Lo que no sabíamos de la revelación privada de Sor Faustina Kowalska

Nota Importante sobre las Revelaciones Privadas

Ante el silencio de la mayoría de las autoridades eclesiásticas, que parecen haber abdicado de la función de enseñar, es conveniente recordar aquí la perenne enseñanza de la Iglesia en una materia tan delicada, y no obstante tan importante, cuya omisión ha llevado a los fieles a adherir indiscriminadamente a doctrinas «inspiradas» que nada tienen de inspiradas ni de católicas.

Las revelaciones son manifestaciones sobrenaturales de verdades ocultas o de hechos extraordinarios. Para que exista verdaderamente revelación es necesario que su conocimiento se opere por vía sobrenatural. En cuanto a la destinación, las revelaciones pueden ser públicas o privadas. Las revelaciones públicas (o universales) están contenidas en la Biblia y en el depósito de la tradición apostólica, transmitidas y mantenidas por la Iglesia. Esas revelaciones universales terminaron con la predicación de los apóstoles y son de creencia obligatoriapara todos los fieles. Las revelaciones privadas (o particulares) son hechas usualmente a los santos, y la Iglesia no obliga creerlas, incluso cuando las aprueba.

Cuando la Iglesia aprueba una revelación privada, esa aprobación es simplemente una declaración de que ella no encontró nada en esas revelaciones que fuese contrario a la fe y a las buenas costumbres, y que los fieles pueden leerlas sin ningún peligro para las almas. Oigamos lo que dice el Papa Benedicto XIV:

«¿Que se debe pensar de las revelaciones privadas aprobadas por la Santa Sé, las de Santa Hildegarda, Santa Brígida, Santa Catalina de Sienna? Decimos que no es ni obligatorio ni posible darles un asentimiento de fe católica, sino solamente de fe humana, conforme a las reglas de la prudencia, que nos las presenta como probables y piadosamente creíbles.» (De canon.,1 III,c. Liii,n° 15).

Repetimos la afirmación básica: no es obligatorio ni posible para las revelaciones privadas un asentimiento de fe católica, aún cuando tales revelaciones hayan sido aprobadas por la Iglesia. Es importante que esto se tenga bien presente, para que no se piense que es pecado colocarse contra una revelación privada. Oigamos al Cardenal Pitra:

«Sabemos que somos plenamente libres de creer o no en las revelaciones privadas, incluso en las más dignas de fe. Aún cuando la Iglesia las aprueba, ellas son recibidas como probables y no como indudables (…) Está totalmente permitido apartarse de esas revelaciones, aún aprobadas, cuando alguien se apoya sobre razones sólidas, sobre todo cuando la doctrina contraria es establecida por documentos irreprochables y una experiencia verdadera.» (Libro sobre Santa Hildegarda, p. XVI)

Y no nos admiremos de que aún en revelaciones aprobadas de personas canonizadas existan errores de los más variados tipos.

Tomado de:

http://ultimostiempos.tripod.com/index.htm

Las Razones que tuvo la Iglesia para condenar la 
devoción de la Divina Misericordia

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Una típica imagen de la Divina Misericordia recordativo de un remolino

Traducción del sermón de Mons. Patrick Pérez, publicado en TRADITION IN ACTION

Queridos fieles, hoy quiero dedicar unas pocas palabras sobre la devoción de la Divina Misericordia. Recibo muchas preguntas sobre esta materia todos los años, y ahora quiero darles una dirección sobre el particular. Como referencia estoy usando un informe de la revista ‘The Ángelus’ (Junio de 2010). Esta investigación fue hecha por el Padre Peter Scott. Partiendo de que él ha provisto mucho de lo que necesito para el sermón, ‘me quito el bonete’ ante el Padre Scott.

La devoción de la Divina Misericordia fue relanzada por Juan Pablo II. Durante su largo pontificado, él definió un día de fiesta en honor de esta devoción. Durante su homilía en la canonización de Sor Faustina, en Abril 30 del año 2000, él declaró que en adelante, el segundo domingo de Pascua sería llamado domingo de la Divina Misericordia.

