Eran los fariseos los que decidían sobre los divorcios «caso por caso»

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3 noviembre, 2015

Es frecuente leer hoy en día que entre los defensores de la indisolubilidad del matrimonio habría muchos fariseos, que adoptarían una postura rigorista porque, privados de misericordia, querrían afirmar su superioridad moral, cerrando de esa forma la puerta. Por consiguiente, una Iglesia abierta rechazaría el legalismo farisaico sancionando un nuevo concepto de misericordia y, en el caso del matrimonio, de la fidelidad y el adulterio.

Es indudable que entre los que profesan ser defensores de la verdad hay fariseos. Es más: la verdad puede convertirse en un ídolo, y hasta utilizarse como arma arrojadiza contra los adversarios. Pero no es así cuando quien la afirma lo hace con amor y con la convicción de que se dé testimonio de esa verdad y se la proclame con humildad y por el bien común (ni como un privilegio ni como motivo de orgullo). Ahora bien, aparte de los juicios, en muchos casos temerarios, sobre los motivos que impulsarían a numerosos padres sinodales a sostener la doctrina tradicional frente a la tesis de algunos episcopados de Europa del norte, es interesante echar un vistazo al Evangelio y observar cómo se comportaban en realidad los fariseos.

¿Los vemos empeñados en defender la indisolubilidad conyugal, tan claramente proclamada por Cristo, en nombre de la ley? No; todo lo contrario. Son precisamente los fariseos los que se oponen a la doctrina matrimonial que enseña el Evangelio. Son ellos los que se acercan a Jesús y tratan de menoscabar su claridad y le preguntan si es lícito repudiar a la esposa por un motivo cualquiera. (S. Mateo 19,3). Efectivamente, la ley de Moisés concedía al hombre el libelo de repudio, es decir, el divorcio con la posibilidad relativa de contraer nuevas nupcias. Jesús no se mete en la casuística de los rabinos. No se pierde en casos particulares aunque en efecto los tenga presente en su misericordia; les recuerda, por el contrario que al principio no fue así: «A causa de la dureza de vuestros corazones os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres», y les recuerda asimismo que el designio original de Dios es que los esposos sean «una carne». Sigue leyendo

PELIGRO ADELANTE. ¿Divorciados vueltos a casar?, la “descentralización” aún está en la agenda

sinodo-2015

24 octubre, 2015

PELIGRO ADELANTE. Un miembro del comité de redacción para el documento final del Sínodo afirma: ¿Familiaris Consortio? ¡Las circunstancias han cambiado!  ¿Divorciados vueltos a casar?, la “descentralización” aún está en la agenda

El cardenal Oswald Gracias de Mumbai, uno de los diez prelados mayormente liberales, asignado por el papa Francisco para el comité de redacción preliminar para la relatio final del Sínodo, ha surgido inesperadamente en los últimos días como un defensor de una mayor “apertura” hacia los homosexuales. Sus comentarios en la conferencia de prensa del Vaticano del día de hoy son fieles a sus formas, y dado su papel en la redacción del documento sinodal deja entrever algo que podría ser manipulado en favor de la Kasperita y de preocupaciones liberales.

Es revelador que en el discurso de descentralización él, y otros defensores de esta idea, hagan referencia repetidamente al problema de la poligamia en África como ejemplo de los problemas cotidianos con los que se deben lidiar por parte de las conferencias episcopales locales. Uno debe preguntarse si éste es un tema de conversación liberal acordado para humillar a los obispos africanos y dirigirlos hacia un respaldo a la opción de “descentralización”.

Como dijimos ayer, no tenemos razones para relajar nuestra vigilancia mientras el Sínodo entra en sus días finales. Oraciones y penitencias continuas son aún más necesarias durante los días previos al sábado, cuando la relatio final será consignada al papa Francisco.

Del reporte de la rueda de prensa de hoy del Sínodo, de las Noticias del Vaticano (las negritas son nuestras) – tomen nota de que el nombre del Cardenal ha sido extrañamente mal escrito en todo momento como “Clemencia”: (“Gracious”).

“Clemencia” fue cuestionado acerca de qué piensa de la “sana descentralización”. Dijo que la Iglesia es un cuerpo universal pero que esto también significa que existen diversas circunstancias en este cuerpo. Expresó que la Iglesia tiene que lidiar concretamente con las situaciones. Sería por lo tanto apropiado para las diversas Conferencias Episcopales el estudiar los comportamientos que ocurran en su contexto, según comentó el Cardenal. Empleó a la poligamia como un ejemplo. Dijo que esto no era un problema en la India pero sí que lo era en África por lo que le correspondería a la Iglesia africana el investigar este asunto. Agregó que los obispos necesitarían contar con el entrenamiento y la asistencia adecuados teológica y canónicamente.

También expresó que el comité de la redacción preliminar recibió entre 700 y 800 modi o “comentarios” para el texto final. Éstos fueron entregados a expertos para ser clasificados dentro de varias áreas diferentes. Fueron examinados por el comité de redacción preliminar y luego entregados a los escritores.

