Prefacio de la Santísima Trinidad

Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:

Sanctus, Sanctus, Sanctus…

Santa Misa Dominical

FIESTA

DE LA

SANTÍSIMA

TRINIDAD

(Primer domingo después de Pentecostés)
( Doble – Ornamentos blancos )

 

La Santísima Trinidad apoyada sobre los Tronos.

Terminada la Octava de la fiesta del Espíritu Santo o Pentecostés, empieza el Tiempo después de Pentecostés, que llega hasta el primer domingo de Adviento. Este espacio de tiempo oscila entre 23 y 28 semanas, demodo que es el más largo del Año Eclesiástico. Su objeto es prolongar en la Iglesia y en las almas justas el eco y los sobrenaturales efectos de la bajada del Espíritu Santo en cada alma y en todo el conjunto de la sociedad cristiana. Las Epístolas de las misas de los domingos después de Pentecostés están sacadas ora de San Pablo, ora de San Juan, ora de Santiago, pero con mayor frecuencia del primero. Los Evangelios primitivamente guardaban cierta armonía con las Epístolas y con los demás textos de las misas,pero luego sufrieron algunas alteraciones. Las piezas maestras de todas las misas de este Tiempo, son las Colectas, verdaderas joyas literarias y teológicas.

Introito. Tob. 12, 6.

INTROITUS Tob. 12, 6 Benedicta sit sancta Trinitas, atque indivisa unitas: confitebimur ei, quia fecit nobiscum misericordiam suam – Ps. 8, 2. – Domine Dominus noster, quam acmirabile est nomen tuum in universita terra! V. Gloria Introito – Bendita sea la Trinidad Santa y la indivisible unidad; alabarémosla, porque usó con nosotros de misericordia. – Salmo – Señor, Señor nuestro: ¡Cuán admirable es tu Nombre en toda la tierra! Gloria al Padre, etc.

Oración-Colecta

ORATIOOmnipotens sempiterne Deus, qui dedisti famulis tuid in confessione verae fidei, aeternae Trinitatis gloriam agnoscere, et in potentia majestatis gloriam agnoscere, et in potentia majestatis adorare unitatem: quaesumus; ut ejusdem fidei firmitate, ab omnibus semper muniamur adversis. Per D. N. R. Amen Oh Dios Todopoderoso y Eterno, que con la luz de la verdadera fe, diste a tus siervos conocer la gloria de la Trinidad Eterna, y adorar la unidad en el poder de tu Majestad: haz, te suplicamos, que por la firmeza de esa misma creencia, seamos defendidos siempre de toda adversidad. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.R. Amen.

Conmemoración del Domingo

Deus, in te sperantitudo, adesto propitus invocationibus nostris: et quia sine te nihil potest mortalis infirmitas, praesta auxilium gratiae tuae: ut in exsequendis mandatis tuis, et voluntate tibi et actione placeamus. Per Dominum. Oh Dios, fortaleza de los que en Ti  confían, escucha propicio nuestros ruegos; y ya que sin Ti nada puede la hu mana flaqueza, danos el auxilio de tu gracia ; y así, te seamos agradables con nuestra voluntad y nuestras obras, cumpliendo tus mandatos. Por Nuestro Señor, etc.

Epístola

San Pablo se anonada ante el pensamiento de la sublimidad y trascendencia de la naturaleza divina y proclama el dogma trinitario.

EPISTOLALectio Epistolae beati Pauli Apostoli ad Romanos (11, 33-36) Ohaltitudo divitiarum sapientiae et scientiae Dei: quam incomprehensibilia unt judicia ejus, et investigabiles viae ejus! Qui enim cognovit sensum Domini? Aut quis consiliarius ejus ejus fuit? Aut quis prior dedit illi, et retribuetur ei? Quoniam ex ipso, et per ipsum, et in ipso sunt omnia: ipsi gloria in saecula. Amen. Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Galatas: Epístola. (Tomada de la 116 Carta del Apóstol San Pablo a los CorintiosI Rom. 36, 11-331 ¡Oh profundidad de los tesoros de la sabiduría y de la ciencia divina, ¡ Cuán incompren sibles son tus juicios, e impenetrables tus caminos! Porque, » ¿Quién ha conocido los designios del Señor? O, ¿quién es el que le dio a El primero alguna cosa, para que pretenda ser por ello recompensado?» Todas las cosas (1) son de El, y todas son por El, y todas existen en El. A El sea la gloria en todos los siglos.
GRADUALE Dan. 3, 55-56 Benedictus es, Domine, qui intueris abyssos, et sedes super Cherubim. V. Benedictus es, Domine, in firmamento caeli, et laudabilis in saecula.Allelúja, allelúja. V. (Ibid. 52)Benedictus es, Domine, Deus patrum nostrorum: et laudabilis in saecula. Alleluia. Gradual – Daniel 4 Bendito eres, Señor, que miras los abismos, y que estás sentado sobre los Querubines. Bendito eres, Señor, en el firmamento del cielo, y loable por los siglos de los siglos.       . Aleluya, aleluya Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, y digno de alabanzas por todos los siglos. Aleluya.

Evangelio

Jesús al enseñar a los Apóstoles la forma bautismal, revélales clara y explícitamente el misterio de la Santísima Trinidad, condenando anticipadamente todos los errores antiguos y modernos acerca de la divinidad de la segunda y tercera Personas, ya que bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, equivale a reconocer que las tres divinas Personas nos adoptan por hijos, nos confieren la misma gracia, y tienen entre sí un mismo poder y una misma naturaleza.

 

USequéntia sancti Evangélii secúndum Mateo.Mat. 28, 18-20 In illo témpore:Dixit Jesus discipulis suis: Data est mihi omnis potestas in caelo et in terra. Euntes ergo docete omnes gentes, baptizantes eos in nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti: docentes eos servare omnia quaecumque mandavi vobis. Et ecce ego vobiscum sum omnibus diebus, usque ad consumationem saeculi.