Consecuentemente, cada año en el domingo siguiente a la Pascua, que es llamado el pequeño domingo -en latín es llamado domingo de Blanco, Dominica in Albis-, me hacen esta pregunta,

“Padre, ¿Por qué nosotros no celebramos el domingo de la Divina Misericordia?”

 

Ahora, la respuesta fácil sería, “No lo celebramos porque no está en el calendario tradicional”.

Pero, entonces, la fiesta del Padre Pío (23 de Septiembre) tampoco está en el calendario tradicional, pero nosotros la celebramos. Nosotros procedemos como lo indica el Común de la Misa, que seguimos al honrar a santos recientemente canonizados.

De manera que, la pregunta vuelve:

¿Por qué nosotros no celebramos el domingo de la Divina Misericordia?

 

He analizado las oraciones de la devoción de la Divina Misericordia y no les he encontrado ningún error. Pero hay algo equivocado en lo que rodea esta nueva devoción.

Tengo conocimiento de que hay personas, posiblemente algunos de los aquí presentes, que han recibido favores por hacer la devoción de la Divina Misericordia. Ello no significa necesariamente que esta devoción viene del Cielo.

Recordemos que Dios siempre escucha nuestras oraciones.  Siempre recibirás alguna gracia por tus oraciones.

Por ejemplo, imagina que vas de peregrinación a la tumba de algún santo. Haces el peregrinaje y piensas que te arrodillarás ante la tumba correcta para venerar a ese santo. Sin embargo, imagina que no fue sepultado en ese cementerio, pero sí en alguna iglesia cercana.  A pesar de esto, Dios te concede favores por tu esfuerzo y tu deseo de honrarle a Él y hacer reparación por tus pecados.

Tú hiciste el peregrinaje; no te irás sin la gracia.  Dios no asume una actitud de “Bueno, tú estás en la tumba equivocada.  Lo siento, viajaste 6.000 millas (10.000 kilómetros) para nada y no recibirás nada”. “No, Dios siempre responderá a tus oraciones. Así que, por favor, recuérdalo cuando oigas a la gente diciendo: “Bien, he recibido favores de esta devoción”. Esto no significa en sí mismo que esta devoción viene del Cielo.  Ciertamente, todas las mercedes vienen del Cielo. Pero quizás, esta devoción no.

LAS CONDENAS A ESTA DEVOCIÓN

 

¿Qué está mal en la devoción de la Divina Misericordia?

 

En primer lugar, cuando esta devoción fue analizada por Pío XII, él no estaba preocupado con las oraciones de la devoción, pero sí con las circunstancias de las autoproclamadas apariciones a Sor Faustina y su contenido. Es decir, él  estaba preocupado por lo que supuestamente Nuestro Señor le dijo a Sor Faustina y cuánto de esto se hizo público.

Entonces, Pío XII, ubicó esta devoción, incluyendo las apariciones y escritos de Sor Faustina en el Index Librorum Prohibitorum (Índice de Libros Prohibidos).

 

Esta lista no existe más, desde que fue abolida oficialmente por Pablo VI el 14 de Junio de 1966.

Por un lado, es una pena que ya no exista.  Pero por otro lado, si esa lista siguiera existiendo hoy en día, sería tan grande que podría llenar esta sala. Prácticamente, todo lo que se escribe hoy en día, tiene algo inaceptable para la Fe católica.

Así, Pío XII puso los escritos de Sor Faustina en el Índice de Libros Prohibidos.  Eso significa que él consideró que su contenido llevaría a los católicos por un mal camino o en la dirección equivocada.

Luego, vinieron otras prohibiciones hechas por el Papa Juan XXIII.  Dos veces en su pontificado, el Santo Oficio emitió condenas sobre los escritos de la Divina MisericordiaHoy el Santo Oficio se llama Congregación para la Doctrina de la Fe. Pero antes se llamaba el Santo Oficio de la Inquisición. Su nombre ha cambiado por varios años.