El Cardenal fue cuestionado acerca de la Familiaris Consortio nº 84 (el documento del Sínodo de la Familia en 1980). En este documento san Juan Pablo II dijo que los divorciados y los vueltos a casar civilmente no podían ser admitidos a la Eucaristía. Se le preguntó si el comité de redacción preliminar plantearía este problema en el documento final, ya que ha sido hablado frecuentemente en este Sínodo. Clemencia afirmó que un número de problemas eran similares, pero que las circunstancias han cambiado. Puntualizó que la Familiaris Consortio también estableció que los casos deberían ser examinados cuidadosamente. Comentó que san Juan Pablo II, en ese párrafo, estableció que no debemos poner a todos en la misma categoría. El Cardenal dijo que no podemos tratar a todas las personas de la misma manera. Aquel que rompió un vínculo matrimonial es diferente de aquel que no quiso que sucediera y que trató por todos los medios de mantenerlo. Clemencia manifestó: “Para ser honesto, no tenemos una solución”. Sostuvo que  se necesita contar con un estudio de escrituras, teología moral, doctrina, tradición y, con esperanza, así como que la comprensión se profundice, entonces surgirá un camino a seguir.

El cardenal Clemencia añadió que hay percepciones diferentes, pero que es importante que un texto clave esté producido, porque puede ofrecer -esta vez- una dirección pastoral.

[Traducido por Mauricio Monroy. Artículo original]

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com

El papa Francisco está, a todos los efectos, en guerra con la Iglesia

francisco

23 octubre, 2015

Acabamos de recibir esta nota de Damian Thompson:

“Francisco pronunció ayer un discurso ante un Sínodo profundamente dividido sobre el tema de la Familia, en el que confirmó sus planes de descentralizar la Iglesia otorgando más libertad a las conferencias episcopales para que ellas mismas resuelvan los casos de divorcio y homosexualidad.

Esta es la pesadilla de los cardenales conservadores, entre los que se cuentan – -como era de esperar– los del Vaticano. Creían que tenían mayoría suficiente en el Sínodo para impedir que se revocara la prohibición de comulgar a los católicos divorciados y vueltos a casar, o cualquier ablandamiento en la actitud de la Iglesia hacia las parejas homosexuales.

Pero en el discurso inaugural de ayer, al iniciarse la última semana del Sínodo, Francisco anunció que la descentralización se impondrá desde arriba.

Mientras se refiere a sí mismo deliberadamente como ‘el obispo de Roma‘, para subrayar su solidaridad con los obispos de todo el mundo (en oposición a la Curia Romana – es decir, “el Vaticano”), invocó la autoridad del Sumo Pontífice sobre los meros cardenales.” La nota informativa completa (en inglés) se puede leer AQUÍ.

COMENTARIO DE THE REMNANT

Unas preguntas para la Federación Internacional Una Voce, la Fraternidad de San Pedro, el Instituto de Cristo Rey, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, etc., etc., etc.: ¿A qué esperamos exactamente? Muchos conservadores e incluso neocatólicos se están desempeñando mejor al desenmascarar el evidente  golpe de estado que está teniendo lugar en este momento al interior del Vaticano. Y mientras, ¿los católicos tradicionales guardamos un silencio solemne y, la mayor parte, nos quedamos cruzados de brazos? No lo entiendo.

Se acabó. Se están apoderando de nuestra Iglesia. Están invadiendo nuestra casa. Están violando a nuestra madre. Nuestra vida como católicos nunca será la misma después de esto. Por Dios, ¿a quién le importan la situación canónica y las autorizaciones permisos para decir Misa en latín y mantener una apariencia respetable y normal ante los apóstatas? ¡Qué más da! El barco se hunde y tenemos que avanzar hacia Roma, si no físicamente, en todo lo demás; también a través de Internet y con brigadas de oración.

El tiempo para la diplomacia ya se acabó. Nos guste o no, han declarado la guerra a todo lo que consideramos sagrado, incluida la fe que nos transmitieron nuestros padres. En marcha, pues.

Esta bien puede ser nuestra última oportunidad, puesto que una vez que Roma se rinda por completo en cuestiones morales no podremos recurrir a la cláusula de objeción de conciencia, y menos cuando la policía del pensamiento se presente aporreando nuestra puerta en mitad  de la noche. No vamos a poder apelar a nuestras convicciones religiosas cuando nos quieran imponer el homomonio, la cohabitación y todo lo demás. Si enseñamos a nuestros hijos la fe y la moral de siempre en los días por venir, nos tildarán de fundamentalistas y de fanáticos intransigentes y dirán que no estamos en condiciones de criar a nuestros hijos.

Esos locos modernistas de Roma están preparando el terreno para la peor persecución de católicos en la historia. Y cuando llegue esa persecución, me pregunto si nos vamos a preocupar que hubiera un tiempo en que nos llamaran fanáticos tradicionalistas, nos acusaran de cismáticos y dijeran que nuestra situación canónica era irregular. Repito, ¿QUÉ MÁS DA?

Ha llegado la hora de levantarse y luchar. Si no lo hacemos, con certeza la historia nos condenará por haber sido cómplices de las serpientes y demonios que hicieron cuanto estaba en sus manos para destruir la Santa Iglesia de Jesucristo Rey.