Credo.

U Continuación del Santo Evangelio según San Mateo (28,18-20) –  En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y enseñad a toda las naciones, bautizándolas en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo diciéndoles que observen todo cuanto yo os he mandado (2). Y estad seguros que yo estaré siempre con vosotros, hasta la consumación de los siglos(3). Credo.

 

OFFERTORIUM Tob. 12, 6 Benedictus sit Deus Pater, unigenitusque Dei Filius, Sanctus quoque Spiritus: quia fecit nobiscum misericordiam suam. OfertorioTobías 12, 6 Bendito sea Dios Padre, y su Unigénito Hijo; también el Espíritu Santo: porque usó con nosotros de su misericordia.

 

 

 

Oración-Secreta

 

Santifica, quaesumus, Domine Deus noster, per tui sancti nominis invocationem, hujus oblationis hostiam; et per eam nosmetipsos tibi perfice munus aeternum. Per Dominum nostrum.. Suplicámoste, Señor Dios nuestro, que por la invocación de tu Santo Nombre, santifiques la oblación de esta hostia: y haz, que por ella, seamos para Ti un don eterno. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.

Conmemoración del Domingo (Secreta)

 

Hostias nostras, quaesumus, Domine, tibi dicatas placatus assume: et ad perpetuum nobis tribue provenire subsidium. Per Dominum. < Señor   oh Haz,   >  Recibe, Señor , propicio las ofrendas a Ti dedicadas: y haz que nos sirvanpara perpetuo socorro. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.

Prefacio de la Santísima Trinidad

Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes: Sanctus, Sanctus, Sanctus… Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:: Santo, Santo, Santo, etc.

 

COMMUNIO Benedicimus Deum caeli, et coram omnibus viventibus confitebimur ei: quia fecit nobiscum misericordiam suam.
Comunión.Bendigamos a Dios del Cielo, y alabémosle delante de todos los vivientes: porque usó con nosotros de misericordia.

 

Oración-Postcomunión

 

Proficiat nobis ad salutem corporis et animae, Domine Deus noster, hujus sacramenti susceptio: et sempiternae sanctae Trinitatis, ejusdemque individuae unitatis confessio. Per Dominum nostrum. < Señor   oh Haz,   >Haz, Señor y Dios nuestro, que nos aproveche para la salud de cuerpo y alma, la recepción de este Sacramento, y la confesión de la Sempiterna y Santa Trinidad, y su indivisible Unidad.

 

Conmemoración del Domingo (Postcomunión)

Tantis, Domine, repleti muneribus: praesta, quaesumus; ut et salutaria dona capiamus, et a tua numquam laude cessemus. Per Dominum nostrum < Señor   oh Haz,   >    Alimentados, Señor, con dones tan preciosos; haz que nos sean saludables, y que jamás cesemos de alabarte. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.

Último Evangelio

 

USequéntia sancti Evangélii secúndum Mateo.Mat. 28, 18-20 – In illo tempore: Dixit Jesus discipulis suis: Estote misericordes, sicut et Pater vester misericors est. Nolite judicare, et non judicabimi: nolite condemnare, et non condemnabimini. Dimittite et dimittemini. Date, et dabitur vobis: mensurm bonam, et confertam, et coagitatam, et supereffluentem dabunt in sinum vestrum. Eadem quippe mensura, qua mensi fueritis, remetietur vobis. Dicebat autem illis et similitudinem: Numquid potest caecus caecum ducere? nonne ambo in foveam cadunt? Non est discipulus super magistrum: perfectus autem omnis erit, si sit sicut magister ejus. Quid autem vides festucam in oculo tuo est, non consideras? Aut quomodo potes dicere fratri tuo: Frater, sine, ejiciam festucam de oculo tuo: ipse in oculo tuo trabem non videns? Hypocrita, ejice primum trabem de oculo tuo: et tunc perspicies, ut educam de oculo fratris tui. < Señor   oh Haz,   > U Continuación del Santo Evangelio según San Lucas (Lc. 6, 36-42) – En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Sed misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzga dos; no condenéis, y no seréis condena dos. Perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará: se os echará en el seno una buena medida apretada y bien colmada, hasta rebasar. Porque con la misma medida con que midiereis, se os medirá a vosotros. Deciales también este símil: ¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? No es el discípulo superior al  maestro: pero todo discípulo será perfecto, si es como su maestro. Y, ¿por qué miras la mota en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que tienes en tu ojo? O, ¿cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, deja que te quite esa mota del ojo,’ cuando tú no echas de ver la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y después verás como sacas la mota del ojo de tu hermano.»
  • (1)Sí, todas las cosas son de Dios, como creador; todas subsisten por él, como conservador; todas se apoyan en él, como en su centro y todas tienden a Él como a su último fin. 
  • (2) Una vez bautizado, el cristiano debe seguir instruyéndose en todo aquello que, en virtud de su profesión, debe creer y obrar, y la base de esta instrucción debe ser, precisamente, el Evangelio, donde está contenida en síntesis toda la doctrina de Jesús. 
  • (3) Afirmación rotunda y consoladora con que Jesucristo nos asegura su continua asistencia y con que San Mateo sella el final de su Evangelio. 

Tomado de:

http://misa_tridentina.t35.com/

Santa Juana de Arco, una cristiana pía.

¡Santa Juana de Arco, ora pro nobis!

uana de Arco se destacó por su profunda religiosidad católica, fue una cristiana pía, con el antiguo espíritu, que hoy se horrorizaría del «modernismo», laxidad e impiedad actuales.   Manifestó que se mantendría virgen “mientras Dios lo quiera”, es decir, mientras fuese la voluntad de Dios que permaneciera soltera. El motivo por el que vistió ropas de hombre, de soldado, según ella misma explicó durante el «juicio», fue para defender su virtud (su virginidad), ya que estaba “todo el tiempo rodeada de soldados”.   Murió virgen.

