Así debería haber hablado el Sínodo. Encíclica Casti Connubii de Pio XI sobre el matrimonio cristiano

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28 octubre, 2015

CARTA ENCÍCLICA CASTI CONNUBII DEL PAPA PÍO XI

SOBRE EL MATRIMONIO CRISTIANO

1. Cuán grande sea la dignidad del casto matrimonio, principalmente puede colegirse, Venerables Hermanos, de que habiendo Cristo, Señor nuestro e Hijo del Eterno Padre, tomado la carne del hombre caído, no solamente quiso incluir de un modo peculiar este principio y fundamento de la sociedad doméstica y hasta del humano consorcio en aquel su amantísimo designio de redimir, como lo hizo, a nuestro linaje, sino que también lo elevó a verdadero y gran [1] sacramento de la Nueva Ley, restituyéndolo antes a la primitiva pureza de la divina institución y encomendando toda su disciplina y cuidado a su Esposa la Iglesia.

Para que de tal renovación del matrimonio se recojan los frutos anhelados, en todos los lugares del mundo y en todos los tiempos, es necesario primeramente iluminar las inteligencias de los hombres con la genuina doctrina de Cristo sobre el matrimonio; es necesario, además, que los cónyuges cristianos, robustecidas sus flacas voluntades con la gracia interior de Dios, se conduzcan en todos sus pensamientos y en todas sus obras en consonancia con la purísima ley de Cristo, a fin de obtener para sí y para sus familias la verdadera paz y felicidad.

2. Ocurre, sin embargo, que no solamente Nos, observando con paternales miradas el mundo entero desde esta como apostólica atalaya, sino también vosotros, Venerables Hermanos, contempláis y sentidamente os condoléis con Nos de que muchos hombres, dando al olvido la divina obra de dicha restauración, o desconocen por completo la santidad excelsa del matrimonio cristiano, o la niegan descaradamente, o la conculcan, apoyándose en falsos principios de una nueva y perversísima moralidad. Contra estos perniciosos errores y depravadas costumbres, que ya han comenzado a cundir entre los fieles, haciendo esfuerzos solapados por introducirse más profundamente, creemos que es Nuestro deber, en razón de Nuestro oficio de Vicario de Cristo en la tierra y de supremo Pastor y Maestro, levantar la voz, a fin de alejar de los emponzoñados pastos y, en cuanto está de Nuestra parte, conservar inmunes a las ovejas que nos han sido encomendadas. Sigue leyendo

Halloween: la fiesta del anti-santo

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27 octubre, 2015

Sin duda alguna, una mayoría del público identifica la celebración del Halloween, con la noche del 31 de octubre -cuando los niños principalmente en los Estados Unidos- salen a las calles disfrazados de vampiros, brujas, muertos, demonios, de Harry Potter, de superhéroes etc., portando calabazas, sapos, búhos, murciélagos y otros.

Los sacerdotes expertos en el tema, hacen notar cómo en los disfraces se advierte una insistencia del mercado en hacer ver a las mujeres vestidas como prostitutas. Disfraces horripilantes porque el demonio es la fealdad, y como en el pecado de origen, quieren ocultarse de Dios. La cultura de la distorsión moral que explota todas las celebraciones, incluyendo la Navidad, que explota el impudor de una moral social decadente, y que se va permeando.

Pero una mayoría del público también dirá con toda seguridad, que todo eso es algo divertido e inofensivo sin ningún efecto negativo para quienes se hacen parte de dicha celebración, es como decían los romanos: Al pueblo pan y circo.

Halloween que se verifica en un contexto deformado, un contexto neopagano, ya que en su etimología Halloween de acuerdo a la Enciclopedia Británica significa: 1) en tiempos medievales, All Hallows Eve, la fiesta sagrada o santa que se observaba el 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos, y, 2) en tiempos modernos: la ocasión para hacer maldades y para que los niños pidan golosinas a cambio de no hacer destrozos contra sus vecinos.

