¿La sangre de los mártires es negociable?

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Debo confesar que en todo este “affaire” de la Santa Sede con el gobierno comunista chino sobre la permanencia o no de dos obispos católicos fieles a Roma en sus diócesis o por el contrario la negociación de su sustitución por obispos de la iglesia patriotica comunista china, es decir, cuya consagración no es válida, por lo que están excomulgados, me produce una gran tristeza. Al lado de esto todo el tema de la situación de la comunidad San Pio X, aparece como extraña, incluyendo las ordenaciones irregulares de obispos, tòpico que con los chinos parece no importar nada a la Secretaría de Estado!

“La estrategia de “encamarse con el Diablo” e impregnarse de “olor a azufre”, concluye George Weigel, “lejos de ser realismo… es una especie de cinismo que encaja a duras penas en una diplomacia supuestamente basada en la premisa de que ‘la verdad os hará libres’ (Jn 8,32)”. Esta frase reciente publicada del escritor Weigel, biógrafo de San Juan Pablo II, creo que resume magistralmente lo que sentimos la inmensa mayoría de católicos del mundo.

O como también magistralmente ha escrito el prestigioso vaticanista Sandro Magister: “Para despejar el campo de esta anomalía al filo del cisma – obstáculo grande para un acuerdo – las autoridades vaticanas han decidido, para ambas diócesis, “pedir un sacrificio” a los dos obispos legítimos, es decir, pedirles que se aparten y que reconozcan como único obispo titular de la diócesis al que ha sido nombrado por el gobierno, legitimándolo y absolviéndolo en caso de estar excomulgado.

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¡Dichosos los mártires de la cruzada nacional de 1936!

Dichosos los mártires

23 octubre, 2015

Les presentamos un cortometraje documental que narra el martirio de un campesino catalán durante la Cruzada Nacional de 1936 en Lérida, España.

Terminado ya el conflicto bélico y ya habiendo perdido el bando republicano la guerra, en su retirada desde el Ebro hacia su huida hacia Francia y pasando por Mongai, pequeña población rural leridense, y en su afán por desterrar cualquier resquicio católico, hordas republicanas cometen el vil asesinato de un santo padre de familia cuyo único delito había sido ser amigo del cura del pueblo y fiel católico practicante. Delante de su mujer y de sus hijos, animaba pocos minutos antes de morir a su familia a rezar el Credo y un acto de contrición, pues sabía que lo iban a matar. Finalmente cae con los brazos en cruz derramando su sangre generosa y pronunciando sus últimas palabras… ¡Dios mío!

Tratamos de hacer recordar al público en general de hoy con este trabajo audiovisual la malicia diabólica de la ideología marxista-leninista o comunista, propagadora de rencores e inquinas, que en su odio satánico hacia la Iglesia Católica, luz del mundo, produjo uno de los mayores exterminios ocurridos en la historia del hombre.

Tomado de:

http://www.adelantelafe.com