A pesar de haber sido comandante del ejército francés y de haber participado en numerosas batallas, Juana de Arco nunca mató a nadie, su espada jamás se tiñó de sangre, y declaró que prefería su estandarte religioso a su espada.   Antes de los combates exhortaba a los soldados enemigos a no luchar y retirarse en paz, algo que ocurrió en algunas ocasiones, y cuando se producía el combate, se mostraba después apenada y conmovida por los muertos, tanto franceses como ingleses.

Santa Juana de Arco, ¡ruega por nosotros!

Tomado del excelente sitio dedicado completamente a esta Gran Santa:

http://libreopinion.com/members/jeanne-d-arc/espanol/index.html


Una excelente película sobre Santa Juana de Arco

Sinopsis: Es el año 1429. Francia vive una revuelta política y religiosa y los miembros de la familia real luchan por conservar su gobierno.   Pero una joven campesina de una pequeña aldea dio a su país el milagro que estaban esperando.   Milla Jovovich es Juana de Arco, una joven mujer que inspiraría y lideraría a los hombres de su país hasta su muerte a la temprana edad de 19 años.   Nacida en una familia religiosa, Juana fue testigo de la violación y muerte de su hermana a manos de las tropas enemigas.   Años más tarde, Juana llegó hasta su rey con un mensaje que afirmaba procedía de Dios: dale un ejército, y en el nombre de Dios reclamaría los reinos de su majestad.   Pero, ¿sería el mensaje real o sería tan sólo la ilusión de una joven con una vida destrozada? Esta dramática y épica película de Luc Besson explora la vida de Juana de Arco, su victoria, su relación con Dios y su trágica muerte.   Co-protagonizada por John Malkovich, Dustin Hoffman y Faye Dunaway, «Juana de Arco» es una película moderna tomada de la época medieval que cautiva a todos los públicos.

Título original: The Messenger: The Story of Joan of Arc (Jeanne d’Arc)
Año: 1999
País: Francia
Director: Luc Besson
Reparto: Milla Jovovich, John Malkovich, Faye Dunaway, Dustin Hoffman, Pascal Greggory, Vincent Cassel, Tcheky Karyo, Richard Ridings, Desmond Harrington, Timothy West, Gina McKee
Guión: Andrew Birkin & Luc Besson
Música: Eric Serra
Productora: Columbia Pictures pr. a Gaumont production
Género: Drama Histórico
Idioma: Español Latino .

Para leer una sinopsis más amplia clic aquí

Para ver la película en YouTube, clic aquí

Oraciones a Santa Juana de Arco

¡Santa Juan de Arco, ora pro nobis!

Oración a Santa Juana para que nos de fe

Ante tus enemigos, ante el hostigamiento, el ridículo y la duda,
te mantuviste firme en la fe. Incluso abandonada, sola y sin
amigos, te mantuviste firme en la fe. Incluso cuando encaraste
la muerte, te mantuviste firme en la fe. Te ruego que yo sea tan
inconmovible en la fe como tú, Santa Juana. Te ruego que me
acompañes en mis propias batallas. Ayúdame a perseverar
y a mantenerme firme en la fe.
Amén.

Oración a Santa Juana, luchadora por la libertad

Santa Juana, tu valor y tu fe en Dios consiguieron grandes cosas.
Pido tu ayuda en la lucha por lo justo. Permíteme tener claros mis
propósitos y que la justicia sea mi afán. No me permitas renunciar
ante la dureza de las dificultades. Con tu ayuda no tengo miedo y
quiero emplear todas mis cualidades y todo mi esfuerzo.
Ésto te lo pido en nombre de Jesús.
Amén.

Tomadas del excelente sitio dedicado completamente a esta Gran Santa:

http://libreopinion.com/members/jeanne-d-arc/espanol/index.html

Santa Juana de Arco, virgen

30 de Mayo

(1412-1431) Patrona de Francia y Doncella de Orleáns

Guiada por Dios por medio de locuciones interiores,  Santa Juana conduce al ejército francés a liberar el país. Finalmente, traicionada, muere en la hoguera.  Ella se mantiene siempre fiel a Jesús y la Iglesia.

Santa Juana de Arco: concédenos un gran amor por nuestra patria.

Para leer más sobre esta gran Santa, visite el siguiente enlace:

http://www.corazones.org/santos/juana_arco.htm

Santa Juana de Arco

Jeanne d'Arc la Pucelle

En francés Jeanne d’Arc; comúnmente conocida por sus contemporáneos como la Pucelle (la «Doncella»).

Nacida en Domremy, Champagne, probablemente el 6 de enero de 1412 y muerta en Rouen, el 30 de mayo de 1431. El pueblo de Domremy estaba situado sobre los confines del territorio que reconocía el dominio del Duque de Burgundy, pero en el prolongado conflicto entre los Armagnacs (el partido de Carlos VII, Rey de Francia), por un lado, y los Burgundios aliados con los ingleses, por el otro, Domremy siempre se mantuvo leal a Carlos.

Casa natal de Juana de Arco, en Domrémy, actualmente convertida en museo.

Jaime de Arco, el padre de Juana, era un pequeño campesino agricultor, pobre, pero no necesitado. Juana, al parecer, era la menor de una familia de cinco personas. Nunca aprendió a leer o escribir, pero tenía habilidad para trabajar cosiendo e hilando, y la tradicional idea de que ella pasaba los días de su infancia en las praderas, sola con sus ovejas y sus vacunos, parece ser infundada. Todos los testigos durante el proceso de rehabilitación (Veinticuatro años más tarde, una revisión de su juicio, el llamado procès de réhabilitation, fue abierto en París con el consentimiento de la Santa Sede), hablaron de ella como una niña singularmente piadosa, seria más allá de su edad, quien solía arrollidarse en la iglesia absorta en la oración, y amaba tiernamente a los pobres. Enormes intentos fueron hechos durante el juicio que se siguió a Juana para imputarle ciertas prácticas supersticiosas, supuestamente llevadas a cabo en torno a determinado árbol, popularmente conocido como «El Arbol de las Hadas» (l’Arbre des Dames), pero la sinceridad de sus respuestas dejaron perplejos a sus jueces. Ciertamente, ella jugaba y bailaba allí junto con los demás niños, y hubo tejido coronas para la estatua de Nuestra Señora, pero desde que ella cumplió sus doce años se mantuvo distante de tales pasatiempos.

