueva disposición, de modo que a nadie le falte el signo sacramental de la reconciliación a través del perdón de la Iglesia.

(Entrada original)

La Carta Apostólica “Misericordia et Misera” y la FSSX

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El pasado viernes, la Santa Sede anunció la Carta Apostólica Misericordia et Misera, que podría ser publicada mañana lunes. El Papa la ha firmado hoy, último día del Jubileo de la Misericordia.

Algunos han tenido la intuición, considerando el momento en que se autorizaron las confesiones para los sacerdotes de la FSSPX (a final del año pasado, y que vence supuestamente hoy) que la Carta podría contener algo sobre la FSSPX.

Podemos confirmar que, a menos que haya una sorpresa de último minuto, habrá algo relativo a la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X.

Oremos, esperemos y veamos.

P.S: A modo de referencia, Katholisch.info y1Peter5 (en inglés) mencionaron esta posibilidad antes.También mencionada en  Le Forum Catholique

(Artículo original)

Card Burke: Los cardenales podrían actuar con “Acta formal de corrección de un grave error” si el Papa persiste en errores

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Card Burke: Si el Papa persiste en los errores concernientes al matrimonio, los cardenales podrían actuar mediante un “Acta formal de corrección de un grave error”

“Cuando Cefas vino a Antioquía, yo le resistí, porque él debía ser corregido.”(San Pablo, en su Epístola a los Gálatas)

Los poderes del Papa no son absolutos, sino todo lo contrario: el más importante y reciente Concilio Ecuménico dogmático moderno, Vaticano I, deja claro que “el Espíritu Santo fue prometido a los sucesores de Pedro, no para que ellos, mediante su revelación, dieran a conocer una nueva doctrina, sino que con su ayuda, puedan religiosamente guardar y exponer fielmente la revelación o depósito de la fe transmitida por los apóstoles ” (Vaticano I, Pastor Aeternus).

Los cuatro cardenales que hicieron público sus nombres en la dubia(preguntas) sobre los errores aparentes sobre el matrimonio y la cohabitación presentes en la exhortación apostólica Amoris Laetitia están siguiendo el procedimiento estándar. Si el Papa (por algún sentimiento personal) se niega a responder, no cumple con su obligación de confirmar a sus hermanos en la fe transmitida por los apóstoles. Esto tiene consecuencias. La entrevista concedida por el cardenal Burke (uno de los firmantes de la dubia, junto con los cardenales Caffara, Brandmüller, y Meisner) al National Catholic Registerdeja claro cuáles podrían ser esas consecuencias:

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Mons. Fellay nos cuenta sobre el acuerdo con Roma

Exclusiva FSSPX:

Inaugurando el Seminario más grande del mundo

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Exclusivo FSSPX – Obispo Fellay cuenta a Rorate de las Negociaciones con Roma, mientras inaugura el Seminario más Grande del Mundo en Virginia

Una Conversación con el Obispo Fellay

Por el Padre Kevin M. Cusick*
Corresponsal de Rorate

en la apertura de un seminario
de la FSSPX en Virginia

Fieles de todas partes se congregan

Docenas de automóviles de diferentes estados y de Canadá formaron fila en el sendero de ripio que conecta el camino rural asfaltado del pequeño pueblo de Dillwyn, Virginia, con el nuevo seminario de la Fraternidad de San Pío X, situado sobre una loma en el corazón de la propiedad. Encontré un espacio libre en un sendero lateral y comencé a caminar, uniéndome a fieles jóvenes y ancianos  camino a la santa misa que daba comienzo a los eventos del día planeados para la inauguración de la nueva sede norteamericana con la misión de formar sacerdotes para el apostolado.

Una pareja no católica de Farmville, Virginia, se detuvo y me ofreció llevarme, él era invitado VIP de la Cámara de Comercio. Acepté agradecidamente: mis zapatos formales no estaban preparados para el trecho que faltaba por el camino que cada tanto aparecía embarrado. Bajé del vehículo frente a una amplia carpa blanca en la que la misa solemne pontifical ya estaba en desarrollo, había sacerdotes confesando en el espacio abierto contiguo.

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9 Años de Summorum Pontificum

Rece por Benedicto XVI, y por la preservación y aumento de la Misa Tradicional en su 9º aniversario de Summorum Pontificum. Su legado está bajo amenaza ahora más de lo que usted pueda imaginar.

MEMORARE…

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a vuestra protección,
implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro,
haya sido desamparado.
Animado por esta confianza, a Vos también acudo,
¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!,
y gimiendo bajo el peso de mis pecados
me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana.
¡Oh Madre de Dios!, no desechéis mis súplicas,
antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén.

Memorare, O piissima Virgo Maria, non esse auditum a saeculo,
quemquam ad tua currentem praesidia,
tua implorantem auxilia, tua petentem suffragia,
esse derelictum.
Ego tali animatus confidentia,
ad te, Virgo Virginum, Mater,
curro, ad te venio, coram te gemens peccator assisto.
Noli, Mater Verbi,
verba mea despicere; sed audi propitia et exaudi.
Amen.

 

[Artículo original.]

Tomado de:
adelantelafe.com

El Cardenal Rivera celebra Misa Tradicional en la Ciudad de México durante la Festividad de San Pedro con la FSSP

El Cardenal Rivera, Arzobispo Primado de México, celebró la Festividad de San Pedro y San Pablo en la Capilla de la Inmaculada Concepción (administrada por la Fraternidad de San Pedro – capellán Pbro. Kenneth Fryar), con una Misa Tradicional.

La agencia informativa de la Arquidiócesis menciona lo siguiente:

DURANTE LA MISA SE EXPUSIERON PARA LA VENERACIÓN DE LOS FIELES DOS GRANDES RELICARIOS CON RELIQUIAS DE PRIMER GRADO DE SAN CRISTÓBAL MAGALLANES Y SUS 24 COMPAÑEROS MÁRTIRES DE LA GUERRA CRISTERA, ASÍ COMO DE LOS 13 MÁRTIRES LAICOS DEL MISMO PERÍODO DE LA HISTORIA, GRUPO QUE ENCABEZÓ ANACLETO GONZÁLEZ FLORES Y QUE FUERON BEATIFICADOS DURANTE EL PONTIFICADO DE BENEDICTO XVI.

LOS DOS GRANDES RELICARIOS PERTENECEN A LA ARQUIDIÓCESIS DE GUADALAJARA, EN JALISCO, PERO FUERON TRAÍDOS A MÉXICO DE MANERA EXCEPCIONAL EN EL MARCO DE LOS FESTEJOS POR LOS 50 AÑOS DE VIDA SACERDOTAL DEL CARDENAL NORBERTO RIVERA CARRERA, ARZOBISPO PRIMADO DE MÉXICO.

[Tip: Twitter reader]

Fuente original: http://rorate-caeli.blogspot.com/2016/06/cardinal-rivera-celebrates-traditional.html#more

Artículo relacionado: http://www.siame.mx/apps/info/p/?a=15110&z=32

 

Tomado de:

adelantelafe.com

Papado en colapso: “ha comenzado la crisis del Partido Bergogliano (que dejará a la Iglesia devastada)” (Socci)

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9 noviembre, 2015

1. Un par de semanas atrás, antes del Sínodo, nuestro escritor invitado y experto en asuntos de Roma, don Pío Pace advirtió: ” ¿nos encaminamos ahora al fracaso del pontificado de la «apertura» de Francisco? La Iglesia posconciliar parece ser intrínsecamente ingobernable”.

2. Este jueves 5 de noviembre, en el artículo de portada del periódico The Spectator, Damian Thompson describe lo que él denomina “guerra civil católica”. En la conclusión de Thompson queda claro quién es el culpable: “comienza a parecer que Jorge Bergoglio fue el hombre que heredó el papado y lo rompió.” (La portada de The Spectator ilustra muy bien este punto).

3. El mismo jueves, el analista religioso italiano Antonio Socci publicó un texto que apunta en la misma dirección del de Thompson: el colapso del pontificado en medio de una guerra civil iniciada por el mismo Papa. Socci lo profundiza: identifica al Partido de Bergoglio (el que causó la renuncia de Benedicto XVI y la elección del cardenal Bergoglio) como el centro de la crisis actual. Es muy importante recordar que fue la CURIA la que provocó las vejaciones que llevaron al debilitamiento del papa Ratzinger, y la Curia de Sodano y el Grupo de St-Gallen (conocido ahora como el Mafia Club), liderado por cardenales ultra-progresistas como Danneels y los herederos de Martini, quienes se aglutinaron alrededor de Bergoglio en el cónclave crucial de 2013.

***

Ha comenzado la crisis del Partido Bergogliano (que dejará a la Iglesia devastada)…

Antonio Socci
“Libero”
5 de noviembre 2015

Premisa personal: en 2012 escribí una especie de novela fantástica, “Los días de la tempestad” en la que narré la historia de un Papa extranjero que arribaba en el 2015, cerraba el IOR, albergaba cristianos perseguidos en los palacios del Vaticano y vivía en el suburbio obrero de Torpignattara, en Roma. Estaba entusiasmado con la idea de una renovación evangélica.

FRACASO

Por desgracia debemos reconocer que en tres años, el papa Bergoglio no ha hecho lo que esperábamos de él ni lo que dijo que iba a hacer. Ha intentado poner a punto la máquina curial y económica, pero al revés, arrojando resultados confusos y a veces contraproducentes.

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El protegido de Danneels, puesto para ser nombrado como nuevo Arzobispo de Bruselas

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7 noviembre, 2015

Fuentes de información belgas (como La Libre) están reportando que el nombramiento a la Sede de Bruselas de Jozef De Kesel, actual Obispo de Brujas (izquierda), será formalmente anunciado el 6 de Noviembre de 2015 poco antes del atardecer, tiempo de Roma.

El Obispo De Kesel tiene 68 años de edad, y fue ordenado obispo en el 2002. Después de servir durante 8 años como obispo auxiliar en Malinas-Bruselas (la mayor parte bajo las órdenes del Cardenal Danneels) fue nombrado para la Sede de Brujas en 2010, como sucesor del caído en desgracia Roger Vangeheluwe. A pesar de ser menos franco que el Obispo Johan Bonny de Amberes (quien había sido considerado como el favorito para Bruselas) es a decir de todos, apenas menos liberal.

A pocos meses de su nombramiento a Brujas, De Kesel públicamente cuestionó el celibato clerical en el Rito Latino y declaró que la ordenación de mujeres para el sacerdocio es “negociable”, tal como Rorate reportó en aquella ocasión. Como obispo auxiliar de Bruselas apoyó la celebración de una Misa organizada por varias parroquias en esa ciudad, específicamente para los participantes por el “Orgullo lésbico-gay” en su marcha anual.

A pesar de informes posteriores de una apariencia cada vez más ortodoxa (específicamente cuando Benedicto XVI aún reinaba), De Kesel continúa siendo identificado con el ala liberal de la Iglesia Belga. En Octubre del año pasado trató de asignar en las labores de una parroquia en activo a un sacerdote que había sido condenado por abusar de un adolescente, declarando que él (el sacerdote) merecía “una segunda oportunidad”; sólo la indignación en los medios de comunicación y la propia solicitud del sacerdote motivaron a que el obispo cancelara el nombramiento.

Referimos a nuestros lectores hacia nuestra publicación de Junio sobre la trascendencia de la sucesión a Bruselas, y del por qué todo este asunto ha sido sobradamente injusto para con el Arzobispo André-Joseph Leonard (cuyo breve reinado transcurrió bajo la sombra de Danneels) así como para con los prelados Belgas Francófonos más conservadores. Con este nombramiento el legado extremadamente tóxico de Danneels para el Catolicismo Belga (y particularmente Flamenco), y de hecho para el Catolicismo Europeo en su conjunto, ha sido provisto de un impulso significativo – y no es que alguna vez no lo tuviera.

Uno tiene que preguntarse qué quedará del Catolicismo en Flandes y Bruselas dentro de 7 u 8 años a partir de ahora.

[Traducción de M.M. Artículo original]

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com

“El Club de Fans Post-Sinodal” – ¡Una Nueva Iglesia ha llegado!

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6 noviembre, 2015

Fabio Colagrande

VINO NUOVO

29 de octubre, 2015

“La misericordia, la ternura, el perdón y la apertura son los signos de la Nueva Iglesia. No obstante, que quede claro: hemos ganado…”

El sínodo ha terminado y por si alguien todavía no se ha dado cuenta, ha ganado la misericordia. Por fin la Iglesia va a tener una cara dulce para consolar a tantos fallidos matrimonios. Entre fanfarrias y fuegos artificiales han triunfado el acompañamiento, la integración, el ”nos vamos a amar mutuamente” y el ”podría sucederle a cualquiera”.

Las tres semanas del Sínodo han trazado un camino ineludible que sintoniza con la muy esperada celebración del Jubileo (para el cual Roma está preparadísima), bajo el signo del perdón del que ”no lo han hecho queriendo”, ”está bien pero no lo haremos más” y del amor que no juzga y no condena a ninguno. Sigue leyendo

Es tiempo de guerra: tiempo de que toda persona implicada, incluso el papa, lo tenga todo claro

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5 noviembre, 2015

Este domingo en la que, posiblemente, es la principal y más influyente publicación del mundo, el New York Times, el columnista católico Ross Douthat, a quién hace días la ubicua y extendida Institución Católica Liberal cuestionó por su habilidad al hablar y publicar sus puntos de vista, no sólo no se retractó, sino que se reafirmó. Douthat da la bienvenida a la guerra en su contra, identifica a los jugadores principales y, por encima de todos, el principal, el Papa Francisco, y les da la bienvenida al campo de batalla.

La grotesca resistencia de los herejes modernos, ha sofocado la vida católica de América durante estos 50 años posteriores al Concilio. Como un cáncer,-que ha hecho metástasis desde las universidades a los seminarios, de las cancillerías a las parroquias, de los conventos y monasterios a las escuelas, y al interior de cada familia-, ha destruido la fe de decenas de millones de fieles y, por tanto, enviado a un sinnúmero al infierno (en el que, por supuesto, ellos no creen, si es que, acaso, creen en Dios).

Resistieron y crecieron durante los años de Wojtyla y Ratzinger y creen que su era, por fin, ha llegado. Sigue leyendo

¿Calentamiento global? No, son las almas que arden en el infierno

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4 noviembre, 2015

Carta a mi nieta Olivia, nacida hace un mes, a ser leída dentro de veinte años para que pueda comprender el mundo en el que se encontrará.

Querida Olivia:

Dentro de veinte años probablemente quieras casarte, pero aquello en que devendrá el sacramento del matrimonio dentro de veinte años depende de nosotros hoy, o mejor dicho, del veredicto de los fieles, via referendum…

Hace unos pocos días concluyó un Sínodo sobre el matrimonio y a juzgar por los diarios se diría que han triunfado todos (progresistas y conservadores), al igual que sucede después de las elecciones políticas a las que estamos acostumbrados. Aunque, al leer la carta del secretario del Sínodo (Cardenal Baldisseri) al Corriere della Sera (del 27 de octubre), da la impresión de que quienes decidirán serán los “suscriptores” (el pueblo de Dios) quienes serán consultados mediante un cuestionario para evidenciar el sensus fidei. Naturalmente, esto es porque la grey posee su propio “olfato” para discernir lo que la Iglesia debe hacer en una materia que le compete. Luego, la voz del Espíritu Santo resuena también en la voz de los creyentes. A tal punto, para comprender cómo será este sacramento, temo que deberemos escuchar a la asamblea de los fieles interesados en la materia que juzguen…

Querida Olivia,

Cada época ha tenido sus miserias, tragedias y grandezas. Así ha sido desde que el hombre comenzó a intentar dar sentido a su propia vida y a sus acciones. Por este motivo las autoridades morales de las diversas religiones querían e intentaban explicar las razones del bien y del mal. Tu época, en cambio, está en peligro de ver desaparecer las autoridades morales, relativizadas y homogeneizadas en el mundo global, con el pretexto de evitar los conflictos globales debidos a las afirmaciones de dogmas y fundamentalismos, propuestos sobre todo en contextos de evangelización. Me temo que las autoridades morales ya no serán las mismas para perjuicio del conocimiento de la Verdad y de la conquista de la fe. Te darás cuenta dentro de algunos años cuando comiences el catecismo. Sigue leyendo

Reacción de Mons. Schneider a la patada en la puerta del Sínodo, que abre la comunión de los divorciados vueltos a casar

EXCLUSIVA RORATE

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3 noviembre, 2015

Su Excelencia el Obispo Atanasio Schneider, uno de los prelados más visibles que trabajan para la restauración de la Misa latina tradicional y para la fe, ha escrito una respuesta al Sínodo (de casi 5.000 palabras) en exclusiva para nuestros lectores. Cualquier persona puede reproducir o enlazar este artículo, pero se debe hacer referencia a Rorate Caeli como fuente, y si se reproduce la traducción a la edición española.

Queremos expresar nuestra más sincera gratitud a Su Excelencia por tomarse el tiempo para analizar y expresar sus puntos de vista sobre uno de los eventos más importantes en la historia de la Iglesia – que él también lo ve como una “puerta trasera” para la Sagrada Comunión para los adúlteros, como el rechazo de las enseñanzas de Cristo y como un Informe Final (Relatio Finalis) lleno de “bombas de relojería”.

En los próximos días, publicaremos de nuevo otra entrevista de Su Excelencia, con una gran variedad de temas distintos. Mientras tanto, les traemos este importante trabajo en exclusiva, para nuestros lectores.


La puerta falsa hacia una práctica neo-mosaica en el Informe Final del Sínodo

La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (del 4 al 25 de Octubre de 2015), que se dedicó al tema de “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”, emitió un informe final (Relatio finalis) con algunas propuestas pastorales que fueron presentadas al criterio del Papa. El documento en sí es solamente de carácter consultivo y no posee un valor magisterial formal.

Sin embargo, durante el Sínodo, aparecieron los nuevos fariseos y verdaderos nuevos discípulos de Moisés, que en los numerales 84 al 86 del Informe Final abrieron la puerta falsa (con bombas de relojería inminentes) para la admisión a la Santa Comunión de los divorciados vueltos a casar. Al mismo tiempo, los obispos que defendieron intrépidamente a “la Iglesia [que] profesa la propia fidelidad a Cristo y a su verdad” (Exhortación Apostólica de Juan Pablo II Familiaris Consortio, 84) se encontraron etiquetados injustamente como fariseos en algunos medios de comunicación.

Durante las dos últimas Asambleas del Sínodo (en 2014 y en 2015), los nuevos discípulos de Moisés y los nuevos fariseos maquillaron el hecho de negar la indisolubilidad del matrimonio y el hecho de suspender el sexto mandamiento, en base a un supuesto ‘caso por caso’, bajo el pretexto de un nuevo concepto de la misericordia o del uso de expresiones tales como: “el camino de discernimiento”, “acompañamiento”, “orientaciones del obispo”, “diálogo con el sacerdote”, “foro interno,” “una integración más plena en la vida de la Iglesia” o “una posible supresión de la imputabilidad sobre la convivencia en uniones irregulares (cf. Informe Final, nn. 84-86). Sigue leyendo

Card. Burke en coloquio Dignitatis Humanae: combatir a la secularización con la propia Iglesia

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2 noviembre, 2015

El Cardenal Burke abrió el viernes el coloquio en el ‘Dialogos Institute’, acerca de la correcta interpretación de la Declaración Dignitatis Humanae sobre la libertad religiosa, del Concilio Vaticano II, que se celebra actualmente en Norcia (lugar de nacimiento de San Benito).

