A los 98 años se le reventó una hernia y se sintió morir. Pidió a los franciscanos que rezaran el credo y cuando decían:
«Creo en la resurrección de los muertos y en la vida eterna»
… se quedó muerto, el 25 de febrero de 1600.
La gente comenzó a publicar que en su tumba se verificaban extraordinarias curaciones.
Pío VI, el 17 de mayo de 1789, lo beatificó.
Su fiesta se celebra el 25 de febrero.
Sus restos, incorruptos, se conservan en San Francisco de Puebla, en donde son objeto de continuas piadosas romerías.
Muchísimos habitantes de Puebla asistieron a su entierro.
Dos veces fue desenterrado su cadáver, y las dos apareció incorrupto.
Al morir quedó su rostro hermoso y alegre, como si estuviera vivo.
Parece un hombre de 60 años. Murió en el 1600 a los 98 años.
Está en urna de cristal, en el convento franciscano de Puebla de los Angeles, México.
Información tomada de:
http://www.franciscanosenmexico.com/procesodecanonizacion.html