Juana de Arco recibiendo el mensaje del arcángel Miguel por Eugene Thirion (1876).

Fue a la edad de trece años y medio, en el verano de 1425, cuando Juana tomó por primera vez conciencia de talmanifestación, cuyo carácter sobrenatural sería ahora cuestionado precipitadamente, y que posteriormente ella comenzó a llamar sus «voces» o su «consejero». Al principio fue simplemente una voz, como si alguien hubiera hablado muy cerca de ella, pero parece claro también, que dicha voz era acompañada por un resplandor; y más adelante ella descubrió claramente, de algún modo, la apariencia de aquellos que le hablaban, reconociéndolos individualmente como San Miguel (quien estaba acompañado por otros ángeles), Santa MargaritaSanta Catalina y otros. Juana fue siempre reacia a hablar acerca de sus voces. No mencionó nada acerca de ellas a su confesor, y constantemente rechazó, en su juicio, ser embaucada en descripciones sobre la apariencia de dichos santos ni explicar cómo los hubo reconocido.. Pese a todo, ella les dijo a sus jueces: «Los he visto con estos mismos ojos, tan bien como los puedo ver a ustedes».

Enormes esfuerzos fueron hechos por los historiadores racionalistas, tales como M. Anatole France, para explicar dichas voces como el resultado de condiciones de exaltaciones religiosas e histéricas fomentadas en Juana por la influencia sacerdotal, combinada con determinada profecía corriente en la campiña acerca de una doncella del bois chesnu (bosque de roble), cercano de donde el Árbol de las Hadas estaba situado, quien debía salvar a Francia por medio de un milagro. Pero el poco fundamento de este análisis del fenómeno ha sido vastamente tratado por varios escritores no católicos. No existe ni siquiera una sombra de evidencia para sostener esta teoría de consejos sacerdotales preparando a Juana de esta parte, y en cambio mucha que la contradice. Es más, a menos que acusemos a la Doncella de deliberada falsedad, cosa que nadie es capaz de realizar, fueron las voces quienes crearon el estado de exaltación patriótica, y no la exaltación quien precedió a las voces. Su evidencia, en estos puntos es clara.

Pese a que Juana nunca realizó ninguna declaración hasta la fecha en la cual las voces le revelaron su misión, parece cierto que la llamada de Dios le fue dada a conocer gradualmente. Pero, para el mes de mayo de 1428, ella no tenía ya dudas de que era conminada a ir en ayuda del rey, y las voces se tornaron insistentes, urgiéndole a presentarse ante Roberto Baudricourt, quien gobernaba para Carlos VII en la vecina ciudad de Vaucouleurs. Ese viaje lo consumó un mes después, pero Baudricourt, un soldado grosero y disoluto, la trató a ella y a su misión con escaso respeto, diciéndole al primo que la acompañaba: «Llévala nuevamente a casa junto con su padre y propínale una buena paliza».

Escudo de Armas, de Juana de Arco.

Mientras tanto, la situación militar del Rey Carlos y sus seguidores iba tornándose desesperante. Orléans fue sitiada (12 de octubre de 1428), y para finales del año la derrota total parecía inminente. Las voces de Juana se convirtieron en urgentes, y hasta amenazantes. Era en vano que ella se resistiese diciéndoles: «Yo soy una pobre chica; no sé montar ni pelear». Las voces sólo reiteraron: «Es Dios quien comanda esto». Rindiéndose finalmente, ella partió de Domremy en enero de 1429, y visitó nuevamente Vaucouleurs.

Baudricourt permanecía aún escéptico, pero, dado que ella permanecía en la ciudad, su perseverancia gradualmente causó efecto sobre él. El 17 de febrero ella profetizó una gran derrota que padecerían las fuerzas francesas en las afueras de Orléans (la batalla de los Herrings). Dado que dicha declaración fue oficialmente confirmada unos pocos días más tarde, su causa ganó terreno. Finalmente ella se vio afectada a buscar al rey en Chinon, y comenzó su camino hacia allí con una modesta escolta de tres hombres armados, estando vestida, por propia requisitoria, con vestuario masculino – indudablemente como una protección a su pudor en la áspera vida del campamento militar. Ella siempre durmió completamente vestida, y todos aquellos quienes estuvieron más íntimamente cerca de ella, declararon que había algo alrededor de ella que reprimía cualquier pensamiento impropio a su reputación.

Felipe VI de Francia, en la Biblioteca Nacional de Francia.

Ella llegó a Chinon el 6 de marzo, y dos días después fue admitida en la presencia de Carlos VII. Para probarla, el rey se había disfrazado, pero ella inmediatamente lo saludó sin hesitar en medio de todo un grupo de espectadores. Desde el principio una importante porción de la corte – La Trémoille, la favorita de la realeza, la principal entre todas ellas – se opuso a ella como una visionaria loca, pero un signo secreto, comunicado a ella por medio de sus voces, que ella dio a conocer a Carlos, indujo al rey, sin demasiado entusiasmo, a creer en su misión. Juana nunca reveló en qué consistía dicho signo, pero actualmente la creencia principal indica que aquel «secreto del rey» era una duda concebida por Carlos acerca de la legitimidad de su nacimiento, y que Juana hubo sido autorizada sobrenaturalmente para aclararla.

Tapiz del castillo de Chinon (Francia) representando a Juana reconociendo a Carlos VII entre la muchedumbre.