En su discurso de apertura, el cardenal agradeció al ‘Dialogos Institute’ por su trabajo en la renovación de la filosofía y la teología, y por lo tanto en la renovación de la sociedad cristiana. Señaló la importancia de la cuestión de la libertad religiosa para tal renovación. Muchos teólogos interpretaron que la Dignitatis Humanae contradecía a las enseñanzas anteriores  a pesar de que la Iglesia sólo puede aceptar enseñanzas en continuidad orgánica con la Tradición Apostólica.

El Cardenal recordó, como uno de sus propios maestros en derecho canónico (quien había sido un estudiante del Padre  John Courtney Murray), argumentaba que la Dignitatis Humanae representaba una ruptura radical con las enseñanzas del magisterio de los papas del siglo XIX. Sin embargo, el Cardenal argumentó, que la Iglesia no puede aceptar ninguna enseñanza sobre libertad religiosa que contradiga a las enseñanzas anteriores, especialmente a las enseñanzas sobre el Reinado Social de Cristo, que pertenecen al mismo depósito de la fe.

Es vital para la Iglesia reflejar  el verdadero contenido de su enseñanza con respecto a las relaciones Iglesia / Estado y a la libertad religiosa, especialmente si se tiene en cuenta el secularismo agresivo y el Islam en el contexto actual. Se necesita una nueva evangelización, incluso dentro de la propia Iglesia, a fin de redescubrir la Tradición Apostólica y para combatir a las influencias seculares dentro de la misma Iglesia – incluyendo la influencia de concepciones seculares e indiferentes de la libertad religiosa. De ahí la importancia del coloquio actual.

[Traducido por Miguel Tenreiro. Artículo original.]

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com

Sermón de Fontgombault para la fiesta de Todos los Santos: “¿El Cielo? ¡Debo ganarlo!”

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2 noviembre, 2015

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

Sermón del reverendo dom Jean Pateau

Abad de Nuestra Señora de Fontgombault

(Fontgombault, 1 de noviembre, 2015)

Gaudeamus omnes in Domino.

(Antífona de entrada)

Queridos hermanos y hermanas:

Queridos hijos:

Alegrémonos en el Señor. En este día la Iglesia nos da una enseñanza inestimable, una regla para nuestras vidas: la alegría.

Si la Iglesia nos pide que nos alegremos, es porque ella misma se alegra. Se alegra con la santidad que brota de los miembros de su cuerpo. En numerosas celebraciones de los Santos, y especialmente de su Reina, la Santísima Virgen María, la Iglesia  utiliza esta antífona de entrada.

Sin embargo, hoy esta antífona adquiere un carácter específico, porque se celebra a Todos los Santos: aquellos cuya santidad ha sido probada canónicamente, aquellos cuyos nombres han sido escritos en el Libro de la Vida, pero a quienes no se les rinde culto particular en el altar.

La Iglesia nos pide que nos alegremos por ellos. La lectura del Apocalipsis nos recuerda que su número no está limitado sólo a los elegidos entre las tribus de Israel, sino a todos aquellos, de una gran multitud, que ningún hombre podía contar, de todas las lenguas y razas. Sigue leyendo

Recordatorio: Asociación por las Almas del Purgatorio

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2 noviembre, 2015

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Este es nuestro recordatorio mensual sobre la Asociación por las Almas del purgatorio. Recordamos que ya no se publican listados y todas las almas enviadas quedan inscritas automáticamente.

La iniciativa de la Asociación por las Almas del Purgatorio (Purgatorial Society) es una iniciativa de Rorate Caeli que lleva ya algunos años en marcha. Tiene un triple destino, por una parte los sacerdotes pueden inscribirse para comprometerse a ofrecer una Misa Tradicional al mes o a la semana por las almas asociadas, por otra los fieles inscriben a las almas de sus seres queridos para que las Misas y oraciones se ofrezcan por ellas, por otro lado los propios fieles rezan también por todas las Almas de la Asociación. Este mes hemos añadido tres nuevos sacerdotes a la Asociación -incluyendo otro Dominico-. En la actualidad hay 64 sacerdotes ofreciendo Misa Tradicional por las almas asociadas, y miles inscritas. Las inscripciones son siempre gratuitas, no hay ningún tipo de finalidad económica -ni siquiera en forma de donativo- en la Asociación.

En el Purgatorio se ama, se ama sin limites, y se arrepiente el alma de tanta ceguera vivida en la vida terrenal. Ellas esperan el consuelo de María y de San Miguel, de los ángeles que acuden en su apoyo, recordándoles que después del sufrimiento tendrán la gloria de llegar al gozo infinito. Allí se pide oración: cuando ellos reciben el amor de los que aun estamos aquí hecho alabanza a Dios, no sólo se consuelan sino que acortan su sufrimiento. Y lo devuelven cuando llegan al Cielo, intercediendo por quienes los supieron ayudar a disminuir sus sufrimientos. Sigue leyendo

Recordatorio de indulgencias plenarias para la primera semana de noviembre (del 1 al 8)

Se pueden lucrar algunas indulgencias plenarias en la primera semana de Noviembre, empenzando hoy, 1 de noviembre y festividad de Todos los Santos. Son las siguientes

29. Para los fieles difuntos § 1. Se concede indulgencia plenaria, se aplica exclusivamente a las almas en el purgatorio,a los fieles cristianos que:

1 °  cada día, desde el primero hasta el octavo día de noviembre, devotamente visite un cementerio y, aunque sólo sea mentalmente, ruegue por los fieles difuntos; [Nota: una indulgencia plenaria por cada día, si se cumplen las condiciones habituales]

2 ° en el día de la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos [02 de noviembre] (o, de acuerdo con el Ordinario, el domingo anterior o posterior, o el día de la solemnidad de Todos los Santos) visite piadosamente una iglesia u oratorio, y allí rezen el Pater y el Credo.

Alonso Lobo

Dar clic en la imagen para ir al video

  1 noviembre, 2015
(Reference: Enchiridion Indulgentiarum, 4ª edición.)

Vídeo: Canon Alonso Lobo, Libera me, Domine (Resp. Off. Def.)

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En el quincuagésimo aniversario del documento Gravissimum Educationis del Vaticano II

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29 octubre, 2015

De los dieciséis documentos del Concilio Vaticano Segundo, la relativamente breve Declaración sobre la Educación Cristiana Gravissimum Educationis, promulgada un día como hoy 28 de octubre pero cincuenta años atrás, en 1965, no es una de las más memorables y ciertamente no es una de las más controvertidas. Fue rápidamente ensombrecida por las Constituciones más grandes y las Declaraciones más innovadoras tales como Nostra Aetate y Dignitatis Humanae. Sin embargo, al menos para conmemorar un aniversario de medio siglo que podría pasar inadvertido, nos parece apropiado extraer algunos párrafos que podrían sorprender al ser citados en el 2015.

Una cosa está muy claramente establecida en el documento: la educación, para los Católicos, está necesariamente ligada a Jesucristo y a la proclamación de Su Evangelio. No puede ser “religiosamente neutral”. No existe ninguna separación entre la esfera de la fe y la esfera de la vida en el mundo; todo en la vida humana debe estar embebido de fe y tender a su fin último: el Cielo. Los padres conciliares aunque en forma oblicua se refieren al famoso lema de San Pío X, Instaurare Omnia in Christo”:

Para cumplir con el mandato que ella ha recibido de su divino fundador de proclamar el misterio de la salvación a todos los hombres y de restaurar todas las cosas en Cristo, Nuestra Santa Madre la Iglesia se debe interesar de toda la vida del hombre, aún en su parte secular ya que tiene gran relevancia en su llamado a la Vida Eterna… Una verdadera educación apunta a la formación de la persona humana en búsqueda de su fin último y del bien de las sociedades de las cuales, como hombre, es miembro, y cuyas obligaciones, como adulto, comparte.

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Que conste: Declaración del Superior de la Fraternidad San Pío X sobre la Relatio final del Sínodo

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28 octubre, 2015

La Relación final de la segunda sesión del Sínodo de la familia, publicada el 24 de octubre de 2015, lejos de manifestar un consenso de los padres sinodales, constituye la expresión de un compromiso entre posturas profundamente divergentes. En ella se puede ver que se recuerdan ciertos puntos doctrinales sobre el matrimonio y la familia católica, pero también se notan lamentables ambigüedades y omisiones, y sobre todo brechas abiertas en la disciplina en nombre de una misericordia pastoral relativista. La impresión general que se desprende de este texto es la de una confusión que no dejará de ser explotada en un sentido contrario a la enseñanza constante de la Iglesia.

Por esta razón, nos parece necesario reafirmar la verdad recibida de Cristo sobre la función del Papa y de los obispos (1) y sobre la familia y el matrimonio (2), cosa que hacemos en el mismo espíritu que nos llevó a dirigir al Papa Francisco una súplica antes de la segunda sesión de este Sínodo.

1 – La función del Papa y de los obispos[1]

Como hijos de la Iglesia Católica, creemos que el obispo de Roma, sucesor de San Pedro, es el Vicario de Cristo, al mismo tiempo que es la cabeza visible de toda la Iglesia. Su poder es en sentido propio una jurisdicción a la que, tanto los pastores como los fieles de las Iglesias particulares, cada uno de ellos por separado o todos ellos reunidos, incluso en concilio, en sínodo o en conferencias episcopales, quedan obligados por un deber de subordinación jerárquica y de verdadera obediencia. Sigue leyendo

Sínodo: Kasper dice que ganó – Pell no está tan seguro. Francisco decide

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26 octubre, 2015

Sínodo: Durante una entrevista, Kasper dice que ganó – en otro video, Pell no está tan seguro.

Nosotros lo presentamos; Francisco decide.

El Cardenal Kasper considera, que la Relatio final del Sínodo favorece claramente su posición, en una entrevista exclusiva a Il Giornale, traducido exclusivamente por Rorate. El Cardenal Pell (ver video más abajo) no lo considera así. ¿Qué postura favorecerá Francisco si el lenguaje es ambiguo?

 “La comunión a los divorciados si se arrepienten;  las [uniones] homosexuales no son familia “

    Serena Sartini
    Il Giornale
    26 de Octubre de 2015

El Prelado de alto rango dijo en la clausura del Sínodo en donde prevaleció su línea progresista: “Haremos todo lo posible por salvar a las parejas” El Papa tendrá la última palabra [al respecto]. Se necesitará tiempo para el documento.

“Estoy satisfecho y contento con el trabajo del Sínodo. El informe final (aprobado por una mayoría de dos tercios) es un buen texto. Ahora le tocará al Papa tomar una decisión. Espero que emitirá un documento en el que pondrá de relieve la alegría del matrimonio cristiano”. El cardenal Kasper, cabeza del frente progresista, nos elabora un balance del Sínodo de la Familia que acaba de concluir. En esta entrevista a ‘Il Giornale‘, nos describe el ambiente de trabajo del Sínodo y la importancia de una apertura hacia los divorciados vueltos a casar para ser admitidos a la Sagrada Comunión, algo que él apoya firmemente. Sigue leyendo

El triunfo de la ambigüedad – Los pasajes más polémicos de la relatio final del Sínodo

sinodo2015-10

25 octubre, 2015

Hay seis puntos en la Relatio Final que son los más controvertidos, los números 70-71, 75 y 84-86, los cuales obtuvieron menos “sí” y más “no” en las votaciones que otros puntos. Los parágrafos 84-86 (sobre los divorciados vueltos a casar) consiguieron 187, 178 y 190 votos “sí” y 72, 80 y 64 “no” respectivamente. El número mínimo de votos para que un texto sea incluido en la Relatio Final era 177, por lo que el n.85 se ha colado por un solo voto.

El pasaje 85 (que consta de dos parágrafos) es especial; cita la Familiaris Consortio 84 de Juan Pablo II pero omite la parte en que se prohíbe la comunión a los “divorciados y vueltos a casar”. También se abre un camino hacia la descentralización doctrinal al hablar de las “directrices del obispo” con respecto al “divorciado vuelto a casar”.

Nuestro comentario inicial puede encontrarse en la parte inferior de este post, el cual se ha ampliado ante el discurso del Papa contra los conservadores; un signo evidente de frustración y una vistazo aterrador de su teología (¿desde cuando es posible oponer la “letra” y el “espíritu” de la doctrina CRISTIANA?). Seguiremos el lunes.

Situaciones complejas

69. El sacramento del matrimonio, como unión fiel e indisoluble entre un hombre y una mujer llamados a acogerse recíprocamente y a acoger la vida, es una enorme gracia para la familia humana. La Iglesia tiene la alegría y el deber de anunciar esta gracia a cada persona y en cada contexto. Se siente hoy, de modo aún más urgente, la responsabilidad de hacer redescubrir a los bautizados cómo la gracia de Dios opera en su vida – incluso en las situaciones más difíciles – para conducirlos a la plenitud del sacramento. El Sínodo, mientras que aprecia y anima a las familias que honran la belleza del matrimonio cristiano, pretende promover el discernimiento pastoral de las situaciones en las que el recibimiento de este don resulta difícil de ser apreciado, o en diversos modos comprometido. Mantener vivo el diálogo pastoral con estos fieles, para consentir la maduración de una coherente apertura al Evangelio del matrimonio y de la familia en su plenitud, es una tremenda responsabilidad. Los pastores deben identificar los elementos que puedan favorecer la evangelización y el crecimiento humano y espiritual de aquellos que se encomiendan al Señor y a su cuidado.

70. Que la pastoral proponga con claridad el mensaje evangélico y tome los elementos positivos presentes en aquellas situaciones que no correspondan aún o no más a ello. En muchos Países un creciente número de parejas conviven, sin ningún matrimonio ni canónico, ni civil. En algunos Países existe el matrimonio tradicional, concertado entre las familias e incluso celebrado en diferentes etapas. En otros Países en cambio se encuentra en aumento el número de aquellos que, después de haber vivido juntos por largo tiempo, solicitan la celebración del matrimonio en la iglesia. Se opta a menudo por la simple convivencia a causa de la mentalidad general contraria a las instituciones y al compromiso definitivo, pero también a la espera de una seguridad existencial (trabajo y salario fijo). En otros Países, finalmente, las uniones resultan de hecho siempre más numerosas, no sólo por el rechazo a los valores de la familia y del matrimonio, sino también por el hecho de que casarse es percibido como un lujo, a causa de las condiciones sociales, y es así que la miseria material orilla a vivir uniones de facto. Todas estas situaciones son confrontadas de manera constructiva, buscando transformarlas en oportunidad de camino de conversión hacia la plenitud del matrimonio y de la familia a la luz del Evangelio.

71. La elección del matrimonio civil o, en diferentes casos, de la simple convivencia, muy a menudo no es motivada por prejuicios o resistencia en contra de la unión sacramental, sino por situaciones culturales o contingentes. En muchas circunstancias, la decisión de vivir juntos es señal de una relación que quiere realmente orientarse hacia una perspectiva de estabilidad. Esta voluntad, que se traduce en un vínculo duradero, confiable y abierto a la vida puede considerarse como un compromiso sobre el cual implantar un camino hacia el sacramento nupcial, descubierto como el plan de Dios sobre la propia vida. El camino de crecimiento, que puede conducir al matrimonio sacramental, será animado por el reconocimiento de los rasgos propios del amor generoso y duradero: el deseo de buscar el bien del otro antes del propio; la experiencia del perdón pedido y dado; la aspiración a constituir una familia no cerrada sobre sí misma y abierta al bien de la comunidad eclesial y de la sociedad entera. A lo largo de este recorrido podrían ser valoradas aquellas señales de amor que propiamente corresponden al reflejo del amor de Dios en un auténtico proyecto conyugal.

***

75.Una dificultad particular presentan las situaciones respecto al acceso al bautismo de personas que se encuentran en una condición matrimonial compleja. Se trata de personas que han contraído una unión estable en algún momento en el cual al menos una de ellas no conocía la fe cristiana. Los Obispos están llamados a ejercer, en estos casos, un discernimiento pastoral proporcional al bien espiritual de éstas.

El discernimiento y la integración

84.- Los bautizados que están divorciados y vueltos a casar civilmente deben estar más integrados en las comunidades cristianas en los diversos modos posibles, evitando toda ocasión de escándalo. La lógica de la integración es la clave de su acompañamiento pastoral, para que no solo sepan que pertenecen al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sino para que puedan tener una feliz y fecunda experiencia de ella. Son bautizados, son hermanos y hermanas, el Espíritu Santo derrama en ellos dones y carismas para el bien de todos.

Su participación puede expresarse en diversos servicios eclesiales: es necesario por ello discernir cuáles de las diversas formas de exclusión actualmente practicadas en el ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional pueden ser superadas. Ellos no están y no deben sentirse excomulgados, y pueden vivir y madurar como miembros vivos de la Iglesia, sintiéndola como una madre que los acoge siempre, los cuida con afecto y los alienta en el camino de la vida y del Evangelio.

Esta integración es necesaria también para el cuidado y la educación cristiana de sus hijos, que deben ser considerados los más importantes. Para la comunidad cristiana, cuidar a estas personas no es un debilitamiento de la propia fe y del testimonio acerca de la indisolubilidad matrimonial, sino que así la Iglesia expresa en este cuidado su caridad.

85.- San Juan Pablo II ha ofrecido un criterio integral que permanece como la base para la valoración de estas situaciones: “Los pastores, por amor a la verdad, están obligados a discernir bien las situaciones. En efecto, hay diferencia entre los que sinceramente se han esforzado por salvar el primer matrimonio y han sido abandonados del todo injustamente, y los que por culpa grave han destruido un matrimonio canónicamente válido. Finalmente están los que han contraído una segunda unión en vista a la educación de los hijos, y a veces están subjetivamente seguros en conciencia de que el precedente matrimonio, irreparablemente destruido, no había sido nunca válido” (Familiaris Consortio, 84). Es entonces tarea de los presbíteros acompañar a las personas interesadas en el camino del discernimiento según la enseñanza de la Iglesia y las orientaciones del Obispo. En este proceso será útil hacer un examen de conciencia, a través de momentos de reflexión y arrepentimiento.

Los divorciados vueltos a casar deberían preguntarse cómo se han comportado con sus hijos cuando la unión conyugal entró en crisis, si hubo intentos de reconciliación, cómo está la situación del compañero abandonado, qué consecuencia tiene la nueva relación sobre el resto de la familia y la comunidad de fieles, qué ejemplo ofrece a los jóvenes que se deben preparar para el matrimonio. Una sincera reflexión puede reforzar la confianza en la misericordia de Dios que no se le niega a ninguno.

Además, no se pueden negar que en algunas circunstancias “la imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas” (CCC, 1735) a causa de diversos condicionamientos. Como consecuencia, el juicio sobre una situación objetiva no debe llevar a un juicio sobre la “imputabilidad subjetiva” (Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Declaración del 24 de junio de 2000, 2a).

En determinadas circunstancias las personas encuentran grandes dificultades para actuar de modo distinto. Por ello, mientras se sostiene una norma general, es necesario reconocer que la responsabilidad respecto a determinadas acciones o decisiones no es la misma en todos los casos. El discernimiento pastoral, teniendo en cuenta la conciencia rectamente formada por las personas, debe hacerse cargo de estas situaciones. También las consecuencias de los actos realizados no son necesariamente las mismas en todos los casos.

