11 de Mayo
Alberto pertenecía la Tercera Orden Dominica y, por eso, vivió como lego, a pesar de ser casado y estar dedicado a la vida de trabajo en el campo. Dueño de una sensible generosidad, pasó su vida ayudando a los necesitados, distribuyendo alimentos y dinero.
Además, hizo numerosas peregrinaciones, sobre todo a Santiago de Compostela, prestando sus servicios a otros peregrinos a todo lo largo del camino, que era recorrido a pie.
También visitó Roma y Tierra Santa. Murió en Cremona, en Italia. Después de su muerte, le fueron atribuidos muchos milagros, siendo su generosidad, marca distintiva de su persomalidad, famosa hasta nuestros días.