Actualización del “Denzinger-Bergoglio”

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¿Quién es Francisco? ¿Hombre profético para nuestros días? ¿Instrumento de Dios para renovar la Iglesia? ¿Iniciador de una nueva primavera de la Fe? Una antología de sus principales enseñanzas confrontadas con el Magisterio de la Iglesia puede ser un auxilio para emitir un juicio acertado sobre estas cuestiones.

Los sorprendentes aportes de Francisco al Magisterio bimilenario de la Iglesia…

Miles de documentos del Magisterio de siempre contestan todas las doctrinas de Francisco.

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¡ACTUALIZADO!

No sólo no fue milagro, sino que es una parábola… A vueltas con la multiplicación de los panes y los peces

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Uno de los estudios más leídos del Denzinger-Bergoglio es el que trata sobre las ideas de Francisco a respecto del milagro de la multiplicación de los panes y peces. ¿Casualidad? No nos parece ¿Viralización en las redes sociales de la propaganda de ese estudio? No sólo ¿Algo más profundo? Seguramente… Nada golpea más el sensus fidei de las ovejas que ver negadas sus más profundas convicciones de la fe por quien debería defenderlas.

Ya sabíamos que para Francisco no se trata de una “multiplicación” pues para él este concepto podría parecer “magia” o “idolatría”. Se trataría apenas de un “signo” para representar el valor del compartir. Ahora, gracias a una lectora, completamos nuestro estudio con un nuevo documento: el “milagro” –¡que concepto más oscurantista!– fue en realidad una “parábola”, es decir, una historia inventada para efectos didácticos como todas las parábolas. No sabemos, según esa extraña concepción, quien se inventó la parábola: si los Evangelistas para enseñar de forma misteriosa a los fieles o si el propio Jesús que, sin embargo, nunca antes había contado una parábola en la que él mismo fuera el protagonista. En fin, todo un poco extraño… Ideas lanzadas al viento, que causan dolor y perplejidad. En las que se dice mucho sin, aparentemente, decir nada… pero que vistas en conjunto forman un panorama escabroso y desolador para la fe… ¿Hacia dónde caminamos?

La parábola de la multiplicación de los panes y los peces nos enseña precisamente eso: que cuando hay voluntad, lo que tenemos no se termina, incluso sobra y no se pierde. (Video mensaje para la “Campaña contra el hambre en el mundo” de “Caritas Internationalis”, 9 de diciembre de 2013)

https://videopress.com/v/mtWIMqoT?hd=0&autoPlay=0&permalink=0&loop=0

¿Qué pretende Francisco con estas re-interpretaciones de nuestra fe? Recordemos una vez más lo que el Magisterio bimilenario siempre enseñó sobre este sorprendente milagro de Jesucristo:Entra aquí.

Homosexualidad: ¿Un problema de cultura y tradición?

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Yo repetiré lo que dije en el primer viaje. También repito lo que dice el catecismo de la Iglesia Católica: que no sean discriminados, que deben ser respetados, acompañados pastoralmente. Se puede condenar, pero no por motivos ideológicos, sino por motivos digamos de comportamiento político, como ciertas manifestaciones un poco demasiado ofensivas para los demás. Pero esto son cosas que no tienen que ver con el problema. Si el problema es una persona que tiene esa condición, que tiene buena voluntad y que busca a Dios, ¿quiénes somos nosotros para juzgar? Debemos acompañar bien… ¡Lo que dice el Catecismo! Es muy claro el Catecismo. Después, hay tradiciones en algunos países, en algunas culturas, que tienen una mentalidad diversa con respecto a este problema. Yo creo que la Iglesia no solo debe pedir perdón, como ha dicho algún cardenal marxista (ríe), no solo debe pedir perdón a esta persona que es gay a la que ha ofendido, sino también pedir perdón a los pobres también, a las mujeres explotadas, a los niños explotados en el trabajo. Debe pedir perdón por haber bendecido tantas armas. La Iglesia debe pedir perdón por no haberse comportado muchas veces… ¡Cuando digo Iglesia, digo los cristianos! La Iglesia es santa, los pecadores somos nosotros. Los cristianos debemos pedir perdón por no haber acompañado tantas elecciones, tantas familias… Yo recuerdo de niño, en Buenos Aires -la cultura católica cerrada, yo vengo de allí-, donde, si había una familia divorciada, no se podía entrar en su casa. Estoy hablando de muchos años atrás. La cultura ha cambiado, gracias a Dios. (Entrevista en el avión al Papa Francisco tras el viaje a Armenia, 26 de junio de 2016)

Enseñanzas del Magisterio

Puntualizaciones de la doctrina católica sobre la homosexualidad

1. Sagradas Escrituras
2. Magisterio de la Iglesia
3. Padres de la Iglesia, Doctores y Santos.

Entra en nuestro estudio→

Tomado de:

http://adelantelafe.com/homosexualidad-problema-cultura-tradicion/

¿Magia e idolatría? El milagro de la multiplicación de los panes y peces visto por Francisco

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En Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, Francisco volvió a repetir un asunto que recientemente tratamos en el Denzinger-Bergoglio. Quizás nuestra página esté ayudándole a refrescar su memoria repitiendo, una y otra vez, la misma doctrina sin muchas novedades.

En concreto, el pasado día 9 de julio (2015), volvió a reafirmarse en su convicción de que el milagro de la multiplicación de los panes fue el fruto de un misterioso “compartir” sin “magia o idolatría”.

