La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo – Parte 4 de 16

El infinito amor de Jesús

3°. Jesucristo en el huerto de los Olivos.

Después de la Cena, Jesucristo se dirigió al huerto de Getsemaní, para orar, pues era un lugar solitario, y para probar que no huía de la muerte, si no que la deseaba, pues aquel sitio era conocido de Judas, y de esta manera dar principio a su pasión redentora y manifestar su misericordia…

Adán nos perdió en un jardín, y en un jardín o huerto nos salvará Jesucristo… Adán nos perdió en un jardín de delicias, y en un jardín de dolor empezará Jesucristo la redención del mundo… Adán salió del Paraíso terrenal llevando la muerte para él y toda su descendencia; y Jesucristo salió del huerto de los Olivos, para darnos a todos la vida…

EI huerto de Getsemaní es uno de los lugares más santos de la tierra, testigo mudo de la pasión espiritual de Jesucristo.  Los discípulos, aquella noche, al entrar en el huerto, vieron el rostro de su Maestro sombreado por una gran tristeza, que nos la declara el Evangelio con estas palabras: «Comenzó a entristecerse…, sintió tedio, angustia, tristeza, sudó sangre».

LA AGONÍA DE CRISTO por Santo Tomás Moro

I. SOBRE LA TRISTEZA, AFLICCIÓN, MIEDO Y ORACIÓN DE CRISTO ANTES DE SER CAPTURADO

(Mt. 26; Mc. 14; Lc. 22, Jn. 18)

Temas:

¿Por qué dormís?

Levantaos y orad

Cristo sigue siendo entregado en la historia

¿Por qué dormís?


Al encontrar Cristo a los Apóstoles durmiendo por tercera vez, les dijo: «¿Por qué dormís?», como si di-jera: «No es este tiempo para dormir, sino para estar bien despiertos y orar, como os he advertido ya dos ve-ces, no hace apenas un rato.» Si no supieron qué responder cuando se durmieron por segunda vez, ¿qué excusa podían haber dado ahora, en que por tercera vez eran sorprendidos en la misma falta? ¿Era una excusa válida decir que se habían dormido «a causa de la tristeza», como menciona el evangelista? Así lo recuerda Lucas, pero también es cierto que no lo alaba en abso-luto. Insinúa, sí, que su tristeza era de alguna manera loable; pero el sueño que la siguió no estaba libre de culpa. La tristeza, aquélla que puede ser digna de un gran premio, tiende algunas veces hacia un gran mal. Así ocurre si nos devora de tal modo que nos deja inutilizados; nos impide acudir a Dios con la oración, bus-cando de Él consuelo, y desesperados y oprimidos, como queriendo escapar de una tristeza consciente, buscamos alivio en el refugio del sueño. Mas, tampoco aquí encontraremos lo que buscábamos, y perderemos en el sueño el consuelo que podríamos haber obtenido de Dios si hubiéramos permanecido despiertos y orando. Se deja, entonces, sentir sobre nosotros el peso molesto de una mente perturbada incluso mientras dormimos, y aun con los ojos cerrados, tropezamos con las tentaciones y trampas preparadas por el diablo.


De ahí que Cristo, prescindiendo de cualquier excusa para el sueño, dijera: «¿Por qué dormís? Dormid ya y descansad. Basta. Levantaos y rezad para que no caigáis en la tentación. Ha llegado la hora y el Hijo del hombre será entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos. Ya llega el que me va a entregar. Toda-vía estaba hablando, cuando llegó Judas ….»46 Al despertar a los Apóstoles por tercera vez, cortó de golpe sus palabras con una cierta ironía. No con esa ironía frí-vola y burlona con la que hombres ociosos, pero de talento, acostumbran a divertirse entre sí, sino con una ironía grave y seria: «Dormid y descansad…»


Notad cómo da permiso para dormir: de tal modo que significa en realidad lo contrario. Apenas había di-cho: «Dormid», añadió «Basta»; como si dijera: «Ya no necesitáis dormir más. Durante todo el tiempo que deberíais haber estado despiertos, habéis estado durmiendo, incluso en contra de lo que os mandé. Ahora ya no hay tiempo para dormir, y ni siquiera para que-darse un momento sentados.

Jueves Santo

Misa In Cena Domini

JUEVES SANTO

MISA IN COENA DOMINI

Estación en san Juan de Letrán

I clase, blanco

La liturgia del Jueves Santo está toda embebida en el recuerdo de la Redención. La función antiguamente de tres misas: La primera, en que se reconciliaban a los públicos penitentes, la segunda, en la cual se consagraban los Santos Óleos, y la tercera, para conmemorar muy especialmente la institución de la Sagrada Eucaristía en la Última Cena.