Aún así, antes de que Juana pudiera ser empleada en operaciones militares fue enviada a Poitiers para ser examinada por un numeroso comité de sabios obispos y doctores. El examen fue de un carácter profundo y formal. Es lamentable al extremo que las actas de los procesos, a las cuales posteriormente Juana apeló con frecuencia durante su juicio, hayan desaparecido todas. Todo lo que sabemos es que su ardiente fe, simpleza, y honestidad causaron una impresión favorable. Los teólogos no encontraron nada herético en sus afirmaciones acerca de las orientaciones sobrenaturales, y, sin pronunciarse sobre la validez de su misión, ellos pensaron que ella podrías ser empleada de un modo seguro y probada adicionalmente.

De vuelta en Chinon, Juana hizo sus preparativos para la campaña. En lugar de la espada ofrecida por el rey, ella rogó que se realizara la búsqueda de una antigua espada enterrada, según ella aseguró, detrás del altar en la capilla de Santa Catalina de Fierbois. Esta fue encontrada en el mismísimo punto indicado por sus voces. Fue hecha para ella en el mismo momento en que el abanderado pronunció las palabras Jesús, María, junto con un cuadro de Dios Padre y varios ángeles arrodillados presentando una flor de lis.

Pero tal vez el hecho más interesante relacionado con esta primera etapa de su misión es una carta de un Sire de Rotslaer escrita desde Lyons el 22 de abril de 1429, la cual fue transportada a Bruselas y debidamente registrada, tal como lo atestigua el manuscrito de dicho día, antes de que cualquiera de los hechos referidos en ella tuvieran su realización. La Doncella, reporta él, dijo «que ella salvaría a Orléans y obligaría a los ingleses a levantar el sitio, que ella misma en una batalla previa a Orléans sería herida por una asta pero que no moriría de eso, y que el Rey, durante el transcurso del verano venidero, sería coronado en Reims, junto con otras cosas que el Rey conservaba en secreto.»

Antes de entrar en la campaña, Juana emplazó al Rey de Inglaterra a retirar sus tropas del suelo francés. Los comandantes ingleses estaban furiosos por la audacia de la demanda, pero Juana a través de un movimiento rápido ingresó a Orléans el 30 de abril. Su presencia allí inmediatamente obró maravillas. Para el 8 de mayo las fuerzas inglesas que rodeaban la ciudad habían sido todas capturadas, y el estado de sitio levantado, pese a que el día 7 Juana fue herida en su pecho por una flecha. Ni bien la Doncella se marchó ella deseó hacer el seguimiento de todos esos éxitos con toda rapidez, por un lado debido a un sonoro instinto guerrero, y por otro lado porque sus voces le habían dicho que disponía sólo de un año para terminar.

Catedral de Reims.

Pero el Rey y sus consejeros, especialmente La Trémoille y el Arzobispo de Reims, fueron lentos para moverse. Sin embargo, cuando Juana elevó una súplica formal, una breve campaña fue comenzada sobre el Loira, la cual después de una serie de éxitos, finalizó el 18 de junio con una gran victoria en Patay, donde los refuerzos ingleses enviados desde París bajo el mando de John fueron completamente derrotados. El camino hacia Reims estaba ahora prácticamente abierto, pero la Doncella tuvo la mayor dificultad en persuadir a los comandantes de que no se retirasen antes de Troyes, el cual estaba al principio cerrado contra ellos. Ellos capturaron la ciudad y luego, todavía a su pesar, la siguieron hacia Reims, donde, el domingo 17 de julio de 1429, Carlos VII fue solemnemente coronado, con la Doncella a su lado junto con su estandarte, porque – como ella explicó – «así como fue compartido el esfuerzo, es justo que debiera ser compartido en la victoria».

Estandarte alemán de la Waffen-SS, con las armas de Juana de Arco.

El principal objetivo de la misión de Juana fue obtenido de este modo, y algunas autoridades aseveraron que era ahora su deseo el regresar a casa, pero ella fue detenida con el ejército contra su voluntad. La evidencia es hasta cierto punto conflictiva, y es probable que Juana misma nunca haya hablado en igual tono. Probablemente ella vio claramente cuánto debió haber sido hecho para provocar la rápida expulsión de los ingleses del suelo francés, pero por otra parte ella fue constantemente oprimida por la apatía del rey y sus consejeros, y por la política suicida que abarcó todos los señuelos diplomáticos desperdigados por el Duque de Burgundy.

Un intento fallido en París fue llevado a cabo a finales de agosto. A pesar de que St-Denis fue ocupada sin oposición, el asalto que fue realizado en la ciudad el 8 de septiembre no fue respaldado con seriedad y Juana, mientras alentaba heroicamente a sus hombres a cubrir el foso fue herida en el muslo con una ballesta. El Duque de Alençon la retiró casi a la fuerza, y el asalto fue abandonado. Este traspié indudablemente debilitó el prestigio de Juana, y poco después, cuando, a través de los cancilleres políticos de Carlos, una tregua fue acordada con el Duque de Burgundy, ella bajó tristemente sus armas sobre el altar de St-Denis.

