¿Calentamiento global? No, son las almas que arden en el infierno

Sodoma-y-gomorra

4 noviembre, 2015

Carta a mi nieta Olivia, nacida hace un mes, a ser leída dentro de veinte años para que pueda comprender el mundo en el que se encontrará.

Querida Olivia:

Dentro de veinte años probablemente quieras casarte, pero aquello en que devendrá el sacramento del matrimonio dentro de veinte años depende de nosotros hoy, o mejor dicho, del veredicto de los fieles, via referendum…

Hace unos pocos días concluyó un Sínodo sobre el matrimonio y a juzgar por los diarios se diría que han triunfado todos (progresistas y conservadores), al igual que sucede después de las elecciones políticas a las que estamos acostumbrados. Aunque, al leer la carta del secretario del Sínodo (Cardenal Baldisseri) al Corriere della Sera (del 27 de octubre), da la impresión de que quienes decidirán serán los “suscriptores” (el pueblo de Dios) quienes serán consultados mediante un cuestionario para evidenciar el sensus fidei. Naturalmente, esto es porque la grey posee su propio “olfato” para discernir lo que la Iglesia debe hacer en una materia que le compete. Luego, la voz del Espíritu Santo resuena también en la voz de los creyentes. A tal punto, para comprender cómo será este sacramento, temo que deberemos escuchar a la asamblea de los fieles interesados en la materia que juzguen…

Querida Olivia,

Cada época ha tenido sus miserias, tragedias y grandezas. Así ha sido desde que el hombre comenzó a intentar dar sentido a su propia vida y a sus acciones. Por este motivo las autoridades morales de las diversas religiones querían e intentaban explicar las razones del bien y del mal. Tu época, en cambio, está en peligro de ver desaparecer las autoridades morales, relativizadas y homogeneizadas en el mundo global, con el pretexto de evitar los conflictos globales debidos a las afirmaciones de dogmas y fundamentalismos, propuestos sobre todo en contextos de evangelización. Me temo que las autoridades morales ya no serán las mismas para perjuicio del conocimiento de la Verdad y de la conquista de la fe. Te darás cuenta dentro de algunos años cuando comiences el catecismo. Sigue leyendo