86.- El recorrido de acompañamiento y discernimiento orienta a estos fieles a la toma de conciencia de su situación ante Dios. El coloquio con el sacerdote, en el fuero interno, concurre con la formación de un juicio correcto sobre lo que obstaculiza la posibilidad de una participación más plena en la vida de la Iglesia y sobre los pasos que pueden favorecerla y hacerla crecer. Dado que en la misma ley no hay gradualidad (FC, 34), este discernimiento no podrá nunca prescindir de las exigencias de la verdad y la caridad del Evangelio propuesta por la Iglesia. Para que esto suceda, deben garantizarse las necesarias condiciones de humildad, reserva, amor a la Iglesia y a su enseñanza, en la búsqueda sincera de la voluntad de Dios y en el deseo de alcanzar una respuesta más perfecta a ella.

[Traducción de rorate]

¿Nuestro apunte?

El cristianismo siempre ha tratado sobre la Presencia y Palabra de Dios, no sobre encontrar excepciones legales, y acuerdos para no ser santo. El judaísmo post-segundo templo y el Islam siempre han sido estrictamente religiones legales. Los fariseos (los ancestros directos de la corriente dominante del Judaísmo post-segundo templo) que tanto intentaron desacreditar a nuestro Señor, llevaron a cabo precisamente ese trabajo -razón por la que es tan irónico que el papa Francisco use tanto la palabra “fariseo” como una crítica, cuando su uso de la misericordia evidentemente oculta el uso de los detalles legales, excepciones y subterfugios para rodear las claras palabras del Señor. Sucedió en el lamentable motu proprio sobre la nulidad del matrimonio, debilitando la indisolubilidad. Ahora, con esta ambigua declaración permitiendo la posibilidad del sacrilegio -que sólo fue aprobada a causa de su presión personal, con el número más bajo de votos posibles, que llegaron de sus delegados personales-, se ha debilitado de nuevo el matrimonio, el más fecundo (literalmente) de los Sacramentos, por el que nuevos hijos de cristianos nacen a la vida material para reponer la Iglesia y el cielo. Todo esto es un asunto lamentable. Pasarán siglos antes de que este lío se deshaga. Que Dios nos ayude.

[Artículo original]

Tomado de:

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¿El documento final del Sínodo tendrá una bomba de tiempo escondida sobre los “divorciados y vueltos a casar”?

sinodo

24 octubre, 2015

ÚLTIMO MOMENTO: Informe Final del Sínodo, publicado.

(Post original) ¿El documento final del Sínodo tendrá una bomba de tiempo escondida y relativa al tema de los “divorciado y vuelto a casar”?

Si la “Familiaris consortio” no puede ser revocada, entonces se distorsionará.

El Informe Final del Sínodo ya está disponible sólo en italiano:

Synod15 – Relazione Finale del Sinodo dei Vescovi al Santo Padre Francesco (24 ottobre 2015), 24.10.2015

 

(Horario original de la publicación del post: 24/10/2015 3:30 PM)

Se espera que el documento final del Sínodo que se publique esta tarde, hora de Roma. No se sabe aún si será sólo en italiano, o si las traducciones se harán disponibles al mismo tiempo. Una vez que el documento este fuera vamos a tratar de publicar pasajes pertinentes tan pronto como sea posible.

Sin embargo ya tenemos una idea de su contenido por medio de la conferencia de prensa oficial del Vaticano de hoy, donde hablaron Cardenales Schönborn y Damasceno Assis.

Puede ser que se diga que estos dos cardenales están más o menos en el lado “progresista”, y por lo tanto tienen un interés en torcer o distorsionar la presentación del documento final. Nuestra respuesta es que si el documento se puede interpretar de una forma amablemente heterodoxa, entonces tenemos un problema importante, incluso si a la primera lectura no da la impresión que es amigable con la ortodoxia. Ya hemos visto esto suceder con el Instrumentum Laboris del Sínodo (en adelante, IL), que al momento de su lanzamiento fue aclamado ampliamente como un documento “conservador”, sólo porque las progresistas bombas de tiempo se hicieron más evidentes tras una lectura más atenta del texto.

Pero antes de comenzar con el informe de Edward Pentin de hoy (¿El Informe Sínodo, el último giro de la “Familiaris consortio”?):

Como los padres sinodales votan cada párrafo del informe final de esta tarde, existe la preocupación de que una propuesta de admitir los divorciados vueltos a casar civilmente a la Sagrada Comunión sea sutilmente votada, sobre la base de lo que muchos creen que la misma es una falsa interpretación de la Exhortación Apostólica “Familiaris consortio” del Papa San Juan Pablo II.

El párrafo final del informe en cuestión supuestamente no mencionaría explícitamente la Eucaristía, pero fuentes dentro del Sínodo sostienen que existe la preocupación de que si se aprueba, la palabra “discernimiento” sea interpreta de manera variable según la posición que cada uno tenga del tema.

“Si tuviera que adivinar, mi presentimiento es que va a pasar, será aprobado”, dijo una fuente cercana al Sínodo, “pienso que se preguntan cuáles serán las consecuencias si esto se lleva a cabo, ya que se da lugar a muchas interpretaciones.”

Una parte del artículo no. 84 de la Familiaris consortio se refiere al discernimiento estados:

“Los pastores deben saber que, en aras de la verdad, están obligados a discernir bien las situaciones. De hecho, hay una diferencia entre aquellos que han intentado sinceramente para salvar su primer matrimonio y han sido abandonados injustamente, y los que a través de su propia culpa grave han destruido un matrimonio canónicamente válido. Por último, están aquellos que han entrado en una segunda unión por el bien de la educación de los hijos, y que a veces están subjetivamente seguros en conciencia de que su matrimonio anterior, irreparablemente destruido, no había sido válido. “

En conferencia de prensa hoy, el Cardenal Christoph Schönborn de Viena, moderador del grupo de lengua alemana en el Sínodo, dijo que “discernimiento” es la “palabra clave”, y agregó que las situaciones con respecto a las personas divorciadas civilmente y vueltas a casar son “diferentes”, no siempre es “blanco y negro”, y por lo tanto requieren este discernimiento. Citando las “prácticas de San Ignacio,” incluso sugirió que este enfoque sería jesuítico.

Los críticos dicen que tal interpretación conserva en sí, la idea de “fuero interno” que al parecer se ha sido recogida en el informe, y que equivaldría al “giro” de la Familiaris Consortio, lo cual permitiría para promover la posibilidad de admitir a los divorciados vueltos a casar a la Sagrada Comunión.

Aquí, publicamos unos tweets de Francis X. Rocca, que nos indican que el Cardenal Schonborn afirmó que el Documento Final se refiere a la comunión de los divorciados vueltos a casar de una forma “indirecta”:

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PELIGRO ADELANTE. ¿Divorciados vueltos a casar?, la “descentralización” aún está en la agenda

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24 octubre, 2015

PELIGRO ADELANTE. Un miembro del comité de redacción para el documento final del Sínodo afirma: ¿Familiaris Consortio? ¡Las circunstancias han cambiado!  ¿Divorciados vueltos a casar?, la “descentralización” aún está en la agenda

El cardenal Oswald Gracias de Mumbai, uno de los diez prelados mayormente liberales, asignado por el papa Francisco para el comité de redacción preliminar para la relatio final del Sínodo, ha surgido inesperadamente en los últimos días como un defensor de una mayor “apertura” hacia los homosexuales. Sus comentarios en la conferencia de prensa del Vaticano del día de hoy son fieles a sus formas, y dado su papel en la redacción del documento sinodal deja entrever algo que podría ser manipulado en favor de la Kasperita y de preocupaciones liberales.

Es revelador que en el discurso de descentralización él, y otros defensores de esta idea, hagan referencia repetidamente al problema de la poligamia en África como ejemplo de los problemas cotidianos con los que se deben lidiar por parte de las conferencias episcopales locales. Uno debe preguntarse si éste es un tema de conversación liberal acordado para humillar a los obispos africanos y dirigirlos hacia un respaldo a la opción de “descentralización”.

Como dijimos ayer, no tenemos razones para relajar nuestra vigilancia mientras el Sínodo entra en sus días finales. Oraciones y penitencias continuas son aún más necesarias durante los días previos al sábado, cuando la relatio final será consignada al papa Francisco.

Del reporte de la rueda de prensa de hoy del Sínodo, de las Noticias del Vaticano (las negritas son nuestras) – tomen nota de que el nombre del Cardenal ha sido extrañamente mal escrito en todo momento como “Clemencia”: (“Gracious”).

“Clemencia” fue cuestionado acerca de qué piensa de la “sana descentralización”. Dijo que la Iglesia es un cuerpo universal pero que esto también significa que existen diversas circunstancias en este cuerpo. Expresó que la Iglesia tiene que lidiar concretamente con las situaciones. Sería por lo tanto apropiado para las diversas Conferencias Episcopales el estudiar los comportamientos que ocurran en su contexto, según comentó el Cardenal. Empleó a la poligamia como un ejemplo. Dijo que esto no era un problema en la India pero sí que lo era en África por lo que le correspondería a la Iglesia africana el investigar este asunto. Agregó que los obispos necesitarían contar con el entrenamiento y la asistencia adecuados teológica y canónicamente.

También expresó que el comité de la redacción preliminar recibió entre 700 y 800 modi o “comentarios” para el texto final. Éstos fueron entregados a expertos para ser clasificados dentro de varias áreas diferentes. Fueron examinados por el comité de redacción preliminar y luego entregados a los escritores.

El Cardenal fue cuestionado acerca de la Familiaris Consortio nº 84 (el documento del Sínodo de la Familia en 1980). En este documento san Juan Pablo II dijo que los divorciados y los vueltos a casar civilmente no podían ser admitidos a la Eucaristía. Se le preguntó si el comité de redacción preliminar plantearía este problema en el documento final, ya que ha sido hablado frecuentemente en este Sínodo. Clemencia afirmó que un número de problemas eran similares, pero que las circunstancias han cambiado. Puntualizó que la Familiaris Consortio también estableció que los casos deberían ser examinados cuidadosamente. Comentó que san Juan Pablo II, en ese párrafo, estableció que no debemos poner a todos en la misma categoría. El Cardenal dijo que no podemos tratar a todas las personas de la misma manera. Aquel que rompió un vínculo matrimonial es diferente de aquel que no quiso que sucediera y que trató por todos los medios de mantenerlo. Clemencia manifestó: “Para ser honesto, no tenemos una solución”. Sostuvo que  se necesita contar con un estudio de escrituras, teología moral, doctrina, tradición y, con esperanza, así como que la comprensión se profundice, entonces surgirá un camino a seguir.

El cardenal Clemencia añadió que hay percepciones diferentes, pero que es importante que un texto clave esté producido, porque puede ofrecer -esta vez- una dirección pastoral.

[Traducido por Mauricio Monroy. Artículo original]

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El pontificado fallido de Francisco, en busca de otro camino para la Iglesia. ¡Ayúdanos papa Pacelli!

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24 octubre, 2015

Publicamos, con mucho orgullo, este artículo de un clérigo muy sabio, bien informado e influyente que escribe bajo el nombre de don Pio Pace.

He visitado estos últimos días la tumba de Pío XII en la cripta de la Basílica del Vaticano. Mis pensamientos con frecuencia se remontan a Pío XII, aquel gran Papa moralista, en este mes de octubre de 2015, en el que se celebra el Sínodo de la Familia y durante el cual hemos hablado solamente de parejas adúlteras y parejas homosexuales, y durante el cual la doctrina de fide et moribus se ha sometido a debate, como si la Iglesia no la hubiera ya definido.

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¿Triunfará la alternativa liberal? Parece lejos de ser una certeza. La postura en favor de la doctrina conservadora ha sido numerosa e importante: una petición con más de 800,000 firmas; un libro firmado por 11 cardenales, el cual continúa la secuela de los del año pasado firmados por 5 cardenales; otros que recopilan las intervenciones de 11 cardenales y obispos africanos; además de las reuniones y comisiones, tales como la que tomó lugar en el Angelicum, en Roma, el 30 de septiembre, presidida por el cardenal Caffarra, arzobispo de Boloña y el cardenal Burke, patrono de la Orden de Malta. Habría también que añadir la carta, redactada durante el Sínodo, de los 13 cardenales retando respetuosamente, pero con firmeza, la manera en la cual la asamblea estaba siendo guiada. También tenemos la magnífica y unánime resistencia de los obispos de Polonia.

¿Podemos, entonces, inferir una reafirmación de la doctrina del Evangelio? Está ya malherida, tal y como lo predije en 2014 (véase el artículo anterior). Un cierto número de canonistas (el cardenal Coccopalmerio, monseñor Pinto, deán de la Rota Romana, monseñor Maurice Monier, auditor), han producido un texto que, de hecho, amplía con mucho las posibilidades de una declaración de nulidad matrimonial a todos aquellos matrimonios que «han fracasado». Existirá entonces y desde ese momento un tipo de divorcio, tal y como en la Iglesia ortodoxa.

No arriesgaríamos mucho afirmando que la asamblea acabará más o menos de la misma manera que la última si comparamos el grado de desacuerdo entre los Padres (1/3 a 2/3 el año pasado, ¿2/3 a 1/3 este año?).  No es imposible que el Papa, como ya lo ha indicado, abra un nuevo debate acerca del poder de las conferencias episcopales y lance un nuevo «Sínodo de la Sinodalidad»… una excavadora de túneles. De cualquier forma, ha surgido una defensa de la doctrina tradicional, lo cual se puede entender como un cuestionamiento del papa Francisco. «Si tuviésemos cónclave en este momento, Francisco tendría suerte de conseguir diez votos», le dijo un amigo mío de la Curia al New Yorker. Sin duda, intentará retomar el control de la famosa reforma de la Curia, en otras palabras, con nombramientos asombrosos a nuevos dicasterios. Más lo que se está perfilando es el fracaso del pontificado.

Tras el fracaso del pontificado de la «restauración» de Benedicto XVI, que terminó en una renuncia, ¿nos encaminamos ahora al fracaso del pontificado de la «apertura» de Francisco? La Iglesia posconciliar parece ser intrínsecamente ingobernable.

De aquí se desprenden mis insistentes reflexiones en torno a Pío XII. No soy un ingenuo, por supuesto, un retorno a la Iglesia del papa Pacelli es imposible; mas, reflexionar en una reforma enunciada en términos de ese pontificado angelical es posible una vez más. Creo sinceramente que el siguiente tema se arraigará en la mente de la Iglesia: 1965/2015, a 50 años de posconcilio nos encontramos en un impasse. Es necesario encontrar una solución.

Padre Pio Pace

[Traducido por  Enrique Treviño. Articulo Original]

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Obispo Schneider: “El ataque al matrimonio y la familia viene del mundo ateo, neocomunista”

Schneider

23 octubre, 2015

Nos complacemos en traer a nuestros lectores dos sermones de S.E. Rvdma. Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana, Kazajstán, y obispo titular de Celerina. El obispo Schneider estuvo en los Estados Unidos este pasado fin de semana para algunos eventos y ordenaciones sacerdotales  de los Canónigos de Nueva Jerusalén. Vean a continuación los textos de estos dos sermones poderosos y oportunos.

La familia, Iglesia doméstica. Front Royal, Virginia.

Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo: Vivimos en un tiempo en el que unas de las más hermosas creaciones de Dios, llamadas matrimonio y familia, están sufriendo un ataque general por el lado del nuevo ateísmo, la dictadura ideológica mundial neocomunista que ha ganado casi toda la política universal y los medios de comunicación. Sin embargo, es enigmático que podamos descubrir en nuestros días colaboradores con este ataque general al matrimonio y la familia, incluso, en las filas del clero. La familia cristiana se enfrenta a una especie de nuevo Goliat.
Pero, justo ahora estamos llamados a ser fieles a la inmutable verdad de nuestra fe católica y apostólica, que nuestros padres y antepasados nos han transmitido. Tenemos una oportunidad de ser valientes testigos de la verdad divina y de la belleza del matrimonio y la familia. Para este fin, recibimos los dones del Espíritu Santo, especialmente en el sacramento de la confirmación. Esta virtud ha concedido a los fieles durante dos mil años la habilidad de preferir la muerte antes de traicionar los votos bautismales, morir antes que pecar, morir antes que traicionar los votos matrimoniales, morir antes que traicionar los votos sacerdotales o religiosos.

En su encíclica sobre el matrimonio y la familia, el papa León XIII dijo ya en 1880: “La ley de la Iglesia fue algunas veces tan divergente de la ley civil que Ignacio Mártir (Polyc.  5),  Justino (Apol. 1, 15), Atenágoras (Legat, 32, 33) y Tertuliano (Coron 13) públicamente denunciaron como injustos y adúlteros ciertos matrimonios que habían sido sancionados por la ley imperial” (Arcanum Divinae , 21).

La familia y la sociedad humana en su conjunto florecerán solo con la condición de que la verdad divina sobre el matrimonio y la familia sea observada, y así enseña el papa León XIII: “Desde el inicio del mundo, de hecho, ha sido divinamente ordenado que las cosas instituidas por Dios y por la naturaleza deban ser probadas por nosotros para ser lo más beneficiosas y saludables cuanto más inalteradas permanezcan en su completa integridad… Si la imprudencia o la maldad de la voluntad humana se atreven a cambiar o alterar ese orden de las cosas, que ha sido constituido con la máxima previsión, entonces los designios de infinita sabiduría y utilidad comienzan a ser hirientes o cesan de ser beneficiosos, en parte porque a través del cambio experimentado han perdido su poder de beneficio, y en parte porque Dios elige infligir un castigo al orgullo y la audacia del hombre. Ahora vemos que numerosas personas niegan que el matrimonio es santo, y lo relegan – privado de toda santidad– entre la clase de cosas comunes seculares,  lo arrancan así de sus fundamentos naturales, no solo resistiéndose a los designios de la Providencia, sino, tanto como pueden, destruyendo el orden que Dios ha dispuesto. Nadie, por lo tanto, debe preguntarse si de tales intentos dementes e impíos no surgirá una cosecha de males perniciosos en el más alto grado tanto para la salvación de las almas como para la seguridad de la comunidad.” (Arcanum Divinae, 25).

“Se dice que los antiguos romanos se horrorizaron ante los primeros casos de divorcio; tardó poco, sin embargo, en comenzar a embotarse en los espíritus el sentido de la honestidad, a languidecer el pudor que modera la sensualidad, a quebrantarse la fidelidad conyugal en medio de tamaña licencia, hasta el punto de que parece muy verosímil lo que se lee en algunos autores: que las mujeres introdujeron la costumbre de contarse los años no por los cambios de cónsules, sino de maridos.” (Arcanum Divinae, 30).

En orden a permanecer fieles a los divinos mandamientos hay en nuestros días familias, gente joven, sacerdotes y obispos que son a menudo marginados por esta razón, están siendo ridiculizados y perseguidos por el poder dictatorial de la ideología de género mundial neomarxista, inclusive en algunos ambientes eclesiales, a causa de su fidelidad a la integridad de la fe católica y a la Palabra divina de acuerdo a la tradición de nuestros antepasados.