La Iglesia, celebra en la Eucaristía durante el curso del año los todos los misterios de la vida de Jesús, se apega hoy al recuerdo de la institución misma de este Sacramento inefable y del Sacerdocio Católico.

Esta misa realiza de un modo muy especial la orden dada por Jesús a sus sacerdotes de renovar la Última Cena en que Jesús, en los momentos mismos en que tramaban su muerte, instituyó el misterio de perpetuar entre nosotros su presencia. Por eso la Iglesia, suspendiendo un instante su duelo, celebra el Santo Sacrificio en este día con santo júbilo, reviste a sus ministros con ornamentos blancos y festivos, y canta el Gloria como a vuelo de campanas, las cuales enmudecerán hasta la Vigilia Pascual.

Santoral

14 de abril

Santos Tiburcio, Valerio y Máximo, Mártires
San Justino, Filósofo y Mártir
San Pedro González Telmo, Confesor
Beata Liduvina de Schiedman, Virgen
San Antonio, Mártir
San Juan, Mártir
San Eustacio, Mártir
Mártires de Lituania (Ver Juan, Antonio y Eustacio)
San Ardalión, Mártir
San Bernardo de Tirón, Abad
San Lamberto de Lyon
San Máximo, Mártir (Con Tiburcio)
San Tiburcio, Mártir
San Valerio, Mártir
Beato Lanvino

BEATA LIDUVINA de SCHIEDMAN, Virgen

(1433)

Hoy 14 de Abril la Iglesia Católica recuerda a Santa Liduvina. Esta santa es la Patrona de los enfermos crónicos que quieren aprovechar su larga enfermedad para pagar sus pecados, convertir pecadores y conseguir un gran premio en el cielo. El decreto de Roma al declararla santa dice de ella que fue «un prodigio de sufrimiento humano y de paciencia heroica».


Liduvina nació en Schiedam, Holanda, en 1380. Su padre era muy pobre y tenía por oficio el de «celador» o cuidandero de fincas. Su familia era sumamente piadosa y a la niña le encantaba recoger regalos para llevarlos a gentes muy necesitadas.


Hasta los 15 años Liduvina era una muchacha como las demás: alegre, simpática, buena y muy bonita. Pero en aquel año su vida cambió completamente. Un grupo de jóvenes de su edad la invitó a patinar sobre el hielo y en pleno descenso por la montaña, uno de sus compañeros, por alcanzar a los que iban más adelante, apresuró mucho su carrera y sin darse cuenta de que Liduvina bajaba por ese mismo camino, arremetió violentamente contra ella dejándola en el hielo, y con la columna vertebral partida. La llevaron a casa pero ya de este golpe nunca más se iba a reponer.

SAN PEDRO GONZÁLEZ TELMO, Confesor

14 de abril

El bienaventurado y apostólico varón san Pedro González, llamado vulgarmente san Telmo, nació de padres nobles en la villa de Fromesta, a cinco leguas de la ciudad de Palencia. Dióle e obispo, que era tío suyo, un canonicato, cuando aun no le sobraban los años, ni la gravedad y asiento que para aquel ministerio con venía, y procuró además que el Papa le diese el decanato.

Cuando Pedro González hubo de tomar la posesión, que fue el día de Pascua de Navidad, quiso el nuevo deán regocijar la fiesta, no como eclesiástico sin como lego y profano. Vistióse para aquel día galana y profanamente, y salió con otros en un caballo brioso muy bien aderezado por toda la ciudad, desempedrando, como dicen, las calles a carreras, con gran desenvoltura y escándalo del pueblo. Pero para que se entiendan las maneras que Dios nuestro Señor toma para convertir las almas y atraerlas a sí, partiendo desapoderamente por la calle más principal de Palencia, cayó el caballo en medio de la carrera y dio con el deán en un lo do muy asqueroso, con harta risa de los que le vieron; porque cuando fueron a socorrerle, no había gala, ni vestido, ni rostro que diese muestra de lo que había sido.

Fue tan grande la vergüenza que causó a Pedro González aquella caída, que no podía levantar la cabeza, ni le parecía que podría ya vivir entre gente, hombre a quien tal desgracia había acontecido. Alumbróle Dios al mismo tiempo el corazón; y hablando entre sí dijo: Pues el mundo me ha tratado como quien es, yo haré que no se burle otra vez de mí. Con esto, vase a un convento de santo Domingo, y con admiración de todos los que le conocían, tomó el hábito, y comenzó a vivir con tan grande perfección, que vino a ser un gran santo. Predicaba después con obras y palabras, y como ángel del Señor; hablaba con tal fuerza de espíritu, que enternecía las piedras e inflamaba los corazones helados.

