“JESÚS SE HIZO UN POCO EL IDIOTA…”. ESTA ES OTRA DE LAS INAUDITAS Y GRAVÍSIMAS “EXPRESIONES” PRONUNCIADAS EL PASADO JUEVES… POR BERGOGLIO

Jesús

Resulta clamoroso – para un Papa – confundir al Diablo (de forma ambigua) con Jesús. Sucedió el jueves pasado cuando Bergoglio recordó la existencia de un capitel en la Catedral de Vezelay, explicándolo de manera errónea: con un “cambio de personas” emblemático de este pontificado, aunque debido probablemente a algún escritor “negro” superficial [1].

Sin embargo, es atribuible al Papa confundir estos dos personajes (Jesús y el Diablo) para lanzar la hipótesis de que Judas se salvó (sin haberse arrepentido), dando a entender nada menos que ni siquiera él terminó en el Infierno…

No se sabe si este Papa cree o no en el Infierno pero – por lo que le hemos escuchado – parece que allí van sólo los que no apoyan la inmigración en masa, los que usan aire acondicionado o vasos de plástico y los cristianos que siguen el Evangelio a la letra.

En cualquier caso, en el mismo discurso del jueves pasado por la tarde, en la Reunión eclesial de Roma, Bergoglio no se limitó a decir tamañas barbaridades sobre el Capitel de Vezelay.

Él, de motu proprio, insertó una seria increíble de otras “perlas” en el límite de la blasfemia: diciendo que Jesús, en el episodio de la adúltera “se hizo un poco el idiota” (expresión inaudita que la web del Vaticano tuvo que cambiar por “se hizo un poco el tonto fingido”, aunque en la grabación no dijo eso…) y luego diciendo que Jesús, en el mismo episodio en el que la mujer fue salvada de la lapidación, “excepcionó la norma moral [2] (textual también esto). Luego diciendo que Jesús, que no estaba “limpio” (usó exactamente esta expresión) dando a entender no se sabe qué cosa (mejor ni preguntárselo). Finalmente Bergoglio afirmó incluso que “una gran mayoría de nuestros matrimonios sacramentales son nulos” (obligando al Padre Lombardi de explicar que, en la web del Vaticano, el texto fue corregido por “una parte de nuestros matrimonios”).

El obispo de Roma – para completar su actuación – añadió a esta temeraria y devastadora afirmación que incluso muchas “convivencias” son “verdaderos matrimonios” (legitimando así, de hecho, las convivencias no sacramentales, después de haber deslegitimado los matrimonios sacramentales sólidos y verdaderos).

Naturalmente lo que para la opinión pública laica es sólo algo curioso y hasta divertido como un espectáculo de desguace, desde el punto de vista católico resulta devastador, es una especie de flagelo que se ha abatido sobre la Iglesia y que la pone al riesgo de demolerla.

MÁS ALLÁ DE LOS LÍMITES

Mientras tanto, Robert Spaeman, uno de los mayores filósofos y teólogos católicos, amigo personal de Benedicto XVI, ha vuelto a tronar el viernes en “Die Tagespost” con un artículo de título elocuente: “También en la Iglesia hay un límite de lo soportable”.

Traigo a colación una frase suya:

“Algunas afirmaciones del Santo Padre se encuentran en clara contradicción con las palabras de Jesús, con las palabras de los apóstoles y con la doctrina tradicional de la Iglesia… Si mientras tanto el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe (Cardenal Müller) se vio obligado a acusar abiertamente de herejía al más estrecho consejero y escritor “negro” del Papa [3], quiere decir que la situación se ha ido de las manos. También en la Iglesia católica romana hay un límite de lo soportable”

Spaemann también criticó la habitual ambigüedad de Bergoglio sobre ciertos temas, en referencia a “Amoris Laetitia” donde, para no caer en la herejía manifiesta, dice y no dice, alude, pero no se muestra, tira la piedra y esconde la mano.

Estas son las palabras de Spaemann:

“El Papa Francisco no ama la claridad unívoca. Cuando hace poco tiempo declaró que el cristianismo no conoce ningún “aut aut” [4], evidentemente parece no importarle que Cristo dijera: “Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pase de ahí viene del demonio” (Mateo 5, 37).

Spaemann ya intervino el 28 de abril pasado contra la “Amoris Laetitia” de Bergoglio explicando que hay “frases decisivas que cambian de manera sustancial las enseñanzas de la Iglesia”, “que se trata de una ruptura es algo que resulta evidente a cualquier persona capaz de pensar que lea el texto en cuestión… Si el Papa no está dispuesto a introducir correcciones, tocará al pontificado sucesivo poner las cosas en su sitio de manera oficial”.

Otro importante filósofo católico, Josef Seifert, colaborador de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, ha intervenido recientemente con críticas durísimas, que ha motivado así:

“El Papa no es infalible si no habla ex Cathedra. Varios papas (como Formoso u Honorio I) fueron condenados por herejía. Y es nuestro santo deber – por amor y misericordia hacia tantas almas – criticar a nuestros obispos e incluso a nuestro querido Papa, si se desvían de la verdad o si sus errores dañan a la Iglesia o a las almas”.

A la barbaridad propia del magisterio bergogliano hay que añadir sus decisiones de gobierno de la Iglesia, con sabor sudamericano.

