Monseñor Viganò habla del Covid-19 y la mano de Dios

Por Michael Matt  – 31/03/2020

Introducción del director de The REMNANT: Durante estos tiempos de cariz apocalíptico debemos tener presente que a pesar de la profunda apostasía que se ha ido extendiendo por el mundo en las últimas décadas, Dios no nos ha abandonado.

Buenos sacerdotes de todo el mundo están respondiendo a la llamada de los despojados fieles para mantener la lumen Christi en medio de las tinieblas que actualmente envuelven el mundo entero. En estos momentos de desolación, muchos de ellos empiezan a entender los entresijos de la revolución modernista que ha diezmado la Iglesia Católica, ha acabado prácticamente con el venerable Rito Romano y ha terminado por dejarnos abandonados cerrándonos la puerta de los templos.

En vista de este castigo, cuando tantos obispos han huido llevándose con ellos los Sacramentos que nos deben dar, nos alegramos de que haya al menos unos pocos buenos pastores que hayan roto las cadenas de la colegialidad para traernos el consuelo de la verdad de Cristo y llamar a las ovejas dispersas de vuelta a la protección del redil.

Está claro que no estamos solos. Dios está volviendo a suscitar profetas.

Millones de católicos se las ven y se las desean para comprender lo que ha pasado en las últimas semanas. En este Domingo de Pasión, el arzobispo Viganò nos ha hecho el honor de concedernos una entrevista en la que nos brinda una orientación franca y cristocéntrica.

Nos recuerda en primer lugar que «la enfermedad -y por lo tanto las epidemias, los sufrimientos y la pérdida de seres queridos- es algo que debemos aceptar con actitud de fe y humildad, e incluso como expiación por nuestros pecados personales». Debemos permitir que este azote nos ablande el corazón y nos conduzca al arrepentimiento y a volver a Dios.

A continuación, exhorta a todos los católicos bautizados a tener presente que la desesperación es impensable y que debemos «soportar estas pruebas en expiación por los pecados ajenos, por la conversión de los que no creen, y para abreviar el tiempo que deben pasar en el Purgatorio las ánimas benditas».

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¿Apocalipsis ya? Otra señal importante aparece en los cielos

fatima-llorosa

2 noviembre, 2015

[Nota del autor: En el siguiente artículo me propongo exponer una serie de hechos y observaciones sin llegar a una conclusión definitiva. Sin embargo, estos hechos y observaciones son de una naturaleza tal que se prestan a ser malinterpretados cuando se observan y se informa de ellos. Quiero dejar claro que en el presente artículo no pretendo vaticinar nada. Me limito a hacer unas observaciones sobre unos fenómenos que se avecinan, tanto por parte del cielo como de los hombres, que pueden resultar interesantes y de los que habría que estar al tanto.]
El 23 de septiembre de 2017 se verá la constelación de Virgo con el sol ascendiendo exactamente por detrás (la mujer vestida de sol). Esto tendrá lugar durante el centésimo aniversario de las apariciones de la “Mujer vestida de sol,” Nuestra Señora de Fátima en 1917. ¿Qué significa esto?
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La gran señal en el cielo

Si el Señor nos diera una señal, ¿seríamos capaces de reconocerla? Y si Él, como ya ha hecho en otras ocasiones, nos pusiera una gran señal en el cielo, un presagio de grandes y terribles sucesos, ¿nos daríamos cuenta? ¿Estamos tan ocupados como muchos que nos han precedido, que ni nos molestamos en mirar hacia arriba? Si el Señor nos enviara esa señal hoy mismo, ¿la veríamos? Y si llegásemos a verla, ¿nos importaría o la desecharíamos como una tonta superstición?

¿Qué pasaría si les dijera que se aproxima un portentoso suceso astronómico que en cuanto a precisión, contexto y momento se asemeja a la señal descrita en el Apocalipsis? ¿Levantarían la mirada?

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«Lo que va a venir está en este libro»

Señor del mundo

7 octubre, 2015

No concibo mejor publicidad para un libro que la sola mención de un Papa. Señor del mundo, publicado hace más de una centuria (1907), ha sido rescatado del olvido en el que dormía plácidamente al ser recomendado por el Papa Francisco en diferentes ocasiones en estos últimos meses. Según el Santo Padre, en esta obra de Robert Hugh Benson está «profetizado» lo que sucederá «con extraordinaria exactitud»[1].  Para cualquier curioso, la historia promete.

Resulta lógico entonces que el mundo editorial se haya movido con rapidez para llevar al mercado el texto apocalíptico de Benson. Una editorial española concretamente, Stella Maris, ha sacado este verano una edición del mismo publicitándolo con las palabras del Papa. En la contraportada se preguntan, para provocar la lectura del libro, lo siguiente: «¿Qué oculta la novela que el Papa Francisco recomienda continuamente?». La respuesta es conocida: Cómo se figuró Benson que el Anticristo llegaría al poder. Hecho que Francisco parece dar por supuesto.

Señor del mundo no destaca en mi opinión por su calidad literaria. Pero trata un asunto que atrae especialmente la atención de aquellas generaciones que sospechan próxima la aparición del Anticristo. Pues este acontecimiento viene precedido de una gran apostasía y se enmarca en los últimos tiempos. La curiosidad, nuevamente, atraerá hacia esta obra a propios y ajenos. Además, en ella se describen hechos actuales, se apunta a las sociedades secretas como hostigadoras de Cristo y se presenta una imagen del enemigo que usurpará su puesto. Felsenburg, el Anticristo de la ficción de Benson, resulta ser un político fascinante que devuelve la paz al mundo después de haber soportado una guerra espantosa, y en consecuencia se erige en ídolo de masas y promotor de una especie de alianza de civilizaciones que resolverá todos los problemas sufridos hasta entonces. En el fondo, la disolución de la Iglesia Católica es el gran objetivo de Felsenburg y la élite masónica que lo rodea.

El Santo Padre insinúa por tanto que lo relatado en esta novela se hará realidad. Sin embargo, los comentarios que ha hecho al libro parecen cifrados por un código arcano: «Les recomiendo que lo lean, y leyéndolo entenderán a qué me refiero con la colonización ideológica»[2]. ¿Por qué no explica él mismo qué significa esto? ¿Supone una barrera natural para el Santo Padre hablar con claridad? ¿Por qué ha de hablar en clave? ¿No es él la máxima voz del Magisterio? ¿No es función del Papa glosar los textos y ofrecer la recta interpretación de los mismos?

El Papa habló a la sazón de mundanidad, de pensamiento único y del espíritu progresista de los adolescentes, como motores de la gran apostasía a la que estamos asistiendo. Y no andaba equivocado el Santo Padre. Pero ¿por qué tira la piedra y esconde la mano con lo de la «colonización ideológica»? ¿Llevar el Evangelio a otros pueblos sería por ejemplo colonización ideológica? ¿El abrazo de las religiones en una sola no sería lo contrario de esta expresión condenada por Francisco? ¿Y no es la comunión de religiones lo que viene persiguiendo el Santo Padre, más o menos disimuladamente, desde que se presentó al mundo en el balcón de la Basílica de San Pedro?

Luis Segura

[1] http://www.religionenlibertad.com/el-papa-vuelve-a-recomendar-la-novela-apocaliptica-senor-del-mundo-40072.htm

[2] http://www.infovaticana.com/2015/01/22/el-libro-mas-recomendado-por-el-papa/

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com