Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje

éste te aplastará la cabeza, y tú le aplastarás el calcañar.”

Gén. 3, 15

La nueva versión italiana explicada por el P. Vaccari, profesor del Pontificio Instituto Bíblico, explaya el misterio de este versículo con las siguientes
palabras:

“La descendencia de la mujer vencerá al demonio de la misma manera que el hombre aplasta la cabeza de una serpiente.

La descendencia de la mujer es, en general, el género humano; más principalmente, el Salvador Jesucristo, que es la Cabeza de toda la humanidad (Colosenses 1, 15, 18).

Él venció por propia virtud al demonio, lo que los otros hacen en virtud de Él.

Contiene, pues, este versículo el primer anuncio del futuro Redentor.

Se le da por ello el nombre de “Protoevangelio” (“primera Buena Nueva”).

Al triunfo del Salvador va asociada su madre, la magna Señora, que se contrapone a Eva.

(San Lucas 1, 26-38).”