Málaga (España) (AICA): El sacerdote jesuita Jorge Loring Miró, autor de “Para Salvarte”, con un millón de copias en España, falleció el día de Navidad en Málaga a los 92 años de edad. Se hallaba grave tras haber sufrido un ataque cerebro vascular. En los últimos años su salud decayó considerablemente y había sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas. Dios lo llamó al cielo el mismísimo día de Navidad, a las 3 de la tarde, hora de la Divina Misericordia. Expiró rezando el Rosario y sus últimas palabras fueron Ave María Purísima.
El sacerdote jesuita Jorge Loring Miró, autor de “Para Salvarte”, con un millón de copias en España, falleció el día de Navidad en Málaga a los 92 años de edad. Se hallaba grave tras haber sufrido un ataque cerebro vascular. En los últimos años su salud decayó considerablemente y había sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas. Dios lo llamó al cielo el mismísimo día de Navidad, a las 3 de la tarde, hora de la Divina Misericordia. Expiró rezando el Rosario y sus últimas palabras fueron Ave María Purísima.
Nació en Barcelona el 30 de septiembre de 1921. Fue sacerdote jesuita, ensayista, experto en apologética y gran defensor y difusor de la Sábana Santa. Bisnieto de Jorge Loring y Oyarzábal e hijo del ingeniero Jorge Loring Martínez, estudió seis años en el Colegio Nuestra Señora del Pilar, de los marianistas de Madrid. En el verano de 1936, durante la Guerra Civil, los republicanos asesinan a su padre en Madrid. Se traslada a Málaga donde estudia el bachillerato en el Colegio San Estanislao de Kostka y regresa a Madrid para cursar ingeniería en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI), ordenándose sacerdote en 1954, a la edad de 33 años en la Compañía de Jesús.
Reconocido por sus acciones de difusión y evangelización que durante muchos años realizó por televisión y radio, además de haber dado conferencias por todo el mundo, escribió varios libros, siendo el más popular el titulado «Para Salvarte», que fue editado en España, México, Ecuador, Perú, Chile, Estados Unidos, Egipto, Israel y Rusia. Además de sus publicaciones, grabó algunas de sus conferencias en video, y apareció en emisoras de televisión como EWTN.
Entre sus escritos destacamos el ya mencionado “Para Salvarte”: Enciclopedia del católico (con 63 ediciones), editado por Edibesa con más 1.300.000 ejemplares vendidos. El mismo Loring hizo una edición en 2012 en 3 tomos a la que llamaba coloquialmente “Edición Príncipe” impresa en México. Hay también ediciones en inglés, portugués, italiano, chino y ruso. Muchos años después completó ese escrito profundizando en muchos de sus temas con la edición de “40 Conferencias” editado por Spiritus Media, en Cádiz.
Otras de sus publicaciones fueron: “Testimonio”, editado por Autores Católicos Escogidos con 55 ediciones; “Motivos Para Creer”, de Editorial Planeta, Barcelona; “Los Evangelios. 2000 Dudas Resueltas”, Planeta Pub Corp; “La Sábana Santa, dos mil años después”, Editorial Planeta; “Más de 200 respuestas a preguntas que usted se ha hecho sobre la fe, la moral y la doctrina católica”, de Editorial Libros Libres, Madrid; y por último el reciente “Anécdotas de una vida apostólica”, edición personal del autor en De Buena Tinta, Madrid, 2013.
Narra en “Para Salvarte” un recuerdo de su visita a nuestro país: “Cuando estuve en la Argentina, para la gran misión de Buenos Aires, en octubre de 1960, conocí el acto de contrición que allí se usa, me gustó mucho y luego lo transcribí en mi libro”.
El padre Loring fue un apóstol de los grandes, un dignísimo hijo de san Ignacio de Loyola, que hasta sus últimos días fue incansable discípulo, apóstol y misionero de Jesucristo. ¿Cuántos hemos crecido y nos hemos formado cristianamente con su libro «Para salvarte»?
¿Cuál ha sido su secreto? Vivió siempre teniendo como fundamento una fe sólida. Fue coherente en la fidelidad hasta en el detalle: fe y vida eran una sola realidad para él. Puso a trabajar con la gracia de Dios unas facultades innatas que convirtió en dones sagrados: trabajador incansable por el Reino y comunicador vehemente y apasionado de Jesucristo.
Su funeral fue el pasado jueves 26 en la intimidad, a las 13 en la parroquia del Sagrado Corazón en el seno de la Comunidad de Jesuitas de Málaga. Uno de sus hermanos, el también jesuita padre Jaime Loring, fundador del centro universitario ETEA, presidió y predicó en las exequias. Destacó de su hermano su enorme capacidad de “constancia y superación”: “Jorge vivió la fe que heredó de nuestra madre y quiero hacer también un recuerdo de nuestra madre, que tuvo ocho 8 hijos, de los que ya han muerto cuatro. Mamá no era una mujer beata, pero era una mujer creyente. De una fe absoluta. Quedó viuda y cada vez que salía a la calle a resolver algo se arrodillaba y rezaba un padrenuestro para que el Señor le ayudara. Esa fe que tenía nuestra madre y que nos transmitió a todos, es la que acompañó a Jorge durante su vida. Que el ejemplo que Jorge nos deja sea para nosotros un aliciente para vivir y difundir nuestra fe”.
Según su última voluntad su cuerpo fue cremado y ya descansa en el cinerario junto a la iglesia que la Compañía de Jesús tiene en su casa del Puerto de Santa María, en Cádiz, donde residió gran parte de su vida. También cumpliendo su voluntad el obispo de Cádiz y Ceuta, monseñor Rafael Zornoza Boy, presidirá un solemne funeral en sufragio por su alma el próximo 11 de enero de 2014 en la iglesia de Santiago Apóstol, de la ciudad de Cádiz, donde tuvo por incontables años su confesionario.
El Ayuntamiento de Cádiz, ciudad muy amada por el padre Loring, mostró mediante un comunicado de prensa su pesar por la muerte de este jesuita, teólogo y escritor que dejó una profunda huella en la ciudad, hecho por el cual en 2006 fue declarado Hijo Adoptivo de Cádiz. Por ello, en su honor, el ayuntamiento mantuvo las banderas a media asta por tres días a partir de su fallecimiento.
Elevamos una oración por su alma al Dulce Niño de Belén, con la certeza de que pronto estará con Aquel a quien llevó por el mundo entero, “con alma grande y generosidad” al decir de san Ignacio de Loyola, con su vida dedicada a la evangelización y junto a su Madre, María Santísima, para quien fueron sus últimas palabras.+ (Pbro. José Antonio Medina Pellegrini, especial para AICA)
Lunes 30 Dic 2013 | 10:08 am
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