Que Dios nos ayude a todos a hacer lo que debemos en este momento.

Michael Matt

[Traducido por Cecilia González. Artículo Original]

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com

Carta abierta al Sínodo por parte de más de 100 conversos. Texto completo firmado

cartasdeloslectores

16 octubre, 2015

24 de septiembre de 2015

Su Santidad, queridos Padres en Cristo:

Somos todos conversos a la fe Católica. Algunos fuimos criados en otras comunidades cristianas; algunos llegamos, sin bautizar, de otras religiones, otros conocimos el secularismo absoluto y nos creíamos agnósticos o ateos.  A pesar de la diversidad de experiencias tenemos lo siguiente en común: adoptamos a la Iglesia como adultos. Al prepararse para el Sínodo de la Familia esperamos que se sientan alentados por la multitud de fieles laicos que se han unido, y continúan uniéndose, a la Iglesia en gran parte debido a lo que esta propone acerca del ser humano en sus enseñanzas sobre la diferencia de géneros, la sexualidad, el matrimonio y la familia.

En el pasado, la mayoría de nosotros hubiésemos objetado a, cuando menos, algunos de los componentes de las enseñanzas de la Iglesia tocante a estos temas. Sin embargo, al darnos cuenta cuan dañinos eran los resultados de los conceptos populares acerca de la sexualidad humana, y cuando algunas de nuestras congregaciones empezaron a ceder ante la cultura dominante —y sus ideas acerca de la libertad, la igualdad, el progreso, así como su creciente agnosticismo— cada uno de nosotros empezó a sospechar que había algo acertado en el criterio de la Iglesia. Amén de su falta de popularidad, las enseñanzas de la Iglesia acerca de la realidad nos parecieron curiosamente atractivas; con el tiempo quedamos convencidos de que reflejaban la verdad más profunda de nuestro ser, una verdad que, aunque exigente, está llena de bondad y hermosura a la vez. Es más, la certeza de la Iglesia en sus enseñanzas y su confianza al proclamarlas, inclusive ante una oposición hostil, fue para nosotros prueba de que en ella podríamos encontrar una vida en Jesucristo tal y como Él es. Como seres humanos, comprendemos la naturaleza dramática del deseo y de la «dictadura» de la auto justificación que frecuentemente lo acompaña. Y como conversos, también reconocemos esa tendencia de los cuerpos eclesiales, cuando carecen de la autoridad de un vínculo histórico con Cristo a través de Su Vicario, a adaptar el cristianismo a la mentalidad dominante.

En resumen, el hecho de que la Iglesia Católica se ha aferrado a la verdad más profunda acerca de nuestra existencia personificada fue, para nosotros, un foco de atracción y una señal de que la Iglesia es el vínculo más seguro al Cristo Encarnado.

Con respecto a la desconcertante diversidad en la opinión contemporánea acerca del bienestar humano, y especialmente en lo que concierne al cuerpo humano, comprendimos que la naturaleza radical de la aserción cristiana —que Dios, el Hijo, asumió toda la carne en Si—  se encontraba en entredicho. Cristo «manifiesta plenamente el hombre al propio hombre» (Gaudium et Spes 22). Él, por lo tanto «esclareció» el sentido de nuestra humanidad —y con este el significado del cuerpo, de la diferencia de géneros, de la sexualidad, del matrimonio y de la familia. Hizo esto, por ejemplo, cuando los fariseos le preguntaron acerca del divorcio y los remitió (al igual que a sus discípulos) al «principio», a la naturaleza humana tal y como fue creada. Dio, además, algo nuevo a esa humanidad al otorgarle, misericordiosamente, una porción de Su fidelidad a la Iglesia. No fue cosa accidental que los primeros cristianos se sentían atraídos a la Iglesia a través de la radiante humanidad de Sus partidarios, la cual se manifestaba, por ejemplo, en su insólita actitud hacia la mujer, los hijos, la sexualidad humana y el matrimonio.  Y no fue accidental tampoco que, por razones similares, también nosotros sentimos esa atracción hacia la Iglesia muchas centurias después.

Estamos perfectamente conscientes de la difícil situación pastoral a la cual se enfrentarán durante el Sínodo, especialmente en lo que concierne a los católicos divorciados; y compartimos con ustedes esa abrumadora carga a la que se enfrentan. Algunos de nosotros hemos experimentado  el dolor del divorcio en carne propia, y casi todos tenemos parientes y amigos que han padecido de esta misma manera. Estamos, por lo tanto, agradecidos de que se le preste atención a un problema que ha causado tanto daño a hombres y mujeres, a sus hijos y, ciertamente, a nuestra cultura en general.

