Práctica esencial del Nuevo Orden Mundial es entrenar a las masas democráticas para aceptar falsos dogmas, y para hacerlos pasar como tales, contratan a científicos y profesionales para que transmitan el pseudo-conocimiento que se quiere implantar. Y es a través de la ONU, herramienta política por excelencia de la masonería mundial, que se busca implantar este gobierno mundial tecnocrático con una sola legislación proveniente mayormente de los pactos o tratados internacionales.
Una de las técnicas que esta gobernanza utiliza para que la gente acepte estas imposiciones es hacernos sentir cómodos, esto a través del consumismo y las conductas rutinarias. De esa forma, se nos acostumbró al confort proveniente de las “bondades” de la tecnología actual, que al hacer “más fácil y menos esforzada” nuestra vida, nos lleva a la inacción ante las terribles injusticias y crímenes que hoy se viven, para no perder la “porción de felicidad que nos toca”. De ahí que una de las premisas fundamentales del hombre moderno es “no ser comedido” es decir, mejor no entrometerse aún cuando se trate de defender los Derechos de Dios.
De la misma manera en el plano religioso, el modernismo promueve el sentimentalismo. Así con la misma premisa tecnocrática “confié, somos especialistas”, se promueven falsos dogmas que llevan al catolicismo ignorante de su fe a aceptar premisas tales como: “al Papa lo elige el Espíritu Santo y por lo tanto no puede equivocarse” o“prefiero equivocarme con el Papa a estar en la Verdad en su contra”, por lo que se convierte en el más terrible pecado para esta gente, el corregir o hacer observaciones a quienes incurren en transgresiones a las enseñanzas inmutables de la Iglesia, cuando estas provengan de sus autoridades. También se suple la falta de conocimiento de los saberes que estamos obligados a conocer para salvarnos, con obediencia ciega y de ese modo, la masa cristiana apela a la comodidad de omitir cualquier formación para simplemente dejarse dirigir por las autoridades eclesiásticas en quienes sienten, más que el deber, la comodidad de obedecer sin reparos.
Así en el video que presentamos hace unos días (aquí), el Padre Santiago Martín denuncia la posibilidad cierta de un cisma, señalando que “está en juego, posiblemente como nunca en 2000 años, el futuro de la Iglesia” a causa principalmente del uso demagógico del concepto de misericordia.
Para ilustrar un poco lo que se quiere prohibir cuestionar, mencionamos la visita de delegación de la ONU el pasado 09/05/14 al Vaticano (aquí) en donde según se señala, Francisco “se ha congratulado por los resultados de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, especialmente en términos de educación y disminución de la pobreza extrema”, agregando más tarde que: “Los futuros Objetivos de Desarrollo Sostenible, por tanto deben ser formulados y ejecutados con magnanimidad y valentía, de modo que efectivamente lleguen a incidir sobre las causas estructurales de la pobreza y del hambre, consigan mejoras sustanciales en materia de preservación del ambiente, garanticen un trabajo decente y útil para todos y den una protección adecuada a la familia, elemento esencial de cualquier desarrollo económico y social sostenibles”, y más adelante dijo “oponiéndose a la “economía de la exclusión”, a la “cultura del descarte” y a la “cultura de la muerte”.
Debemos ahora preguntarnos si el Obispo de Roma ignora que los Objetivos de Desarrollo del Milenio, son precisamente el plan globalista para reducción de la población a través de la promoción de la homosexualidad, la anticoncepción, aborto y educación sexual en la promiscuidad desde los 4 años entre otras aberraciones. Todo esto por supuesto utilizando eufemismos como “necesidad de prevención del VIH, Salud sexual y reproductiva y planificación de la familia, Igualdad de género y Cuidado del medioambiente controlando el crecimiento de la población”. Entonces ¿No constituyen estas políticas la esencia de la “cultura de la muerte y del descarte”?
Sí visitamos la página del Fondo para las Naciones Unidas e ingresamos en Objetivos de Desarrollo del Milenio (aquí). Podemos informarnos de todas estas políticas sobre todo ingresando en las solapas situadas a la izquierda de la página. Recomendamos en este sentido el excelente libro de Mons. Juan Claudio Sanhauja “El Desarrollo Sustentable” donde explica detalladamente el objetivo criminal de estas políticas de la ONU. Igualmente recomendable su página web Noticias Globales.
Esta misma ONU es la que le exigió a la Iglesia en Febrero de 2014 cambios en la doctrina católica que consideran un “escandaloso ataque a la libertad religiosa”. Leemos en dicho comunicado: “El comité de la ONU ha pedido a la Santa Sede que enmiende el Código de Derecho Canónico, el conjunto de leyes de la Iglesia Católica, incluyendo el canon 1398 que prescribe la excomunión automática para los que deliberadamente se involucran en la comisión de un aborto. El informe también critica la doctrina de la Iglesia sobre el aborto, la anticoncepción y la homosexualidad.” (Aquí) Y todo esto en nombre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que Bergoglio tanto elogió.
Si la ONU pretende en contra de la Iglesia promover la homosexualidad, poco favor le hace a esta Francisco con sus elocuentes gestos como el besar la mano del sacerdote promotor de la sodomía Don Michelle De Paolis con el que concelebró una misa en Santa Marta. Dicho sacerdote solicitó a Francisco una audiencia para su comunidad “Emaús” que promueve no solo la homosexualidad, sino también el fin del celibato sacerdotal y el sacerdocio femenino, al lo que Bergoglio respondió “Todo es posible” “Hable con el cardenal Maradiaga” (Aquí).