Des poblábanse los lugares en su seguimiento y muchas leguas iban caminando por oírle viejos y mozos, hombres y mujeres, ricos y pobres: y con este celo y espíritu anduvo por los reinos de España y estuvo en la corte del santo rey don Fernando, y se halló con él en el cerco de Sevilla y en otras guerras contra los moros. Pero donde el santo más tiempo estuvo fue en Galicia, donde entre otras cosas hizo un puente sobre el río Miño, no lejos de Rivadavia, por los muchos peligros y muertes que sucedían en aquel paso. Final mente, después de haber ganado para Cristo innumerables almas y resplandecido con muchos milagros, en el domingo de Cuasimodo, dio en la ciudad de Tuy su bendita alma al Señor, el cual manifestó la gloria de su siervo con doscientos ocho milagros bien conocidos.

REFLEXIÓN

Luego que murió san Telmo comenzó su sepultura a manar una cierta manera de óleo, que fue celestial medicina para todas las enfermedades; mas ha querido el Señor glorificarle particularmente librando por su intercesión a los navegantes de gravísimas tempestades y evidentes peligros. Por donde en los puertos de España y en los pueblos marítimos de ella se celebra su fiesta, sacando su imagen en procesión con mucha solemnidad y regocijo, especialmente en Lisboa, en Vizcaya y en Guipúzcoa, donde es venerado san Telmo, nombre por el cual le conocen los marineros, y le invocan en las tempestades y peligros del mar.

ORACIÓN

Oh Dios, que manifiestas la singular protección del bienaventurado Pedro a los que se hallan en los peligros del mar; concédenos por su intercesión que brille siempre la luz de tu gracia en las tempestades de esta vida, para que podamos arribar al puerto de la eterna salud. Por J. C. N. S.

Sacado de: «FLOS SANCTORUM DE LA FAMILIA CRISTIANA», Las vidas de los Santos y principales festividades del año, ilustradas con otros tantos grabados y acompañadas de piadosas reflexiones y de las Oraciones litúrgicas de la Iglesia) del P. Francisco de Paula Morell, S. J. Ed. Difusión, Bs. As., 1943.

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SAN JUSTINO, Filósofo y Mártir

14 de abril

El glorioso filósofo y antiguo apologista y mártir san Justino fue hijo de Prisco, de linaje griego, y nació en Nápoles Flavia, ciudad de Palestina, Desde su mocedad se dio mucho a las letras humanas, y al estudio de la filosofía, y se ejercitó en todas las sectas de los filósofos estoicos, peripatéticos y pitagóricos, con gran deseo de saber la verdad; y hallando en todas ellas poca firmeza, las dejó y se dio a la filosofía de Platón, por parecerle que era más grave y más cierta y segura para lo que él pretendía, que era alcanzar la sabiduría y con ella entender y ver a Dios.

Para poder, pues, mejor atender a sus estudios se retiró a un lugar aparta do, vecino del mar, donde estando ocupado y absorto en la contemplación de las cosas divinas, se le presentó, corno e1 mismo santo escribe, un varón viejo y muy venerable que trabó plática con él; y entendiendo que era filósofo platónico, y lo que buscaba en sus estudios, le desengañó que no lo hallaría en los libros de los filósofos, sino en solo los de los profetas y de los santos, a quienes Dios había alumbrado y abierto los ojos del alma para ver la luz del Cielo y entender sus misterios y verdades.

Con esto se fue el anciano y san Justino no le vio más; pero quedó muy encendido en el amor de la verdad, e inclinado a leer os libros de los cristianos en que ella se halla, Por esos medios entró Cristo nuestro Se ñor en el corazón de Justino, y de filósofo platónico y maestro de otros le hizo filósofo cristiano y discípulo suyo, Escribió un libro maravilloso y divino en defensa de la religión cristiana en el año 150 corno él mismo lo dice, y se lo dio al emperador Antonino Pío, el cual después de haberlo leído, hizo publicar en Asia un edicto en favor de los cristianos, mandando que ninguno, por solo ser cristiano, fuese acusado ni conde nado.

Pero como muerto Antonino, sucediesen en el imperio Marco Aurelio Antonio y Lucio Vera, y se tornase a embravecer la tempestad, san Justino que a la sazón estaba en Roma escribió otro libro o apología a los emperadores y al senado en favor de los cristianos para aplacarla. Entonces fue el santo acusado por un enemigo suyo llamado Crescente, cínico filósofo en el nombre y profesión, y en la vi da ,viciosísimo y abominable; el cual era quien más atizaba a los magistrados contra los fieles de Cristo. Mandó pues el prefecto de Roma prender a san Justino, y después de haberle hecho azotar, dio sentencia que fuese degollado con otros seis compañeros, como se dice en las Actas de su martirio, que escribieron los notarios de la Iglesia romana.