Una Víspera de Todos los Santos deformada, corrompida, ya que con el correr del tiempo, las costumbres paganas la influenciaron, y gradualmente ésta transitó de celebración católica a fiesta secular. Como parte del resurgimiento de las ciencias ocultas, se observa la tendencia en muchos a retornar al paganismo. Hoy vivimos una invasión pagana que responde a una peligrosa fascinación por lo oculto.

Las siempre presentes prácticas ocultistas son ahora revitalizadas y propagadas por el New Age, pues sirven a su fin, ya que éstas –falsamente espirituales- no conducen al Reino de Dios, sino al reino del mal.

Así como en los países hispanoamericanos observamos un resurgimiento de los ritos y costumbres ancestrales indígenas, como parte de una ofensiva de resurgimiento autóctono, que tiene como objetivo socavar los cimientos de la Iglesia en estos países, partiendo de un concepto indigenista muy bien calculado,[1] junto al mismo, una influencia neopagana viene también arremetiendo proveniente del New Age o Era de Acuario.

Cuando estuve en Bogotá en octubre 2012, me sorprendió que en las calles de un país otrora tan prestigiosamente católico, cientos de jóvenes se desplazaban disfrazados ad hoc para celebrar Halloween en el contexto deformado como se conoce a esta fiesta hoy en día, y, me alegró que en una parroquia cercana a la Universidad Central de Bogotá, organizaban una fiesta de Todos los Santos para los niños, que son los primeros a quienes quieren atrapar las fuerzas anticristianas para meterlos al embudo de Halloween. Cuando le dije a un párroco que era maravilloso que contrarrestaran la perniciosa celebración del Halloween, éste me respondió: no es para combatir el Halloween. ¿Entones para qué?

Pero, para quien trata de vivir las exigencias del Evangelio, es decir para un cristiano, es triste ver que esta corriente abyecta se haya mimetizado incluso en parroquias y escuelas católicas, y es motivo de confusión y dolor, que haya incluso sacerdotes que la justifiquen, y hasta la defiendan.

La penetración nuevaerista es tan evidente, que hasta librerías y editoriales católicas imprimen y difunden libros para los alumnos de sus colegios, como la editorial marista Edelvives, que editó una línea de libros de primaria denominada SuperPixePolis con la que impregna todos o casi todos sus libros en clave de fantasía infantil, con temas de brujería, magia, Halloween, etc. Es ciertamente grave que se presente a los niños, aunque sea en clave positiva, el mundo de las ciencias ocultas. Y no solamente son los maristas, sino que también múltiples editoriales católicas. Basta utilizar el buscador para encontrar catálogos similares de publicaciones de otras editoriales católicas de España.

Sin embargo, Halloween es una fiesta que intenta burlarse del nacimiento de Cristo, porque es el nacimiento de Satanás, los brujos lo celebran así. Para la noche de Halloween se roban hostias -miren cómo el demonio sabe que Cristo está ahí, y nosotros ni creemos- el demonio sabe que está Cristo en la Eucaristía, hace robar hostias, a sus brujos, a la gente que le habla en la cabeza, a los posesos, y otras, le hace robar y a gente que colabora con eso porque le dan dinero. ¿Que hacen con la hostia robada el 31 en la noche, en la noche de Halloween?, la orinan, hacen sus excrementos arriba, van pasando uno al lado del otro, hacen sus necesidades, las mujeres echan menstruación, se cortan y echan sangre, y con todo eso hacen un líquido, con ese líquido invocando a Satanás esparcen sobre todos los presentes como si fuera agua bendita, burlándose de la Eucaristía, es lo más asqueroso, pero es así.

Todo aquel que participa directa o indirectamente de una fiesta de Halloween porque se viste como tal, porque lo festeja, sepan que están participando de la fiesta satánica más grande que jamás tuvo él en su historia, y es la oposición del nacimiento de Jesús en Belén, es lo opuesto, y lo hacen justo ese día porque al otro día es día de Todos los Santos, y él se presenta como el anti-santo de todo, es la burla de los santos.