Con el fin de permanecer fiel a su vocación, la familia católica debe practicar especialmente la oración diaria en común. El papa Pío XII dijo a los recién casados: “Les rogamos  se tomen a pecho el mantener esta hermosa tradición de las familias cristianas: la oración en común de la noche. La familia se reúne al final de cada día para implorar la bendición divina y para honrar a la Virgen Inmaculada a través del rezo del Rosario por todos aquellos que duermen bajo el mismo techo. La duras e inexorables exigencias de la vida moderna no les dan  tiempo libre para dedicar algunos momentos benditos de gratitud hacia Dios, o leer, de acuerdo a una antigua costumbre, una corta biografía del santo que la Iglesia nos propone diariamente como modelo y especial protector. Esfuércense por santificar incluso este corto momento, dedicándolo al Señor con el fin de alabarle y presentarle sus deseos, necesidades,  sufrimientos y ocupaciones de cada día. El centro de vuestra casa debe ser el Crucificado o la imagen del Sagrado Corazón de Jesús: Que Cristo reine en vuestros hogares y los reúna alrededor Suyo cada día”. (Discurso a las parejas recién casadas, 12 de febrero de 1941).

Mis queridos hermanos y hermanas, la familia católica tiene una vocación que es a veces olvidada en nuestros días. Es la vocación a ser el primer seminario sacerdotal (cf. Concilio Vaticano II, Optatam totius, n. 2). El papa Pío XII advirtió a los padres católicos con estas palabras: “Si algún día Dios les concede el honor de llamar a uno de sus hijos a su servicio, reconozcan el valor y el privilegio implicados en tantas gracias que esta llamada conlleva… ubicad vosotros  la flor y el fruto de vuestro amor en el altar, para vivir consagrado al Señor y a las almas… No tengáis miedo del regalo de una vocación santa que ha descendido del cielo para reposar sobre vuestros hijos. Si creéis, y si el amor los ha elevado a un nuevo nivel, ¿no es una confortación y una alegría ver a vuestro propio hijo en el altar vestido con las vestimentas sacerdotales, ofreciendo el sacrificio de la misa y  rezando por sus padres? ¿No es un gran consuelo en el corazón de una madre que late de amor por su hija, verla consagrada a Cristo, sirviéndole y amándole con todo su ser?” (Carta a los matrimonios,  25 de marzo de 1942).

Queridos padres, queridas madres, queridos abuelos y abuelas podéis decir: “Oh Señor, si quieres, llama a uno de mis hijos, uno de mis nietos al sacerdocio”. Los jóvenes, que están sintiendo en su alma la vocación del matrimonio y fundar una Iglesia doméstica, también podéis decir: “Oh Señor, si quieres, llama a uno de mis hijos futuros al sacerdocio”. Y vosotros, muchachos y los hombres jóvenes, algunos de vosotros podríais decir, tal vez hoy en día: “Oh Señor, estoy dispuesto a seguirte, si quieres llamarme al sacerdocio”.

¡Qué hermosa vocación ser un verdadero católico! ¡Qué hermosa vocación luchar por la integridad de la fe y los mandamientos divinos! ¡Qué hermosa vocación ser una familia católica, una Iglesia doméstica! ¡Qué hermosa vocación ser un joven casto y una joven casta! ¡Qué hermosa vocación ser un seminarista y sacerdote con un corazón puro y ardiente!

No tengáis miedo del Goliat de nuestros días, que es la nueva dictadura anticristiana mundial. El don de la fortaleza del Espíritu Santo nos hará capaces de ganar al Goliat de nuestro tiempo con las cinco piedras de la honda de David.

Oh Espíritu Santo dejad de nuevo florecer muchas Iglesias domésticas, lo que nos proporcionará las cinco piedras de David para ganar a Goliat, que significan: buenos padres de familia, niños y jóvenes puros, puros sacerdotes y obispos intrépidos ¡Christus Vincit, Christus regnat, Christus imperat!

Ordenación sacerdotal, 17 de octubre de 2015, Charles Town

Queridos candidatos al sacerdocio, queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Nuestro Señor Jesucristo nos concede hoy la gran gracia de celebrar el sacramento de la santa ordenación sacerdotal. En este sacramento se produce el milagro de la omnipotencia y del amor divino. A través de la imposición de las manos del obispo, el Espíritu Santo desciende en las almas de los candidatos, e imprime en ella un poder y una dignidad que sobrepasan todos los poderes de este mundo y todos los honores humanos. Este poder y esta dignidad son el sacerdocio de Cristo.

Jesucristo, el Dios encarnado, es el mediador único y exclusivo entre Dios y los hombres. No hay otro camino de salvación. A través de su sacrificio en la cruz Jesús se ofreció una vez en acto de adoración, de acción de gracias, de expiación, de propiciación por los pecados y de impetración con valor infinito. No existe en todo el universo, en toda la historia e incluso en toda la eternidad un acto que pudiera agradar  y  honrar más al Dios Trino que el sacrificio de la Cruz, y este acto del sacrificio de Jesús en la Cruz es el verdadero y único acto sacerdotal en el sentido pleno de la palabra.

El sacerdocio de Cristo y su sacrificio son tan grandes que nunca cesarán. Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, está siempre vivo (cf. Hebr 7, 25) y, por lo tanto, su sacrificio redentor está siempre vivo, siempre presente, en todos los momentos, en todas las generaciones, en todos los lugares: “El Cordero está de pie y está vivo, aunque inmolado “(cf. Ap 5, 6). El sacerdocio de Cristo nunca cesará, sigue siendo para toda la eternidad, por lo grande que es y porque pertenece a una persona que es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

En su sabiduría inefable y en su inmenso amor misericordioso Jesús quiso compartir su sacerdocio único y eterno con hombres débiles. Y así Él instituyó en la Última Cena el sacramento de la ordenación sacerdotal, cuando Él como el verdadero Melquisedec ofreció en la forma sacramental a Dios Padre su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y vino (cf. Sal 109, 4). Por lo tanto, toda la vida de un sacerdote católico tiene su significado y su finalidad en la celebración del sacrificio de Cristo para la glorificación de la majestad divina y por la salvación del mundo y de todas las almas.

Cada bautizado participa también en el sacerdocio de Cristo, aunque de una manera general o común. Tal sacerdocio general o común lo realiza cada uno, principalmente, en el ofrecimiento de su propia vida, sus propios sufrimientos y peticiones en unión espiritual con el sacrificio, que ofrece el sacerdote ordenado como “otro Cristo” (alter Christus) en la celebración de la santa misa. Incluso a pesar de que se derivan del único sacerdocio de Cristo, ambas realizaciones difieren entre sí. Por el plan de la sabiduría de Dios, estas dos formas de sacerdocio están conectadas. El sacerdocio común encuentra una de sus más nobles realizaciones en el sacramento del matrimonio. El sacerdocio común fue creado por Dios para fundar y vivir la familia cristiana, la Iglesia doméstica (así hablaron ya san Agustín, cf. De bono viduitatis y el Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 11). La familia como Iglesia doméstica es por su parte el primer seminario, según la enseñanza del Magisterio (cf. Concilio Vaticano II, Optatam totius, 2).
Uno de los más hermosos frutos que una familia cristiana, Iglesia doméstica, puede ofrecer a Dios, consiste en dar al Señor  un hijo como sacerdote. Podemos decir que, en cierto sentido, el sacerdocio común, la familia cristiana, fue fundada por Dios para que siempre hubiera una continuación del sacerdocio ordenado, por lo que habrá siempre en la Iglesia y en el mundo verdaderos sacerdotes de Cristo, por lo que siempre existirá un “otro Cristo” (alter Christus) que ofrezca diariamente el sacrificio redentor infinito de Jesús  como un aroma fragante ante los ojos de la majestad divina para el deleite de toda la corte celestial y por la salvación del mundo.

Aquí podemos reconocer la más profunda razón por la cual el sacerdote católico no debe estar casado, sino ser virginal y célibe. El sacerdocio ordenado y sacramental es célibe, es como una flor virginal fragante, que brotó desde el jardín del sacerdocio común, de la familia cristiana, y deriva del amor conyugal casto de los padres cristianos. Sucedió hace muchos años: En la casa de un sacerdote fallecido en Polonia se encontró una pequeña caja con esta inscripción: “Para ser abierto después de mi muerte”. La caja fue abierta y había una corona de mirto con esta nota: “Este es la corona de novia de mi madre. La he llevado conmigo a varios países en la memoria de ese momento sagrado cuando mi madre prometió no sólo la fidelidad, sino también la rectitud en el altar de Dios. Ella ha mantenido este voto. Ella tuvo el valor de tenerme después del noveno hijo. Al lado de Dios, le debo a ella mi vida y mi vocación al sacerdocio. Coloquen esta corona, la corona de novia de mi madre, en mi tumba.” Conocemos también el siguiente episodio de la vida del papa Pío X: Después de su consagración episcopal, el joven obispo Giuseppe Sarto visitó a su anciana madre y le mostró su anillo episcopal: “¡Madre, no es este anillo maravilloso!”. La madre levantó la banda de oro liso de su propio dedo y dijo: “Si yo no hubiera llevado fielmente éste mi anillo, tú nunca hubieras usado tu anillo”.

Queridos candidatos al sacerdocio, nunca olviden esto: vosotros seréis sacerdotes con el fin de ofrecer diariamente el sacrificio redentor inefable de Cristo, con el fin de ser instrumentos vivos del Sumo y Eterno Sacerdote, por lo que a través de vuestra voz y vuestras manos las gracias redentoras del sacrificio de Cristo podrán fluir sobre este mundo, que está tan profundamente sumido en pecados. La disposición interior de vuestras almas, de vuestros corazones, de vuestras mentes debe cada vez más, día tras día, corresponder con las palabras tremendas y divinas que pronunciaréis: “Este es mi cuerpo”. Vosotros pertenecéis total y exclusivamente a Jesús, el Sumo Sacerdote. Tú no te perteneces más a ti mismo, ni a ninguna criatura.
Todo vuestro amor debe ser virginal, casto, sacerdotal, desinteresado, paterno; esto significa que vuestro amor tiene que ser de una manera eminentemente pastoral, y esto significa: para el cuidado de las almas, para salvar almas. Para ello habéis recibido la santa vocación, para este fin recibís hoy la marca indeleble del sacerdocio de Cristo, para este fin vuestra familia los ofrece hoy a Dios como una bella flor del jardín de su Iglesia doméstica.

Que Nuestra Señora, la Madre del Sumo y Eterno Sacerdote, os guarde a vosotros y a vuestro sacerdocio en su Inmaculado Corazón e implore para vosotros la gracia de que, a través de vuestro sacerdocio, la Iglesia pueda recibir muchas vocaciones sacerdotales nuevas y santas y muchas familias católicas santas. Oh Inmaculado Corazón de María, sed nuestro refugio, sed nuestra salvación. Amén.

[Traducción de Mariana Perotti. Artículo Original]

Tomado de:

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“El papado de Pablo VI”. Devastador extracto del nuevo libro sobre un pontificado desastroso

pablovi

22 octubre, 2015

En el primer aniversario de la beatificación del Pablo VI, aquel papa que presidió la autodemolición de la Iglesia y su antiquísima liturgia, traemos para los lectores de Rorate un excelente extracto del nuevo libro de H. J. A. Sire, titulado De las cenizas resurge el Fénix: La elaboración, la destrucción y la restauración de la Tradición católica. Si usted no tiene este libro, hágase un favor: cómprelo y léaselo de cabo a rabo. No hay nada que describa mejor la desviación conciliar, la crisis postconciliar y sus raíces históricas que este libro. Y mientras tanto, aquí tienen este extracto sobre Pablo VI (pp. 363-373) que es brillante, completamente veraz y absolutamente devastador. Su beatificación será eventualmente reconocida como la maniobra política que fue: una parte crucial en la progresiva “canonización de Vaticano II.”

El papado de Pablo VI

Por H. J. A. Sire

Esta escena de devastación será presidida por la distante figura del papa Pablo VI. La evaluación sobre el carácter de este papa ha sido maquillada por ciertas actitudes, encaminadas hacia la revolución en la Iglesia que todavía vivimos. Y lo será de dos maneras distintas: en primer lugar, los admiradores de este cambio estarán excluidos de las críticas a las que un gobernante los haría incurrir de forma natural en tales circunstancias; y en segundo lugar, la suposición de que tales cambios fueron correctos e inevitables, ha oscurecido la medida que muestra a Pablo VI como personalmente responsable de los mismos. Tales puntos de vista han prevenido una evaluación realística que, ante cualquier análisis medianamente objetivo, lo hubiese juzgado como el pontificado más desastroso de la historia. Para corroborar esta estimación, deberemos examinar primero la personalidad de Pablo VI.

Hijo de una familia de profesionales en el norte de Italia, Giovanni Battista Montini escogió la carrera eclesiástica ya en su niñez. A la edad de veinticinco años, poco después de su ordenación, llegará a alcanzar el puesto de oficial en la Secretaría de Estado y seguirá en ella hasta su nombramiento como Arzobispo de Milán, treinta y dos años más tarde. Una formación tan distintivamente curial no ha sido algo excepcional en un papa; sin embargo, los dos nombramientos simultáneos de Montini, tanto como capellán de la Unión Italiana de estudiantes universitarios y como profesor de diplomáticos papales, confirmará  su vinculación con los intelectuales, en vez de con los círculos pastorales. En el plano filosófico, la mente de Montini se distinguió por su gusto por la cultura francesa, típica de los círculos liberales italianos; él era un admirador de Maritain; ahora bien, como papa, llevará a la Iglesia hacia una dirección que el propio Maritain hubiese repudiado con fuerza. En 1.950 conocerá al filósofo francés Jean Guitton, que se convertirá en su amigo laico más cercano y el cual dejará un íntimo retrato de él en su libro Pablo VI, secreto. No obstante, la amistad más decisiva de Mons. Montini, dentro de los círculos eclesiales, será con el Cardenal Roncalli quién, a su elección como papa, lo confirmará como su confidente más cercano. Como hemos visto, Montini había sido nombrado Arzobispo de Milán por Pío XII. Su gestión en el cargo (de 1.954 hasta 1.963) quedó marcada, entre otras cosas, por una valiente determinación para llevar a la Iglesia a la clase obrera urbana.

Tal vez lo más característico, serían los vínculos del arzobispo con el mundo burgués progresista con el que se sentía más a gusto. Esa influencia se verá más tarde en el personal que se llevó con él a Roma y que será reflejado en su estilo cultural. En su pastoral de Cuaresma de 1.962, el Cardenal Montini expuso a los fieles milaneses lo que él veía como la nueva dirección del catolicismo y que su amigo Juan xxiii señaló: “La Iglesia va a desprenderse, si es necesario, de todo vestigio de manto real que ha quedado sobre sus soberanos hombros, para que pueda vestirse con paños más sencillos en consonancia con la demanda del gusto moderno”. El papa Pablo, cuando entró en el Vaticano,- y en sintonía con este punto de vista-, comenzó a reformar los esplendores barrocos que habían satisfecho tanto a príncipes como a plebeyos, redecorando el palacio de colores grises y rosas,  siguiendo el  gusto favorecido por la clase media de Milán de aquellos años. Este cambio podría simbolizar el tono de su pontificado: ” ¡Habéis vencido, milaneses; la Iglesia ha madurado con vuestro gusto!”

A nivel de personal, el papa Pablo trajo con él a un grupo  de colaboradores más cercanos, de los cuales era líder Don Pasquale Macchi, y que fue su secretario privado desde 1.954. Macchi fue la figura principal en lo que vino a denominarse como la “mafia de Milán”, una frase que resultó ser más apropiada de lo que lo sus inventores se dieron cuenta en ese momento. Con Pablo VI, el secretario conservará una influencia mucho más allá de su posición oficial [1]; a mediados de los años setenta, y siendo ya Monseñor Macchi, será nombrado miembro de la “Gran Logia del Vaticano” asociada con los masones, siendo su iniciación masónica en 1.958, cuando era secretario de monseñor Montini.

Más allá de este círculo personal, el papa Pablo se distinguió por sus favores al círculo de cardenales liberales, especialmente  los cardenales Lercaro, Suenens y Döpfner, que habían conspirado ilegalmente antes del cónclave para lograr su elección. Estos, que deberían haber sido privados de su cardenalato justamente, fueron en cambio promovidos a las posiciones más influyentes en la Iglesia. Vimos también cómo a estos tres cardenales mencionados se les entregó una supervisión del Concilio que fue, precisamente, utilizada para promover el programa radical; y también hemos visto cómo la reforma de la liturgia se le asignó al Cardenal Lercaro y a Mons. Bugnini para poder crear un equipo de su propia elección. Éste último proporcionará un modelo de expansión en los círculos menores a los que, gracias a los métodos de gobierno del papa Pablo, les fue entregado el control; lo que ocasionará que en el campo financiero de la Iglesia se provocase el mayor escándalo del Vaticano en aquella época.

La propia visión del papa Pablo en relación al estado de la Iglesia fue lo que determinó su estilo de gobierno. Con liberal confianza, compartió la idea de que la Edad Moderna era la edad de la iluminación y de la razón, habiendo sido superadas las crudas pasiones del pasado. En su pastoral de Cuaresma de 1.962, el Cardenal Montini había dicho a los milaneses: “Hoy ya no hay errores en la Iglesia; o escándalos o desviaciones o abusos que corregir.” Esta declaración, que será punto de referencia para la totalidad de su papado, nos da una muestra del grado de perspicacia, con la que juzgó la escena contemporánea. Aunque Pablo VI no se hubiese dado cuenta por sí mismo de los peligros latentes en las nuevas tendencias teológicas, se podría haber percatado por los signos de la década anterior; como cuando el papa Pío xii, en su acción contra el marxismo incipiente del movimiento obrero-sacerdotal, cerró el seminario de la Misión de Francia y depuso a tres provinciales dominicos en Francia. Se podría vincular la despreocupación del papa Pablo con una impresión que quedó registrada con el profesor Guitton: “Con él no se estaba en la presencia de un clérigo, sino en la de un laico que parecía haber sido elevado, de repente, al papado”. Dejando de lado al optimismo que era dictado por su liberal punto de vista, podríamos llegar a sugerir del papa Pablo que, simplemente, no sabía lo suficiente sobre su propio trabajo como sacerdote católico para llegar a evaluar a una Iglesia a la que estaba llamado a gobernar.

El examen del carácter de Pablo no era fácil, incluso para sí mismo. “¿Soy Hamlet o Don Quijote?”, preguntó en una ocasión. Una duda entre la indecisión y la irrealidad podrían haber sido creativos en un pensador privado, pero no era lo más idóneo en un papa. Su estilo tentativo fue otro de los rasgos que Jean Guitton hizo notar: “Cuando él había tomado una decisión, era absolutamente imposible de conseguir que la modificase en modo alguno”; esta firmeza de l’escalier, revelan un hombre que no puede soportar que su criterio sea cuestionado una vez que ha alcanzado la etapa de escrutinio público. Estos datos sobre su carácter explican el por qué Giovanni Battista Montini, siendo un ejemplo de subordinado perfecto, una vez elevado al papado se convierte en fracaso, a tanto y en cuanto  se le asigne la autoridad suprema.