REFLEXIÓN

Dice el glorioso san Justino en su primera apología estas palabras admirables: «Cuando somos atormentados, nos regocijamos, porque estamos persuadidos que nos resucitará Dios por Jesucristo; y cuando somos heridos con la espada y puestos en la cruz, y echados a las bestias fieras, y maltratados con prisiones, fuego y otros tormentos y suplicios, no nos apartamos de lo que profesamos; porque cuanto mayores son los tormentos, tanto más son los que abrazan la verdadera religión; como cuando se poda la vid da más fruto; lo mismo hace el pueblo de Dios, que es como una vid o viña bien plantada de su mano». Pues ¿Quién podrá leer estas cosas sin derramar lágrimas, viendo lo que sentían de la fe de Cristo aquellos filósofos tan sabios de los primeros tiempos de la cristiandad, comparando su heroísmo con la indiferencia criminal de nuestros tiempos?

ORACIÓN

Oh Dios, que por la simplicidad de la Cruz enseñaste maravillosamente, al bienaventurado Justino la eminente sabiduría de Jesucristo, concédenos por su intercesión que rechazando las engañosas razones de las perversas doctrinas, alcancemos la firmeza de la fe. Por J. C. N. S.

Sacado de: «FLOS SANCTORUM DE LA FAMILIA CRISTIANA», Las vidas de los Santos y principales festividades del año, ilustradas con otros tantos grabados y acompañadas de piadosas reflexiones y de las Oraciones litúrgicas de la Iglesia) del P. Francisco de Paula Morell, S. J. Ed. Difusión, Bs. As., 1943.

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SANTOS TIBURCIO, VALERIO y MÁXIMO, Mártires

14 de abril

El precepto mío es que os améis unos a otros.
(Juan, 15, 12)..

Valerio, que se casó con Cecilia, fue por ésta convertido y consintió desde el primer día de casamiento en vivir en continencia perfecta. Él, a su vez, convirtió a su hermano Tiburcio, con quien después de haber distribuido sus bienes a los pobres, se dedicó a sepultar los cuerpos de los cristianos muertos por la fe. Conducidos ante Almaquio, prefecto de Roma, perseveraron en su fe y fueron decapitados. Máximo, que los conducía al suplicio, de tal modo fue movido por sus palabras y entereza que renunció a las supersticiones del paganismo y obtuvo con ellos la corona del martirio.

MEDITACIÓN SOBRE
LAS AMISTADES SANTAS

I. Ten caridad para con todos, pero no te vincules sino con pocos. Que tus amigos sean los amigos de Dios; si tales son, progresarás en la virtud en su compañía. Fieles son los amigos que temen a Dios; no sucede lo mismo con los que no le temen. En efecto, ¿cómo tendrían para contigo una fidelidad que no tienen para con Dios? ¿Te estarían más obligados que no lo están a Dios? ¿O esperarían de ti mayores recompensas? ¿Mayores castigos temerían, acaso, de tu parte?

II. El fin de tus amistades debe ser transcurrir suave y santamente tu vida, aprovechar el buen ejemplo y los saludables consejos de tus amigos, y contribuir también, de tu parte, a su santificación. Si el comer bien, el interés o los placeres, son los motivos que te mueven para el cultivo de la amistad, no será ésta duradera. ¿Cómo trabajas
para santificar a tus amigos? ¿Te haces más santo frecuentándolos? ¿No imitas más bien sus vicios que sus virtudes?

III. Resultado de estas amistades verdaderas debe ser que alivies a tus amigos en todas sus necesidades tanto espirituales cuanto temporales; debes sacrificar tus comodidades, tus bienes, tu vida misma, para sacarlos de la miseria y, con mayor razón, del pecado o de la ocasión de ofender a Dios. En fin, no te olvides nunca que Jesucristo debe siempre ocupar el primer lugar en todas tus amistades, que siempre sea su nudo y su lazo. Elige para amigo, antes que a todo otro, a Aquél que permanecerá siéndote fiel en el día de tu muerte, cuando todo lo demás te haya sido arrebatado. (San Ber nardo).

El buen ejemplo
Orad por vuestros amigos.

ORACIÓN

   Haced, oh Dios omnipotente, os lo rogamos, que celebrando la solemnidad de vuestros santos mártires Tiburcio, Valerio y Máximo, aprendamos a imitar sus virtudes.   Por J. C. N. S.

Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

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