Esta oficina –colocada bajo el control directo del Papa- es responsable de mantener la pureza de la doctrina y, por lo tanto, vela por la difusión de los diferentes documentos de la Iglesia.

Si el Papa quiere corregir a los fieles sobre un tema en particular, por lo general lo hace por medio del Santo Oficio. Por lo tanto, las proclamaciones, declaraciones y documentos emitidos por el Santo Oficio pueden ser vistos como procedentes del propio Papa.

No fue una vez, sino dos veces bajo el pontificado del Papa Juan XXIII, que esta devoción en particular fue condenada por el Santo OficioLa primera condena fue en una sesión plenaria celebrada el 19 de Noviembre de 1958.  La declaración del Santo Oficio emitió estas tres declaraciones sobre esta devoción:

  1. No existe evidencia del origen sobrenatural de estas revelaciones. Esto significa que los miembros del Santo Oficio examinaron el contenido y decidieron que no había nada que indicara que dichas apariciones eran sobrenaturales. En una aparición auténtica -por ejemplo en la aparición de Nuestra Señora en Lourdes o de la aparición de Nuestra Señora en Fátima- se puede examinar el contenido y afirmar que puede no haber dicho nada definitivamente de que sean de origen divino, pero hay suficiente evidencia para decir que es posible que lo sean.  Por otro lado, en las apariciones de la Divina Misericordia, ellos dijeron definitivamente que no hay evidencia alguna de que éstas sean sobrenaturales. Esto se traduce en, “No creemos que estas apariciones vengan de Dios”.
  1. Ninguna fiesta de la Divina Misericordia debe ser instituida. ¿Por qué? Porque si se basa en apariciones que no vienen de Dios, entonces sería imprudente y temerario instituir una fiesta en la Iglesia sobre la base de algo que es una falsa aparición.
  2. Queda prohibida la difusión de escritos dedicados a propagar esta devoción bajo la forma recibida por Sor Faustina, así como la típica imagen de la misma. Por lo tanto, está prohibido incluso publicar la imagen de Nuestro Señor de la Divina Misericordia.

Ahora todos ustedes han visto esta imagen, aunque de pasada, y quizá la conozcan y reconozcan.  Muestra una imagen extraña de Jesús que me inquieta.  Realmente no puedo decirles por qué. No me gusta. No me gusta la cara, no me gusta el gesto, no me gusta la postura, no me gusta nada. Esta fue mi primera impresión de esta imagen. Yo no la quiero cerca, ya que es, a falta de un término mejor, espeluznante para mí cuando yo la veo.  La imagen muestra los rayos multicolores, creo que son de color rojo, blanco y azul, que vienen de su región del pecho -no del corazón-, solo son rayos. Todos ustedes han visto esto.  Bueno, es la imagen de la que se prohibió su publicación o su propagación.

Esta fue la primera imagen en la que Sor Faustina dijo ver a Jesús como “la Divina Misericordia”.   Imagen que fue censurada por el Santo Oficio en 1958 y en 1959 .

Esta fue la primera imagen en la que Sor Faustina dijo ver a Jesús como “la Divina Misericordia”. Imagen que fue censurada por el Santo Oficio en 1958 y en 1959 .

El 6 de Marzo de 1959, el Santo Oficio emitió un segundo decreto en el orden del Papa Juan XXIII. Se prohibió una vez más, la difusión de las imágenes de la Divina Misericordia y los escritos de Sor Faustina que propagaran esta devoción. Así mismo declaró que correspondía a los Obispos decidir cómo iban a quitar las imágenes que ya habían sido dispuestas para la veneración pública.

No necesito decir más acerca de estas declaraciones. Dos Papas advirtieron fuertemente a los fieles de un peligro en esta devoción. Pío XII la puso en el Índice; Juan XXIII publicó dos condenas por medio del Santo Oficio, sobre el peligro espiritual que esta devoción representa para los fieles. No hay más que decir sobre esto.