Les escribimos esta carta, sin embargo, debido a nuestra ansiedad acerca de ciertas propuestas cuyo objetivo es cambiar la disciplina de la Iglesia en cuanto a la comunión de católicos divorciados y vueltos a casar por lo civil. Francamente estamos sorprendidos por la opinión de los que proponen una «vía de penitencia» que toleraría lo que la Iglesia jamás ha permitido. En nuestro juicio tales propuestas no le hacen justicia  a la irrevocabilidad de la unión matrimonial, ya que descartan el «primer» matrimonio como si este estuviera «muerto» o, peor aún, reconocen la perdurabilidad de su existencia a la vez que lo violentan. Estas propuestas no pueden hacer otra cosa sino contradecir la doctrina cristiana del matrimonio. No podemos comprender como es que estas propuestas podrían considerarse, según se afirma, misericordiosas o de carácter pastoral. Una respuesta pastoral que no respeta la realidad de los hechos, no importa cuán bien intencionada sea, solamente agrava el sufrimiento que busca aliviar. ¿Cómo no pensar en el cónyuge abandonado y en los hijos? Es necesario considerar el efecto en las generaciones venideras, ¿cómo pueden tales cambios inculcar a los jóvenes el valor y la belleza de la indisolubilidad del matrimonio?

Ante todo, creemos que tales propuestas no consideran plenamente la verdadera crisis de la familia, la que subyace los problemas del divorcio, la anticoncepción, la convivencia y la atracción homosexual. La crisis, como ya lo ha señalado Benedicto XVI, es «a causa de una errónea comprensión de la libertad; peor aún, continua, debemos ahora enfrentarnos a un punto de vista que plantea «la cuestión del hombre mismo; de la cuestión sobre qué es el hombre» (Discurso del Santo Padre Benedicto XVI a la Curia romana con motivo de las felicitaciones de Navidad, 2012). Los cambios a la disciplina de la Iglesia que se han presentado no están tan solo lejos de ser idóneos para los retos que debemos enfrentar, pero nos parecen una capitulación ante el problema al que supuestamente están dirigidos.

Al igual que todos, hemos sido testigos de la destrucción creada por la cultura del divorcio, y como conversos hemos sido también testigos de la complicidad del cristianismo en esa cultura. Hemos visto como nuestras comunidades abandonaron el veraz y radical testimonio original cristiano acerca del hombre y la mujer, junto con el acompañamiento pastoral que quizá les hubiera permitido vivirlo.

Es por esto que nos volvemos hacia ustedes. Esperamos que defiendan las enseñanzas de Cristo acerca de la indisolubilidad del matrimonio con la misma fidelidad, con ese mismo testimonio jovial y valeroso que la Iglesia Católica ha desplegado a lo largo de toda su historia. Contra esta sabiduría mundana, que aconseja resignarnos y ceder al derrotismo, la Iglesia debe  hacer al mundo recordar, una vez más, la belleza de la fidelidad conyugal cuando esta se vive en unión con Cristo. ¿Quién queda en pie para ofrecerle al mundo algo más que el eco de su propio cinismo? ¿Quién queda en pie para guiarlo hacia una experiencia auténtica del amor? ¡Es hoy, más que nunca, cuando el mundo necesita del testimonio profético de la Iglesia! En las palabras que el Papa Francisco dio a miles de jóvenes durante la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil:

Hay quien dice que hoy el matrimonio está “pasado de moda”…  que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas, “para siempre”, porque no se sabe lo que pasará mañana.  Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, que vayan contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, que no son capaces de amar verdaderamente. (Jornada Mundial de la Juventud [encuentro con los voluntarios, 28 de julio de] 2013)

Al reunirse en Roma para el Sínodo de la Familia, queremos brindarles el testimonio de nuestra conversión, el cual testifica sobre el atractivo de la verdad acerca del hombre y la mujer, tal y como fue hecho patente por Cristo a través de su Iglesia. Confiamos en que este testimonio fortalecerá el suyo propio para que la Iglesia continúe respondiendo a lo que el corazón humano anhela con tanta vehemencia.

Sinceramente en Cristo,
Mark Alder – Director, Christendom Awake

James D. Anderson,  Asesor Mayor de Historia y Teología, The Coming Home Network
International; antiguo seminarista luterano.

Bryan Atkinson,  Director médico de hospicio paliativo

Joseph Atkinson,  Profesor Adjunto de Escritura Sacra, The John Paul II Institute for
Studies in Marriage and the Family en la  Catholic University of America (Washington
DC); Director, Theology of the Family Project; antiguo sacerdote anglicano.

Diacono Mark Baker,  Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Diacono James Barnett, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Francis J. Beckwith, Profesor de Filosofía y Estudios de la Iglesia y el Estado, Baylor University;
antiguo Presidente de la Evangelical Theological Society; antiguo ministro en la Iglesia Evangelica Unida.

Philip Bess, Profesor de Arquitectura, University of Notre Dame.

Joshua Belokur,  enfermero, Highland Hospital (New York); antiguo pastor en The Church of
the Nazarene.

Rachelle Belokur, enfermera, Heritage Christian Services (New York).

Timothy T. Bergsma,  farmacómetrista, Certara.

Reverendo W. Scott Blick,  Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Reverendo Kenneth M. Bolin, Ordinariato Personal de la Silla de San Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Laura Bramon,  especialista en la protección internacional de menores y contra la trata de personas.

Clinton A. Brand,  Profesor Adjunto y Director de la Facultad de Inglés, University of
St.Thomas (Houston, Texas).

Christine-Thérèse Broesamle, misionera en África y Europa, negociadora internacional,
autora,  antigua misionera de la iglesia evangélica.

