Hace unas semanas me encontraba en Misa, en una Iglesia de esas que la gente suele clasificar como “de corte tradicional”, llegada la predicación el Sacerdote nos sorprendió hablándonos de Lutero y de la unión de los cristianos. En concreto dijo que “Lutero fue un reformador pero quizás no supo hacerlo bien”. Me llamó la atención la imagen que intentó plasmar del que fue un hereje en la historia de la Iglesia, de repente parecía que nos estaba hablando de un mártir incomprendido en su época.
Intentar confundir a los fieles es algo muy grave, lo haga el párroco del barrio o el que se llama obispo de Roma elegido por la gracia de los Cardenales.
Que un Sacerdote hable positivamente de Lutero en una homilía nos muestra la falta de formación del clero, la deformación que han sufrido o lo pelotas que son. Este Lutero que hoy en día está siendo elevado a los altares, es el mismo que dijo “toda la Iglesia del papa es una Iglesia de putas y hermafroditas”, “todos los actos pontificios están sellados con la mierda del diablo, y escritos con los pedos del asno-papa”. Espero que no les hayan perturbado estos términos tan soeces pero no los digo yo, los dijo el mayor hereje que hemos sufrido, no ha habido otro como él y resulta que los curas papólatras de turno, esos que se molestan si alguien hace una mínima insinuación en contra del Sumo Pontífice le levantan un altar al hereje de los herejes, al que más improperios escupió sobre la figura del Papa. ¡Que sensatos son nuestros párrocos!…Hay que decirlo, son Vds. unos cachondos mentales. Perdonen que no elija una expresión más elaborada, pero a estas alturas la sencillez y la claridad meridiana deben ser nuestra bandera, no nos andemos por las ramas, nuestra salvación está en juego, no esperen sutilezas cuando Vds. nos tratan como a borregos, como a estúpidos ignorantes.