La debilidad más significativa del papa Pablo recae en el juicio que hacía de sus subordinados, que fue plasmado desastrosamente en el asunto de las finanzas vaticanas. Muestra de esto fue el nombramiento que hizo del Cardenal Jean Villot como secretario de Estado. La conexión entre los dos se remonta a la época en que Villot, siendo secretario del episcopado francés, coincidió en Roma con Mons. Montini, en tiempos de Pío xii. Villot fue una figura distante y reservada, el enarca típico, que promovía la misión de una élite ilustrada para que pudiesen dispensar el progreso a la multitud. Cuando el Cardenal Roncalli fue elegido papa, no pensaba que este alegre paisano era el hombre adecuado para dirigir la Iglesia por caminos liberales; si el Papa hubiese vivido un año o dos más, habría podido verificar estos temores. El papel de Villot en el Concilio Vaticano ii, cuando era arzobispo coadjutor de Lyon, ya se había hecho notar. Pablo VI lo elevó al cardenalato en 1.965; dos años más tarde lo llevó a la Curia, y en mayo de 1.969 lo nombró secretario de Estado, en sustitución del Cardenal Cicognani; Villot permanecerá en este cargo hasta su muerte en 1.979. Salió beneficiado por una medida adoptada por Pablo VI, en contraste directo con el objetivo declarado por descentralizar la Iglesia, por la cual se le dio al secretario de Estado la autoridad general sobre todos los departamentos de la Curia, introduciéndose de este modo la secularización del gobierno de la Iglesia en la que trabajaría desde entonces. Villot se convirtió en la fuerza motriz de la campaña para acabar con el catolicismo tradicional; campaña que, si el propio papa Pablo hubiese ejercido, bien podría haberle hecho dudar de continuar con la misma. En cambio, los esfuerzos [de Villot] por persuadir al papa para excomulgar al Arzobispo Lefebvre, no tuvieron éxito. El Cardenal Villot fue nombrado como uno de los masones más prominentes del Vaticano en las listas que comenzaron a aparecer hacia el final del reinado de Pablo VI; su fecha de ingreso se da como 1.966.

Villot, como jefe de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede, fue responsable formal de este departamento que, durante el papado de Pablo VI, terminará convertido  en una cueva ladrones. La iniciativa no pertenece, sin embargo, a Mons. Macchi. Desde la década de 1.950 había tenido conexiones con figuras destacadas en el mundo financiero de Milán, entre ellos Roberto Calvi y Michele Sindona. Este último fue el más criminal del grupo: era un siciliano que se mudó a Milán después de la guerra e hizo su fortuna como agente de la mafia: primero, para gestionar la evasión fiscal de ésta y, a partir de finales de los cincuenta para adquirir una serie de bancos. Al mismo tiempo, se ganó la amistad del arzobispo de la ciudad, el Cardenal Montini. En los años sesenta, Mons. Macchi llevó a Sindona y a Calvi al mundo de las finanzas del Vaticano. Otra figura asociada fue la de Umberto Ortolani que, al igual que los dos últimos, fue miembro de la logia masónica P2. Su condición de ser la mano derecha del Cardenal Lercaro hizo que recayese en el círculo de atención de Pablo VI.

Por el lado eclesiástico, el círculo se completó con el Arzobispo Paul Marcinkus, un clérigo de rudos modales de Chicago y que disfrutó de los altos favores de Pablo VI desde el inicio de su pontificado. Marcinkus será también compinche de Mons. Macchi, y en 1.971 será nombrado presidente del Instituto para las Obras de Religión, conocido popularmente como el Banco Vaticano. Este medio ya estaba siendo utilizado por Sindona, para transferir grandes sumas de dinero de sus bancos italianos a Suiza, una actividad que va acompañada de especulación monetaria. En 1.974, sin embargo, un banco norteamericano que poseía se derrumbó, en lo que se le conoció como el Crack il Sindona, y donde la Santa Sede perdió una cantidad estimada en treinta millones de dólares. El desenlace de este asunto sólo se produjo después de la muerte de Pablo VI, cuando Sindona fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de la abogada que estaba liquidando sus bancos; y él mismo fue asesinado en la cárcel por sus acreedores de la mafia. Mientras tanto, el Arzobispo Marcinkus, alrededor de 1.972  había sido objeto de una investigación por parte del FBI en relación con el fraude de bonos falsificados, pero no se estimó la causa. Al igual que con las fechorías de Sindona, las revelaciones se produjeron después de la muerte de Pablo VI. En 1.981 Roberto Calvi fue condenado por delitos de divisas, pero el Arzobispo Marcinkus continuó haciendo negocios con él, citando el comentario que había escuchado de alguien: “Si usted no está pillado, no vale nada.”  Su némesis llegará al año siguiente cuando el Banco Ambrosiano, que era de Calvi, se derrumbe con deudas gigantescas. El IOR había sido su principal accionista, con el Arzobispo Marcinkus como director, y había sido utilizado como canal para mover fondos del Ambrosiano al extranjero. El drama se fue incrementado aún más por el asesinato de Roberto Calvi por parte de la mafia, quién fue encontrado ahorcado bajo el puente de Blackfriars en Londres. En 1.984 el Vaticano acordó pagar 224 millones de dólares a los acreedores del Ambrosiano, en reconocimiento de su responsabilidad en el colapso. El Arzobispo Marcinkus, sin embargo, no renunciará como presidente del IOR y aún se negará a hacerlo, estando protegido por la soberanía del Vaticano, debido a que se emitió una orden de arresto contra él en 1.987. No fue sino hasta 1.989 cuando el papa Juan Pablo II se inspiró para destituirlo de su cargo. La conclusión de esta historia se produjo en 1.992, cuando Licio Gelli, jefe del P2 y Umberto Ortolani, su lugarteniente en la logia, fueron condenados a largas penas de prisión por fraude en relación con la quiebra del Banco Ambrosiano.

Estos eventos comprometieron la estima que se tenía de papa Pablo VI como administrador de la Iglesia. Los que lo encuentren inocente de la pérdida de muchos millones de fieles podrán encontrar la pérdida, menos loable, de muchos millones de dólares como una señal de sabiduría. La implicación criminal iniciada en su tiempo. No fue culpa de una Curia fuera de control; fue el trabajo de unos hombres que el mismo papa Pablo había puesto en el Vaticano,-Villot, Macchi y Marcinkus-,  y en los cuales depositaba su especial confianza. Por otro lado, el caso arrojará luz sobre las pretensiones de la reforma conciliar por recuperar un cristianismo más fresco y no contaminado. Los escándalos en los que participó esta particular Iglesia, eclipsarán las denuncias que se hicieron durante el pontificado de Pío xii sobre el excesivo interés por lo material. Un gerente financiero de la Iglesia de esta época, el Cardenal Canali, había sido acusado de tener relaciones con el banquero papal, el conde Enrico Galeazzi, las cuales eran de todo menos espirituales. Sin embargo, en ese período, el Vaticano no había llevado a cabo todavía la elección de unos asesores criminales de las periferias de Milán y de Sicilia; y uno, a duras penas, se puede imaginar al Cardenal Canali asociándose con tales personajes: él lo habría juzgado por debajo de su dignidad eclesiástica. No obstante, en la década de 1.960, la voz de la nueva democracia instigará a los pastores de la Iglesia a ensuciarse las manos y estos, ciertamente, lo harán.

Este círculo hermético en las finanzas del Vaticano se fue elaborado en su totalidad mediante vínculos masónicos de muchos de sus miembros, propagándose esta red por todas las partes de la Curia durante el papado de Pablo VI, particularmente, en los departamentos de finanzas de las Secretarías de Estado y de la Liturgia. Las revelaciones públicas de más de un centenar de nombres de clérigos que eran masones, comenzarán en 1.976 después de la muerte de Pablo VI. Éstas fueron confirmadas a Juan Pablo I por el periodista Mino Pecorelli, siendo él mismo un miembro descontento de la logia P2. Pecorelli era un experto reconocido en las ramificaciones secretas de la sociedad italiana y tuvo que ser asesinado unos meses más tarde por aquellos a quienes sus revelaciones amenazaban. Dio a conocer a Juan Pablo i la existencia de una “Gran Logia Vaticana”, cuyos miembros él conocía personalmente y que incluían algunos de los nombres más influyentes de la Curia [2].  Las cifras de las listas masónicas incluyeron al Cardenal Villot, secretario de Estado 1969-1979; a Monseñor Casaroli, segundo hombre en la secretaría de Estado de 1967 y sucesor de Villot en el cargo; a Mons. Macchi; al Arzobispo Marcinkus; al Cardenal Suenens de Mechlin, quién fue la fuerza impulsora de gran parte de la campaña modernista a lo largo del reinado del Papa Pablo; al Arzobispo Bugnini, arquitecto de la revolución litúrgica; al Cardenal Poletti, presidente de la Academia de Liturgia y miembro de la Congregación para la Culto Divino y, por último, al Cardenal Baggio quién, como presidente de la Congregación de los Obispos iniciará el procedimiento para suspender a divinis al Arzobispo Lefebvre en 1.976.

Cuando estos y otros muchos nombres se hicieron públicos, la respuesta de algunos fue llamar a esta lista un invento lefebvrista. Esa explicación se puede descartar. Además, había muy poca correlación entre la lista y los enemigos del tradicionalismo con las personas mencionadas [3]. Por otra parte, la información dada,- que consistía, simplemente, en una lista de nombres, nombres en clave y las fechas de admisión -, no surtió efecto para promover entre los lefebvristas la creencia de una infiltración de agentes masónicos en el clero, que habrían sido entrenados para subir hasta la cima para así subvertir a la Iglesia. Todas las fechas de iniciación que figuran en las listas eran de los veinte años anteriores, más o menos, cuando los clérigos en cuestión ya estaban bien establecidos en la Iglesia; y era de suponer que la mayoría se habrían unido a la sociedad por motivos de auto-promoción [4]. De hecho, las revelaciones parecen representar la fuga de una lista de miembros confidencial que las sociedades secretas estaban obligadas a depositar en el Gobierno, en virtud de la ley italiana. Lo más probable es que la mayoría de los eclesiásticos mencionados no tendrían intención de convertirse en masones por razones ideológicas, y mucho menos para formar parte de una conspiración. Sin embargo, la membresía de estos demuestra un desprecio por la ley de la Iglesia, que por aquel tiempo tenía decretado la excomunión ipso facto por adhesión a la masonería; y en otros casos, como el del Cardenal Villot, refleja un apego a la ética masónica del humanismo liberal, propiciada por un privilegiado círculo de directores políticos al pueblo llano.

Se dice que una de las intenciones que el papa Juan Pablo I  no pudo realizar en los treinta y tres días de su pontificado (de agosto a septiembre de 1.978) fue la de echar afuera de la Curia a todos, o a la mayoría, de los hombres señalados como masones. Al igual que con la mayoría de detalles en todo este asunto, sólo se podrá verificar cuando la Iglesia se decida, algún día, a revelar los hechos internos de su vasta subversión bajo el reinado de Pablo VI. Sin embargo, se sabe que los cambios propuestos por Juan Pablo, dejaron consternado al Cardenal Villot, quien los describió como “Una traición a la voluntad de Pablo, un triunfo para la restauración” [5]. Esa restauración nunca tuvo lugar, pues Juan Pablo II optará por ignorar toda esta información y por mantener a los mismos hombres que fueron puestos por el papa Pablo VI en el gobierno de la Iglesia.

Contra este abandonamiento del pontificado de Pablo VI podemos establecer ciertas estimaciones convencionales a partir de sus biografías o por otras obras. Las premisas de éstas consistirán en hacer caso omiso a hechos evidentes durante su pontificado,- la secesión de decenas de miles de sacerdotes de su ministerio (facilitado por la política de Pablo VI de conceder laicización automáticamente a todos aquellos que lo pidieran), la pérdida de incontables vocaciones religiosas, la deserción en masa por parte de los laicos de una Misa reinventada para su propio beneficio, el colapso de la autoridad del papado –, y a presentar esta época como un catálogo de reformas. A un tal Eamon Duffy, en su obra Santos y Pecadores le resultará posible describir el pontificado de Pablo VI como el más grande del siglo xx. Sentencias de este tipo nos hacen recordar las alabanzas por la habilidad política del mariscal Pétain durante el apogeo del régimen nazi; es un género literario en el que el reconocimiento de la realidad es sustituida por la deferencia hacia una ideología dominante.

Pablo VI fue sin duda responsable, por falta de acción, de la revolución que vio la Iglesia en sus quince años; pero gran parte de esta revolución tuvo lugar sin iniciativa alguna suya y en contra de su voluntad. Si nos fijamos en su gobierno, encontraremos a dos políticas que son sin duda alguna, debidas a él. La primera de ellas consistió en entregar al Concilio para que estuviese bajo el control del ala modernista; decisión que influirá en toda la corriente de su pontificado. Sin embargo, incluso en este caso, la influencia del papa Pablo sólo fue relativa al procedimiento: no la tuvo en un sentido doctrinal,- como la gran enseñanza que como Papa podría haber dado-, y ni siquiera la tuvo en el seguimiento del plan estructurado para el Concilio, que Montini había esbozado en 1.962. La segunda política fue la de la revolución litúrgica , que Pablo VI impulsó personalmente de principio a fin; y he aquí de nuevo que su papel consistiría, simplemente, en poner al Consilium litúrgico bajo el cardenal Lercaro y Mons. Bugnini y dejarlos hacer lo que quisieran. El papa Pablo VI no tenía competencia en la liturgia; en octubre de 1.965, como hemos visto, no tenía ni idea de que la reforma estaba dirigida a la composición de una nueva liturgia; y la única contribución personal suya con la que nos encontramos en este proceso fue la de extirpar algunos de los detalles más radicales del Novus Ordo.

Aparte de eso, podemos atribuir sin duda a Pablo VI, el que la Curia se transformase, de una especie de sindicato italiano que había sido, en un órgano internacional, elegido por toda la Iglesia. En otras circunstancias habría sido encomiable mas, en la práctica, era de uso limitado para reformar el gobierno al tiempo que socava sus poderes efectivos. El mantenimiento del Cardenal Ottaviani como secretario del Santo Oficio (rebautizado en 1.965 como la Congregación para la Doctrina de la Fe) refleja la convicción del Papa Pablo de que este dicasterio y su cabeza eran reliquias obsoletas. No entró en el pensamiento de Pablo una política encaminada a colocar un teólogo bien informado a la cabeza de esta congregación, para poder dar a la Santa Sede un brazo efectivo en el pulso de la teología moderna. El cese de este departamento fue un ejemplo de la impotencia curial introducida por su gobierno, mientras que durante su reinado aumentó el número de funcionarios en el Vaticano, pasando de 1.322 a 3.150 recordándonos el conocido análisis, de cómo una institución en decadencia viene marcada por un incremento de su burocracia.

Por otro lado, un logro del papa Pablo fue cuando empezó el programa de viajes papales a nivel mundial con el que estamos familiarizados hoy en día; una misión de la que Pío xii se había creído excluido y para la que Juan xxiii era demasiado viejo. Sin ese contacto personal del papa con el mundo, la campaña de recuperación de popularidad, que Juan Pablo II llevó a cabo en su pontificado, difícilmente hubiese sido posible.

Otro cambio que, sin duda, expresa la voluntad de Pablo VI, fue la creación de los órganos destinados a promover el gobierno colegiado de la Iglesia. El más importante de ellos fue el Sínodo de los Obispos, que comenzó a reunirse en Roma, desde 1.967 hacia adelante. Ahora bien, hay que decir que el carácter de ese órgano, como órgano de control episcopal, es uno de los mitos de la reforma conciliar. Esto quedó reflejado, especialmente, en la primera reunión del sínodo, cuando la oposición a la nueva Misa de Bugnini, fue descaradamente anulada; la nueva liturgia se impuso sin cambios substanciales en la forma que, previamente, el sínodo había rechazado y en los procedimientos que se usaron para introducirla, se tomó buen cuidado para evitar otra consulta con los obispos.

Nadie puede ver a Pablo VI como el inspirador, para bien o para mal, de los movimientos doctrinales que marcaron su reinado. Las características principales de estos, tales como el modelo revolucionado del sacerdocio o la aceptación de la crítica bíblica protestante-liberal, no le debían nada a cualquier enseñanza de Pablo VI; aunque tampoco él tomó ninguna medida para prevenirlos o regularlos. Después de la publicación de la Humanae Vitae en 1.968, el papa Pablo se sentirá tan nervioso por la pésima aceptación de ésta, que no se atreverá a publicar otra encíclica durante el resto de su reinado. Incluso, la declaración de la doctrina social de la Iglesia, que era publicada tradicionalmente en cada décimo aniversario de la Rerum Novarum, tomó la forma en 1.971, no de una encíclica, sino de una carta pública al Cardenal Roy. La parálisis del magisterio pontificio durante el reinado de Pablo VI se convertirá en expresión constitucional.

Podemos evaluar las implicaciones de estos hechos resaltando que, si la visión modernista de la Iglesia fuese cierta, entonces sería posible que un cambio radical hubiera sido alcanzado mediante un papa poderoso y reformador (alguien tipo Franklin Roosevelt o un Gladstone eclesiástico). Esta no es la figura que encontraremos en Pablo VI. Lo que vemos en su reinado no es la dirección iluminada, sino la anarquía extendida bajo la presión de líderes modernistas y de una supuesta opinión “pública” (más que nada, opinión periodística), y aceptada por el papa Pablo con toda la pinta de vacilación y reticencia. Sus sentimientos fueron expresados en pronunciamientos bien conocidos como, por ejemplo, cuando en diciembre de 1.968,  se lamenta de la “autodestrucción” de la Iglesia, o en junio de 1.972, cuando habló en un sermón de: “Un poder adverso, el diablo, aquél a quien el Evangelio llama el misterioso enemigo del hombre, algo preternatural que entró para sofocar los frutos del Concilio Vaticano II. ” [6]. Esta pobre valoración sobre los acontecimientos de su época sugiere que no era consciente de su propia habilidad para guiarlos. Y, de hecho, si preguntásemos: ¿por qué Pablo VI es aprobado por aquellos que creen en la revolución conciliar?…  Principalmente porque no hizo nada para comprobarlo. Uno no puede dejar de ver lo impopular de un papa Pablo de haber sido este conservador, o de haber gobernado su Iglesia de manera convencional. Su ineficacia, su lejanía del sentimiento popular y su falta de conocimiento doctrinal serían fácilmente reconocidos como defectos fundamentales. Pero fue sólo en virtud a un Papa con ese carácter lo que propició el pase de la revolución; y lo que se nos enseña, es que los ideales más altos de un Papa a disposición de los liberales, son los de aquel que no puede gobernar la Iglesia.

Dejando a un lado la cuestión doctrinal… pocos Papas han demostrado en la historia tal incapacidad para ejercitar su cargo como lo hizo Pablo VI: su total dependencia con el punto de vista de los intelectuales de la Europa occidental, su unilateralidad al promover la influencia de un único partido, su dependencia de un pequeño círculo de confidentes, su error de juicio en la elección de los subordinados, su amateurismo en doctrina y legislación, su debilidad e indecisión y, por encima de todo, su absolutismo en la aplicación de una política partidista; todos estos puntos separan a Pablo VI de sus predecesores; con total seguridad se tendrá que volver a uno de los Papas oscuros del siglo xviii o incluso antes, para poder encontrar un paralelismo distante. Pero a Pablo VI no le correspondía ser ambiguo. Fue llamado a gobernar la Iglesia en el momento en que un concilio había sido anunciado, y cuando la necesidad de preservar la visión cristiana contra las presiones del mundo contemporáneo, era especialmente urgente.