Reverendo Jerry Brown − Pastor, iglesia católica de la Inmaculada Concepción de María (Brentwood, CA);
Director de formación sacerdotal (Diócesis de Oakland); antiguo sacerdote episcopal.

Gail Buckley, Presidente y fundadora de Catholic Scripture Study International; Presidente de la
Catholic Leadership Conference.

  1. Budziszewski, Profesor de Asuntos Gubernamentales y Filosofía, University of Texas en Austin.

Reverendo Mark Cannaday,  Administrador de la Iglesia Católica de St. Gilbert of Sempringham,
Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, jubilado (Boerne, Texas); antiguo canónigo
y rector episcopal.

Steven L. Carlson − Catequista,  iglesia católica de San Juan Bautista (Plum City, Wisconsin); antiguo
ministro en la Iglesia Evangélica Luterana (ELCA).

Paul Cates,  Presidente, Faith Christian Ministries; antiguo pastor luterano.

Jeff Cavins − fundador y Presidente, The Great Adventure Bible Study System.

Charles M. Clowe, Presidente, Clowe Oil Co. (Ardmore, Oklahoma).

Paisley H. Clowe, maestra, ministro de música.

Adam G. Cooper,  Socio Permanente y Decano Adjunto de Investigación, The John Paul II
Institute for Marriage and Family (Melbourne); antiguo pastor en la iglesia luterana de
Australia

Rob Corzine,  Vise Presidente de Programas, St. Paul Center for Biblical Theology.

David Crawford,   Decano Adjunto de Asuntos Académicos, The John Paul II Institute for Studies
in Marriage and the Family en la Catholic University of America (Washington DC).

David B Currie, Catedrático, St Paul Center for Biblical Theology; autor; conferenciante; antiguo
misionero fundamentalista.

Reverendo Peter H. Davids,  Director, Casa de estudios del Ordinariato Personal de la Silla de
San Pedro, Sacerdote en  residencia, iglesia católica de Nuestra Señora de Walsingham (Houston, Texas);
Profesor invitado de la Biblia y Teología Aplicada, Houston Graduate School of
Theology; antiguo sacerdote episcopal.

Alan J. Doksansky, antiguo pastor bautista.

Muy Reverendo Peter J Elliott, Obispo Auxiliar, Melbourne; Director, The John Paul II Institute
(Melbourne).

Peter G. Epps, Profesor Invitado Adjunto de Inglés, Oklahoma State University;
Coordinador de RICA,  iglesia católica de San Francisco de Asís (Oklahoma City, OK); antiguo
profesor en el College of Biblical Studies (Houston, Texas).

Thomas F. Farr − Director, Religious Freedom Project, The Berkley Center for Religion, Peace,
and World Affairs, Georgetown University.

John Finnis − Profesor Emérito de Derecho y Filosofía del Derecho, University of Oxford.

John Fraysier, propietario, CastleGuard Pest Management, Inc. (New York); antiguo Director
Regional, InterVarsity Christian Fellowship
Clinton Froscher, miembro, junta editorial del provedor de libros Communio International Catholic Review.
Jennifer Fulwiler, autora, anfitriona de la radio.

Laura L. Garcia,  Académica en Residencia en Filosofía, Boston College.

Sherif Girgis, Investigador Académico, Witherspoon Institute; candidato a Doctor en Jurisprudencia, Yale Law School;
candidato al doctorado, Princeton University; autor.

Dawn Eden Goldstein, autora; candidata al doctorado en teología, The University of St. Mary of the Lake.

Gregory Graham, Director de Tecnología, Cistercian Preparatory School (Irving, Texas).

George Griffin – antiguo pastor metodista.

Marcus C. Grodi, fundador y Presidente, The Coming Home Network International; anfitrión, The
Journey Home (EWTN); antiguo ministro presbiteriano.

Jean De Groot, Profesor de Filosofía, The Catholic University of America.

Reverendo Lee W. Gross − Decano de Estudiantes, Mount St. Mary’s Seminary (Emmitsburg, MD); antiguo
ministro luterano y episcopal.

Scott Hahn, Profesor de Teología, Franciscan University of Steubenville; autor; antiguo
pastor protestante

Kimberly Kirk Hahn, autora; conferencista.

Jacqueline Halbig von Schleppenbach, asesora y líder laica.

Michael Hanby,  Profesor Adjunto de Religión y Filosofía de la Ciencia, The John Paul II
Institute for Studies in Marriage and the Family en la Catholic University of America
(Washington DC).

Greta Harper, fundadora de Voices in the Square.

Reverendo Brian W. Harrison, Académico en Residencia, Oblates of Wisdom Study Center (St. Louis,
Missouri); Profesor Adjunto Emérito de Teología, Pontifical Catholic University of
Puerto Rico (Ponce, PR); Capellán, St. Mary of Victories Chapel (St. Louis, Missouri)

Reverendo Richard Harrris, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Todd Hartch, Profesor de Historia, Eastern Kentucky University; antiguo ministro del campus,
InterVarsity Christian Fellowship

Padre Doug Hayman, Sacerdote Administrador, Iglesia de la Anunciación de la Santísima Virgen María
(Ottawa, Canadá), una cuasi-parroquia del Ordinariato Personal de la Silla de San
Pedro; capellán y miembro de la facultad, Augustine College (Ottawa); antiguo sacerdote de la
Anglican Church of Canada y de la Anglican Catholic Church of Canada.