Entonces tengan cuidado con decir: es una cosa inocente. Es inocente pero estamos adhiriendo directa o indirectamente a su festejo. Cada uno verá qué va a responder de su fe, no puede ser que la fe de un católico llegue hasta festejar la fiesta de Satanás.[2]

Germán Mazuelo-Leytón

[1] SALGADO, MANUEL. F., Los regalos de la Era de Acuario.

[2] SPAHN, P. CARLOS, exorcista.

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com

Jordán Bruno Genta. Caído por Dios y por Argentina

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27 octubre, 2015

Verbo, vita et sanguine docuit

El domingo 27 de octubre de 1974 caía acribillado por 11 disparos Jordán Bruno Genta. Nos mataban al maestro, al gran camarada. El enemigo de ayer -que es el mismo de hoy- creía que “apuntando a la cabeza” terminaría con él y con todo aquello que este representara. ¡Cómo se equivocó! Ya que su vida y su magisterio suscitaron la admiración de muchos que hoy queremos continuar con sus enseñanzas. Porque el dar la vida por Dios y por la Patria no es vano a los ojos del Señor de las Batallas y sabemos que “la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”.

El mejor homenaje, a cuarenta y un años de su muerte, es intentar imitarlo, es decir, dar nosotros mismos testimonio. ¿Cómo? “como los antiguos mártires, y los millares de Santos que refulgen en la historia de la Iglesia, dar testimonio de que la vida es tanto más digna de ser vivida, cuanto más dedicada está al servicio de Dios, de sus mandamientos y de una causa justa, como es la de nuestra patria restaurada en Cristo”[1].

Si queremos ser fieles a Dios y a nuestra Patria argentina tenemos que tener en nuestra alma la disposición al martirio, lo cual no quiere decir que el Señor nos lo vaya a pedir; pero, la disposición interior debe estar. Derramar nuestra sangre por Cristo reviste un carácter extraordinario. Pero el testimonio puede revestir también un carácter ordinario. Hablamos, entonces, del testimonio de la palabra y de la conducta. Estos dos, el Señor sí nos lo reclama. No es fácil pero debemos ser fieles a ese testimonio silencioso, constante, difícil, incomprendido y heroico; máxime en estos tiempos de apostasía. Sigue leyendo

Un sínodo fracasado: todos han quedado derrotados, empezando por la moral católica

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27 octubre, 2015

Al día siguiente del XIV Sínodo sobre la Familia, parecería que todos han ganado. Ha ganado el papa Francisco, porque ha conseguido elaborar un texto que pone de acuerdo a dos posturas opuestas. Han ganado los progresistas, porque el texto aprobado admite la Eucaristía para los divorciados vueltos a casar. Han ganado los conservadores, porque el documento no alude en concreto a la administración de la comunión a los divorciados y rechaza el matrimonio homosexual y la teoría de género.

Para entender mejor lo sucedido, hay que partir de la tarde del 23 de octubre, cuando se encargó a los padres sinodales la redacción final, elaborada por una comisión ad hoc basándose en las enmiendas (modi) al Instrumentum laboris, propuestas por los grupos de trabajo organizados por idiomas (circuli minores).

Con gran sorpresa de los padres sinodales, el texto que se les encargó el pasado jueves por la tarde sólo estaba en lengua italiana, estando totalmente prohibido comunicarlo no sólo a la prensa, sino también a los 51 oyentes y demás participantes en la asamblea. El texto no tenía en cuenta ninguna de las 1355 enmiendas propuestas durante las tres semanas previas, y en sustancia volvía a proponer la estructura del Instrumentum laboris, que incluía los párrafos que habían suscitado tan duras críticas en el aula: los referidos a la homosexualidad y a los divorciados vueltos a casar. El debate se fijó para la mañana siguiente, con lo que sólo se podían preparar durante la noche nuevas enmiendas a un texto redactado en una lengua que sólo dominaban algunos de los padres.

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