Uno entonces se pregunta, cómo Pablo VI se ha escapado del juicio que le correspondía; cómo puede ser visto como un promotor de gobierno colegiado cuando su política más distintiva, la nueva liturgia, fue impuesta haciendo desprecio de la colegialidad; cómo los comentaristas pueden ignorar que el hecho sobresaliente de su tiempo fue el colapso de la autoridad papal, que su pontificado fue un rastro de citas escandalosas y de pérdidas inauditas. Él se escapa a su juicio porque todo lo que hizo, o dejó de hacer, se encaminaba hacia la sumisión de la Iglesia al mundo. Dado que el mundo estaba buscando una Iglesia sin autoridad, un papa sin autoridad parecía el modelo apropiado.

La opinión laica vería con satisfacción la victoria de los estándares modernos y el debilitamiento de la Iglesia con cada error de Pablo VI, en lugar de señalárselo en su contra. Lejos de juzgar sus fracasos, los observadores lo habrían culpado si hubiese seguido un curso diferente; si hubiera favorecido al término medio en el concilio en lugar de a los radicales europeos; si hubiera escuchado a los obispos en lugar de a los vándalos litúrgicos; si hubiera dado menos concesiones; si se hubiera infligido menos daño en el patrimonio de la Iglesia.

Pablo VI se escapa, a corto plazo, de un juicio realístico pero los ídolos de la época actual no durarán para siempre, ni en el mundo ni en la Iglesia. Cuando estos hayan pasado, será juzgado a la luz de la anarquía que promovió en la Iglesia y que es reflejo de su propia división mental. Incluso, cuando imponía la aceptación de la nueva misa, lo hizo envolviéndolo en frases de remordimiento: “Ya no será el Latín,- lo encontramos diciendo-, sino una lengua común, la que será lengua principal de la Misa. Porque para todo aquel que conoce la belleza y el poder del Latín o su aptitud para expresar cosas sagradas, para este será sin duda un gran sacrificio, al verlo reemplazado por una lengua común. Estamos perdiendo el idioma de los siglos cristianos; nos estamos volviendo intrusos y extraños en el dominio literario de la expresión sagrada. Estamos perdiendo en gran medida aquella admirable e incomparable riqueza artística espiritual que es el canto gregoriano. Tenemos razones para sentir remordimientos y para sentirnos confusos sobre esto.” [7]. Esta confusión es, de hecho, como la marca de un hombre que sabía del tesoro del que su propia política privaría a sus fieles. Y, sin embargo, persiguió su propia política; persiguiendo, por otra parte, con una intolerancia ciega y proscribiendo la tradición litúrgica de la Iglesia; persiguiendo, mientras que invocaba las necesidades pastorales, un laicado que desertaba a millones del nuevo culto.

Las peculiaridades psicológicas de Pablo VI, que aguantaron el envite de los escrutinios modernos, tal vez arrojarán luz sobre los fracasos de los papas anteriores, cuyos personajes se pierden en la oscuridad de su época. No sabemos nada de las debilidades de Honorio, cuya sumisión al emperador de Oriente le costó la condena del Papa León años cincuenta años más tarde: “Y [Nos anatematizamos] con ellos a Honorio, que permitió que la ley sin mancha de la tradición apostólica que recibió de sus predecesores, fuera ensuciada.” Sin embargo es posible que la censura de la Iglesia caerá un día sobre Pablo VI, al igual de cómo ocurrió: “Con Honorio, al convertirse en autoridad apostólica, no extinguió la llama de la enseñanza herética cuando comenzaba sino que le dio pábulo con su negligencia.”

Este extracto fue tomado de Phoenix from the Ashes de H.J.A. Sire.

[Traducción Miguel Tendeiro. Artículo Original]

[1] Cabe mencionar esta conexión, ya que en 1.968 Pablo VI tomó la medida extraordinaria de negar públicamente los rumores escabrosos que habían aparecido con respecto a sus relaciones con otro sacerdote en Milán años antes. El escándalo está, probablemente, más allá de la investigación, pero sugiere que el papa Pablo había quedado expuesto al entredicho por su notable dependencia hacia las personas cercanas a él.

[2] Véase David Yallop, En el Nombre de Dios (Londres: Cape, 1.984), p. 175.

[3] Un tradicionalista eminente, el fallecido Michael Davies, incluso me expresó su creencia de que la lista era una cortina de humo puesta para oscurecer la afiliación masónica real del Arzobispo Bugnini.
[4] Un ejemplo más típico de la teoría de la conspiración del ala derecha se encuentra en la alegación improbable de que el cardenal Liénart, de Lille, había sido masón ya desde 1.912, mucho antes de que él comenzase su carrera como campeón de los derechos de los trabajadores dentro de la jerarquía francesa.

[5] Yallop, op. cit., pp. 296 a 97.

[6] Un juicio similar fue cuando, al final de su vida, le comentó a Jean Guitton, “Hay un gran descontento en este momento en la Iglesia y lo que están cuestionando es la fe. Estoy alarmado, cuando reflexiono sobre el mundo católico, que el pensamiento no católico veces parece prevalecer dentro del catolicismo… ” El análisis, sin embargo, es más bien como si alguien hubiese comentado en 1.916: ” Casi parece como si Europa estuviera en guerra. “

[7] El discurso del papa Pablo del 26 de noviembre de 1.969, citado por el Arzobispo Lefebvre en “Lo han destronado” (Kansas City: Angelus Press, 1987), p. 227.

Tomado de:

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El juicio a Santa Juana de Arco o cómo la historia clarificará lo que está sucediendo en el Sínodo

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21 octubre, 2015

El siguiente texto es el sermón que hoy, vigésimo primer domingo después de Pentecostés, ha pronunciado un sacerdote misionero tradicional. Ponemos a su disposición el audio (en inglés) aquí.

«… Este segundo Sínodo rompió casi todas las leyes conocidas de la época, canónicas y civiles por como se han realizado las pruebas. Los métodos utilizados contra Joan [Juana de Arco] incluyen, entre otras cosas, llenar de partidarios la sala, emplear tácticas de confusión y declaraciones contradictorias falsas, así como una especie de Sínodo en la sombra.»

«En el País de Hus (Idumea), había un hombre llamado Job; un hombre sencillo, recto y temeroso de Dios, al cual pidió Satanás para tentarle. Dios le dio poder para dañarle en sus bienes y en su carne. Así, Job perdió a todos sus hijos y bienes y vio sus carnes llagadas por graves úlceras.»  Antífona al Ofertorio.

Había un hombre llamado Job. San Zenón de Verona (c. 380) y otros Padres decían que Job era una especie de tipo de Cristo. San Gregorio Magno va más lejos y afirmó: “El Santo Job es el modelo de la Iglesia”. En otras palabras, que actúa como prefiguración de la futura Pasión de Cristo, así como de su Cuerpo Místico, esto es, la Iglesia. Ahora, la Santa Madre Iglesia, se encuentra en uno de esos momentos prefigurados en Job.

Recordemos que un TIPO es una persona histórica, cosa o evento que sucedió realmente pero que, al mismo tiempo, prefigura misteriosamente una realidad futura más grande que ella misma. Nuestro Dios es Señor y Maestro de toda la historia. Sólo Él puede hacer que ciertas cosas sucedan en un momento determinado en el tiempo…, de tal forma que presagien otro momento futuro. Esto se aprecia de manera especial en el vínculo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Escuchemos a Melitón de Sardes, Padre de la Iglesia: «Este [Cristo] es el que tuvo que sufrir mucho y en muchas ocasiones: el mismo que fue asesinado en Abel y atado de manos en Isaac; el mismo que peregrinó en Jacob y vendido en José; expuesto en Moisés para ser sacrificado en el Cordero Pascual; perseguido en David y deshonrado en los profetas.» Y así, sucesivamente con todo el Antiguo Testamento. (Por cierto, no hay tipos como estos que se puedan encontrar en otros escritos. No están en el Corán…, ni en el libro de Mormón. ¿Qué quiere decir esto? Pues que estamos en el lugar más adecuado).

John Henry Newman nos muestra, con gran discernimiento, como observó la profunda naturaleza de los tipos de todos los tiempos: «En realidad todo acontecimiento de este mundo es un tipo de aquellos que lo seguirán; la historia avanza como un círculo siempre creciente (…) Pues cada era presenta su propia imagen de esos acontecimientos futuros que por sí mismos son el verdadero cumplimiento de la profecía que está a la cabeza de todos ellos.» (El Anticristo, Miceli, pg. 106). ¿Qué profecía es esa? ¡Es el fin! ¡Esta visión increíble nos explica cómo los santos podían ver la conexión con todos los tiempos! Los mismos Apóstoles y los santos consideraban sus propios días como si fuesen tiempos finales. ¿Por qué? Porque ellos podían ver, saborear y hasta oler el “misterio de iniquidad” que llegará a su culminación con los últimos días… Lo podían ver manifestándose ante sus propios ojos, manifestándose a través de los diferentes tipos. Por ejemplo: Santo Tomás Moro consideraba que el Anticristo era Martín Lutero o, al menos, su profeta. Esto quiere decir que todos los “hombres revolucionarios”, los herejes, los apóstatas, los tiranos, los traidores o los hombres impíos de todas las épocas actúan como tipos del Anticristo…, algunos más que otros. Y así, la historia, está conectada por medio de estos tipos desde el principio hasta el final.

Esto es importante porque, los fieles que vivan en tiempos futuros, encontrarán consuelo en la superación de las tribulaciones de los antiguos santos. Si ellos pudieron hacerlo, nosotros también podremos. Si Dios estaba allí con ellos, ¡también estará aquí con nosotros! Y, además, no importa lo extraño o nuevo que algo nos pueda parecer en el presente porque habremos estado representados en un tipo de otra manera y de otro modo.

Si hacemos uso de esta valiosísima revelación,- cómo Dios dispone el tren de la historia-, retrocederemos en el tiempo para encontrar consuelo, esperanza e, incluso, razones para regocijarnos en este tiempo de prueba. Y el lugar donde encontramos un tipo claro para nuestros tiempos, es en la vida y muerte de Santa Juana de Arco.

Esta joven virginal tipificaba a la novia virginal de Cristo, sin mancha ni arruga. Juana, al igual que su Señor y su Iglesia, se levantó de los remansos de su reino, en una zona fronteriza de donde nadie esperaba que saliera nada bueno. Juana, adalid de los ejércitos, libertadora de Francia, instruida por el mismísimo San Miguel, personifica a la Iglesia militante.

Siendo aún adolescente, y de forma extraordinaria, consiguió erigir a un rey. Esta doncella, era natural de Domrémy,-ciudad que lleva el nombre del obispo San Remigio, quién bautizó a Clodoveo primer rey católico de Francia, junto a 3.000 de sus hombres, haciendo de Francia hija primogénita de la Iglesia-; esta pequeña niña levantó el desesperado asedió de Orleans en el tiempo que dura una novena; consiguió abrir el camino hacia Reims para la coronación del delfín Carlos vii, en cuestión de meses. El padre de Carlos había caído en la locura y su madre, una reina bávara, le repudió y vendió por una mundana alianza política. Es decir, a través de una mujer, Francia fue traicionada; a esta familia, tipo de Adán y Eva, no les estaría permitido permanecer y así, a través de una virgen, Dios salvó a su hija mayor. La marea de la Guerra de los Cien Años entroncará, repentinamente, con Juana.

Como todo el mundo sabe, tan pronto como Santa Juana cumplió con su obligación los leales a la causa inglesa, a saber, los borgoñones y, especialmente Pierre Cauchon, obispo de Beauvais, exclamaron: “¡No tendremos a este hombre gobernándonos!” Al poco tiempo, Juana fue traicionada en Compiègne; más valorada por sus enemigos que por sus amigos, fue vendida al mismo precio que costaría el rescate de un rey.

Antes de que Juana pudiera llevar a cabo su obra salvífica, es importante recordar que fue examinada por un Concilio o Sínodo de obispos y sacerdotes que la encontró pura, sin mancha y santa. Estos la enviaron de vuelta al rey, considerándola una ayuda que no debe ser desperdiciada. Como todos ustedes saben, después de su captura fue nuevamente juzgada; esta vez, por un segundo Sínodo de obispos y sacerdotes que, de antemano, habían concluido que tanto ella como su rey eran cismáticos, heréticos y del diablo. En una evidente política de hechos consumados, este segundo Sínodo desestimó los resultados del primero, presionando a sus participantes para avenirse a lo que querían o ser expulsados. Sínodo contra Sínodo; Concilio contra Concilio; Cardenales contra Cardenales; Obispos contra Obispos…

Y, encima, este segundo Sínodo rompió casi todas las leyes conocidas de la época, tanto canónicas como civiles, así como la forma en que se realizaban los juicios. Los métodos empleados contra Juana de Arco incluyeron, entre otras cosas: tribunales previamente amañados; tácticas para crear confusión; declaraciones contradictorias y falsas, así como una especie de Sínodo a la sombra. Al final, y viendo que aquella farsa no pegaba ni con cola, acabaron por pedir que fuese ajusticiada. Juana de Arco murió sin que su sentencia oficial fuese declarada o leída de viva voz.

A medida que era consumida por el fuego, rezó al Santo Nombre de Jesús con tal fervor que casi todo el mundo lloraba, amigos y enemigos por igual, alejándose de la escena golpeándose el pecho. Cuando el verdugo se acercó para recoger las cenizas, descubrió que su corazón no se había quemado y seguía sangrando. 20 años más tarde, las obras de Santa Juana de Arco y su particular Pasión consiguieron que la Guerra de los Cien Años concluyese en 1.453…, precisamente, el mismo año en que los turcos musulmanes capturaron Constantinopla. Poco tiempo después, los ingleses cayeron en el Cisma y en la herejía a cuenta del Sacramento del matrimonio, al no estar dispuestos a permitir que sobre ellos reinase Cristo Rey.

Nos estamos acercando al final de la otra Guerra de los Cien Años, esta vez entre el cielo y el infierno: fue solicitada por el Diablo mientras el Papa León xiii le escuchaba. Satanás ha sido desatado y se le ha permitido hacerle a la Iglesia lo que ésta hizo con Job y con Juana. No es sólo el Sacramento del matrimonio lo que está siendo juzgado en Roma en este Sínodo: más bien, es una de las últimas batallas para la totalidad de la Iglesia. Al igual que con Juana, no llegarán a un consensuado veredicto final…, pero se desharán de ella [la Iglesia] independientemente de las circunstancias. Este momento es el momento de Job y también el de Juana.

Lo que hoy debe interesarnos es lo siguiente: los ejércitos enviados a luchar contra Juana deberían haber sido enviados a la Cruzada contra los turcos musulmanes y los husitas heréticos. En vez de esto, los hermanos cristianos en Francia lucharon entre sí, lo que permitió a los musulmanes derrocar Constantinopla. Hay más de una razón por la cual los musulmanes están empezando a levantarse con vigor una vez más.

Pero hay que tener corazón. Así como la pasión de Juana salvó a Francia en el último momento, la Pasión de la Iglesia también salvará al mundo. Pase lo que pase, su Cuerpo Místico no podrá ser totalmente destruido. Su corazón se desangrará con brotes de sangre y agua, al igual que los corazones de Job y Juana; de tal manera, que Ella se levantará victoriosa de nuevo, tan pronto como el cáliz se haya llenado.

Finalizamos con un importante destello de esperanza para nuestra actual crisis. En el comunicado oficial de la rehabilitación de Juana, y después de considerar todos los datos recogidos en su totalidad, encontramos estas edificantes palabras acerca del juicio, los veredictos y la desaparición de Santa Juana de Arco que, sin duda alguna, serán el tipo de un Concilio verdaderamente católico en un tiempo futuro y en el que se juzgará de manera definitiva lo que está ocurriendo en este preciso momento:

 «Declaramos, en algunos puntos  que las confesiones de Juana, la verdad se ha pasado por alto; y que en otros puntos , sus confesiones han sido traducidos falsamente, siendo una doble infidelidad …

   »Declaramos, que incluso la forma de ciertas palabras se ha modificado, de tal manera para cambiar la sustancia de su significado. [ como en la misericordia, el amor, el matrimonio, los cónyuges, la ley natural …]

   »Son por lo tanto, estos mismos artículos, falsos, calumniosos, y extraídos con engaño, y como son contrarios incluso a las confesiones de la acusada, los rompemos, aniquilamos y anulamos;  y, … ordenamos, por esta presente sentencia, que sean arrancados.

   »Decimos, pronunciamos, discernimos y declaramos  que los  dichos Procesos  y sentencias (de cadena  perpetua  primero y de abandonarla al brazo secular para ser quemada) contienen manifiesto  dolo, calumnia, iniquidad, repugnancia y error, incluida la  abjuración  hecha. Y todos  los  hechos que de ello se siguen son nulos, inválidos y vanos.

   »Por tanto, los anulamos de efecto y hacemos írritos… y declaramos que Juana y sus parientes  ninguna  nota  de  infamia  o  mancha  han contraído;  declaramos que son absolutamente  libres y  limpios  de todas las consecuencias de estos mismos procesos …»

( Jeanne D’Arc:  Maid of Orleans, Deliverer of France, ed. By T. Douglas Murray, pp 303-307)

[Traducción de Miguel Tendeiro. Artículo Original]

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Obispos polacos: los padres sinodales liberales quieren cambiar la doctrina

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21 octubre, 2015

Uno de los eslóganes más perniciosos utilizado tanto por los liberales del Sínodo como por sus defensores es “no se cambiará la doctrina, sino la práctica”. Está calculado para apaciguar a los católicos y obtener su conformidad – después de todo, pase lo que pase, la doctrina no cambiará, ¿no es cierto?– Es un eslogan, un tema de debate, que revela lo bien que los liberales comprenden la mentalidad católica moderna, con su nítida e injustificada distinción o incluso divorcio de facto entre la “doctrina” y la “práctica”, entre “Tradición” (con mayúscula) y “tradición” (con minúscula), entre la “letra” y el “espíritu” de las leyes y doctrinas, y entre la “esencia” de las enseñanzas de la Iglesia y el “lenguaje” en el que son expresadas.

Afortunadamente, el arzobispo Stanisław Gądecki, Presidente de la Conferencia de Obispos Polacos y reconocido portavoz de la jerarquía polaca, ha publicado una breve nota (17 de octubre) en la página web de la Conferencia de Obispos Polacos, en la que expone de manera concisa este eslogan, este mantra,  por lo que es: un engaño, una mentira.

Arzobispo Gądecki: están presionando para cambiar la doctrina

Los cambios pastorales propuestos por algunos padres sinodales en relación a la comunión para divorciados, representan en sus suposiciones un intento de deslizar cambios en la doctrina misma de la Iglesia. El arzobispo Stanisław Gądecki, quien participa en el Sínodo de la Familia, encara este tema:

“Prácticamente todos repiten que no habrá cambios doctrinales, pero esto puede entenderse de maneras diferentes. Porque si introducimos la posibilidad de cambios pastorales, esto significa, en la práctica, que se está anulando la estabilidad doctrinal. En mi opinión, no podemos hablar de una separación entre la pastoral de la Iglesia y la doctrina, sus enseñanzas. Ambas son inseparables. Tengo la impresión de que muchos promotores de esta modernidad están pensando –de hecho– en un cambio doctrinal, llamándolo cambio en la pastoral de la Iglesia. Es un tema inquietante en estas discusiones, porque enfatizan fuertemente: “aceptamos toda la doctrina”, pero enseguida sugieren que la doctrina no tiene nada que ver. Esto me preocupa enormemente, unos y otros dicen que no quieren cambios doctrinales. ¿Pero, entonces, de dónde surgen estas prácticas opuestas a la doctrina?

[Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original]

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Manifiesto de los Cardenales. Su gran significado histórico no puede perderse en medio del caos

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20 octubre, 2015

Las palabras exactas del histórico Manifiesto de los Cardenales o La intervención Pell-Müller (por los nombres de sus principales autores) y que es conocido como La carta de los 13 Cardenales, ha sido el desafío más profundo con el que se ha enfrentado un Pontífice en la historia reciente. Esto puede ser objeto de controversias, pero las condiciones generales de la misiva no lo son. Y, sobre todo, la trascendental importancia histórica de un documento que promete ser fundamental en el Papado del siglo XXI no debe perderse.

Y es que, ¡el documento es magnífico! Es el primer capítulo de un movimiento que tendrá unas consecuencias mucho mayores de las que se han intuido por el momento. Así como las reformas gregorianas no podían haber sido más claras en las décadas que las precedieron, en esta época de caos y de dominación modernista, se ocultan las semillas de no pocos Hildebrandos que están esperando para llevar a la Iglesia hasta el borde de los abismos satánicos de la inmoralidad; es más, parece que están a punto de tragársela por todos los lados.

grvii_1-300x225Un punto de la carta que no debe ser obviado, y que está enfatizado por Antonio Socci, es uno del cual,  aquellos que se convirtieron al Protestantismo son siempre conscientes: el impresionante deseo de los reformadores (apoyados por el mismísimo Papa y con Kasper a la cabeza) por seguir el mismo camino por el que fue el Protestantismo liberal. Es más, en una simple valoración objetiva y material de las perspectivas de la Iglesia Católica,-entendida, simplemente, como empresa meramente humana y de cuya continuidad sus actuales administradores deberían, por lo menos, aparentar estar 

interesados-, puede ser considerada como un movimiento con sólo dos alternativas, sin una tercera opción disponible: o bien como un idiota sin remedio o bien como deliberadamente malvado. Volvamos pues, a este último párrafo de la carta que es el más importante ya que no se ocupa de las cuestiones de procedimiento sinodal, sino que se ocupa del Magisterio, es decir, qué es la Cátedra de Pedro y para qué sirve:

«Por último, y quizá lo más urgente, varios Padres han expresado su preocupación de que un Sínodo diseñado para abordar una cuestión pastoral fundamental,- el refuerzo de la dignidad del matrimonio y la familia-, pueda llegar a ser dominada por la cuestión teológica-doctrinal de la Comunión para los divorciados y vueltos a casar civilmente. Siento esto así, aumentarán, inevitablemente, más cuestiones fundamentales acerca de cómo la Iglesia, en el futuro, deberá interpretar y aplicar la Palabra de Dios, sus Doctrinas y sus disciplinas con los cambios de la cultura. El colapso de las Iglesias Protestantes liberales en la Era Moderna, acelerado por su abandono de elementos clave de la Fe y de las prácticas cristianas en nombre de una adaptación pastoral, justifican una gran cautela en nuestras propias discusiones sinodales.»

Esto es asombroso. En primer lugar, contiene una advertencia, un aviso acerca de lo “urgente” que es este tema. En ella, el propio Vicario de Cristo es prevenido por algunos de sus colaboradores más importantes, como su Secretario de Economía, el Guardián de la doctrina de la Fe y el Guardián del Culto Divino, quienes también consideran todas estas cuestiones. E incluso es avisado por el no siempre coherente Cardenal Dolan, lo que da una idea del amplio espectro cubierto por los interesados, sobre cómo este proceso caótico creado por el mismo Papa,  (…) está originando problemas fundamentales en relación a la propia Iglesia que, en un futuro, deberá de interpretar la Palabra de Dios, incluyendo sus Doctrinas y sus disciplinas por cada cambio de cultura. (…)”.

La advertencia va mucho más allá ya que, como muchos han resaltado, en ella se emplea un término apocalíptico, el colapso, estrictamente relacionado con las ideas defendidas por Kasper en relación con la Comunión de los divorciados vueltos a casar y otros conceptos afines; ideas que están protegidas por el Papa y que han provocado el colapso de las comunidades protestantes liberales. (Y no nos engañemos más en este punto tan importante: en este momento todavía es una propuesta pero, obviamente, es una propuesta de Kasper-Bergoglio y lo ha sido desde que el propio Papa le pidió a Kasper que se propusiera en el Consistorio de febrero de 2014). La advertencia termina con una nota aún más sorprendente: el colapso “(…) de las iglesias protestantes se fue “acelerando por su abandono de elementos clave para la Fe cristiana y su práctica en nombre de una adaptación pastoral (…)”; esto significa exactamente lo que está escrito, es decir: los reformadores, con el Papa a su lado, que están utilizando “la adaptación pastoral” como bandera para cambiar el Magisterio lo hacen “por su abandono de los elementos clave de la Fe cristiana”. Es decir, que los reformadores católicos,-quienes, al igual que los fariseos originales y los protestantes liberales, y en contra de Cristo, son verdaderos creyentes en la tolerancia del divorcio-, están haciendo lo mismo. Su método es el mismo; su objetivo, es el mismo. Y el resultado también será el mismo: colapso.

La carta de los 13 Cardenales es la acusación más fuerte que jamás se haya hecho por Cardenales en contra de todo esto y, desde luego, no existe acusación similar contra cualquiera de los otros Pontificados en la historia reciente de la Iglesia.

[Traducido por Miguel Tenreiro. Artículo original]

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Card. De Paolis: se habla mucho de amor y misericordia. Sin la Verdad estamos muy lejos de ellos

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19 octubre, 2015

Cardenal De Paolis: “Hoy en día se habla mucho de la compasión, el amor y la misericordia.  Pero, sin la verdad estamos muy lejos de ellos, por supuesto”

Al enfrentarse con la crisis en el matrimonio y la familia, las respuestas solo  pueden provenir de la certeza de la fe.

Esto lo afirmó el cardenal Velasio De Paolis, Presidente Emérito de la Prefectura para Asuntos Económicos de la Santa Sede, cuando intervino en el Encuentro para el Matrimonio y la Familia.

Entre la praxis y el dogma en la Iglesia, conferencia dictada por monseñor De Paolis y organizada por la Fundación Lepanto y la Asociación “Famiglia Domani”, que se llevó a cabo el pasado 10 de octubre en Roma en la Sala san Pío X, Via dell’Ospedale.  Entre los participantes estuvieron monseñor Antonio Livi, el profesor Roberto de Mattei y el profesor Giovanni Turco.  Contó dicho acto con una asistencia de público muy numerosa entre los que se encontraban varios sacerdotes y religiosos.

“Necesitamos la Verdad”, dijo el Cardenal con fuerza. “Hoy en día se habla mucho sobre la compasión, el amor y la misericordia.  Pero, sin la verdad estamos lejos de ellos, por supuesto”.  De acuerdo con el cardenal Velasio De Paolis  la impresión es que: “Estos días las palabras no significan ya nada”, mientras que: “Necesitamos de contenidos a fin de redescubrir la verdadera realidad”.  Refiriéndose a la cuestión de los divorciados y vueltos a casar, el cardenal fue muy claro: “La adopción de la práctica pastoral que va en contra de la doctrina es de una incoherencia aterradora. No es cristiano. En esencia, si tengo un medicamento que no funciona, significa que no he entendido qué enfermedad tiene la persona. Si simplemente cambio el medicamento en lugar de comprender las causas de la enfermedad, podría incluso matar a la persona enferma. Sólo hay una solución”, dijo el prelado: “Los pecadores no deben ser rechazados, pero el camino correcto debe ser encontrado por ellos mismos y es el camino del amor en la verdad”.

El cardenal Velasio De Paolis de la Congregación de los Misioneros de San Carlos Borromeo (‘Scalabriniani’) fue el Secretario del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, el presidente de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede y Delegado Pontificio para la Congregación de los Legionarios de Cristo. Un teólogo moral distinguido; el cardenal pronunció discursos escritos sobre el tema del matrimonio cristiano y la familia.

El profesor Roberto de Mattei, presidente de la Fundación Lepanto, inauguró la conferencia. “El matrimonio y la familia”, ha aseverado, “están en peligro hoy, amenazados no sólo por los enemigos en el exterior, sino, por desgracia, también dentro de la Ciudad de Dios”, y que están siendo “cuestionados dentro de la Iglesia”, algo que “nunca ha sucedido en la historia”. Después de recorrer estas realidades vitales  a través de algunos pasajes históricos de la vida de la Iglesia, de Mattei recordó el ejemplo de san Pedro Damián y de todos los grandes reformadores de su tiempo, que: ” No invocó la ley de ‘gradualidad’ o la del mal menor; no definieron el concubinato de los sacerdotes como una situación irreversible a reconocer; y no fomentaron la apreciación de los elementos positivos de las uniones homosexuales y la cohabitación fuera del matrimonio”.

Por su parte, el profesor Giovanni Turco, de la Universidad de Estudios en Udine, centró su atención en el principio de no contradicción, según el cual: “Cada cosa es lo que es. También el matrimonio y la familia”. De ahí que: “El matrimonio es indisoluble o no lo es”. No hay vuelta de hoja. Para el profesor: ” Una definición falsa y errónea de un problema dará lugar a una falsa solución a ese problema”, ya que “el bien es el criterio de la praxis, no al contrario.”

Monseñor Antonio Livi, ex decano de la Facultad de la Pontificia Universidad Lateranense, dijo que: “La praxis pastoral tiene el objetivo preciso de trabajar por el bien de las almas. Si esto no se entiende”, afirmó el Monseñor: “Se puede perseguir un propósito oculto, es decir, convencer a otros a creer en algo que es falso. Y esto es hipocresía”.

[Informe Daniele Sebastianelli] [Traducido por Rocío Salas. Artículo original]

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EDITORIAL Radicati: “La nueva misa. La misa de la asamblea: cuna del agnosticismo”

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19 octubre, 2015

Editorial: Radicati nella fede, September 2015. Boletín de la Comunidad Católica de Vocogno, diócesis de Novara, Italia

Lo que no esté presente en la misa, desaparece inevitablemente de la vida católica. Es solo cuestión de tiempo –  y no mucho más…

Esto es lo que ha ocurrido en la última reforma litúrgica: los “espacios vacíos” del rito se han convertido en “espacios vacíos” de un nuevo cristianismo.

Nos gustaría dirigir nuestro enfoque hacia uno, en concreto, de entre muchos posibles: La desaparición para el sacerdote de la “voce submissa”, que corresponde a la falta de silencio en la asamblea.  Nos parece que este es uno de los puntos que indica, de un modo más evidente, un cambio radical en el rito católico. Aunque, por otro lado, esto es lo que típicamente parece ser escandaloso para los fieles que se enfrentan a la misa tradicional: las partes largas en las que el sacerdote, especialmente en el Canon, pronuncia las palabras en voz baja y los fieles –sin poder escuchar nada- tienen obligación de estar en silencio.

Hemos notado muchas veces que este es un problema más fuerte que el uso del latín.

Y, sin embargo, la “voce submissa” es un factor determinante.  Si se elimina, todo cambia, no sólo en la misa, sino en el cristianismo en sí.

La “voce submissa” del sacerdote y el correspondiente silencio largo de los fieles, “conecta” al sacerdote y los fieles, sin ningún apoyo humano. El sacerdote en el altar debe estar presente ante Dios, repitiendo en voz baja las propias palabras de Nuestro Señor, renovando así el sacrificio en el Calvario.  Es una relación con Dios íntima y personal: obviamente mediada por órdenes de la Iglesia, que custodia y trasmite las palabras que constituyen la forma del sacramento, sin embargo, en ese instante, no se apoya en su aspecto humano, sino en un milagro de la gracia. Al hacer esto, el sacerdote de este rito tradicional, enseña a los fieles de manera inmediata que Dios mismo es el protagonista principal, es Su acción, es Su salvación y estas [gracias] llegan a cada uno de nosotros personalmente.

La nueva misa no es así; se trata sobre todo de la comunidad. El sacerdote, además de estar hacia la asamblea, opera como alguien que narra lo que hizo el Señor en la Última Cena: relata las palabras y gestos del Señor a los fieles, de tal forma que la acción sacramental que emerge de esto aparece enteramente mediada por la atención que la asamblea está obligada a prestar.  El Canon –esta relación excesivamente personal que el sacerdote tiene con Dios en el corazón mismo de la misa– desaparece, y es sustituido por la relación extenuante con aquellos que están presentes.  La nueva forma de misa en comunidad ya ha cambiado por consecuencia al sacerdote, de tal manera que es lanzado al activismo más extenuante, por ejemplo dejando que su fe y relación con Dios sea mediada por los fieles.  La nueva misa ha producido un nuevo tipo de clero, que ya no es capaz de estar con Dios, ni anclado en el acto de fe.

El diálogo continuo entre el sacerdote y la asamblea en la misa también ha modificado el concepto mismo de la Iglesia: Hoy pensamos en la Iglesia como algo que emerge de los rangos inferiores, del Bautismo y, por lo tanto, de la población cristiana; ya no creemos más que ella emerge desde arriba, de Dios, a través del sacramento de Ordenación. Aquellos que creen que la Iglesia emerge del Bautismo, no soportan que el sacerdote en el altar pronuncie en voz baja las palabras que constituyen el milagro del sacramento.

Incluso los fieles están siendo arruinados por el nuevo rito, ya que están siendo entretenidos continuamente por la charla del sacerdote y ellos también han olvidado lo que es estar en silencio ante Dios. En esta forma Dios es sustituido por la celebración de la asamblea, que se convierte en estorbo en la enseñanza de un acto de fe personal.

Recientemente ha habido intentos de enderezar las cosas en la misa moderna, tratando (en vano) de reintroducir un poco de silencio justo después de la lectura del Evangelio. Sin embargo, incluso esta medida prueba la gravedad de la nueva posición.  Esta reintroducción de silencio, usualmente muy breve, es un silencio humano de meditación, o descanso: es de una naturaleza completamente diferente al silencio producido por la “voce submissa”. La “voce submissa” produce un silencio que envuelve la relación íntima del sacerdote con Dios. El sacerdote da su persona [a Dios] para que se produzca el Divino acto de salvación. El silencio en la “voce submissa” se centra en la acción de Dios y no en la meditación del hombre, y es uno de los más grandes recordatorios de la supremacía de vida supernatural y de gracia.

No hay nada más sobre esto, necesitamos regresar a la misa de los tiempos anteriores para un regreso a la posición central del acto de fe, que es la respuesta personal a la acción de Dios. Tanto el sacerdote como los fieles no pueden resistir al mundo si no se fortalecen con esta relación personal que no puede ser sustituida por ninguna asamblea.

¿La alternativa? Agnosticismo real: verdaderas dudas en la fe, el alma suspendida, pero, no obstante, llena de las palabras de una asamblea que “se entretiene” con el fin de no pensar. Nos atrevemos a decir que: la nueva misa -prácticamente toda dicha en voz alta, toda la narración y predicación –  ha nutrido diferentes tipos de agnosticismo en ambos sacerdotes y laicos, por lo tanto, sin bloquear el drama de la apostasía: el abandono real de la vida cristiana.

La nueva misa ha engañado, al dar, en el mejor de los casos, un poco de calor humano barato, incluso educando [personas] muy mal sobre  la posición de la fe verdadera, algo que es absolutamente necesario para sobrevivir a las batallas de esta vida.

Regresemos a la misa tradicional, entrenamiento de primera clase en el verdadero cristianismo.

[Traducción de Rocío Salas. Artículo Original]

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¿Devolución doctrinal a las conferencias episcopales? Francisco ya lo aprobó en 2013

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17 octubre, 2015

Entre todo lo hablado por algunos delegados y portavoces del Sínodo sobre la “devolución” o “delegación” a las Conferencias de Obispos de cuestiones morales importantes, y las críticas de muy pocos padres sinodales y comentaristas católicos a esta idea, se encuentra el proverbial “elefante en la habitación” que nadie quiere mencionar. Nos referimos al hecho de que el Papa Francisco ya aprobó esta idea en los artículos 32 y 33 de su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, verdadero proyecto original para todo su pontificado (las negritas son nuestras):

32. Dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo pensar en una conversión del papado. Me corresponde, como Obispo de Roma, estar abierto a las sugerencias que se orienten a un ejercicio de mi ministerio que lo vuelva más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle y a las necesidades actuales de la evangelización. El Papa Juan Pablo II pidió que se le ayudara a encontrar «una forma del ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva». Hemos avanzado poco en ese sentido. También el papado y las estructuras centrales de la Iglesia universal necesitan escuchar el llamado a una conversión pastoral. El Concilio Vaticano II expresó que, de modo análogo a las antiguas Iglesias patriarcales, las Conferencias episcopales pueden «desarrollar una obra múltiple y fecunda, a fin de que el afecto colegial tenga una aplicación concreta». Pero este deseo no se realizó plenamente, por cuanto todavía no se ha explicitado suficientemente un estatuto de las Conferencias episcopales que las conciba como sujetos de atribuciones concretas, incluyendo también alguna auténtica autoridad doctrinal. Una excesiva centralización, más que ayudar, complica la vida de la Iglesia y su dinámica misionera.

33. La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del «siempre se ha hecho así». Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades. Una postulación de los fines sin una adecuada búsqueda comunitaria de los medios para alcanzarlos está condenada a convertirse en mera fantasía. Exhorto a todos a aplicar con generosidad y valentía las orientaciones de este documento, sin prohibiciones ni miedos. Lo importante es no caminar solos, contar siempre con los hermanos y especialmente con la guía de los obispos, en un sabio y realista discernimiento pastoral.

Cuando Evangelii Gaudium fue publicada en noviembre de 2.013, en Rorate enseguida comprendimos la importancia central de estos pasajes, razón por la cual los destacamos. La realidad es que, con todo lo que se ha hablado de “conspiraciones” y “apaños” en este pontificado, Francisco y sus consejeros más cercanos (en particular, el Cardenal Maradiaga y el Arzobispo Tucho Fernández), no han podido ser más claros acerca de sus intenciones para el cambio “profundo, total e irreversible” en la Iglesia. Este pasaje de Evangelii Gaudium no puede ser más elocuente acerca de la dirección en la que Francisco quiere conducir a la Iglesia.

Si, en algún momento, se devolviera un ápice de autoridad doctrinal a las Conferencias Episcopales, Roma se enfrentaría a una batalla interminable para regular, limitar o reclamar dicha autoridad. El daño a la autoridad papal y el caos que se extendería por toda la Iglesia Universal son demasiado terribles para ni siquiera contemplarlos. Si estuviéramos hablando de iglesias locales profundamente enraizadas en la Tradición y celosas por conservar su herencia teológica, litúrgica y canónica, podría haber menos inquietud; incluso, si la idea de “devolución doctrinal” fuera absolutamente inaceptable desde el punto de vista católico tradicional. Desgraciadamente, ha desaparecido de la Iglesia un sentido genuino de Tradición y, cualquier “devolución de la autoridad doctrinal”, dará como resultado que numerosas jerarquías se den prisa en ser guiados por el espíritu del mundo.