Joy Elizabeth Heebink, Profesora Adjunta de Religión, Waldorf College; antigua pastora luterana
(ELCA).

Richard George Herbel, monje en St. Augustine’s House (Oxford, Michigan); antiguo pastor
luterano.

Frank W. Hermann, Profesor Adjunto de Inglés, Franciscan University of Steubenville

Kent R. Hill, executive de desarrollo international ; activista pro libertad religiosa; antiguo presidente de
Nazarene College.

Reverendo William Holiday, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

  1. John L. Holleman, Pastor, Holy Name of Jesus Church (Semmes, AL); antiguo sacerdote
    episcopal.

Reverendo Charles A. Hough IV, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro; antiguo sacerdote
episcopal.

Rodney Howsare, Profesor de Teología, DeSales University; antiguo pastor en la Assembly
of God Church.

Jane Hartman Irwin, Profesor de Música, Lincoln Land Community College; pianista;
artista de grabación.

Mike L. Isbell, Miembro de la Junta Educativa (Beaufort County, North Carolina); antiguo
pastor de Disciples of Christ.

Reverendo Joseph Jacobson, Rector de la Arquidiócesis de Grouard-McLennan (jubilado)
(Alberta, Canadá); Vicario Parroquial, Cathedral Parish of St. John the Baptist (jubilado)
(Alberta, Canadá); antiguo pastor luterano y obispo (Sínodo de Alberta, ELCIC).

Susan Jenkins, Ministro de Actividades Pastorales, Maria Stein Shrine of the Holy Relics (Ohio).

Frank Johnson, Catequista Mayor; antiguo pastor metodista.

Jennifer Johnson, Directora Adjunta, The Ruth Institute.

Katherine M. Johnson,  autor; ministro y líder de adultos; antiguo misionero con Wycliffe Bible
Translators.

Reverendo Phillip M. Johnson, Pastor, parroquia de St. Thomas More (Cherry Hill, New Jersey);
antiguo pastor luterano.

Richard Johnson, Director de Ministerio a Familias y Adultos, Iglesia Católica del Espíritu Santo
(Duncanville, Texas); antiguo Director de personal, Wycliffe Bible Translators.

Reverendo Carleton P. Jones, Prior, St. Dominic Priory (Washington, DC); antiguo clérigo
anglicano.

Elizabeth Kantor, autora; editora, Regnery Publishing.

Reverendo Lee Kenyon, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Reverendo Leonard R. Klein, Administrador, Catedral de San Pedro y Santa  María/parroquia de San Patricio
(Wilmington, DE); antiguo pastor luterano.

Reverendo W.E. Knickerbocker, Jr., Ministro Sacramental; St. Iglesia Católica de Santa Teresa (Junction,
Texas); Profesor Emérito, Memphis Theological Seminary; antiguo sacerdote Episcopal.

Robert C. Koons, Profesor de Filosofía, University of Texas at Austin.

Christopher Marc LaRose, Director Adjunto, The Coming Home Network
International (jubilado); antiguo pastor metodista.

Reverendo Mark Lewis y Sra. Vicki Lewis, Ordinariato Personal de la Silla de San Pedro; antiguo
sacerdote episcopal.

Jody Vaccaro Lewis, Profesora Adjunta de Escritura Sacra, Pontifical Faculty of the
Immaculate Conception at the Dominican House of Studies.

  1. Bradley Lewis, Profesor Adjunto de Filosofía, The Catholic University of America.

Jurgen Lias, Pastor, St. Gregory the Great Ordinariate Catholic Church (Boston, MA);
antiguo sacerdote episcopal.

Katherine E. Lundstrom, Presidente/CEO, Firm Foundations, Inc.

Margaret Harper McCarthy, Profesora Adjunta de Antropología Teológica, The John
Paul II Institute for Studies in Marriage and the Family en la Catholic University of
America; editora de Humanum.

Hermana Laura Marie Menge, novicia de las Missionary Benedictine Sisters of Tutzing; antigua
pastora luterana.

Serena Harper Miggins, Administradora de Operaciones y Negocios, Aquinas Companies (Houston, Texas).

David Mills, Director editorial, Ethika Politika; Editor en jefe, The Stream; antiguo
Editor ejecutivo, First Things.

Anca Nemoianu, Directora, Intensive English Program, The Catholic University of America.

Alana Newman, fundadora y Directora, The Anonymous Us Project y la Coalition Against
Reproductive Trafficking.

Reverendo Jay Scott Newman, Pastor,  Iglesia Católica de Santa María (Greenville, S C).

Reverendo George Ortiz-Guzman, Ordinariato Personal de la Silla de San Pedro; antiguo sacerdote
episcopal.

Reverendo David Ousley, Pastor, Church of St Michael the Archangel and Blessed John Henry
Newman Catholic Community en el Ordinariato Personal de la Silla de San Pedro
(Philadelphia); antiguo rector episcopal.