Veamos las palabras de Francisco:

Es una invitación que resuena con fuerza para nosotros hoy: “No es necesario excluir a nadie. No es necesario que nadie se vaya, basta de descartes, denles ustedes de comer”. Jesús nos lo sigue diciendo en esta plaza. Sí, basta de descartes, denles ustedes de comer. La mirada de Jesús no acepta una lógica, una mirada que siempre “corta el hilo” por el más débil, por el más necesitado. Tomando “la posta” Él mismo nos da el ejemplo, nos muestra el camino. Una actitud en tres palabras, toma un poco de pan y unos peces, los bendice, los parte y entrega para que los discípulos lo compartan con los demás. Y este es el camino del milagro. Ciertamente no es magia o idolatría. Jesús, por medio de estas tres acciones, logra transformar una lógica del descarte en una lógica de comunión, en una lógica de comunidad. Quisiera subrayar brevemente cada una de estas acciones. […]
Las manos que Jesús levanta para bendecir al Dios del cielo son las mismas que distribuyen el pan a la multitud que tiene hambre. Y podemos imaginarnos, podemos imaginar ahora cómo iban pasando de mano en mano los panes y los peces hasta llegar a los más alejados. Jesús logra generar una corriente entre los suyos, todos iban compartiendo lo propio, convirtiéndolo en don para los demás y así fue como comieron hasta saciarse, increíblemente sobró: lo recogieron en siete canastas. Una memoria tomada, una memoria bendecida, una memoria entregada siempre sacia al pueblo.  (Santa Misa en la Plaza de Cristo Redentor, Santa Cruz de la Sierra – Bolivia, 9 de julio de 2015)

Pero no fue la única vez que afirmó tales cosas.  Recordemos otras afirmaciones semejantes de Francisco así como el Magisterio bimilenario de la Iglesia sobre este asunto. Entra aquí →

Un Evangelio distinto II

«Me maravillo de que tan pronto os apartéis del que os llamó por la gracia de Cristo, y os paséis a otro Evangelio. Y no es que haya otro Evangelio, sino es que hay quienes os perturban y pretenden pervertir el Evangelio de Cristo. Pero, aún cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo os predicase un Evangelio distinto del que os hemos anunciado sea anatema. Lo dijimos ya, y ahora vuelvo a decirlo: Si alguno os predica un Evangelio distinto del que recibisteis, sea anatema».

San Pablo a los Gálatas I, 6-9.

 

“Me duele cuando leo aquel pasaje del Evangelio, cuando Judas arrepentido va a los sacerdotes”

Francisco una vez más demuestra sus preferencias, llamando al traidor de Jesús “pobre hombre arrepentido”. Aquel que cometió el crimen más infame de la Historia es objeto del compasión del Sumo Pontífice… Esperamos que no se aplique el “dime con quien andas y te diré quién eres”.

Por increíble que parezca lo peor de Judas no era su traición, sino su malicia en rechazar la divina misericordia. Él había sido un testigo ocular de la infinita misericordia del Redentor. Había presenciado todo lo que Jesús perdonó a María Magdalena y cuanto la amaba. Había escuchado las palabras del Divino Maestro cuando decía: “Os digo que habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse” (Lc 15, 7). Si en el momento de “reconocer su crimen” su arrepentimiento de Judas hubiera sido verdadero, no habría dudado un momento en dar esta alegría a Nuestro Señor. Si lo amaba, habría querido reparar su ofensa humillándose y dejándose ser objeto de la misericordia que tantas veces viera derramada sobre otros. Sin embargo, ya acostumbrado a tener un corazón cerrado al Señor, cedió a la tentación de ultrajar a Jesús una última vez de la forma más violenta… desesperarse, no creer que el perdón podía llegar tan lejos.

¿Porque iban a tener compasión, los fariseos, de Judas? Ellos estaban felices con el negocio realizado. ¿Qué tienen ellos y su apego a las costumbres judaicas que ver en el tema de la desesperación de Judas? La pregunta más bien sería, por que Judas fue hasta ellos para demonstrar su arrepentimiento, si el ofendido era Cristo y no esos fariseos enquistados en el mal que eran sus cómplices en el crimen. Sigue leyendo

Francisco y “el misterio de Judas”

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Desde Roma, para el Denzinger-Bergoglio

Fue difícil aguantarnos los movimientos de hilaridad que tuvimos en el encuentro con Francisco en San Juan de Letrán. Se inauguraba el congreso de la diócesis y el obispo de Roma, en medio de un largo discurso, nos sorprendió a todos con algo digno de un guión de novela de ficción. ¿Qué ocurrió?

Ya sabemos, por una homilía de abril de este año, que para Francisco, unos de los grandes ejemplos de falta de compasión fue el trato que tuvo Judas Iscariotes. Francisco no se resigna con la falta de caridad con fue tratado ese “pobre hombre arrepentido” al punto de declarar que siempre le causa dolor “el pasaje del Evangelio, cuando Judas arrepentido va a los sacerdotes” y no fue bien recibido. (Homilía en Santa Marta, 11 de abril de 2016)

Ahora, una vez más, Francisco, queriendo concienciarnos a los sacerdotes presentes de la necesidad de una misericordia a ultranza, volvió a traer a colación el ejemplo del apóstol traidor, fundamentando su doctrina en base a un documento irrefutable: una escultura medieval. Exacto. Como si de un códice misterioso se tratase, Francisco aportó como irrefutable argumento el mensaje grabado por un vetusto cantero en las piedras milenarias de la Basílica de Vèzelay. Sigue leyendo