La inactividad del siguiente invierno, mayoritariamente gastada entre el mundanismo y los celos de la Corte, debió haber sido una experiencia muy penosa para Juana. Debe haber sido con la idea de consolarla que Carlos, el 29 de diciembre de 1429, ennobleció a la Doncella y a toda su familia, quienes de allí en adelante, desde las azucenas de su escudo de armas, fueron conocidos por el nombre de Du Lis. Llegó abril antes de que Juana estuviera en condiciones de salir al campo nuevamente para la finalización de la tregua, y en Melun sus voces le hicieron saber que ella sería tomada prisionera antes del día de San Juan (24 de junio). Tampoco esta vez el cumplimiento de las predicciones resultó demorado. Parecía que ella se hubiera lanzado a sí misma a la campaña el 24 de mayo al amanecer para defender la ciudad contra los ataques de los Burgundios. A la noche ella resolvió intentar una retirada, pero su pequeña tropa de unos quinientos hombres se encontró con una fuerza muy superior. Sus seguidores fueron repelidos y abandonaron la lucha de manera desesperada. Por algún error o pánico de Guillaume de Flavy, quien comandaba en Compiègne, el puente levadizo fue elevado mientras aún muchos de aquellos que habían emprendido la retirada permanecían afuera, con Juana entre ellos. Ella fue derribada de su caballo y fue hecha prisionera de un seguidor de Juan de Luxemburgo. Guillaume de Flavy había sido acusado de traición deliberada, pero entonces no parecía una adecuada razón para suponer eso. El perseveró en mantener resueltamente Compiègne para su rey, mientras los pensamientos constantes de Juana durante los primeros meses de su cautiverio consistían en escaparse y acudir a asistirlo en esta tarea de defender la ciudad.

No existen palabras que puedan describir adecuadamente la desgraciada ingratitud y apatía de Carlos y sus consejeros en dejar librada a la Doncella a su propio destino. Si las fuerzas militares no habían servido, ellos aún tenían prisioneros tales como el Conde de Suffolk en sus manos, por quien ella podría haber sido cambiada. Juana fue vendida por Juan de Luxemburgo a los ingleses por una suma que representaría unos cuantos cientos de miles de dólares en moneda actual. No puede dudarse de que los ingleses, por una parte debido a que temían a su prisionera con un terror supersticioso, y por otra parte porque estaban avergonzados del pavor que ella inspiraba, estaban determinados a tomar su vida a cualquier precio. Ellos no podían condenarla a muerte por haberlos derrotado, pero podían sentenciarla como una bruja o una hereje. Por otra parte, ellos tenían entre sus manos una herramienta lista en Pierre Cauchon, el Obispo de Beauvais, un hombre inescrupuloso y ambicioso quien era la razón de ser del partido Burgundio. El pretexto para invocar su autoridad fue hallado en el hecho de que Compiègne, donde Juana fue capturada, estaba ubicada en la Diócesis de Beauvais. Aún así, dado que Beauvais estaba en manos de los franceses, el juicio tuvo lugar en Rouen – – sede que, para dicha época, se encontraba vacante. Esto sacó a flote muchos aspectos de legalidad técnica los cuales fueron minuciosamente resueltos por los partidos interesados.

La Torre «Juana de Arco» en Ruán, donde estuvo prisionera durante el juicio.

El Vicario de la Inquisición, al principio, debido a algunos escrúpulos de jurisdicción, se negó a asistir, pero esta dificultad fue superada antes de que el juicio finalizara. A lo largo del juicio los asesores de Cauchon eran casi enteramente franceses, la mayoría de ellos teólogos y doctores de la Universidad de París. Las sesiones preliminares de la corte tuvieron lugar en enero, pero fue recién el 21 de febrero de 1431 cuando Juana apareció por primera vez ante sus jueces. A ella no le fue permitido contar con un abogado defensor, y, a pesar de haber sido acusada en una corte eclesiástica, ella fue, desde el principio hasta el fin, ilegalmente confinada en el Castillo de Rouen, una prisión secular, en donde era custodiada por soldados ingleses disolutos. Juana se quejó con amargura de esto. Ella trató de que la alojaran en la cárcel de la iglesia, donde iría a tener asistentes femeninas. Ha sido indudablemente para mayor protección de su pudor, ante semejantes condiciones, que ella persistió en conservar su atuendo masculino. Antes de que hubiera sido entregada a manos inglesas, ella había intentado escapar tirándose desesperadamente por una ventana de la torre de Beaurevoir, un acto de aparente atrevimiento por el cual ella fue sumamente intimidada por sus jueces.. Esto también sirvió como pretexto para la aspereza exhibida durante su confinamiento en Rouen, donde ella fue al principio retenida en una jaula de hierro, encadenada por el cuello, manos y pies. Adicionalmente, no le fueron concedidos privilegios espirituales – por ejemplo, asistir a una Misa – en consideración de los cargos de herejía y los vestidos monstruosos (difformitate habitus) que ella lucía.

Juana de Arco es interrogada por el cardenal de Winchester en su prisión (1824) de Paul Delaroche en el Museo de Bellas Artes de Ruán.

Por lo que se refiere a la constancia oficial del juicio, la cual, hasta donde indica la versión en Latín, parece haber sido preservada completa, nosotros probablemente podamos confiar en su exactitud en lo que respecta a las preguntas realizadas y las respuestas proporcionadas por la prisionera. Dichas respuestas son bajo todo concepto favorables a Juana. Su simplicidad, piedad y sentido común afloraron en todo momento, a pesar de los intentos de los jueces para confundirla. Ellos la presionaron en lo referente a sus visiones, pero sobre muchos puntos ella se negó a responder. Su actitud siempre fue carente de temor, y para el 1 de marzo, Juana anunció enfáticamente que «dentro del espacio de siete años, los ingleses deberán pagar un precio más alto que Orléans.»

Juana en el parlamento de París (1429), grabado de Clément de Fauquembergue.