EL PRINCIPAL ERROR: PRESENTAR UNA MISERICORDIA INCONDICIONAL

 

Permítanme presentarles un pensamiento paralelo.  Considere la verdadera imagen de Cristo, Nuestro Salvador.

Probablemente, la representación más precisa y la más rica simbólicamente, de Él, además del crucifijo, es la imagen del Sagrado Corazón, ya que  la imagen de Nuestro Señor con el Sagrado Corazón resume toda la Teología de la Redención.

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Aquí vemos, un Jesús majestuoso con el halo de divinidad y un Corazón Sagrado bien definido, da una bendición clara.

Atravesaron sus manos, sus pies y su Sagrado Corazón; la corona de espinas rodea su corazón, que se quema de amor por el hombre.  Este fue el precio que Él pagó, el Sacrificio que hizo por nuestra Redención.  Él se ofreció a causa de su ardiente amor por nosotros, a pesar del hecho de que somos criaturas ingratas que se rebelan en contra de nuestro Creador. Piensa en ello. Él nos creó y luego lo clavamos a una cruz a pesar de que Él era Dios y completamente inocente de toda culpa. Así, el Sagrado Corazón representa todo esto.

En las imágenes del Sagrado Corazón, Él señala a esta fuente de símbolos de amor y misericordia para nosotros.

Las devociones al Sagrado Corazón siempre suponen reparación por nuestros pecados.  Somos pecadores, tenemos que hacer la reparación.  A pesar de las promesas de Nuestro Señor y el hecho de que Él pagó un precio infinito por nuestra Redención, tenemos que hacer la reparación. Siempre debemos hacer  penitencia por nuestros pecados y hacer varias clases de reparación.

Ahora, tengan en cuenta la imagen de Nuestro Señor representando la Divina Misericordia.  Esta es una imitación del Sagrado Corazón sin corazón. Cuando prestas atención, te das cuenta de que en la imagen no hay corazón. Simplemente hay rayos que salen de un punto por encima de la cintura. Esto simboliza el error de la devoción de la Divina Misericordia.  Predica que podemos esperar una misericordia incondicional sin ningún tipo de precio a pagar,  sin obligaciones de ningún tipo. Este no es el mensaje de Cristo.

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Acá vemos, un Jesús de trabajo al igual que sin el halo y sin un corazón adecuado, haciendo un gesto más bien como de un «hola» que como una bendición.

Cristo es misericordioso. Una y otra vez, su misericordia perdona nuestros pecados repetidos, en el Sacramento de la Penitencia, siempre nos devuelve el estado de Gracia sin tener en cuenta qué tan graves son nuestros pecados. ¿Y qué sucede en el sacramento de la Penitencia?  El nombre mismo del Sacramento nos dice exactamente lo que ocurre: para que el sacramento sea eficaz, supone penitencia. No sólo estás allí en el Sacramento reconociendo tu plena sumisión a la Iglesia y tu dependencia de los Sacramentos para obtener el perdón, pero debes salir del confesionario con una penitencia impuesta.

También recuerda a menudo desde este púlpito que tú no sólo debes cumplir con la penitencia (la que te impone el confesor); debes hacer continuamente penitencia, tu propia penitencia. No es sólo hacer una decena del Rosario y decir: “Bien, ya cumplí mi penitencia. Ahora, seguir alegremente mi camino”. Siempre tienes que tener el espíritu de penitencia por tus pecados pasados; y debes vivir con ese espíritu.

El error central de la Divina Misericordia es que promete un montón de recompensas espirituales, sin requerir penitencia, no se habla de la reparación y no se hace ninguna mención de cualquier otra condición.

Lamentablemente, esto se corresponde en gran medida con lo que el Papa Juan Pablo II escribió en la encíclica Dives in misericordia. Yo no recomiendo su lectura a ninguno de vosotros, excepto a los más preparados, porque tiene muchas cosas engañosas. En ella resuena esta misericordia sin precio, dones del Cielo sin requisitos, la Misericordia de Dios sin mención de la penitencia o de la reparación por el pecado.