Para los apologistas y comentaristas católicos, el colmo de la ironía es continuar en silencio, observando cara a cara  este ataque obvio a la autoridad de la Sede Apostólica y a la Unidad de la Iglesia Universal debido, precisamente, a su equivocado sentido de “lealtad” al Papado y al deseo de promover la “unidad”, a menudo entendida como sofocación de toda crítica y que todo el mundo debería fingir que todo va bien.

[Traducido por José Antonio Gutiérrez. Artículo original.]

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El amable obispo Blase: peque todo lo que quiera, yo le daré la comunión

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17 octubre, 2015

El arzobispo Blase Cupich, siempre tan amable, tiene un mensaje alentador para los adúlteros y homosexuales activos: sin audacia, siempre y cuando su conciencia lo permita, te voy a dar el Cuerpo de Cristo. Según esta lógica, suponemos que los asesinos deben seguir asesinando, siempre y cuando lo hagan con una buena conciencia, y Blase, personalmente, pondrá a Cristo en sus bocas (lo siento, manos).

***

Roma, 16 de octubre de 2015 (LifeSiteNews) — El arzobispo Blase Cupich de Chicago -que está participando en el Sínodo de la Familia con invitación personal de Francisco- dijo esta tarde, rodeado por medios informativos en las oficinas de prensa del Vaticano, que la conciencia es “inviolable” y según su opinión, a los divorciados y vueltos a casar se les puede permitir recibir los sacramentos, si han “llegado a una decisión” de realizar este segundo matrimonio “en buena conciencia” -razonamiento teológico que indicó como respuesta a una pregunta de seguimiento sobre si se aplicaría también esta lógica a las parejas homosexuales.

Durante la larga rueda de prensa, el arzobispo comentó -con tono de aprobación- la denominada “propuesta Kasper,” que permitiría a los católicos divorciados y vueltos a casar el recibir la comunión en algunos casos. Cupich explicó que él mismo había distribuido a todos los sacerdotes de su diócesis el libro del cardenal Walter Kasper, El Evangelio de la familia, en dicha obra el cardenal alemán habría presentado ya esta propuesta.

“En Chicago visito regularmente a personas que se sienten marginadas: los ancianos, los divorciados y vueltos a casar, personas gays y lesbianas, y también parejas. Creo que realmente necesitamos llegar a saber cómo es su vida si vamos a acompañarlos”, dijo.

Cuando se le preguntó si podía dar un ejemplo concreto de cómo iba a acompañar a los divorciados, que se han vuelto a casar, en su deseo de recibir los sacramentos, Cupich respondió: “si la gente llega a tomar una decisión en buena conciencia, entonces nuestro trabajo es ayudarlos a avanzar y respetarlos. La conciencia es inviolable y tenemos que respetar cuando se toman decisiones, y yo siempre he hecho eso”.

Cuando LifeSiteNews le preguntó, si la idea de acompañar a la gente que tuvieran una clara indicación de buena conciencia para recibir el “sacramento”, también se aplicaría a parejas homosexuales en la Iglesia, Cupich dio una respuesta afirmativa.

“Creo que las personas homosexuales son también seres humanos y tienen una conciencia. Y mi papel como pastor es ayudarles a discernir cuál es la voluntad de Dios al mirar la enseñanza moral objetiva de la Iglesia, y al mismo tiempo, ayudarles a través de un período de discernimiento para que puedan entender a qué los está llamando Dios en ese momento”, explicó. “Es para todo el mundo. Creo que tenemos que asegurarnos de no encasillar a un grupo como si no fueran parte de la familia humana, como si hubiera un conjunto diferente de reglas para ellos. Eso sería un gran error”.

La Iglesia católica enseña que mientras una persona “debe obedecer siempre al juicio cierto de su conciencia”, ésta al mismo tiempo debe estar formada invariablemente por la “Palabra de Dios” y “la autoridad de la Iglesia y sus enseñanzas”, para poder hacer juicios que sean “de conformidad con el verdadero bien querido por la sabiduría del Creador.”

“La conciencia puede permanecer en la ignorancia o hacer juicios erróneos. Tal ignorancia y los errores no siempre están libres de culpa”,  explica el catecismo de la Iglesia católica.

Sobre la propuesta del cardenal Kasper, Cupich manifestó específicamente: “creo que ha razonado bien esta propuesta, teniendo en cuenta la teología que él ofrece. Yo creo que debemos contemplar un modo en el que las personas no sólo estén acompañadas, sino también integradas y reconciliadas.”

El arzobispo había respondido previamente a una pregunta, en diciembre de 2014, acerca de dar la comunión a los políticos católicos pro-aborto, diciendo que él “no utilizaría la Eucaristía, o como lo llaman el comulgatorio, como el lugar donde tener esas discusiones o evaluar qué personas deberían quedar excluidas de la vida de la Iglesia”.

Desde su nombramiento como obispo de Spokane en 2010, Cupich ha desarrollado una reputación como uno de los obispos más “progresistas” en el episcopado de Estados Unidos. El año pasado, Francisco designó a Cupich para dirigir la archidiócesis de Chicago, una de las diócesis más importantes del país, anteriormente liderada por el cardenal conservador Francis George.

En 2011 Cupich, entonces obispo de Spokane, prohibió a los sacerdotes de su diócesis participar en las campañas semi-anuales de 40 días por la vida, que son vigilias de oración a favor de la vida. Su respuesta a la reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre redefinir el matrimonio, se centró principalmente en denunciar la discriminación contra los homosexuales en lugar de criticar la imposición del “matrimonio” entre personas del mismo sexo.

El catecismo de la Iglesia católica enseña que los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados” y que “en ningún caso pueden recibir aprobación”, ya que son contrarios al plan de Dios sobre la sexualidad.

“Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida”, afirma el catecismo.

La Iglesia católica enseña que los que se presentan para recibir la sagrada comunión, que es el verdadero Cuerpo y Sangre de Jesucristo, deben estar en estado de gracia y estar libres de pecado mortal, el cual separa el alma de la vida de gracia de Dios.

“Si uno tiene conciencia de haber pecado mortalmente, no debe recibir la comunión sin obtener la absolución recibida en el sacramento de la penitencia”, señala el catecismo. San Pablo, en su carta a los Corintios dice que quien recibe la comunión “indignamente” es “reo del Cuerpo y la Sangre del Señor” con lo que de esta manera “se condena a sí mismo.”

El Cardenal Burke, cuando LifeSiteNews le preguntó ayer en una entrevista exclusiva, sobre qué deben hacer los fieles cuando ven a Padres sinodales sugiriendo posiciones heterodoxas respecto a la homosexualidad y el divorcio, respondió que ‘el fiel debe estar cerca de Jesús’.

“Seguimos a Nuestro Señor Jesucristo. Él es nuestro Maestro. Y todos estamos llamados a ser obedientes a Él y a su palabra, comenzando por el Santo Padre y con los Obispos. Si un obispo o un sacerdote, o cualquier persona, anunciara algo o declarara algo que es contrario a la verdad de Nuestro Señor Jesucristo, como se nos comunica en la enseñanza de la Iglesia, nosotros debemos seguir a Cristo”.

“Yo le digo a la gente que está muy ansiosa, porque parece que en este momento no hay más que un montón de confusión y declaraciones que son realmente muy impresionantes acerca de la fe, que debemos permanecer serenos. Porque, en la Iglesia católica, tenemos autoridad docente, que se expresa, por ejemplo, en el catecismo de la Iglesia católica, y simplemente tenemos que estudiar las cosas más profundamente, adherirnos a ellas con más ardor, y no ser desviados por falsa enseñanzas de cualquier fuente”, aseveró Burke.

Blase Cupich

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El patriarca melquita corrige al cardenal panameño: «Jesús corrige a Moisés»

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16 octubre, 2015

Entre los fieles obispos polacos que se han mantenido firmes en contra de la actual tendencia de intentar que la Iglesia acepte el divorcio, el adulterio, la fornicación, el aborto, la sodomía y la ideología de género, el arzobispo Stanislaw Gadecki es el más notable.

El Toronto Catholic Witness  ha hecho a la Iglesia un gran servicio al publicar la noticia según la cual el arzobispo Gadecki ha dado la vuelta a las medidas para «amañar» con la antitransparencia  el Sínodo de los Obispos; medidas que el papa Francisco y el cardenal Baldisseri han impuesto (incluyendo ruedas de prensa para la desinformación).  Gadecki ha estado tomando notas de las intervenciones de cada obispo y publicándolas (en su blog) para que la Iglesia, especialmente la Iglesia polaca, se entere de lo que realmente está ocurriendo en el Sínodo. [ÚLTIMAS NOTICIAS: Evidentemente el cardenal Baldisseri no aprueba que el arzobispo Gadecki esté ayudando a mostrar lo poco que corresponden las ruedas de prensa a la realidad, así que lo publicado por Gadecki acerca de las intervenciones ha sido suprimido. Sin embargo, Rorate Caeli ha conservado las notas de Gadecki y se encuentran disponibles aquí.]

Gracias al arzobispo Gadecki, tenemos conocimiento de que el lunes 5 de octubre, el cardenal José Luis Lacunza Maestrojuan, presidente de la conferencia panameña de obispos y nombrado relator del Sínodo por el papa Francisco, tuvo la osadía de proponer que la Iglesia abandone las enseñanzas de Jesucristo acerca del matrimonio y el divorcio y regrese a la Ley de Moisés, profeta a quien blasfemamente declaró ser más misericordioso que Jesucristo mismo, Fuente de Misericordia.

Gadecki citó a Lacunza de la siguiente manera:

«Moisés se acercó al pueblo y cedió el paso. De la misma forma, hoy, la “dureza de los corazones” se opone al plan divino. ¿Acaso Pedro no puede ser misericordioso como lo fue Moisés?»

¿Moisés «se acercó al pueblo y cedió el paso»? No, Moisés permitió el divorcio porque esa calamidad era preferible a la práctica de los maridos de matar a la esposa, de la que ya se habían hartado, para deshacerse de ella.  ¿En qué sentido es más misericordioso para la Iglesia permitir la desgarradora destrucción de los matrimonios que una llamada caritativa al pueblo para observar los mandamientos de Jesucristo?  ¿Ha leído alguna vez el cardenal Lacunza que el castigo que prescribe la Torah por adulterio no es simplemente la proscripción a la Sagrada Comunión, sino la muerte?

Este es un ataque infame, no solo a la Sede de san Pedro, al insinuar que sostener la verdad de Cristo acerca del matrimonio es menos  misericordioso que Moisés permitiendo a los hombres divorciarse de sus mujeres por cualquier causa, sino también por su negación de Cristo mismo, quien ha dicho que el divorcio, y un segundo matrimonio, es adulterio y un pecado mortal.

Respondiendo a Lacunza, según Gadecki, el patriarca griego-melquita de Antioquía, Su Beatitud Gregory III Laham, dijo:

«Debemos referirnos siempre al “sacramento del matrimonio” y no al “matrimonio”, para así mostrar la belleza espiritual del mismo. Para poder asistir a los cónyuges debemos mostrarles una visión imperecedera y espiritual del matrimonio. Muchas veces no nos unimos a esa visión positiva del matrimonio y la familia. Jesús corrigió a Moisés. El matrimonio disoluble está en contra de su misma naturaleza».

San Pablo dijo a los corintios que la Antigua Alianza, gloriosa cual es, fue, no obstante, la administración de la muerte, mientras que la Nueva Alianza es la administración del espíritu (2 Co.  3, 6-9). ¿Cómo es posible que un obispo —que no es decir poco— piense que porque la Ley Mosaica tolera el repudio del cónyuge, algo que Dios ha declarado detestable (Ml, 2:16), esta es superior a la ley de Cristo que rechaza el divorcio? ¿Cómo es posible que la letra, que mata, sea mejor que el espíritu que da vida? ¿Cómo puede la austera y santa justicia de la Ley de Moisés ser más misericordiosa que la santa gracia y misericordia de la ley de Cristo?  Es una verdadera tergiversación orwelliana decir que la Iglesia debe tolerar la dureza de corazón ¡y llamar a eso «misericordia»!  ¿Cómo ha de avanzar el plan salvífico divino retrocediendo en la historia de la salvación a los días de Moisés, mucho antes del albor de la Luz de Cristo, aquella que Moisés anhelaba?  ¿Estará Lacunza enterado de la Transfiguración, cuando los dos grandes profetas del Antiguo Testamento, Moisés y Elías permanecieron en silencio mientras la Voz Celestial nos conminaba a escuchar a su Hijo amado?  ¿Si  Moisés y Elías adoraron a Nuestro Señor, cómo se atreve un obispo a sugerir que adoremos a  Moisés en vez de a Nuestro Señor?

Con obispos como Lacunza —y lamentablemente hoy en día el episcopado está lleno de otros como él— no es de extrañar que tantos católicos vaguen como corderos sin pastor.

[Traducido por  Enrique Treviño. Artículo original]

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Lo ridículo del Sínodo: El sacrilegio que hizo que toda la sala sinodal llorara

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16 octubre, 2015

No sabemos si algo de esto es cierto. No sabemos si la historia original es verdadera; el participante no identificado del Sínodo que pudo haber dado a conocer este relato, pudo habérselo inventado. No sabemos si realmente causó “conmoción” en la asamblea (otra perturbación que no haya sido la causada por el horror al sacrilegio de cómo se trata a Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento en la diócesis de la narración). Si fue cierto que la “conmoción” era “general”, o si solamente el portavoz de habla hispana de la Oficina de Prensa de la Santa Sede (el sacerdote de Chicago padre Manuel Dorantes, la contraparte en español del padre Rosica) fue “el conmovido”, y decidió compartir su “emoción”. Lo que sí es cierto es que el padre Dorantes contó esta historia en la conferencia de prensa oficial del día de hoy (jueves 15 de octubre).

En cualquier caso, todo es una mezcla poco apropiada: falsedades, sacrilegios, emocionalismo barato, Nuestro Señor tratado ya sea como un rehén de las emociones o mejor aún como una galleta glorificada, la completa falta de objetividad de los que deben proporcionar las noticias (de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, todos atados a su propio “sentimentalismo” y “conmoción” personal manipuladora) y la misma actitud de los medios de comunicación que no están haciendo su trabajo correctamente y tampoco se avergüenzan de no informar convenientemente sobre las “opiniones emocionales” de estos portavoces, como si fueran noticias reales; todo está atado en el encuentro religioso más surrealista de la historia de la humanidad. Todo hace que el Vaticano II parezca angelical en comparación con este encuentro; este patético Sínodo consigue que incluso la pieza más ridícula de la literatura o la película más barata sean sublimes. Han perdido verdaderamente todo el sentido de la vergüenza, siempre y cuando puedan alcanzar lo que quieren: el cambio completo en el significado de las palabras de Nuestro Señor Jesucristo sobre el matrimonio, como la Iglesia siempre las ha comprendido.

Opinión de Yves Daoudal:

Insoportable

Durante la rueda de prensa diaria de la Pravda* del Vaticano sobre el Sínodo, el portavoz del idioma español, informó de un momento “profundamente conmovedor” en las intervenciones ante la asamblea plenaria, según La República, cuyo periodista Antonello Guerrera escribe en Twitter, que es “la historia que hizo llorar al Sínodo” [sic]. (Esto también se publica en el Vatican Insider, que habla de “palabras emocionalmente fuertes”).

Como todos saben, desde ayer por la tarde, el Sínodo no discute de otra cosa, una vez más, que no sea de “los divorciados vueltos a casar”… Bueno, entonces, un obispo (cuyo nombre no se revela) habló de una misa de primera comunión, en la que un pequeño muchacho, recibiendo la hostia en la mano, la partió en dos, con el fin de dar la mitad a su padre, ya que este último es divorciado y vuelto a casar, y por lo tanto no puede recibir la comunión de manos del sacerdote…

¿Cuándo llegaremos al fondo para que podamos comenzar a subir de nuevo? [Fuente]

[Traducido por Cecilia GonzálezArtículo original]

*Nota aclaratoria de la traducción: Pravda era el periódico oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética.

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El enfermizo juego del Sínodo: manipulan, y luego se burlan y después vuelven a manipular

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12 octubre, 2015

Andrea Tornielli, un reconocido experto vaticanista y amigo del Papa Francisco, escribió el 8 de octubre un artículo sobre el Papa Francisco que podría potencialmente llevar a una reacción pública  mundial de indignación. En su artículo, que se titula “El Papa urge a los obispos a no sucumbir a teorías conspirativas”, Tornielli informa que el Papa Francisco había sido contactado por 13 cardenales y obispos que participan del Sínodo de la Familia y que manifiestan una gran preocupación sobre posibles manipulaciones ejercidas especialmente por el Secretario General, Cardenal Lorenzo Baldissieri. Según informa Tornielli:

Ya desde las primeras noticias para la prensa, se dijo que algunos Padres Sinodales estaban cuestionando  el método de trabajo concordado para la asamblea. En concreto, trece cardenales y obispos, que participan del Sínodo, sugirieron que el Sínodo estaba siendo en cierta forma “piloteado” por el Secretario General (y principalmente por el Papa) para hacer que el Sínodo siguiera un itinerario de apertura.

Obviamente el mismo Tornielli está convencido de que tales preocupaciones no tienen asidero. Dice en un tono casi burlón:

Es interesante notar que durante semanas, fuera de la asamblea, otros clérigos y ciertos medios de prensa cercanos a ellos, han estado repitiendo el mismo estribillo de que el Sínodo era un fraude para poner en riesgo la doctrina tradicional de la Iglesia. La declaración más valiente al respecto provino del cardenal George Pell, quien reiteró los contenidos de un artículo publicado por la revista estadounidense First Things, bajo el seudónimo de Xavier Rynne II. Los trece Padres Sinodales que respaldaron la teoría de la conspiración entonces apelaron al Papa.

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Sínodo, 6º día – Relatio final en peligro, Cambio constante de reglas – Micrófono negado a Erdo

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12 octubre, 2015

Antes del Sínodo, se dudaba de una específica exhortación post-sinodal del Papa, pero no había dudas de una votación de la Relatio final por parte de la Asamblea. ¡Pues ya no! La votación debe estar en duda entre los manipuladores, porque desde que el Cardenal Tagle mencionó en la conferencia de prensa de ayer que es posible que no haya un documento final, todas las conversaciones han girado en torno a esto.

Además, hay un completo desorden en el orden de los trabajos. Mientras que el Cardenal Erdo, el Relator General, debiera presentar sus reportes sobre la segunda y la tercera parte del Instrumentum Laboris, simplemente no le han vuelto a dar la palabra. ¡En absoluto! La tercera parte del Instrumentum, con sus secciones más que controvertidas (sobre los divorciados “vueltos a casar” y los homosexuales) se está debatiendo abiertamente y sin un verdadero orden de trabajo. Tal como indicamos en el Segundo Día, los Estados Generales se convirtieron en la Asamblea Nacional, y los Jacobinos manejan el espectáculo.

El reportero italiano, Sandro Magister, cuenta los detalles en su blog personal:

Pero esto no es todo [es decir: la noticia sobre una nueva negativa de una Relatio Final]. Porque el 10 de octubre, el Padre Lombardi informó sobre un nuevo cambio que ocurrió en este trabajo en proceso.

De acuerdo al calendario del Sínodo, las discusiones en la Sala y en los pequeños grupos debían seguir el orden de cada una de las tres partes del documento de base, el Instrumentum Laboris, cada una introducida a su vez por una “presentación del Relator General”, el Cardenal Peter Erdo.

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