Reverendo Diácono Joseph A. Pasquella, Diácono de St. Patrick’s (Bellfast, NY), St. Patrick’s (Fillmore,
NY) y  Our Lady of the Angels (Cuba, NY); antiguo ministro pentecostal (Cuba, NY).

Colin Patterson, Socio Permanente, The John Paul II Institute for Marriage and Family
(Melbourne); antiguo ministro de la Uniting Church en Australia.

Reverendo Timothy Perkins,  Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Chad Pirotte,  Instructor, School of Faith (Kansas City); antiguo pastor presbiteriano.

Dale Pollard,  Profesor de Sociología y Liderazgo, Trinity Western University; Director, 8th
Day Community (sin fin de lucro); antiguo pastor en Assemblies of God.

Steve Ray,  autor; conferenciante; productor; guía de peregrinajes.

Mark Regnerus, Profesor Adjunto de Sociología, University of Texas at Austin; Socio
Pricipal, Austin Institute for the Study of Family and Culture.

Reverendo Carl Reid, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Jay Richards,  Profesor Adjunto de Investigación, School of Business and Economics, The Catholic
University of America; Editor ejecutivo, The Stream.

Keith A. Rickert Sr.  antiguo sacerdote en la  International Communion of The Charismatic
Episcopal Church.

Anna Rist,  autora.

John Rist,  Profesor Emérito de Filosofía y los Clásicos, University of Toronto.

Christopher C. Roberts,   autor; candidato al diaconato, St. Charles Borromeo Seminary.

Reverendo Patrick Rohen,  Capellán (Captan), Ejercito de los Estados Unidos (retirado); antiguo ministro
evangélico.

Reverendo Richard Rojas,  Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Devin Rose, apólogo católico; autor.

Austin Ruse, Presidente, Center for Family & Human Rights (C-Fam).

Cathy Ruse, Socia Principal en Derecho, Family Research Council.

Karen Sadock,  Catequista; antigua candidata al sacerdocio en la iglesia Episcopal.

Reverendo John Saward, Sacerdote a Cargo, SS. Gregory and Augustine, Oxford; Socio, Blackfriars
Hall, Oxford University; antiguo clérigo anglicano.

Marianne Scarborough, ex Catedrática de Historia Antigua, Salisbury University (MD);
antigua misionera anglicana.

Joshua W. Schulz,  Profesor Adjunto de Filosofía, DeSales University; editor, Maritain
Notebook.

Rebecca Samuel Shah,  Investigadora Adjunta, The Berkley Center for Religion, Peace and World
Affairs, Georgetown University.

Timothy Shah,  Director Adjunto de The Religious Freedom Project, The Berkley Center for
Religion, Peace, and World Affairs, Georgetown University.

Mark Shiffman,  Profesor Adjunto, Facultad de Humanidades, Villanova University.

Reverendo Chori Seraiah y Sra. Catherine Seraiah, Ordinariato Personal de la Silla de San
Pedro; antiguo sacerdote Episcopal.

Richard Upsher Smith, Jr.  Profesor de los Clásicos, Franciscan University of Steubenville;
antiguo sacerdote de la Anglican Church of Canada y de ECUSA.

  1. J. Snell, Profesor de Filosofía, Eastern University; Director ejecutivo, The Agora
    Institute for Civic Virtue and the Common Good.

Tim Staples, Director of Apologética y Evangelización, Catholic Answers.

Monseñor Jeffrey Steenson, Ordinario, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro; antiguo
Obispo de la Diócesis del Río Grande en la Episcopal Church USA.

Diácono Mark Stockstill, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro, antiguo sacerdote episcopal.

Reverendo D. Paul Sullins, Profesor Investigador en Sociología, The Catholic University of America;
Socio Principal, Marriage and Religion Research Institute (MARRI); antiguo clérigo anglicano
Bruce Sullivan,   catequista parroquial; Asesor, Coming Home Network International; antiguo
ministro en Church of Christ.

Karen Taliaferro,  Socia de Investigación Posdoctoral, James Madison
Program in American Ideals & Institutions, Princeton University.

Charles G. Tate,  Juez Especial de Distrito (Retirado), State of Oklahoma; antiguo pastor protestante.

Rebecca Ryskind Teti,  Directora de Programas para la Mujer, Our Lady of Bethesda Retreat Center.

Paul Thigpen,  autor; Profesor de Teología (jubilado), Southern Catholic College; ex
miembro del National Advisory Council of the U.S.C.C.B.; antiguo pastor protestante y
misionero.

Reverendo Pedro Toledo,  Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro; antiguo sacerdote Episcopal
Hilary Towers,  Psicóloga del Desarrollo; autora.

Reverendo Vaughn A. Treco,  Capellán, The Society of Saint Bede the Venerable Chaplain &
Teacher, Providence Academy; antiguo clérigo anglicano.

Wesley Vincent,  Psicólogo Clínico.

Reverendo William G. Waun, Ordinariato Personal de la Silla de San  Pedro; antiguo sacerdote Episcopal.

