«He venido, dice el Señor, no para juzgar al mundo, sino para salvarlo»1.
Al enviar a sus Apóstoles por el mundo les dijo: «Id y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todas las cosas que Yo os he mandado»2. «Predicad a todas las criaturas: el que creyere y se bautizare, se salvará; pero el que no creyere, será condenado»3.
La Iglesia fundada para llevar los hombres a la gloria debe ser santa, porque el camino de la salvación es la santificación.
CATÓLICA:
El nombre de católica se remonta a principios del siglo II4. La empleó San Ignacio de Antioquía, discípulo del apóstol San Juan.
Jesucristo fundó su Iglesia para todos los hombres y para todos los tiempos: «Predicad a todas las gentes»5, «por todo el mundo»6, «Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos»7.
Esto evidentemente supone que los Apóstoles tendrían sucesores, pues ellos, en su corta vida, ni podían predicar por todo el mundo y a todas las criaturas, ni iban a vivir hasta el fin del mundo.
APOSTÓLICA:
A los apóstoles dio su potestad: «Yo os envío a vosotros»8, «quien a vosotros oye a Mí me oye»9.
37,5. Evidentemente Jesucristo fundó su Iglesia para que permaneciera hasta el fin de los tiempos: «Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos»10.
Esto quiere decir que la Iglesia fundada por Cristo es indefectible.
Durará hasta el último día, y permanecerá tal como fue constituida por Cristo. Si ella llegara a desaparecer, o si se transformara en otra distinta, la asistencia de Cristo habría faltado, o Cristo habría sido impotente.
Pues, bien, la Iglesia Católica es la única que tiene las cuatro señales distintivas que Cristo puso en su Iglesia.
37,6.
Unidad de fe: nuestro Credo es el mismo desde hace dos mil años.
Unidad de doctrina, creída unánimemente por los mil millones de católicos, de todas las razas, culturas, lenguas y regiones del mundo entero.
Unidad de gobierno, con una Cabeza Universal: el Romano Pontífice.
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1 Evangelio de San Juan, 12: 47
2 Evangelio de San Mateo, 28:19
3 Evangelio de San Marcos, 16:15
4 H. PINARD DE LA BOULLAYE, s.I.: Jesús, luz del mundo, IV, 3. Ed. Razón y Fe. Madrid
5 Evangelio de San Mateo, 28:19
6 Evangelio de San Marcos, 16:15
7 Evangelio de San Mateo, 28:20
8 Evangelio de San Juan, 20:21
9 Evangelio de San Lucas, 10:16
10 Evangelio de San Mateo, 28:20