DICTADURA

Por ejemplo, Bergoglio ha lanzado una serie de procedimientos que sustraen prerrogativas a los obispos y los pone bajo una especie de espada de Damocles discrecional, con el riesgo de remoción en el caso de que no se adecúen al gusto bergogliano [5].

De hecho, después de los dos Sínodos, en los que la oposición de los obispos y cardenales a la “revolución” bergogliana fue vasta y decidida, ahora en el mundo eclesiástico todos callan temerosos.

Tanto que Mons. Athanasius Schneider, obispo de Kazajistán (donde saben bien lo que es una tiranía), declaró: “cuando en una Iglesia llegamos al punto en que fieles, sacerdotes y obispos tienen miedo de decir algo, como en una dictadura, ésta no es la Iglesia”.

Aun así, entre los católicos, las de los laicos son siempre mayoritariamente las voces que se alzan desconcertadas. Sobre todo en los Estados Unidos.

Ayer, por ejemplo, Phil Lawler, en la web “Catholic Culture”, comentando el discurso papal del jueves, publicó un duro comentario titulado: “El daño, una vez más, causado por las declaraciones del Papa sobre el matrimonio”, donde ponía el foco sobre otras “perlas” de aquella intervención.

PERSECUCIÓN

Resulta chocante, en materia de cuestiones pastorales, la insensibilidad de este papado hacia la tragedia de los cristianos perseguidos y, sin embargo, su condescendencia hacia regímenes discutibles e incluso hacia dictaduras inhumanas, que continúan persiguiendo y encarcelando a los cristianos.

El caso más llamativo (junto al de los regímenes islámicos) es el de China.

Ya nos pareció escandalosa la entrevista que Bergoglio concedió el 2 de febrero pasado al “Asia Times”, en la que se mantuvo completamente callado sobre los enormes problemas de derechos humanos y de libertad religiosa que tiene China (donde aún están en campos de concentración obispos como Mons. Su Zhimin), pero, en aquella entrevista, en relación con los tiranos comunistas de Pekín, Bergoglio había pronunciado “palabras desenfrenadamente absolutorias del pasado, presente y futuro de China, olvidando “aquellos millones y millones de víctimas que el Papa nunca denuncia, ni siquiera veladamente” (Sandro Magister).

“Lo que desconcierta a muchos católicos chinos”, escribe Magister, es “el silencio que las autoridades vaticanas mantienen en relación con los obispos privados de libertad”.

viewLuego, en los últimos días, ha sido clamoroso el caso del obispo Shangai Ma Daqin quien, después de cuatro años de arresto domiciliario, ha firmado una autoinculpación, de aquéllas típicas de los tiempos stalinistas o de la revolución cultural maoísta, en la que sostiene haberse equivocado y hace apología de la Asociación patriótica, que es la Iglesia del régimen de la China comunista. La práctica de la autoinculpación se ha puesto de moda en China.

Pero hay más. El Padre Bernardo Cervellera, uno de los más informados conocedores de la Iglesia en China, en su sitio “Asia News” (a pesar de ser bergogliano), por amor a la verdad ha dicho: “Un obispo chino teme que alguien en el Vaticano haya suscitado la “confesión” de Ma Daqin para agradar al gobierno chino”.

Lo cierto es que millones de cristianos chinos que viven heroicamente su fe bajo la persecución, han quedado desilusionados, confundidos y doloridos por ese desdén. Pero también por en qué se ha transformado Roma en los últimos tres años.

Una Roma donde se sienten resonar palabras inauditas contra el Hijo de Dios, como las pronunciadas el jueves pasado en la Basílica de San Juan de Letrán, por parte de Jorge Mario.

Antonio Socci. (19 Junio de 2016)

Traducido por Antonio José Sánchez Sáez. Artículo original de Lo Straniero.

Notas del traductor:

[1] Se llaman así coloquialmente en castellano los escritores que trabajan para otro. En italiano se usa el término inglés “ghostwriter”.és “ghostwriter”. Antonio Socci se refiere aquí a lo que dijo Bergoglio en ese discurso del jueves pasado, cuando dijo que la figura que, en el capitel, aparece llevando sobre sus hombros el cadáver de Judas era Cristo, cuando parece claro que era el demonio.

[2]Nota del traductor: literalmente: “ha mancato verso la morale”.

[3] Nota del traductor: se trata de Monseñor Víctor Manuel Fernández. He aquí la noticia:http://adelantelafe.com/hereje-veredicto-del-cardenal-muller-primer-consejero-del-papa/

[4] Nota del traductor: se refiere Spaemann a las escandalosas declaraciones de Bergoglio cuando dijo que no era católico, que era herético, decir que “o esto o nada”: http://www.religionenlibertad.com/rigidez-del-esto-nada-heretica-dice–50167.htm

[5] https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-aprueba-tribunal-para-obispos-y-otras-medidas-contra-abusos-sexuales-92556/

 

Tomado de:

PAPA BERGOGLIO: “JESÚS SE HIZO UN POCO EL IDIOTA…”. ESTA ES OTRA DE LAS INAUDITAS Y GRAVÍSIMAS “EXPRESIONES” PRONUNCIADAS EL PASADO JUEVES…

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