Previendo la encíclica del Papa Juan Pablo II, ya en 1978, el primer año de su pontificado, pone en marcha la canonización de Sor Faustina y la institución de un domingo para la fiesta de la Divina Misericordia. Como he dicho antes, las dos cosas, tanto los escritos de Sor Faustina, como la idea de tener un día de Fiesta de la Divina Misericordia, habían sido prohibidas y condenadas por dos Papas anteriores.

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JPII apoyó la devoción tres veces condenada

PRESUNCIÓN EN LOS ESCRITOS DE SOR FAUSTINA

 

Los escritos de la monja polaca Sor Faustina, publicados en inglés en el año 2007, suponen motivo de preocupación. La obra contiene 640 páginas y transcribe supuestas apariciones y mensajes frecuentes de Nuestro Señor.

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Una nueva devoción: «Sálvese usted mismo, sin esfuerzo alguno»

Este largo tratado de declaraciones supuestamente provenientes de Nuestro Señor a Sor Faustina tiene algunas cosas que para un pensamiento correcto católico, son difíciles de aceptar, por decir lo mínimo.

Voy a ejemplificar tomando algunas citas de sus escritos:

El 2 de Octubre de 1936, ella declara que el “Señor Jesús” se le apareció y le dijo:

“Ahora, sé que no me amas por las Gracias ni por los dones, sino porque mi Voluntad te es más querida que la vida. Es por eso que Me uno a ti tan íntimamente como con ninguna otra criatura. (La Divina Misericordia en Mi Alma, El Diario de Sor Faustina, Stockbridge, Massachusets: Prensa Mariana, 1987, p. 288)

¿Cómo podemos creer que Nuestro Señor se ha unido más íntimamente con Sor Faustina que con la Santísima Virgen María?

 

En primera instancia, podríamos leer esto y pensar:

“Oh, eso es hermoso”. Pero más tarde, podemos caer en cuenta y decir: “Espera un minuto ¿Nuestro Señor se ha unido más íntimamente con Sor Faustina que con cualquier otra criatura? Nuestra Señora era la Inmaculada Concepción, pero también era su criatura, que fue creada por Él, como el resto de nosotros, aunque con la posición más exaltada libre del Pecado Original desde el primer momento”.

¿Y ahora ellos esperan que creamos que Nuestro Señor le dijo a Sor Faustina que Él está más unido a ella que a nadie, ni siquiera a la Santísima Virgen María, y ciertamente, más que a todos los otros santos?

 

Esta afirmación suena a orgullo en sí mismo, destruyendo la teoría de que ésta proviene del Cielo.  Este tipo de presunción está presente en muchos otros lugares de su obra.

Supuestamente, Nuestro Señor se dirigió a Sor Faustina el 23 de Mayo de 1937, con estas palabras:

“Amada perla de mi Corazón”.  

Lo que me molesta de todo esto, es la demostración de cariño exagerado o empalagoso.  Nuestro Señor es Cristo Rey, Creador del universo, y el gobernante de todo lo que existe. Él no dice cosas como: “perla amada de Mi Corazón”. Déjenme continuar.

Entonces, Él dijo:

“Yo veo que tu amor es tan puro; más puro que el de los Ángeles, y con mayor razón porque luchas. Por tu bien, bendigo al mundo. (ibíd., p. 400)

 

En primer lugar, a excepción de la Santísima Virgen María, nosotros no somos preservados del pecado original, y por lo tanto, no somos capaces de un amor más puro que el de los Ángeles.

En cuanto a bendecir al mundo, eso puede estar bien.  Si tuviéramos un santo real  en el mundo, entonces el Señor nos concedería bendiciones por medio de ese santo real. Por tanto, mi objeción no va por esta vía.  Mi objeción es que esta revelación fue hecha en el año 1937; el mundo estaba al borde de la Segunda Guerra Mundial, de la que Sor Lucía ya había sido advertida por Nuestra Señora en Fátima: Si Rusia no es consagrada, y el hombre no se convierte, entonces este gran desastre caerá sobre la humanidad por sus malos caminos  y  sus pecados.

