
Quien poco siembra poco cosechará; y quien siembra en abundancia en abundancia también recogerá. 2 Cor. 9,6-10
San Lorenzo, de origen español, pues se cree nació en Huesca, fue el primero de los siete Diáconos que tenía la Iglesia Romana. Él había de asistir al Pontífice mientras celebraba los Santos Misterios, y distribuir la Eucaristía entre los fieles, y administrar los bienes ecleciásticos.
Arrestado por el Prefecto de Roma (año 258) y compelido a entregar al fisco los bienes ecleciásticos de que, como diácono, era administrador, presentóle toda una turba de menesterosos, diciéndole: “Éstas son las verdaderas arcas de la Iglesia por el don inestimable de su fe, y porque ellos nos convierten nuestras limosnas en tesoros imperecederos.”
Se le tendió sobre una gran parrilla, debajo de la cual había ascuas medio encendidas, y así su martirio fue más prolongado y más atroz.
“Las llamas no pudieron vencer la caridad de Cristo, y el fuego que por fuera le quemaba fué más tibio que el por dentro abrasaba al corazón del mártir” (S. Léon) Así decía a su verdugo: “Da la vuelta a mi cuerpo, pues ya está bastante asado por esta parte.” Y luego decía: “Mi carne está ya asada; puedes comer de ella” (Visp.) Murió San Lorenzo en 258, y su nombre figura en el Canon entre los mártires de Roma.
Recemos siempre, como acción de gracias, la oración de este día, que la Iglesia ha colocado después del Cántico de los tres jóvenes dicha ya la misa. En ella pedimos a Dios apague en nosotros el ardor de las pasiones. El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.
Oración
Oh Dios todo poderoso, te pedimos nos concedas se apaguen las llamas de nuestros vicios, ya que diste a S. Lorenzo superar al fuego que le atormentó. Por nuestro Señor Jesucristo.
Fuente: MISAL DIARIO Y VISPERAL
Por Dom. Gaspar Lefebvre O.S.B. De la Abadía de S. Andrés (Brujas, Bélgica) Traducción Castellana y Adaptación del Rdo. P. Germán Prado Monje Benedictino de Silos (España) Páginas 1622 y 1623.
Fuente Primaria e Indispensable del Verdadero Espíritu Cristiano(Pío X).