Junaid tenía un discípulo al que prefería sobre todos los demás, lo que suscitó los celos de los otros discípulos: Junaid -que conocía los corazones- se dio cuenta de ello.
– Os es superior en cortesía y en inteligencia, les dijo. Hagamos una experiencia para que vosotros también lo comprendáis.
Junaid ordenó entonces que le trajeran veinte pájaros, y les dijo a los discípulos:
– Que cada uno coja un pájaro, se lo lleve a un lugar en el que nadie lo vea, lo mate, y me lo traiga luego.