¿Qué podemos hacer para restaurar todo en Cristo?

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¡Basta de silencios!¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido! Palabras de Santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia, en el siglo XIV, en el apogeo de la Cristiandad. ¿Qué diría la santa si viese la degeneración del mundo posmoderno, abismalmente más pútrida? ¿Qué diría a ver al modernismo desatado y la masonería haciendo estragos en el seno mismo de la Iglesia? ¿Qué diría al ver que muchos Pastores, absolutamente descarriados, llevan a las almas a la perdición?

Sólo el buen olor de Cristo y el virginal aroma de su santa Madre, su santidad y sus virtudes, pueden contrarrestar el pestilente pecado y las herejías modernistas (recopilación de todas las antiguas), que destilan todo el hedor del infierno. Nos advierte proféticamente San Pablo en su Cartas: “Vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas” (2 Tm 3,3-4). Él tiempo ha llegado, pero no todo está perdido. Aún podemos librar los nobles combates de la Fe viviendo santamente una vida de oración y de combate por la Tradición y la sana doctrina.

Oscar Báez, Licenciado en Ciencias Políticas y conferencista, es analista político nacional e internacional para Radio AM 800 de Asunción, Paraguay. En esta entrevista analiza los motivos más profundos por los que Cristo no sólo debe reinar en las almas sino también en la sociedad y nos da las pistas esenciales para porfiar con eficacia en la batalla.

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