De los Sacerdotes conservadores, líbranos Señor

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Hace unas semanas me encontraba en Misa, en una Iglesia de esas que la gente suele clasificar como “de corte tradicional”, llegada la predicación el Sacerdote nos sorprendió hablándonos de Lutero y de la unión de los cristianos. En concreto dijo que “Lutero fue un reformador pero quizás no supo hacerlo bien”. Me llamó la atención la imagen que intentó plasmar del que fue un hereje en la historia de la Iglesia, de repente parecía que nos estaba hablando de un mártir incomprendido en su época.

Intentar confundir a los fieles es algo muy grave, lo haga el párroco del barrio o el que se llama obispo de Roma elegido por la gracia de los Cardenales.

Que un Sacerdote hable positivamente de Lutero en una homilía nos muestra la falta de formación del clero, la deformación que han sufrido o lo pelotas que son. Este Lutero que hoy en día está siendo elevado a los altares, es el mismo que dijo “toda la Iglesia del papa es una Iglesia de putas y hermafroditas”“todos los actos pontificios están sellados con la mierda del diablo, y escritos con los pedos del asno-papa”. Espero que no les hayan perturbado estos términos tan soeces pero no los digo yo, los dijo el mayor hereje que hemos sufrido, no ha habido otro como él y resulta que los curas papólatras de turno, esos que se molestan si alguien hace una mínima insinuación en contra del Sumo Pontífice le levantan un altar al hereje de los herejes, al que más improperios escupió sobre la figura del Papa. ¡Que sensatos son nuestros párrocos!…Hay que decirlo, son Vds. unos cachondos mentales. Perdonen que no elija una expresión más elaborada, pero a estas alturas la sencillez y la claridad meridiana deben ser nuestra bandera, no nos andemos por las ramas, nuestra salvación está en juego, no esperen sutilezas cuando Vds. nos tratan como a borregos, como a estúpidos ignorantes.

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La televisión: sagrario de Satanás

 

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El padre Gabriel Amorth, quien fuera exorcista oficial del Vaticano, expresó esta idea cuando un poseído en exorcismo dijo que la televisión era el mismo “sagrario de Satanás”. ¿Cuántas almas pueden llevar al infierno muchos programas de televisión? Urge seleccionar los programas y las horas, e incluso, poco a poco, quitar totalmente la televisión de los hogares ¡Se puede vivir sin televisión! Y es urgente y necesario poner un FILTRO en internet para evitar que circulen perversiones (PIDE EL FILTRO A TU COMPAÑÍA DE TELEFONÍA/ más vale pagar un canon que nutrirse de vicios y perversiones para ti y para tus hijos)

por Agnus Dei Prod

Tomado de:

https://adelantelafe.com/

 

De medio siglo de desacralización a Amoris laetitia (Peter Kwasniewski)

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Un descenso de 50 años hasta llegar a la nota 351: nuestra progresiva pérdida de sensibilidad ante la Sagrada Eucaristía
 
No es que nos hallamos despertado súbitamente un día de 2017 para encontrarnos frente a frente con sacrilegios eucarísticos promovidos desde lo alto. Lo que ha tenido lugar es un largo y lento proceso que nos ha dejado en el lugar en que estamos, y que ha consistido en la gradual disolución de la sacralidad del santo sacrificio de la Misa y, en el corazón de ésta, del Santísimo Sacramento, acompañada de una constante tolerancia institucional de los sacrilegios. Cincuenta años de desacralización han terminado en la temeridad de contradecir toda la Tradición católica acerca del más sagrado de todos los misterios de la Iglesia.
 
El primer gran paso fue permitir la comunión en la mano y de pie, un violento quiebre con la inveterada práctica, antigua de muchos siglos, de hacerlo adorando de rodillas ante la barandilla del altar y de recibirla en la lengua, como un pajarito es alimentado por sus padres, según se ve en innumerables pinturas medievales del pelícano que, hiriéndose, abre su pecho para dar de comer a sus pollos. El efecto más obvio que esto tuvo fue hacer creer a los fieles que la Eucaristía no es algo tan misterioso, después de todo. Si uno la puede tomar con la mano como un alimento cualquiera, es igual que una papa frita que se ofrece en una fiesta. El sentimiento de temor y reverencia ante el Santísimo Sacramento fue sistemáticamente disminuido y socavado con esta reintroducción modernista de una antigua práctica que había sido descartada, desde hacía mucho tiempo, por la sabiduría pastoral de la Iglesia. No fueron los fieles quienes pidieron abolir la costumbre de comulgar en la lengua y arrodillados: fue una imposición de los autodenominados “expertos” .
 
Un segundo paso importante fue permitirse que la comunión fuera dada por ministros laicos. Ello reforzó la percepción de que la Iglesia había abandonado todo eso de ser el sacerdote esencialmente diferente del laico, de ser la Misa un divino sacrificio, y de ser la Eucaristía el Pan de los Ángeles que sólo manos consagradas pueden tocar. Sí: todavía el sacerdote tenía que pronunciar las palabras mágicas, pero a continuación, Pedro, Juan y Diego podían encaramarse a tomar los bowls y las copas para distribuir a todos la insignia de membresía del club.

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