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Soldados nazis invadieron Polonia después de que Sor Faustina anunció un mundo bendecido – Aquí vemos, soldados que están marchando en Varsovia.

En ese momento, estábamos a punto de ver ese desastre que iba a descender del Cielo, y sin embargo  el Señor le dice a Sor Faustina: “Por tu bien, voy a bendecir al mundo”. ¿Fue la Segunda Guerra Mundial una bendición para el mundo? Dado que su nativa Polonia no pudo salir ilesa de la invasión alemana, no parece probable que Él realmente haya bendecido al mundo.

Otro ejemplo: Sor Faustina afirmó que Nuestro Señor le dijo que ella estaba exenta del Juicio, de todo Juicio -el Juicio particular y el Juicio Universal-.  El 4 de Febrero de 1935, ella dijo escuchar esta voz en su alma:

 

 “A partir de hoy no temas por el Juicio de Dios, ya que no serás juzgada” (ibíd., p. 168).

Ahora bien, nadie excepto la Santísima Virgen, por lo que yo sé, está libre del Juicio particular y del Universal. Santo Tomás de Aquino, según un  relato piadoso, tuvo que arrodillarse en el Purgatorio antes de ir al Cielo. No sé si esto es un hecho, pero es una lección para nosotros de que nadie está exento de cualquier tipo de Juicio.

Y añado a estos ejemplos la afirmación absurda de que la Hostia saltó fuera del Tabernáculo tres veces y se puso en sus manos, por lo que tuvo que abrir el  Tabernáculo y colocarlo de nuevo ahí mismo:

“Y la hostia salió del Tabernáculo y se posó mis manos, y yo, con alegría, la coloqué de nuevo en el Tabernáculo. Esto se repitió una segunda vez, y yo hice lo mismo.  A pesar de esto, sucedió por tercera vez” (ibíd., p. 23).

Esto hace que suene como un hámster que ha salido de su jaula “Oh, no, aquí está de nuevo. Tendré que ir a ponerlo otra vez”.

¿Cuántas veces la Iglesia ha declarado que las manos de un sacerdote están consagradas para manejar las Sagradas Especies; y qué tipo de lección iba a estar dando al mundo con este ejemplo de la Hostia cayendo en sus manos para que ella por sí misma la devuelva al Tabernáculo?

Nuestro Señor no contradice a su Iglesia ni con palabras ni con obras. Y esto podría ser un poco de ambas cosas. Ella relató lo que pasó, pero en sí mismo, este gesto pudiera significar que Nuestro Señor contradice la Presencia Real y todo lo que ésta representa.

LA FALTA DE ESPÍRITU CATÓLICO

En resumen, toda la devoción de la Divina Misericordia no representa el espíritu católico. El espíritu católico de hacer constante reparación en penitencia por nuestros pecados, de pedirle a Dios sus dones y gracias, para obtener su Misericordia en esta vida.  Permítanme concluir diciendo que:

  • Es el fondo de esta devoción la que es cuestionable.
  • Hacer que se instituya una devoción particular con su propio día de fiesta basándose en algo que fue condenado por muy buenas razones en el pasado reciente.
  • Cuando nos fijamos en las oraciones de la devoción de la Divina Misericordia, ellas son perfectamente ortodoxas. No hay nada herético o presuntuoso en esas oraciones. Pero es necesario recordar la razón por la que ha sido condenada y el porqué nosotros no reconocemos la devoción de la Divina Misericordia, es debido a su pasado, no por el contenido de las oraciones.

Es muy importante saber esto, porque es una de las muchas cosas que fueron traídas de vuelta en los tiempos modernos que fueron condenadas en el pasado. Y este no es un caso del cambio de mentalidad de la Iglesia.  Se trata de un caso de un representante de la Iglesia que hizo algo que no debió hacer.

+ Mons. Patrick Pérez

21 de Abril de 2013

Tomado de:

http://www.traditioninaction.org/

Traducción hecha por:

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Tomando en cuenta otras traducciones.

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