Monseñor Peter Wilkinson,  Prelate of Honour; antiguo Arzobispo de la Anglican Catholic
Church of Canada.

Reverendo Kenneth T. Wolfe, Ordinariato Personal de la Silla de San Pedro; antiguo sacerdote Episcopal.

Joseph R. Wood,  Profesor, Institute of World Politics.

Stephen Wood,  Presidente, Family Life Center International; antiguo ministro en la
Presbyterian Church in America.

[Traducido por Enrique Treviño]

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com

¡Para pegarle! (en pleno Sínodo, como hizo San Nicolás)

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12 octubre, 2015

Mientras sigue el circo (léase el Sinodo de la Familia), el arzobispo Stanisław Gądecki informa que el cardenal José Luiz Lacunza Maestrojuan, presidente de la Conferencia Episcopal Panameña y nombrado ponente del Sinodo por S.S. Francisco, propuso que la Iglesia desechara las enseñanzas de Jesús sobre el divorcio y las segundas nupcias. Para ello, decía, debemos volver a lo que dicen las Leyes de Moisés sobre el tema. Lo cita Rorate Caeli:

“Moisés cedió porque se acercó al pueblo. Del mismo modo, hoy en día la dureza de los corazones se opone al plan de Dios. ¿No podría S. Pedro tener misericordia como la tuvo Moisés?”

Quede claro que esto es pura apostasía. Es más, desechar las enseñanzas de Cristo para volver a la Ley de Moisés es el primerísimo ejemplo de apostasía que aparece en el Nuevo Testamento, y tampoco cayó nada bien (véase Hebreos 6,4-8). Por esta razón, se podría decir que Maestrojuan quiere que la Iglesia haga como los apóstatas sobre los que está escrito:

“Como hubo en el pueblo profetas falsos, así habrá falsos doctores, que introducirán sectas perniciosas, llegando hasta a negar al Señor que los rescató [Jesús], y atraerán sobre sí una repentina ruina.” (2ª de Pedro 2,1; las negritas son mías)

“Hubo también en el pueblo falsos profetas, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán herejías perniciosas, y que negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción.” (2ª de Pedro 2,1; las negritas son mías)

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Divorcio Católico – Se acumulan críticas de canonistas a la reforma de la anulación

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1 octubre, 2015

Ver también nuestros artículos previos:

¿Se pueden discutir los actos de gobierno del Papa?

Que conste: Última referencia del Cardenal Burke sobre el Sínodo y la Reforma de “Anulación”. Recordatorio Rorate: Sínodo del 2015 a punto de atacar también la Humanae Vitae

Cabeza de la Comisión del Vaticano Admite en Documento Oficial: Incremento en el Número de “Anulaciones” es Intencionado

Excommunication-RobertLa Excomunión de Roberto II “el Piadoso” –  pintura de Jean-Paul Laurens.

Algo está definitivamente en el aire: Canonistas prominentes inicialmente alabando las reformas de nulidad matrimonial, luego dando marcha atrás, después mostrándose fuertemente contra estas, y discusiones muy serias de descontento entre un número significativo de canonistas y prelados. ¡Y no es que estemos hablando de tradicionalistas! Las reformas arbitrarias y altamente problemáticas del Papa sobre el proceso de declaración de nulidad matrimonial, que fueron llevadas a cabo sin ninguna consulta amplia y en relativo secreto y publicadas el 8 de septiembre a través del motu propio Mitis Iudex, están volviéndose rápidamente en una crisis de autoridad de su gobierno sin precedentes. La crisis de autoridad es real y ninguna cantidad de negaciones ni indiferencia por los medios Católicos establecidos ni por blogueros Católicos “respetables” puede ocultarla.

En los primeros días después de la promulgación del Mitis Iudex las evaluaciones críticas de este por el canonista Kurt Martens y el profesor de teología sistemática Chad Pecknold, ambos profesores en la Universidad Católica de América, llegaron a una amplia audiencia a través del reporte en el Washing Post sobre la reforma (El Papa Francisco anuncia los cambios más grandes al proceso de anulación en siglos). A nuestro entender fue Martens quien primero se refirió públicamente a las reformas como “La versión Católica del divorcio no culposo”. Por favor guarden esto en consideración para la próxima vez que vean a un obispo o apologista profesional culpar a una conspiración secular por fabricar supuestamente la idea de que el Papa haya acabado de instituir el “divorcio Católico”. Pero divagando …

A pesar del artículo en el Washington Post, los análisis iniciales de las reformas en la prensa Católica “conservadora” tendían a ser o neutrales o positivas. Aparte de la opinión neutral de Jimmy Akin “Cosas a saber y compartir” del motu propio, tres ensayos que inicialmente elogiaban o restaban la seriedad de las reformas y escritos por canonistas rondaron en los medios sociales:

Benedict Nguyen: Reforma de Nulidad: 6 Conceptos erróneos y 6 Avances
Edward Peters: Un primer vistazo al Mitis Iudex (y a su post en Facebook)
Ed Condon: Mitis Iudex: Lo Bueno, Lo Malo, y Lo Feo

Estos tres expertos pronto comenzaron a sacar respuestas más críticas. Sigue leyendo