En rigor de verdad París fue perdida a manos de Enrique VI el 12 de noviembre de 1437 – seis años y ocho meses después. Probablemente haya sido porque las respuestas de la Doncella habían perceptiblemente ganado simpatizantes a su causa en una gran asamblea que Cauchon decidió conducir el final del proceso ante un pequeño comité de jueces dentro de la misma prisión. Es posible remarcar que el único aspecto del cual algún cargo de prevaricato puede ser razonablemente imputado en contra de los argumentos de Juana han ocurrido especialmente en esta etapa del proceso. Juana, presionada acerca del signo secreto proporcionado al rey, declaró que unángel le trajo a él una corona de oro, pero en preguntas adicionales ella pareció haber ganado en confusión y haberse contradicho a sí misma. La mayoría de las autoridades (como por ejemplo, M. Petit de Julleville y Mr. Andrew Lang) coinciden en que ella trataba de proteger el secreto del rey mediante una alegoría, según la cual ella misma era el ángel, pero otros – por ejemplo P. Ayroles y Canon Dunand – insinuaron que no podía confiarse en la exactitud del procès-verbal.En otro punto, ella fue prejuzgada por su carencia de educación. Los jueces le sugirieron que se entregase a ella misma a la «Milicia de la Iglesia». Juana claramente no entendió dicha frase y, a pesar de su voluntad y su ansiedad por apelar al Papa, se vio desconcertada y confundida. Más tarde fue aseverado que la renuencia de Juana a adherirse a la simple aceptación de las decisiones de la Iglesia fue debido a algunos insidiosos consejos traicioneramente impartidos a ella para conseguir su ruina. Pero las constancias de esta presunta perfidia son contradictorias e improbables.

Los exámenes finalizaron el 17 de marzo. Setenta proposiciones fueron entonces preparadas, formando una muy desordenada y desleal presentación de los «crímenes» de Juana, pero, después de que a ella le fue permitido oír y responder a tales acusaciones, otro conjunto de doce proposiciones fue preparada, mejor fundamentadas y con menor cantidad de palabras extravagantes. Con todo este sumario con sus fechorías delante de ellos, una amplia mayoría de los veintidós jueces que tomaron parte en las deliberaciones declararon que las visiones y las voces de Juana eran «falsas y diabólicas», y decidieron que si ella se negaba a retractarse sería entregada al brazo secular – que equivalía a afirmar que sería quemada viva. Ciertas admoniciones formales, primeramente de índole privada, y luego públicas, fueron administradas a la pobre víctima (18 de abril y 2 de mayo), pero ella se negó a hacer ninguna presentación que los jueces pudieran haber considerado como satisfactoria. El 9 de mayo ella fue amenazada con tortura, pero aún se mantuvo firme. Mientras tanto, las doce proposiciones fueron remitidas a la Universidad de París, la cual, comportándose con una simpatía extravagante por los ingleses, denunció a la Doncella con violentos términos. Fortalecidos por esta aprobación, los jueces, que eran cuarenta y siete, tomaron una deliberación final, y cuarenta y dos de ellos reafirmaron que Juana debería ser declarada hereje y derivada al poder civil, en caso en que ella aún continuase negándose a retractarse. Una admonición adicional le fue realizada en la prisión el 22 de mayo, pero Juana se mantuvo inquebrantable. Al día siguiente fue colocada una estaca en el cementerio de St-Ouen, y ante la presencia de una gran multitud ella fue solemnemente amonestada por última vez. Después de una enérgica protesta contra las insultantes reflexiones del predicador acerca de su Rey, Carlos VII, las connotaciones de la escena parecieron finalmente haber hecho mella sobre su mente y su cuerpo agotados por tantas luchas. Su valor le falló por una vez.

Firma de Juana.

Ella consintió en firmar una especie de retractación, pero nunca se sabrán cuáles han sido los términos precisos de tal retractación. En la versión oficial del proceso una fórmula de retractación figura incluida, la cual es muy humillante en cada apartado. Se trata de un extenso documento que hubiera llevado media hora para ser leído. Lo que fue leído en voz alta a Juana y fuera firmado por ella debe haber sido algo bien diferente, según cinco testigos en el juicio de rehabilitación, incluyendo a Jean Massieu, el oficial que personalmente tuvo a su cargo la lectura en voz alta de dicho documento quien declaró que se trató de sólo un tema de unas pocas líneas. Aún así, la pobre víctima no firmó incondicionalmente, sino que llanamente declaró que ella sólo se retractaría siempre y cuando fuera la Voluntad de Dios. Empero, en virtud de tal concesión, Juana no fue quemada viva entonces, sino que fue conducida nuevamente a prisión.

Los ingleses y los Burgundios estaban furiosos, pero Cauchon, al parecer, los aplacó diciéndoles «Ya la tendremos». Indudablemente la posición de Juana sería ahora, en caso de una reincidencia, peor que antes, dado que una segunda retractación ya no podría salvarla de las llamas. Por otra parte, dado que uno de los puntos acerca del cual ella había sido condenada era la utilización de indumentaria masculina, una reiteración de dichos atuendos constituirían por sí mismos una reincidencia en la herejía, y esto ocurrió a los pocos días siguientes, obedeciendo, según fuera alegado posteriormente, a una trampa tendida deliberadamente por sus guardias con la connivencia de Cauchon. Juana, ya sea para defender su pudor del agravio y la indignación, o porque sus prendas femeninas fueron alejadas de ella, o, tal vez, simplemente porque ella estaba agotada de la lucha y estaba convencida de que sus enemigos se hallaban determinados a derramar su sangre bajo cualquier pretexto, una vez más se colocó las vestimentas de varón que habían sido dejadas adrede en su camino. El final llegó pronto. . El 29 de mayo una corte de treinta y siete jueces decidió unánimemente que la Doncella debía ser tratada como una hereje reincidente, y esta sentencia fue llevada a cabo al día siguiente (30 de mayo de 1431) bajo circunstancias de intenso patetismo. A Juana le dicen, cuando fue visitada por sus jueces temprano por la mañana, primero que hiciera cargo a Cauchon de la responsabilidad de su muerte, acusándolo solemnemente ante Dios, y posteriormente que debería declarar que «sus voces la habían engañado» Acerca de este último discurso, una duda quedará flotando para siempre. No podemos estar seguros si semejantes palabras llegaron a ser mencionadas y aún si lo hubieran sido, su significado no es claro. A ella le fue permitido, sin embargo, hacer su confesión y recibir la Comunión. Su comportamiento en la estaca fue suficiente como para conmover hasta las lágrimas aún a sus más encarnizados enemigos. Ella pidió un cruz, la cual, luego de que fuera abrazada por ella, fue sostenida ante ella mientras continuamente recitaba el nombre de Jesús. «Hasta el fin,» -dijo Manchon, el anotador del juicio-, «ella declaró que sus voces provenían de Dios y que no la habían engañado». Después de su muerte, sus cenizas fueron esparcidas en el Sena.