Para conocer al salesiano De Paolis, dejamos algunas de sus frases (aquí):
“Estoy sorprendido por el hecho de que muchos hombres de la Iglesia (…) ignoran por completo el fenómeno de la homosexualidad, que hoy la ciencia nos ha aclarado de manera inequívoca: la orientación homosexual no es elegida libremente por la persona”
“Algunas personas de la iglesia dicen: «Está bien ser gay, pero no deben tener relaciones sexuales, no pueden amarse,» Esta es la mayor hipocresía. Es como decirle a una planta que crece, «Usted no tiene que florecer, no hay que dar frutos! «”.
“Confieso que yo también tenía mis prejuicios. Luego estudié y entendí. Entonces traté de entrar en la lógica del Evangelio; Quería mirar las cosas del lado de Dios, entiendo que el Padre no excluye a nadie de su amor por sus hijos y no se evalúa a la persona sobre la base de sus impulsos sexuales, que son asignaciones de la naturaleza y no una elección voluntaria ”.
“No es cierto que estés en pecado, porque Dios te ama y te ha puesto esa inclinación; es su regalo. Esta es tu “naturaleza”, que debe ser aceptada y respetada. No estás enfermo; no tienes que “curarte” de esta inclinación”(aquí).
Ya documentamos el apoyo de Bergolio al comunista y pro-gay Don Ciotti en nuestro artículo ¿Vaticano Gay? por lo que difícilmente se puedan considerar estas actitudes como simplemente aisladas.
A esto sumamos el apoyo del cardenal Schönborn al barbado travesti Conchita Wurst triunfante en un concurso televisivo de canto. El cardenal sostuvo del sodomita: “En el colorido jardín de Dios hay una variedad de colores. No todos que han nacido como seres masculinos se sienten como hombre, y lo mismo del lado femenino. Merecen como persona el mismo respeto al que todos tenemos derecho” (aquí).
Es dable recordar cuando Francisco sostuvo vehementemente:“No podemos insistir solo en las cuestiones relacionadas con el aborto, el matrimonio homosexual y el uso de los métodos anticonceptivos. Esto no es posible. …y yo soy hijo de la Iglesia, pero no es necesario hablar de ello constantemente” (aquí).
Y en ese mismo sentido, ya abordado el tema de la sodomía, queda hacer mención al tema que corresponde al genocidio más terrible desde el principio de los tiempos, el aborto, producido también por las prácticas anticonceptivas. Y para completar el apoyo en la praxis a las amonestación de Francisco en este sentido, el designado por el mismísimo Bergoglio, Secretario General del la Conferencia Episcopal Italiana, Nunzio Galantino preguntado sobre los valores no negociables sostuvo: “Creemos en la sacralidad de la vida. En el pasado nos hemos centrado sólo sobre el aborto y la eutanasia. No puede ser así, en el medio hay la existencia que se desarrolla. Yo no me identifico con los rostros inexpresivos de los que recitan el rosario fuera de las clínicas que practican la interrupción del embarazo, sino con aquellos jóvenes que se oponen a esta práctica y se esfuerzan por la calidad de vida de la gente, por su derecho a la salud, para trabajar ”; y como broche de oro ante la pregunta sobre su deseo para la Iglesia italiana Galantino dijo: “Que podamos hablar de cualquier tema, como de los sacerdotes casados, de la Eucaristía a divorciados, de la homosexualidad, sin tabúes, partiendo del Evangelio y dando razones de nuestras posiciones.”(Aquí) .
¿Cómo negar un nexo causal entre tantas y tan coincidentes declaraciones y actitudes?
Al abrir los ojos a la realidad se nos cuestiona la falta de “mirada católica” sobre estos acontecimientos. Dicha mirada consiste según estos censores precisamente en “no mirar” lo que no nos conviene. Y no nos conviene porque de hacerlo, no nos quedaría otra opción más que tomar postura, que combatir el error, el pecado, la herejía, la apostasía. Pero entonces tendríamos que afrontar las consecuencias, y la primera de ellas sería abandonar la comodidad.
Por eso el haber sido educados para obedecer ciegamente cuenta con nuestra complicidad.
Monseñor Lefebvre decía en su libro “El golpe maestro de Satanás”: “Satanás ha inventado palabras claves que han permitido que los errores modernos y modernistas penetraran en el Concilio: la libertad se ha introducido mediante la libertad religiosa o libertad de las religiones; la igualdad, mediante la Colegialidad, que introduce los principios del igualitarismo democrático en la Iglesia, y, finalmente, la fraternidad mediante el Ecumenismo que abraza todas la herejías y errores y tiende la mano a todos los enemigos de la Iglesia. El golpe maestro de Satanás será, por consiguiente, difundir los principios revolucionarios introducidos en la Iglesia por la autoridad de la misma Iglesia…” “La Iglesia va a destruirse a sí misma por vía de la obediencia…”
Recemos pidiendo por la perseverancia final porque es innegable la evidencia de la Gran Apostasía que coincide con la descrita en la 2da carta de Tesalonicenses, y solo es invisible para quienes judaizados, tienen miedo al retorno glorioso de Cristo, esperando en cambio un eterno y confortable paraíso terrenal.
Trabajando para que Cristo reine.
Augusto TorchSon
“Cuando entro en una Iglesia me quito el sombrero, no la cabeza”
G.K. Chesterton
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