Veinticuatro años más tarde, una revisión de su juicio, el llamado procès de réhabilitation, fue abierto en París con el consentimiento de la Santa Sede. El sentimiento popular era entonces muy diferente, y, excluyendo algunas raras excepciones, todos los testigos estaban ansiosos de rendir su tributo a las virtudes y a los dones sobrenaturales de la Doncella. El primer juicio había sido llevado adelante sin referencias al Papa, más aún había sido realizado a despecho de la apelación de Santa Juana a la Cabeza de la Iglesia. Luego, una corte de apelación constituida por el Papa, después de largas investigaciones y exámenes de testigos, reversaron y anularon la sentencia pronunciada por el tribunal local que presidía Cauchon. La ilegalidad de los procedimientos anteriores fue puesta de manifiesto, lo cual habló bien de la sinceridad de esta nueva investigación, la cual no ha podido ser hecha sin incluir algún grado de reproche tanto sobre el Rey de Francia y la Iglesia en general, al haberse comprobado que había sido plasmada tamaña injusticia y sufrida por demasiado tiempo como para continuar sin reparación. Aún antes del juicio de rehabilitación, observadores mordaces, como por ejemplo Eneas Sylvius Piccolomini (más adelante el Papa Pío II), pese a conservar dudas en lo referente a su misión, hubo discernido algo del celestial carácter de la Doncella. En los tiempos de Shakespeare ella era aún recordada como una bruja, ligada con los espíritus impuros del infierno, pero una estimación más justa había empezado a prevalecer aún en las páginas de la «Historia de Gran Bretaña» de Speed’s (1611). Para los comienzos del siglo diecinueve, la simpatía por ella, aún en Inglaterra, era general. Escritores tales como Southey, Hallam, Sharon Turner, Carlyle, Landor, y por encima de todos, De Quincey, saludó a la Doncella con un tributo de respeto que no ha sido superado ni siquiera en su propia tierra nativa. Entre sus compatriotas católicos, ella había sido recordada, aún en las épocas de su vida, como divinamente inspirada.

Retrato hagiográfico de Juana de Arco.

Por último, la causa de su beatificación fue introducida ante la Santa Sede, en 1869, por Monseñor Dupanloup, Obispo de Orléans, y, después de atravesar por todas las instancias y siendo indudablemente confirmada con los requeridos milagros, el proceso finalizó con el decreto publicado por Pío X el 11 de abril de 1909. La Misa y el Oficio de Santa Juana, extraído del «Común de las Vírgenes», con sus «propias» oraciones, fue aprobado por la Santa Sede para ser utilizada en la Diócesis de Orléans.

(Nota del traductor: Santa Juana fue canonizada en 1920 por el Papa Benedicto XV).

Estatua de Juana de Arco.

Estatua de Juana de Arco en Compiègne (Francia)

Juana de Arco (Paris).

HERBERT THURSTON
Transcrito por Mark Dittman
Traducido por Christian Longarini

Tomado de la excelente enciclopedia católica en Internet:

http://ec.aciprensa.com

SANTA JUANA DE ARCO,(*) Virgen

30 de Mayo

Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. (San Mateo, 5,10).

Nacida en Domrémy en 1412, Juana de Arco, hija de un humilde campesino, fue inspirada por voces sobrenaturales y, a la edad de 17 años, persuadió al rey de Francia, Carlos VII, a que la pusiese al frente de un ejército contra los invasores ingleses. Después de varias victorias, seguidas de la consagración de Carlos VII en Reims, Juana fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses, que la hicieron quemar viva el 31 de mayo de 1431. Fue canonizada en 1920.

MEDITACIÓN
EL SECRETO PARA SER FELIZ
EN ESTE MUNDO

I. ¿De dónde proviene que encuentras la vida penosa y fastidiosa? Es porque deseas muchas cosas que no puedes tener, y porque tienes aversión al esta do en el que estás. No quieres ser pobre, estar enfermo o ser despreciado; cuando esto te acaece, caes en la desesperación: quisieras estar siempre sano, ser siempre rico, siempre estimado; si esto te falta estás triste. ¡Ah! si supieses padecer las pruebas de la vida no desear lo que no tienes, ¡cuán dichoso serias! Desgraciados ante los ojos de los ignorantes, los santos no pueden ser sino dichosos. (Salviano).

II. ¿Acaso no es ser feliz en esta vida tener las promesas de la vida eterna? Los que sufren tienen estas promesas, porque Nuestro Señor les ha asegurado que serán consolados en el cielo; por el contrario. Él condena al rico malo que gozó toda suerte de bienes en este mundo. ¡Dichosos del siglo: cuidado, vuestra dicha es el triste presagio de la desdicha eterna que os espera en la otra vida!

III. Jesucristo ha venido a este mundo a enseñamos el secreto para ser felices, no sólo en la otra vida sino aun en ésta. Para ello, nos ha recomendado el amor a los sufrimientos. Los santos lo han imitado, y han vivido muy contentos en medio de las tribulaciones de este mundo. Estás en un error, hermano mío, si quieres regocijarte en el mundo, y vivir después con Jesucristo en el cielo. (San Jerónimo).

La paciencia
Orad por los afligidos.

ORACIÓN

Escuchadnos, Señor, Dios Salvador nuestro, y haced que, así como nos regocijamos con la fiesta de vuestra bienaventurada virgen Juana, obtengamos provecho, en nuestra inteligencia, de estos sentimientos de piedad y de devoción.  Por J. C. N. S.  Amén.

Tomado de: http://misa_tridentina.t35.com/